Objetivo docente: Conocer los procedimientos intervencionistas para tratar el dolor miofascial lumbar, mediante la técnica de infiltración de los músculos profundos de la cintura pelviana, bajo control fluoroscópico, con contraste radiológico. Revisar las indicaciones, contraindicaciones, técnica, manejo posterior y complicaciones de la inyección de toxina botulínica.

Revisión del tema: El síndrome de dolor miofascial de la cintura pélvica fue descrito hace relativamente poco tiempo, presentando una elevada prevalencia. Se ha podido demostrar que muchos cuadros de lumbalgia tienen su origen en el dolor prolongado de la musculatura lumbar profunda, descartándose otras patologías degenerativas, pre o postquirúrgicas. Según los últimos estudios hasta un 80% de los pacientes remitidos a las Unidades del Dolor pueden presentarlo. El diagnóstico es exclusivamente clínico, resultando decisiva una correcta exploración. La introducción y empleo de la toxina botulínica ha supuesto un gran aporte terapéutico, sobre todo en el tratamiento del dolor miofascial lumbar, permitiendo controlarlo durante largos periodos de tiempo, e incluso en algunos casos, conseguir su desaparición.

Conclusiones: El dolor miofascial de músculos profundos presenta un difícil diagnóstico ya sea como causa inicial o porque forma parte de otras patologías más complejas y graves. La toxina botulínica es un tratamiento terapéutico que ha producido un cambio en el manejo del dolor miofascial, siempre teniendo en cuenta bien las indicaciones para asegurar su eficacia. En España se ha utilizado hasta hace 2 años como medicación "compasiva". En la actualidad se evitan esos trámites burocráticos. En nuestro hospital se incluye a los pacientes en un circuito de dispensación electrónica.