El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una de las condiciones psiquiátricas más comunes en la infancia1, afectando entre el 6 y el 10% de los niños en edad escolar y con posibles repercusiones en la vida adulta. Dada su alta prevalencia y su impacto en el desarrollo académico y social, es crucial comprender la concordancia entre las valoraciones realizadas por padres y profesores para una evaluación más precisa. Este estudio analiza el nivel de acuerdo entre estas 2 fuentes de evaluación del TDAH en una muestra de alumnos de primaria.
La investigación se llevó a cabo en Badajoz, España, con una muestra de 536 alumnos de 8 a 9 años de colegios públicos (fig. 1). Se utilizó la Escala Escolar de Conners, validada tanto para padres como para profesores, para evaluar las principales características del TDAH y trastornos conductuales asociados. Se consideró la puntuación en déficit de atención con valores superiores a 10 para identificar problemas significativos.
A) Distribución de los colegios de Badajoz. B) Resultados del estudio, donde la tabla 1 muestra el resumen de los datos de frecuencia del espectro autista (EA), la tabla 2 muestra la población escolar de los centros públicos de Badajoz, y la tabla 3 muestra el resumen de los datos de frecuencia de EA para el cálculo de la concordancia entre padres y profesores.
Los resultados mostraron una prevalencia del TDAH del 5,6% según las valoraciones de los padres y del 9% según las de los profesores. La diferencia en la prevalencia observada puede atribuirse a que los profesores evalúan a los alumnos en un entorno estructurado, lo que permite observar más claramente los problemas de atención2. Para medir el grado de concordancia entre las evaluaciones de padres y profesores, se calculó el índice Kappa, que resultó en 0,794, lo que indica un acuerdo sustancial.
Los análisis descriptivos revelaron que las puntuaciones medias en déficit de atención fueron similares: 3,45 para los padres y 3,59 para los profesores. La mediana fue de 2 para los padres y de 3 para los profesores, mostrando que los profesores tienden a percibir una mayor proporción de alumnos con problemas de atención. La moda en ambos grupos fue 0, indicando que una gran parte de los alumnos no presentaba síntomas de déficit de atención. La desviación estándar fue menor en las evaluaciones de los profesores (3,68) comparada con la de los padres (3,28), lo que indica una mayor consistencia en las valoraciones realizadas por los profesores. Esto podría estar relacionado con su experiencia en identificar los síntomas del TDAH en un entorno académico estructurado.
La distribución geográfica de la muestra en la ciudad de Badajoz mostró una representatividad adecuada, con alumnos provenientes de diversas zonas escolares. La participación de padres y profesores fue alta, con un 82,46% de encuestas validadas para el estudio, lo que refuerza la fiabilidad de los datos obtenidos. Al comparar estos resultados con estudios internacionales, se observa que la prevalencia del TDAH en esta muestra se encuentra dentro del rango reportado en otros países desarrollados. La variabilidad de la prevalencia a nivel global, que oscila entre el 1,6 y el 26,8%, se atribuye a diferencias geográficas y culturales, además de los métodos de evaluación empleados.
Estos resultados subrayan la necesidad de intervenciones educativas y terapéuticas que incorporen las perspectivas tanto de padres como de profesores3. Dado que los profesores pueden detectar síntomas más evidentes en entornos estructurados2, sus valoraciones son esenciales para una detección más temprana y efectiva del TDAH. Sin embargo, la percepción de los padres en el contexto familiar ofrece una visión complementaria que no debe ser ignorada. La integración de estos 2 enfoques es fundamental para mejorar las estrategias de apoyo y manejo del TDAH en la población escolar4.
Los hallazgos de este estudio, al estar alineados con los datos internacionales5, respaldan la utilidad de la Escala Escolar de Conners como herramienta diagnóstica y la importancia de evaluaciones multidimensionales en el contexto educativo. Próximas investigaciones podrían centrarse en cómo estas evaluaciones múltiples pueden influir en las estrategias de intervención y el seguimiento a largo plazo de los alumnos con TDAH.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido financiación específica.
Consideraciones éticasEl trabajo descrito se ha llevado a cabo de conformidad con el Código de Ética de la Asociación Médica Mundial (Declaración de Helsinki) para experimentos con humanos. Se obtuvo el consentimiento expreso del centro educativo donde se llevó a cabo la investigación, asegurando en todo momento la confidencialidad y el bienestar de los participantes.
Se obtuvo el consentimiento informado de los padres y tutores legales de los menores involucrados, y fueron informados exhaustivamente sobre los objetivos, los procedimientos, los beneficios y los posibles riesgos del estudio.
Conflicto de interesesLos autores declaran la ausencia de conflictos de interés.
