Objetivos: Valorar la eficacia del control de la temperatura, utilizando la manta térmica en pacientes sometidos a un estudio PET-TAC, con el objetivo de disminuir el metabolismo de la grasa parda, evitando falsos positivos.

Material y métodos: Revisión retrospectiva de 52 pacientes (28 hombres; 24 mujeres) todos con diagnostico de linfoma (30 LNH; 22 LH) a los que se les realizo un estudio PET-TAC durante el año 2012. Estos pacientes acuden en ayunas e hidratados. Posteriormente pasan a una habitación. Colocamos la manta térmica sobre la cama y tumbamos al paciente; la encendemos alcanzando la temperatura deseada (38 ^oC). Canalizamos vía periférica al que unimos llave de 3 vías, con un sistema de gotero y un suero salino. A continuación, inyectamos la FDG. Todos estos pacientes tenían 2 estudios hechos, uno basal sin manta y otro con ella. Se establecieron dos grupos: 1) Pacientes sin incremento del metabolismo glicídico de la grasa parda y 2) Pacientes con incremento del metabolismo glicídico de la grasa parda.

Resultados: Los pacientes que tenían disminuido el metabolismo glicídico de la grasa parda en el estudio basal (48) tampoco tenían grasa parda en el estudio posterior con la manta. De los 4 pacientes que tenían aumento del metabolismo glicídico en grasa parda; 3 de ellos (75%) si se obtuvo un buen resultado al ponerle la manta con control de temperatura y solo 1 (25%) no mejoro en el estudio posterior, visualizándose depósitos de FDG en grasa parda.

Conclusiones: El control de temperatura con la manta térmica es útil, ya que disminuye la grasa parda de manera significativa en pacientes con hipermetabolismo glicídico, persistiendo inactividad en el resto de los pacientes; permitiendo una mejor valoración de los espacios grasos, que es fundamental en tumores como los linfomas.