Objetivo docente: Describir y plantear una estrategia sencilla y viable para mejorar la comunicación del clínico y el radiólogo, así como los posibles beneficios de la misma.

Revisión del tema: A pesar de que la radiología juega un papel fundamental e importante en la práctica clínica, el radiólogo se está convirtiendo en la firma en un informe. Parece que la percepción de que una prueba radiológica es equivalente a una prueba analítica más es cada vez más mayor. Esto ha llevado a que las peticiones de pruebas radiológicas contengan cada vez menos información clínica y una gran cantidad de pruebas no indicadas, lo que genera costes y morbimortalidad. Dentro de las estrategias que se han planteado, existe literatura en la que se describe que la participación de residentes de radiología en las sesiones clínicas y las revistas generales, beneficia al residente con la correlación clínico-radiológica, además de educar al clínico sobre el papel del radiólogo, la forma adecuada de solicitar una prueba y más importante aún educar sobre la real indicación y beneficio de prueba radiológica. Esto demostró una gran aceptación por parte del área clínica, incluso mostro al paciente que el papel del radiólogo es diferente a la realización de la prueba.

Conclusiones: Es importante incentivar y mejorar la comunicación del clínico con el radiólogo. La anteriormente expuesto es una estrategia viable que a pesar de no contar con estudios sobre beneficios económicos a largo plazo, podría ayudar a mejorar el trabajo en equipo y más importante aun el cuidado del paciente.