Objetivo docente: Nuestro objetivo es analizar el manejo diagnóstico y terapéutico de los aneurismas viscerales en nuestro centro.

Revisión del tema: Se realizó un estudio retrospectivo descriptivo de aneurismas viscerales entre 2004 y 2013, que incluyen 13 pacientes (edad media 61 años), de los que 10 tenía factores de riesgo cardiovascular (HTA, DM o tabaco) y 1 enfermedad de Rendu-Osler. De los 13 pacientes, 5 fueron diagnosticados incidentalmente por TC o RMN realizada por otros motivos, 5 casos fueron sintomáticos (2 con hemorragia digestiva y hemoperitoneo) y en 3 casos se desconoce la sintomatología previa. Se realizó arteriografía en 11 casos, permitiendo el diagnóstico, la localización y tamaño del aneurisma y del cuello aneurismático. La localización más frecuente fue la arteria esplénica (9 casos), con tamaño medio de 19 mm; 2 se localizaron en AMS, 1 en tronco celiaco y otro en arteria hepática, con tamaño medio de 23 mm. De los 13 pacientes, 1 caso fue susceptible de seguimiento, 5 requirieron cirugía y 7 fueron sometidos a tratamiento endovascular: se realizaron 5 embolizaciones con coils, colocando stent en dos de ellas, en un caso se colocaron espirales metálicas y en otro se procedió a la exclusión del aneurisma con stent recubierto. No hubo mortalidad asociada al procedimiento, pero si complicaciones secundarias en dos casos (un infarto esplénico y un absceso esplénico que requirió cirugía).

Conclusiones: Los aneurismas viscerales son poco frecuentes, subsidiarios de tratamiento multidisciplinar en el que las técnicas endovasculares presentan mayor relevancia, ya que son métodos menos invasivos con resultados satisfactorios.