El desempleo afecta tanto a individuos como a comunidades, generando consecuencias físicas, sociales y psicológicas similares a un proceso de duelo. Este duelo, que incluye síntomas como tristeza y desesperanza, se ha conceptualizado como un proceso con fases como el shock, la recuperación ligera, el miedo y la depresión1. Este estudio busca explorar si el desempleo se asemeja a un proceso de duelo, analizando factores sociodemográficos y estrategias de afrontamiento ante esta situación.
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal que incluyó a 122 usuarios del Servicio Público de Empleo de Andalucía, provenientes del Centro de Orientación Laboral de Huelva, seleccionados mediante muestreo sistemático. Las variables sociodemográficas estudiadas fueron edad, sexo, nivel educativo, tiempo desempleado, entre otras. Para medir la intensidad del duelo se utilizó el Inventario de Duelo Texas Revisado adaptado al castellano2, que incluye dos escalas: una sobre el duelo agudo (8ítems) y otra sobre el duelo actual (13ítems), clasificando los resultados en cuatro tipos de duelo. Además, para evaluar las estrategias de afrontamiento se utilizó el COPE-28, en su versión adaptada al español3, que evalúa estrategias adaptativas (por ejemplo, afrontamiento activo y apoyo emocional) y desadaptativas (como la negación y el uso de sustancias). El procedimiento consistió en la administración individual de las pruebas, asegurando la previa comprensión de las instrucciones. El análisis de conglomerados identificó dos grupos de participantes con diferentes niveles de duelo, y se emplearon pruebas t y chi-cuadrado para evaluar las diferencias. Este estudio cumplió con principios éticos y obtuvo el respectivo consentimiento informado.
En este estudio el 44,3% de los participantes eran hombres y el 55,7% eran mujeres, con edades entre 22 y 52años (M=36,32). La mayoría tenían formación básica y un tiempo medio en desempleo de 27meses. En cuanto al duelo, el 22,1% presentaron duelo ausente, el 9,8% duelo retardado, el 13,1% duelo resuelto y el 54,9% duelo prolongado. El análisis de conglomerados identificó dos grupos: C1 (42,9%), relacionado con duelo prolongado, y C2 (57,1%), relacionado con duelo de menor intensidad. Las puntuaciones de duelo fueron significativamente más altas en C1, tanto en duelo pasado como en duelo actual. En variables sociodemográficas no se encontraron diferencias significativas en edad o en tiempo desempleado entre los grupos. Sin embargo, C1 presentó un mayor porcentaje de responsables de los ingresos familiares (54%) y una mayor prevalencia de ansiedad grave (52%). En cuanto a estrategias de afrontamiento, se observaron diferencias significativas en autoinculpación, desconexión, desahogo, autodistracción y negación, con puntuaciones más altas en C1. La estrategia de planificación mostró una mayor puntuación en C1, aunque no significativa. El conglomerado con duelo más intenso mostró un patrón de afrontamiento más evitativo, basado en negación, autodistracción y autoinculpación. Estos resultados sugieren que las características sociodemográficas y las estrategias de afrontamiento están asociadas con la intensidad del duelo experimentado (fig. 1).
Este estudio examinó la aplicación del Inventario de Texas Revisado de Duelo en el contexto del desempleo, una situación distinta a la pérdida por fallecimiento para la que originalmente fue diseñado. Los resultados muestran que los desempleados que llevan más tiempo sin trabajo y aquellos con más años de experiencia laboral presentan un duelo más intenso. Destacan aquellos desempleados que asumen la responsabilidad de los ingresos familiares y experimentan mayores dificultades económicas4,5. Además, las personas con un duelo más intenso tienden a recurrir a estrategias de afrontamiento evitativas, como la negación y la autodistracción6. Estos hallazgos subrayan que el desempleo prolongado, especialmente en tiempos de crisis, genera efectos psicológicos comparables al duelo por pérdida, lo que resalta la importancia de abordar este fenómeno en programas de apoyo a desempleados.
FinanciaciónEste estudio no ha recibido financiación alguna, por parte de organismos públicos ni privados, para su desarrollo.
Consideraciones éticasLa participación de los pacientes fue voluntaria y se cumplieron todos los requisitos éticos y legales vigentes. Se adoptaron los requisitos éticos de la última Declaración de Helsinki (Fortaleza, Brasil, 2013) y fue autorizado por la Comisión Deontológica de la Dirección Provincial del Servicio Andaluz de Empleo el 23 de septiembre de 2014.
Conflictos de interesesLos autores de esta investigación no tienen conflicto de intereses, y lo planteado en la investigación es fruto del análisis de los resultados obtenidos.




