ENTREVISTA REALIZADA POR:
JUAN ESTEVA
Fotografías: Luis Domingo
Desde hace unos meses Daniel Pacheco ocupa el cargo de secretario primero en el Ateneo de Madrid. Su intención es potenciar la presencia del farmacéutico en la institución y recuperar las figuras del pasado que contribuyeron al prestigio de la profesión. En esta entrevista, Daniel Pacheco expone su opinión sobre las relaciones entre la cultura y la farmacia y muy especialmente entre los farmacéuticos y las actividades ateneístas. Desde su nuevo cargo continuará organizando en el Ateneo de Madrid actividades culturales en las que los farmacéuticos puedan desarrollar su vertiente cultural y humanística.
Daniel Pacheco
Presidente de la sección de Farmacia del Ateneo de Madrid
« El Ateneo es, posiblemente, la institución cultural española que desarrolla más actividades »
BIOGRAFÍA
PROFESIONAL
Daniel Pacheco es licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y fundador de la sección de Farmacia del Ateneo de Madrid (1987), departamento que preside desde entonces. Sus compañeros le han reelegido anualmente en el cargo desde hace dos décadas.
El año 1988 creó la Cátedra José Rodríguez Carracido y en la actualidad, entre otras muchas ocupaciones, coordina las Tertulias de Rebotica del Ateneo madrileño, tarea que compagina con la coordinación científica de la revista científica y literaria de esta institución.
La estrecha vinculación de Pacheco con el Ateneo se manifiesta asimismo en los varios cargos que ha asumido en las distintas juntas directivas del centro. En la actualidad desempeña el cargo de secretario primero, actividad que compagina con sus labores como farmacéutico comunitario.
OFFARM
Tras veinte años como presidente de la sección de Farmacia del Ateneo de Madrid, ¿qué actividades desempeña esta institución y qué funciones tiene en la actualidad?
Nuestros estatutos dejan muy claro que los fines del Ateneo son difundir las ciencias, las letras y las artes por todos los medios adecuados. En este sentido, el Ateneo es, posiblemente, la institución cultural española que desarrolla más actividades culturales. Durante el curso académico 2006-2007 se celebraron un total de 526 actos, la mayoría organizados por las 22 secciones del Ateneo, si bien también tuvieron cabida 80 actos externos de relevancia. Ello supone una media, si exceptuamos el período estival, de más de 50 eventos mensuales. Los fines de semana, por ejemplo, predominan los conciertos de música clásica (102 durante este curso) y la proyección de películas (33 este curso). También hemos presentado 50 libros y se han organizado una veintena de exposiciones de arte.
El Ateneo de Madrid ha sido siempre un foro democrático y liberal, incluso en los tiempos más difíciles, ¿qué querría destacar de su historia?
Como apuntan numerosos historiadores, fue un punto de referencia ineludible de las inquietudes intelectuales durante el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX y, como dice Francisco Villacorta, ha sido puerto de entrada de la cultura europea contemporánea, punto de partida y de arribada de numerosas biografías intelectuales, además de lugar de confrontación y encuentro.
La historia de la institución ateneísta resume, sin lugar a dudas, buena parte de la historia ideológica, cultural y artística de la España contemporánea. Los principales problemas de la vida social y política y las experiencias de alta síntesis científica han estado presentes en la tribuna del Ateneo donde, por encima de todo, se han divulgado todas las inquietudes intelectuales de nuestro país y se han dado a conocer las primicias de nuevas corrientes artísticas y literarias.
Cuando se piensa en los ateneos se dirige la mirada hacia un pasado en que eran muy populares las tertulias científicas y literarias que organizaban, ¿cree que hoy día las actividades de estas instituciones tienen la misma trascendencia?
Las tertulias cultas nacen en el siglo XVIII a la par que la creación que las Academias. Durante el siglo XIX se celebraron en España las tertulias ilustradas de las que saldría el hombre liberal, separado en las vertientes de moderados y exaltados, formando todas aquellas sociedades patrióticas y secretas que lucharían contra el poder absolutista de Fernando VII; así surgió el Ateneo Español. Fue todo un estilo de vida, sueños románticos y anhelos idealistas en su lucha por la libertad en los conflictos entre ciencia y fe, discordias, revueltas y cambios revolucionarios. También es, por cierto, el período álgido de las tertulias de rebotica que, como apuntaba José Luis Urreiztieta, eran el lugar más adecuado para exponer teorías científicas, demostrar actitudes o inclinaciones literarias y, en definitiva, ser el fiel reflejo de lo que ocurría en el país y el heraldo de sus acontecimientos. Cómo afirma el farmacéutico ateneísta y premio Nacional de las Letras Españolas 2006, Raúl Guerra Garrido, se trataba de «lugares para la curiosidad que es el motor de la creatividad y de la ciencia».
Los farmacéuticos ateneístas estamos de acuerdo con Camilo José Cela cuando se refería a las tertulias: «Había que volver a las tertulias porque siempre fueron vehículo de convivencia y diálogo entre los españoles». Por ese motivo, creamos en 1990 nuestra «Tertulias de Rebotica» actuales, en las que queremos dar efectivo testimonio del nexo de unión que puede establecerse entre cultura, política y farmacia y ser ejemplo de una manera abierta de hacer las cosas, contraria a una concepción inmovilista de entender la profesión.
En estos encuentros deseamos también poner de manifiesto la necesidad de subrayar la dimensión intelectual de la farmacia como profesión y de los farmacéuticos como ciudadanos, tarea ésta urgente y necesaria.
« El Ateneo ha sido puerto de entrada de la cultura europea contemporánea, punto de partida y de arribada de numerosas biografías intelectuales, además de lugar de confrontación y encuentro »
¿Cómo se gesta la sección de Farmacia y cuál ha sido su trayectoria hasta la actualidad?
En 1987 un reducido grupo de jóvenes farmacéuticos, guiados por un espíritu ateneísta e impregnados de la labor que Carracido había desempeñado en el Ateneo, fundó en el Ateneo de Madrid una activa y entusiasta sección de Farmacia que en estos 20 años de existencia ha organizado más de un millar de actividades culturales entre congresos, cursos, jornadas, seminarios, tertulias, mesas redondas, conferencias y excursiones.
Hemos editado cinco publicaciones: Antología de Federico Muelas, León Felipe visto por cien autores, La ciencia española en ultramar, De la ciencia ilustrada a la ciencia romántica y Expediciones científicas a África, y hemos recuperado, junto a otras secciones, la prestigiosa revista cultural El Ateneo. En todos los números aparecen artículos dedicados a la farmacia. Además, me cabe el honor de coordinar la serie de publicaciones que el Ateneo edita con el Ayuntamiento de Madrid a través de su Foro Municipal. A día de hoy ya han visto la luz Galería de Retratos y el primer volumen de Ateneístas ilustres, que cuenta con 62 biografías, entre las cuales están incluidas las pertenecientes a los farmacéuticos José Rodríguez Carracido, Laureano Calderón, Blas Lázaro Ibiza, Joaquín Olmedilla, Baldomero Bonet, José Casares, José Giral y Federico Muelas. En imprenta se encuentra el segundo volumen de esta cuidada colección.
En definitiva, temas relacionados con la alimentación, la bioquímica o la sanidad pueden ser tratados desde la tribuna del Ateneo desde una visión humanista, inherente a nuestra profesión.
Háblenos de los farmacéuticos que han realizado una aportación relevante al Ateneo de Madrid.
Son muchos los farmacéuticos que han llevado a cabo una gran labor de divulgación científica. Entre los que realizaron este acercamiento del saber científico a la sociedad, desde las cátedras y secciones del Ateneo, además de Antonio Fabié, Francisco de Castro, Eugenio Piñerúa o Luis Siboni, cabe destacar a tres figuras sobresalientes: Laureano Calderón, José Rodríguez Carracido y José Giral.
Laureano Calderón fue el primer catedrático de bioquímica en España. Vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, sostuvo la defensa del darwinismo, naturalismo y evolucionismo frente a las corrientes ultramontanas. Fue presidente de su sección de Ciencias durante tres cursos.
José Rodríguez Carracido, el más insigne representante de la farmacia española, era discípulo de Calderón, catedrático de Química Biológica, senador vitalicio, decano de la Facultad de Farmacia, rector de la Universidad Central y miembro de las Reales Academias de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Medicina, Historia y Española. Durante cuatro décadas pronunció en el Ateneo más de un centenar de lecciones y fue, junto a Cajal y Echegaray, la personalidad más importante de la ciencia en el Ateneo, donde auspició que las actividades farmacéuticas alcanzaran su punto culminante en 1908, con la creación de los Estudios de Ampliación de Farmacia. Destacados profesores, además de pioneros en disciplinas científicas, de la Universidad Central, impartieron sus enseñanzas: Baldomero Bonet, catedrático de Química orgánica; Joaquín Olmedilla, catedrático de Farmacia Práctica y Legislación; Blas Lázaro Ibiza, catedrático de Botánica; José Casares Gil, catedrático de Análisis Químico.
Y José Giral y Pereira, discípulo de Carracido, fue catedrático de Química Biológica, rector de la Universidad Central y ministro. En el Ateneo fue vicepresidente y figura destacada de la política española apoyando en todo momento la trayectoria de su amigo Manuel Azaña tanto en la llegada a la presidencia del Ateneo como, posteriormente, a la presidencia del gobierno de la Segunda República.
En la actualidad la nómina de ilustres farmacéuticos ateneístas es también amplia, destacan los profesores Javier Puerto, Benito del Castillo, Juana González Parra, Esperanza Torrija; figuras relevantes de la profesión como Pedro Malo, Federico Mayor Zaragoza, Miguel Tormo, Tomás Mijimolle, Carmen Cuadrado, M. Teresa Domingo, o escritores de la talla de Raúl Guerra Garrido o Margarita Arroyo.
« Si exceptuamos el período estival, el Ateneo celebra una media de más de 50 eventos culturales mensuales »
¿Puede explicar a nuestros lectores las actividades de la cátedra de Farmacia José Rodríguez Carracido?
Fue inaugurada el 30 de mayo de 1988 con la presencia del presidente del Ateneo de Madrid, José Prat, y Antonio Doadrio, decano de la Facultad de Farmacia, y fue Ángel Santos Ruiz, entonces director de la Real Academia de Farmacia quien pronunció la primera conferencia «Carracido y la Bioquímica Española». En sus cuatro primeros cursos, esta cátedra fue dirigida por Antonio Doadrio López, profesor emérito de la UCM, quien junto a otros expertos profesionales de la sanidad ambiental, como el doctor Juan de la Serna, impartieron tres extraordinarios cursos y mesas redondas de contenido medioambiental y aspectos biotecnológicos de las ciencias.
Desde 1992 el director de la cátedra es F. Javier Puerto Sarmiento, catedrático de Historia de la Facultad de Farmacia de la UCM que, junto a otros destacados especialistas en el campo de la historia, ha organizado, además de diversos seminarios sobre la Historia de la Ciencia, diversas jornadas sobre expediciones científicas de España a América y Filipinas con la presencia de una treintena de destacados ponentes nacionales e internacionales, cuyas actas han dado lugar a dos extraordinarios libros.
Para este curso Javier Puerto tiene programados varios ciclos de conferencias sobre humanidades y farmacia e instituciones farmacéuticas relevantes.
Cómo nuevo secretario del Ateneo de Madrid, ¿puede explicarnos cuáles son los proyectos inmediatos de la institución y si cuentan con apoyo institucional?
En la actual Junta de Gobierno, presidida por José Luis Abellán, los proyectos inmediatos son: la inauguración inminente de las nuevas dependencias, anexas a las actuales; seguir con las jornadas de recuperación de la historia del Ateneo de Madrid; la edición de libros resultado de esta labor investigadora; impulsar la Biblioteca Digital de nuestra institución; finalizar el inventario de bienes artísticos del Ateneo de Madrid y la incorporación de nuevos socios mediante la mejora de nuestra web, así como firmar acuerdos con centros educativos.
Respecto a los apoyos institucionales, contamos fundamentalmente con las ayudas del Ayuntamiento de Madrid, a través de su Foro Municipal, y de la Comunidad de Madrid, que ha financiado la rehabilitación de nuestro Salón de Actos. Otras ayudas puntuales proceden de entidades como Caja Madrid, para la Cátedra Valle-Inclán. Además contamos con acuerdos específicos de programación y convenios culturales con diversas corporaciones profesionales.
« Hoy día es necesario que el farmacéutico tenga lo que podríamos llamar una mayor visibilidad en la sociedad »
Respuestas sobre...
El futuro de la dimensión cultural farmacéutica
Además de un activo ateneísta es usted farmacéutico, ¿cómo ve el futuro de la institución?
Llevamos más de doscientos años, concretamente desde la revolución industrial, amenazados con un cambio de modelo de farmacia. Personalmente, creo que el modelo actual de farmacia, el denominado modelo mediterráneo, es el idóneo. Mientras sigamos desarrollando actividades científicas, sanitarias y asistenciales seguiremos adelante. Ahora bien, creo que los farmacéuticos tenemos que implicarnos en la sociedad con campañas de educación sanitaria que nos acerquen más a la población, incluso con reuniones de barrio para impartir charlas sanitarias en colegios, institutos, polideportivos, etc. Para ello, es fundamental poner de manifiesto nuestra vertiente humanista para que nos comunique mejor con los ciudadanos. Si no lo hacemos así, podemos quedar reducidos a meros técnicos del medicamento.
Además de haber sido pioneros de numerosas disciplinas científicas en el pasado, hoy día se requiere que el farmacéutico tenga lo que podríamos llamar una mayor visibilidad en la sociedad.
¿Cree que los farmacéuticos actuales conceden suficiente atención a la dimensión cultural de la profesión?
Nunca es suficiente la atención que se le dedica a la cultura. Los farmacéuticos dedicamos algo menos de atención a la cultura que otros profesionales sanitarios. La cultura es una semilla que, como tal, hay que cultivar. No tiene una meta delimitada y siempre ha de estar en constante evolución.
La farmacia española ha dado humanistas como Carracido, Calvo Asensio, León Felipe, Federico Muelas o Carlos Pérez-Accino. Hoy día hay otros, como Raúl Guerra Garrido o Margarita Arroyo.
Por último, ¿se siente apoyado por los farmacéuticos en su esfuerzo por vincular farmacia y cultura, profesión y ateneísmo?
Por ponerle unos ejemplos, le comentaré lo que me decía Juan Manuel Reol, que ha sido entre muchas otras cosas director de las Tertulias de Rebotica, al hablar de estas vinculaciones entre cultura y farmacia: hay que involucrarse activamente en el mundo de la cultura y la política para construir entre todos una sociedad más abierta, libre y participativa. Él me animaba a ser, hace ya muchos años, dinamizador cultural farmacéutico, y nuestro decano Benito del Castillo, incluso con anterioridad a dicho cargo, es capaz de viajar desde Burgos o Valladolid, después de cualquier acto académico, para acudir a todos los actos que realizamos en el Ateneo, estimulándome a seguir el camino que hemos emprendido en esta institución.
Espero que, gracias al convenio de colaboración firmado recientemente entre el Ateneo de Madrid y el COF de Madrid, los farmacéuticos que lo deseen puedan sentirse más cercanos a este templo de la libertad y la tolerancia que es el Ateneo de Madrid, hacerse socios y ver satisfechos sus inquietudes culturales.
« Creo que los farmacéuticos dedicamos algo menos de atención a la cultura que otros profesionales sanitarios »