Objetivos docentes: Exponer los pasos necesarios para una correcta interpretación de la placa de tórax. Describir los diferentes puntos ciegos en la RX y TC de tórax. Correlacionar diferentes ejemplos de lesiones que han podido ser pasadas por alto por estar ubicadas en áreas ocultas de la RX y TC de tórax.

Revisión del tema: La radiografía de tórax es, con mucho, la prueba de imagen más realizada en el mundo. La baja radiación empleada, el bajo coste y la amplia accesibilidad a la prueba han contribuido a su uso intensivo. Para una interpretación óptima, debe estar correctamente realizada (centrada, penetrada e inspirada). Aun con una calidad de imagen óptima, la placa de tórax tiene muchos puntos “ciegos” que en ocasiones pueden llevarnos a errores dramáticos, por ello, resulta fundamental conocerlos, y realizar un exhaustivo estudio de estas zonas antes de considerar una placa de tórax como normal. Algunos de estos puntos ciegos son: los ápices, el espacio retrocardíaco, el espacio retrodiafragmático o los hilios. Una mínima sospecha razonable sobre alguna de éstas áreas, dependiendo de la situación clínica del paciente, nos debe llevar a plantearnos la realización de un TC aunque, tal y como veremos, éste tampoco es infalible.

Conclusiones: La placa de tórax es una prueba de uso rutinario que por su accesibilidad y bajo coste se ha convertido en una herramienta fundamental en el día a día de la práctica clínica. A pesar de esto, conviene tener presente sus limitaciones para saber cuando resulta necesario recurrir al TC.