Justificación: La incidencia de la EI sobre dispositivos cardiacos implantables ha aumentado en los últimos años debido al aumento del envejecimiento de la población, y por ende al aumento de comorbilidades que hacen necesaria la implantación de marcapasos, DAI (desfibrilador automático implantable), además de TAVI (implante transcatéter de válvula aórtica), etc. Hay distintas formas clínicas: la que afecta al bolsillo del generador y la que afecta a la porción intravascular del cable. El tejido cardiaco puede verse afectado o no. Se asocia a una elevada mortalidad.
Objetivos: Conocer cuántos pacientes portadores de marcapasos o DAI desarrollan endocarditis, ver qué microorganismos son los causantes de la infección, y cuáles son las comorbilidades más frecuentemente asociadas.
Método: Se revisa de forma retrospectiva el número de casos de endocarditis infecciosa asociada a marcapasos en el Hospital Universitario Cruces del 1 de enero de 2023 al 31 de agosto de 2024.
Resultados: En el periodo de estudio, se diagnosticó endocarditis infecciosa asociada a dispositivos cardiacos implantables en 12 pacientes, de los cuales 10 eran varones (83,3%). La edad media de los pacientes fue de 69 años (entre 52 y 93). En 7 pacientes, los hemocultivos fueron positivos: en 2 casos con crecimiento de S. aureus meticilín resistente, en 1 paciente S. aureus, en 1 S. epidermidis en 1 S. capitis, en 1 S. caprae y en 1 Serratia marcescens. En todos los casos se retiró el dispositivo y se envió al laboratorio de microbiología. Los cultivos de los dispositivos fueron positivos en todos los casos excepto 1; hubo crecimiento tanto en el cable como en el generador en 8 casos, y crecimiento solo en el cable en 3. Los microrganismos aislados fueron SARM en 2 pacientes, Propionibacterium acnes en 2, S. aureus en 1, S. epidermidis en 2, S. capitis en 1, E. cloacae en 1 y Serratia marcescens en 1. Las comorbilidades más frecuentes fueron fibrilación auricular en 6 pacientes (50%), hipertensión arterial en 8 pacientes (66,7%), miocardiopatía dilatada en 3 (25%), diabetes mellitus en 5 (41,7%), cardiopatía isquémica crónica en 4 (33,3%), otras. Algunas de estas comorbilidades se dieron de forma concomitante en varios pacientes. Se inició tratamiento antibiótico intravenoso en todos los casos, que se desescaló a tratamiento oral en aquellos en los que fue posible. La duración en ningún caso fue inferior a 3 semanas. El más utilizado fue daptomicina (en el 75% de los pacientes).
Conclusiones: El número de casos de endocarditis infecciosa asociada a dispositivos cardiacos está aumentado en los últimos años. Los gram positivos fueron los microorganismos más frecuentemente aislados. Los cultivos de los dispositivos tuvieron una alta rentabilidad ya que hubo crecimiento en casi todos ellos y en 6 casos (50% de los pacientes) el microorganismo coincidió con el aislado en los hemocultivos.



