Este artículo reflexiona sobre el papel clave que debe asumir la atención primaria en el fomento de la actividad física como herramienta central de salud. A pesar de décadas de estrategias internacionales, los niveles de inactividad física y sedentarismo siguen creciendo. La atención primaria del futuro debe superar el consejo genérico y avanzar hacia una prescripción efectiva, personalizada, basada en evidencia y con seguimiento clínico. Se propone una atención primaria proactiva, digitalmente integrada, conectada con recursos comunitarios y centrada en la equidad. Además, se plantea un enfoque futurista con tecnologías como la inteligencia artificial, plataformas híbridas de seguimiento y la prescripción de espacios urbanos activos. Superar las barreras actuales –como la presión asistencial, la escasa formación o la brecha digital– es esencial. La actividad física debe dejar de ser un consejo aislado para convertirse en una intervención estructural y sostenible. Porque el futuro de la salud empieza hoy, en cada consulta, con cada paso.
This article reflects on the key role that primary care must play in promoting physical activity as a central tool for health. Despite decades of international strategies, levels of physical inactivity and sedentary behavior continue to rise. The primary care of the future must move beyond generic advice and advance toward effective, personalized, evidence-based prescription with clinical follow-up. A proactive, digitally integrated, community-connected, and equity-focused model is proposed. Furthermore, a forward-looking approach is outlined, involving technologies such as artificial intelligence, hybrid monitoring platforms, and the prescription of active urban spaces. Overcoming current barriers—such as healthcare workload, insufficient training, or the digital divide—is essential. Physical activity must no longer be an isolated recommendation but a structural, sustainable intervention. Because the future of health begins today, in every consultation, with every step.
Desde los estudios pioneros de Morris et al. en los años 50, con los trabajadores de autobuses de Londres, hasta la actualidad, la evidencia sobre los beneficios de la actividad física (AF) en salud ha crecido exponencialmente1. Más de 100 beneficios han sido descritos en personas de todas las edades, sexos y estados de salud. Sin embargo, la realidad asistencial muestra una brecha: más de un tercio de la población sigue siendo inactiva (tabla 1), y muchos profesionales no prescriben AF con el mismo rigor con el que recomendarían un fármaco2.
Evaluación de los niveles actuales de actividad física
| Categoría | Porcentaje (%) | Notas destacadas |
|---|---|---|
| Población mundial | 31 | No alcanza las recomendaciones de la OMS |
| Diferencias por género | ||
| Mujeres | 34 | Mayores tasas en Sudeste Asiático (45%), América (41%) y Oriente Medio (48%) |
| Hombres | 28 | Menores tasas en Europa (25%) |
| Diferencias por edad | A partir de los 60 años, la inactividad se incrementa en ambos sexos y a nivel global | |
| Diferencias por región | ||
| América | 41 | Una de las tasas más altas |
| Sudeste Asiático | 45 | Altos niveles de inactividad física |
| Oriente Medio | 48 | Región con el mayor porcentaje de inactividad |
| Europa | 28 | Relativamente baja |
| Pacífico Occidental | 20 | Baja tasa |
| África | 20 | Baja tasa, siendo en el África rica del 16% |
| Diferencias por ingresos | ||
| Países de ingresos bajos | 18 | Menor inactividad física |
| Países de ingresos medios | 38 | Mayor porcentaje de inactividad |
| Países de ingresos altos | 33 | Cifras cercanas a las de ingresos medios |
| Progresión histórica | ||
| En 2010 | 26 | Niveles globales de inactividad física |
| En 2022 | 31 | Crecimiento notable en 12 años |
| Proyección para 2030 | Mujeres: 38 | Aumento continuado de la inactividad física según modelos matemáticos |
| Hombres: 32 | ||
Fuente: World Health Organization6.
A pesar de la existencia de estrategias consolidadas como la Guía de Prescripción de Ejercicio Físico para la Salud o la Estrategia NAOS3,4, y de que organismos internacionales como la OMS han definido hojas de ruta claras5,6, los niveles de inactividad física y sedentarismo no solo no han mejorado, sino que continúan en aumento. Tras más de 2 décadas de intervenciones, la prevalencia de obesidad y comportamientos sedentarios sigue creciendo de forma alarmante7. Ya en 2004, la OMS formuló una visión global ambiciosa para revertir esta tendencia, pero los datos actuales evidencian que todavía queda un largo camino por recorrer (tabla 2).
Objetivos de la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud
| Objetivo | Descripción |
|---|---|
| Reducción de factores de riesgo | Disminuir riesgos asociados a enfermedades no transmisibles mediante la promoción de salud pública y medidas de prevención de morbilidad |
| Conciencia y conocimiento | Incrementar el conocimiento sobre la influencia de la dieta y la actividad física en la salud y destacar el impacto positivo de las intervenciones |
| Fomento de políticas y planes de acción | Establecer y fortalecer políticas globales, regionales y nacionales para mejorar dietas y aumentar la actividad física de manera sostenible e inclusiva |
| Seguimiento e investigación | Supervisar datos científicos, evaluar intervenciones y apoyar la investigación en áreas relevantes para fortalecer recursos humanos y mejorar la salud |
Fuente: Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud (OMS, 2004)5.
Esta paradoja nos obliga a una reflexión: si lo que hemos hecho hasta ahora no ha sido suficiente, ¿qué debe cambiar? Proponemos que la atención primaria (AP) sea protagonista del cambio, con un enfoque proactivo, personalizado, digital, comunitario y centrado en la equidad.
El objetivo de este artículo es reflexionar sobre el papel que debe asumir la AP para liderar el futuro de la AF como herramienta de salud, superando el consejo genérico y avanzando hacia una prescripción efectiva, basada en la evidencia, el seguimiento clínico y la equidad.
La atención primaria que necesitamosLa AP del futuro debe superar el consejo genérico y avanzar hacia una prescripción efectiva de la AF. Esto implica una práctica proactiva que no espere a la aparición de la enfermedad, sino que actúe desde la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Evaluar sistemáticamente el nivel de actividad física se convierte en una prioridad, y herramientas como el Brief Physical Activity Assessment Tool –BPAAT–, validada en Catalunya8,9, ofrecen una vía sencilla y efectiva para ello (tabla 3).
Cuestionario Brief Physical Activity Assessment Tool (BPAAT)
| Pregunta | Puntuación |
|---|---|
| A. Actividad física intensa (respirar rápido y con dificultad: footing, levantar pesos, bicicleta rápida, etc.) | |
| 3 o más veces por semana | 4 puntos |
| 1-2 veces por semana | 2 puntos |
| Nunca | 0 puntos |
| B. Actividad física moderada (frecuencia cardíaca aumentada: tareas domésticas, jugar con niños, petanca, etc.) | |
| 5 o más veces por semana | 4 puntos |
| 3-4 veces por semana | 2 puntos |
| 1-2 veces por semana | 1 punto |
| Nunca | 0 puntos |
| Interpretación de la puntuación total (A+B): | |
| ≥4 puntos: suficientemente activo. Anime a continuar con su actividad | |
| <4 puntos: insuficientemente activo. Anime a incrementar su actividad física | |
Fuente: Puig Ribera et al.5.
Prescribir ejercicio de forma individualizada implica conocer el estado de salud del paciente, sus barreras y preferencias, y acompañarlo mediante seguimiento y reevaluación. Este proceso exige formación específica por parte de los profesionales, una competencia que debe integrarse en el desarrollo profesional continuo10.
En un futuro próximo, la prescripción individualizada podría apoyarse en modelos de medicina de precisión, donde algoritmos de inteligencia artificial analicen datos clínicos, sociales y genéticos para proponer programas de AF personalizados y adaptables en tiempo real mediante dispositivos portátiles. Estas tecnologías no sustituirán al profesional, pero sí aumentarán su capacidad de adaptación, seguimiento y monitorización remota.
La transformación necesaria también es estructural: la AP debe ejercer un liderazgo comunitario, conectando con recursos del entorno –como instalaciones deportivas, centros cívicos o asociaciones vecinales– y promoviendo alianzas con ayuntamientos, escuelas y entidades del tercer sector. A esto se suma el reto de integrar herramientas digitales, como las experiencias reportadas por el paciente –PREM– y los resultados reportados por el paciente –PROM– o solucionar los problemas de interoperabilidad con aplicaciones móviles, que faciliten el seguimiento sin aumentar las desigualdades11.
La integración digital deberá ir más allá de apps convencionales: modelos híbridos de seguimiento activo a distancia, consultas mixtas, o el uso de tecnologías emergentes como la realidad aumentada para gamificar la AF podrán complementar las intervenciones clínicas. Asimismo, la AP podría desempeñar un papel activo en la «prescripción ecológica», recomendando tiempo en espacios verdes o rutas saludables como parte de su estrategia terapéutica, influyendo también en políticas de urbanismo activo.
No podemos obviar una paradoja creciente: mientras que la tecnología ha contribuido a mejorar la esperanza de vida y ha facilitado herramientas para el seguimiento de la actividad física, también ha ido acompañada de un aumento del sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad a nivel global. Este fenómeno pone de relieve la necesidad de integrar el componente digital de forma crítica y equitativa, garantizando que las soluciones tecnológicas realmente empoderen a las personas y no profundicen en las desigualdades existentes (fig. 1).
Relación temporal entre tecnología, esperanza de vida, obesidad y sobrepeso en la población. Fuente: Woessner et al.11.
El modelo brasileño, que ha incluido herramientas breves de evaluación en historia clínica, es un ejemplo inspirador. Del mismo modo, la estrategia ISPAH12 o los informes de la OMS Europa muestran el impacto de políticas transversales en la mejora de la salud física de la ciudadanía. La AP debe asumir este enfoque integral y contextualizado.
Una atención primaria que se moja: liderazgo, ejemplo y compromisoHablar de futuro implica también transformar el presente. La AP debe asumir un papel ejemplar, siendo referente no solo en la consulta, sino también en su proyección comunitaria. Fomentar la AF desde la práctica profesional, adoptar hábitos activos y trasladar estos valores a la relación clínica refuerza la credibilidad del consejo profesional y potencia su impacto.
Asimismo, la AP puede ser clave en la coordinación de redes locales de salud activa. Promover caminatas comunitarias, actividades físicas adaptadas o grupos de acompañamiento puede ayudar a combatir la soledad, fomentar la adherencia y reducir la medicalización. La AF se convierte así en un vehículo de vínculo social, cohesión comunitaria y bienestar.
Desde el punto de vista clínico, prescribir ejercicio debe seguir los mismos principios que otros tratamientos: personalización, indicación basada en evidencia, monitorización de efectos y revisión periódica. Como recuerdan Stamatakis y Bull, incorporar la AF en la agenda clínica global no es opcional, es una urgencia13.
Obstáculos reales, soluciones posibles: superar las barreras para avanzarPero el camino hacia esta AP más activa no está exento de obstáculos. La presión asistencial, la falta de tiempo y la sobrecarga burocrática dificultan la implementación sistemática de intervenciones en estilo de vida. A esto se suma una escasa formación en AF y ejercicio tanto en el grado como en la formación especializada, que limita la seguridad y competencia profesional.
El infrarregistro del nivel de AF en la historia clínica, como muestra la baja implementación del BPAAT, refleja tanto desconocimiento como falta de incentivos o tiempo. Aunque herramientas como esta han sido incorporadas en Brasil o Catalunya, su uso sigue siendo limitado8,9.
Por otro lado, la brecha digital es un riesgo real: mientras algunas personas integran tecnologías de seguimiento como relojes inteligentes o apps de entrenamiento, otras carecen del conocimiento, los recursos o la confianza para usarlas. Integrar lo digital con lo humano será clave para no aumentar desigualdades11.
Además, se requiere mayor conciencia sobre los riesgos asociados a la práctica de ejercicio físico o deportiva sin supervisión ni evaluación previa. Desde el uso de sustancias dopantes y anabolizantes14, hasta la presencia de enfermedades silentes que pueden provocar eventos como la muerte súbita15, el papel clínico es clave. Los protocolos de cribado, la evaluación previa al programa de ejercicio o a la competición y la formación en lesiones del aparato locomotor16 deben estar integrados en la práctica habitual (tabla 4).
Lesiones deportivas más prevalentes. Causas y tiempo estimado de recuperación
| Tipo de lesión | Deportes asociados | Tiempo aproximado de recuperación |
|---|---|---|
| Esguince de tobillo | Baloncesto, fútbol, correr | 3-6 semanas |
| Lesión de los músculos isquiosurales | Baloncesto, fútbol | 3-8 semanas |
| Tendinopatía rotuliana | Baloncesto | 4-6 meses |
| Tendinopatía del manguito rotador del hombro | CrossFit, pádel | 2-4 meses |
| Epicondilopatía | Pádel | 2-4 meses |
| Lumbalgia mecánica | Pádel | 1-4 semanas |
| Lesión en la articulación de la rodilla | Fútbol, pádel | 1-2 meses |
| Tendinopatía de Aquiles | Correr | 4-6 meses |
| Síndrome de estrés de la tibia | Correr | 1-4 meses |
| Síndrome de la banda iliotibial | Correr | 1-3 meses |
| Fascitis plantar | Correr | 1-4 meses |
Fuente: elaboración propia.
La solución pasa por reforzar la formación continuada, implementar estrategias institucionales para facilitar el registro y la prescripción de AF, crear equipos interdisciplinares que incluyan a fisioterapeutas o educadores en salud y fomentar una cultura organizativa que valore la promoción de la salud como parte esencial del acto clínico.
ConclusiónLa AF es una herramienta de salud pública y una intervención clínica coste-efectiva. Si la primera Estrategia Mundial fracasó en sus objetivos, repetir las mismas fórmulas no es una opción. La AP tiene hoy una nueva oportunidad para asumir el liderazgo que necesita este cambio.
Desde los grupos de trabajo de CAMFiC y semFYC, reafirmamos nuestro compromiso con esta transformación. No se trata de buscar campeones, sino de generar ciudadanía activa, informada y comprometida con su salud. La receta no es compleja: evaluación breve, prescripción individualizada, seguimiento clínico y conexión comunitaria.
La AP no solo puede, sino que debe liderar este cambio. La AF no debe ser un consejo más: debe ser una intervención central, transversal y sostenida en el tiempo. Porque la salud del futuro se construye en el presente, paso a paso, consulta a consulta.
Pero también debemos mirar más allá del presente inmediato. La AP del futuro debe convertirse en un nodo inteligente dentro de un ecosistema de salud interconectado, donde profesionales, pacientes, tecnología y comunidad actúen en sinergia. La incorporación de inteligencia artificial, la medicina personalizada basada en datos y los entornos urbanos diseñados para moverse activamente no son ciencia ficción, sino oportunidades reales al alcance de decisiones valientes y coordinadas. Solo así podremos hacer de la AF una herramienta transformadora y universal, capaz de reducir desigualdades y ampliar horizontes de salud.
FinanciaciónNinguna.
Consideraciones éticasEl artículo no ha conllevado la participación de personas o animales, motivo por el cual no se ha requerido obtener consentimiento de un comité de ética.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no tienen conflicto de intereses.








