Presentamos el caso de un paciente varón de 63años que acudió a urgencias por una lesión cutánea pruriginosa de 3meses de evolución en el dorso del brazo izquierdo, que había ido aumentando de tamaño y era refractaria al tratamiento en oclusión con diferentes corticoides tópicos (clobetasol y betametasona). El paciente negaba tanto la posesión como el contacto con animales.
A la exploración física, presentaba en el dorso del antebrazo izquierdo una placa eritematosa y descamativa bien delimitada con los bordes más sobreelevados y, en el centro de la lesión, pústulas centradas sobre los folículos pilosos (fig. 1). No se acompañaba de otra clínica sistémica.
Se planteó el diagnóstico clínico de un granuloma de Majocchi, por lo que se tomó biopsia cutánea de una de las pústulas foliculares para el estudio histopatológico convencional y el cultivo de hongos. En la anatomía patológica se observó un folículo piloso roto con el tallo rodeado de un infiltrado neutrofílico y presencia de estructuras fúngicas. En el cultivo se aisló Trichophyton rubrum. Las analíticas sanguíneas realizadas no mostraron alteraciones significativas, siendo las serologías de lúes, VIH y virus hepatotropos negativas.
Se instauró tratamiento con 250mg de terbinafina por vía oral cada 24horas durante dos meses, con resolución completa del cuadro.
ComentarioEl granuloma de Majocchi es una infección fúngica del folículo piloso bien conocida pero poco frecuente, que suele presentarse en las extremidades inferiores de mujeres jóvenes, habitualmente de forma unilateral y con antecedentes de infecciones fúngicas a otro nivel1, o en el contexto de pacientes con inmunodeficiencias primarias, secundarias o locales (como tras el empleo de corticoides tópicos en oclusión)2. En ambos casos suele existir un antecedente traumático3 en la región afecta que, en ocasiones, puede ser difícilmente identificable por tratarse de algo banal y cotidiano, como el rasurado con cuchilla en un área previamente colonizada por Trichophyton rubrum, siendo este el patógeno más frecuentemente involucrado.
Para alcanzar el diagnóstico definitivo se realiza una biopsia de la lesión o bien se toman muestras para realizar un cultivo micológico. El diagnóstico diferencial se realiza con otras foliculitis bacterianas o por cándidas.
El tratamiento se realiza con antifúngicos orales durante 1 o 2meses, como la terbinafina, la griseofulvina o el itraconazol4-6.
Lo característico de la imagen clínica, así como su presentación tras un tratamiento esteroideo empírico sin diagnóstico de sospecha claro, creemos que dan valor formativo al caso para su reconocimiento y tratamiento en atención primaria.
Consideraciones éticasPara el presente caso clínico se ha contado con el consentimiento del paciente, así como también se han seguido los protocolos del hospital sobre tratamiento de la información de los pacientes.
FinanciaciónEste artículo no ha percibido ningún tipo de financiación procedente de entidades públicas ni privadas, así como tampoco comerciales.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.




