A 57-year-old patient with active inhaled cocaine consumption consulted for asthenia, sweating and elevated inflammatory parameters. A positive result was obtained in anti-neutrophil cytoplasmic antibodies (ANCA) type PR 3, without evidence of uptake on positron emission tomography with fluorodeoxyglucose (PET-CT). The study was completed with a renal biopsy that demonstrated a focus of acute tubular necrosis within an area of lymphoplasmacytic interstitial infiltrate with the absence of proliferative signs. The presumptive diagnosis of vasculitis associated with the consumption of toxins, cocaine adulterated with levamisole, was established.
DiscussionSince 2010, cases of levamisole-adulterated cocaine-induced vasculitis have been reported, frequently manifesting with skin lesions, the appearance of purpuric lesions on the ears being typical. The presence of renal involvement associated with pauci-immune glomerulonephritis has been described. Treatment will be abstinence from toxins; however, steroids or immunosuppressive drugs may become necessary without consensus in the clinical practice guidelines on their indication.
Una paciente de 57 años con consumo activo de cocaína inhalada consultó por un cuadro de astenia, sudoración y elevación de parámetros inflamatorios. Se obtuvo un resultado positivo en anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA) de tipo PR 3, sin evidencia de captación en una tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa (PET-TAC). Se completó el estudio con una biopsia renal que demostró un foco de necrosis tubular aguda dentro de un área de infiltrado intersticial linfoplasmocítico con ausencia de signos proliferativos. Se estableció el diagnóstico de presunción de vasculitis asociada con el consumo de tóxicos, cocaína adulterada con levamisol.
DiscusiónDesde el año 2010 se han reportado casos de vasculitis inducida por cocaína adulterada con levamisol, que frecuentemente se manifiesta con lesiones cutáneas, siendo típica la aparición de lesiones purpúricas en las orejas. Se ha descrito presencia de afectación renal asociada con glomerulonefritis pauci-inmune. El tratamiento de elección será el abandono del consumo de tóxicos, sin embargo, pueden llegar a ser necesarios esteroides o fármacos inmunosupresores, sin existir consenso en las guías de práctica clínica sobre su indicación.