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Patricio Hidalgo Nuchera, Antes de la Acordada. La represión de la criminalidad rural en el México colonial (1550-1750), Sevilla, Universidad de Sevilla, Secretariado de Publicaciones Universidad de Sevilla, 2013. Serie Historia y Geografía n.o 254. 233 pp.
Teresa Lozano Armendares
Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México, México D. F., México
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En ellos conflu&#237;an transitadas rutas comerciales que ven&#237;an de los distritos mineros del norte&#44; de Acapulco&#44; en la costa occidental&#44; puerto donde atracaba el gale&#243;n de Manila&#59; del puerto de Veracruz&#44; en la costa oriental&#44; punto de llegada y salida de las flotas que enlazaban el virreinato con la metr&#243;poli&#46;</p><p id="par0150" class="elsevierStylePara elsevierViewall">&#191;Qu&#233; medidas tomaron las autoridades&#44; tanto metropolitanas como novohispanas para enfrentar el problema de la criminalidad&#63; El combate a la delincuencia rural en la Nueva Espa&#241;a desde sus or&#237;genes hasta el establecimiento del juzgado especial de la Acordada es la raz&#243;n que motiva el libro que comento&#46; En la Nueva Espa&#241;a la administraci&#243;n de justicia estaba organizada en tres niveles&#58; en el local estaban los tribunales de primera instancia&#58; alcald&#237;as ordinarias&#44; alcald&#237;as mayores&#44; corregimientos&#44; gobernaciones y&#44; en las audiencias de ciudades como M&#233;xico y Guadalajara&#44; se encontraban los llamados &#8220;juzgados de provincia&#8221;&#46; Las reales audiencias eran los tribunales de alzada&#59; y&#44; para todas las Indias estaba el Real y Supremo Consejo de Indias&#46;</p><p id="par0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El libro trata sobre el problema del bandidaje y la inseguridad de los caminos que conflu&#237;an a la ciudad de M&#233;xico&#44; pero ya en las cercan&#237;as de la capital&#46; Por la documentaci&#243;n que maneja Hidalgo Nuchera&#44; pareciera que el problema solo exist&#237;a en los alrededores de la capital ya que no nos informa si tambi&#233;n la Audiencia de Guadalajara se dedicaba a combatir la criminalidad en su jurisdicci&#243;n&#46; Es cierto que el territorio era sumamente extenso y pr&#225;cticamente imposible de vigilar en su totalidad&#46; No se sabe que los pasajeros y mercanc&#237;as fueran asaltadas al salir del puerto de Veracruz y s&#237; en cambio al llegar a R&#237;o Fr&#237;o y a&#250;n en Maltrata a pesar de haber ah&#237; guardias&#46; Lo mismo suced&#237;a en el &#225;rea de Cuautla y Cuernavaca con los pasajeros provenientes de Acapulco&#44; en donde a pesar de las guardias ubicadas en las monta&#241;as cercanas al valle de M&#233;xico&#44; los robos y asaltos eran constantes&#46;</p><p id="par0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Hubiera sido muy &#250;til que el autor incluyera un mapa en donde se pudieran localizar los diferentes lugares donde se situaban las guardias y los sitios donde se cobraba el portazgo y as&#237; poder ubicar las poblaciones cercanas a esos lugares&#46; Adem&#225;s&#44; tambi&#233;n servir&#237;a para fundamentar la hip&#243;tesis del autor de que era muy probable que estos bandidos estuvieran protegidos por personas que viv&#237;an en esos lugares y que les daban alojamiento&#44; un lugar para ocultar las mercanc&#237;as y efectos robados&#44; as&#237; como avisarles de la presencia de los cuadrilleros&#46;</p><p id="par0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La informaci&#243;n que existe respecto a la delincuencia rural durante el siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xvii</span> es escasa&#46; El autor nos dice que en el sevillano Archivo de Indias pr&#225;cticamente no existen testimonios documentados ni en los informes de los virreyes ni en las instrucciones que estos dejaban a sus sucesores&#44; de las dimensiones del problema&#46; No fue sino hasta la d&#233;cada de los ochenta de dicho siglo con los informes del conde de Galve y del virrey Monta&#241;&#233;s que se conoce oficialmente la gravedad de los hechos delictivos&#46;</p><p id="par0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La lectura que hizo Hidalgo Nuchera del libro de Gemelli Carreri <span class="elsevierStyleItalic">Viaje&#8230;</span> despert&#243; su inter&#233;s por investigar m&#225;s a fondo estas situaciones&#46; Relata este &#250;ltimo que a su regreso de las Filipinas en varios lugares del trayecto de Acapulco a M&#233;xico y despu&#233;s hacia Puebla y Veracruz&#44; tuvo que pagar un real por cada mula a guardias apostados en esos lugares&#46; Esto hizo preguntarse a Hidalgo Nuchera de qu&#233; se trataba este portazgo&#44; c&#243;mo se cobraba&#44; desde cu&#225;ndo y por qui&#233;nes&#44; lo que lo llev&#243; a investigar el problema de la delincuencia rural y del establecimiento de la Santa Hermandad en Nueva Espa&#241;a y por qu&#233; esta instituci&#243;n hab&#237;a sido un fracaso&#46; De esta manera&#44; investigando en la abundante documentaci&#243;n que existe en el archivo general de Indias&#44; pudo reconstruir todo el proceso que llev&#243; en 1722 a la instauraci&#243;n de un juzgado especializado que sustituy&#243; a la Santa Hermandad y que se llam&#243; La Acordada&#46; Sin embargo&#44; no estudia Hidalgo Nuchera todo el siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xvii</span>&#44; ni tampoco el funcionamiento de la santa hermandad durante este siglo&#44; sino que la parte sustancial del libro se centra en las tres &#250;ltimas d&#233;cadas&#44; y desmenuza la informaci&#243;n que contienen estos expedientes&#44; lo que nos da la posibilidad de entender este complicado proceso&#46;</p><p id="par0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Desde 1554&#44; el virrey Luis de Velasco implement&#243; en el territorio novohispano una instituci&#243;n de origen hispano medieval que fue la Santa Hermandad&#44; la que desde sus inicios se enfrent&#243; a los dos problemas b&#225;sicos que afectaron su existencia&#58; la ejecuci&#243;n de sus sentencias y su financiaci&#243;n&#46; Tanto la santa hermandad como las justicias ordinarias estaban sometidas a la autoridad de la sala del crimen de la real audiencia que prohib&#237;a que se ejecutaran sentencias de muerte o corporales sin previo aviso a la sala del crimen&#46; Adem&#225;s&#44; una real c&#233;dula ordenaba que dicha hermandad no pod&#237;a financiarse a trav&#233;s de la real hacienda&#46;</p><p id="par0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Fue el virrey Velasco quien encontr&#243; la soluci&#243;n al problema de la financiaci&#243;n ordenando que fueran los due&#241;os de las haciendas quienes pagaran el monto de los gastos a trav&#233;s de dos provinciales residentes&#44; uno en la ciudad de M&#233;xico y otro en la de Puebla&#46; La santa hermandad consigui&#243;&#44; durante diez a&#241;os&#44; imponer cierto orden en los campos&#44; especialmente en las zonas mineras&#44; pero toda la organizaci&#243;n decay&#243; dej&#225;ndose de nombrar los oficiales hermandinos&#46;</p><p id="par0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La llegada continua al virreinato de multitud de gente ociosa que&#44; ante la ausencia de trabajos remunerados&#44; ocasion&#243; el aumento considerable de ladrones y vagabundos dedicados a robar&#44; a asaltar y a cometer cr&#237;menes en el mundo rural&#46; Ante esta situaci&#243;n&#44; el rey Felipe II orden&#243; al virrey y a la real Audiencia de M&#233;xico reanudar la actividad de la hermandad e instituirla en aquellos lugares de la Nueva Espa&#241;a donde fuera conveniente&#44; a condici&#243;n de que no se gastase en ella dinero alguno de la real hacienda&#46;</p><p id="par0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Las permanentes necesidades econ&#243;micas de la corona llevaron a adoptar la medida de vender el cargo de provincial&#44; con una remuneraci&#243;n al adquirente de cien mil maraved&#237;es al a&#241;o pagaderos por la hermandad&#46; Pronto las autoridades metropolitanas rectificaron su error y redujeron la remuneraci&#243;n al 5&#37; de lo desembolsado en la compra&#44; lo que dio por consecuencia la retracci&#243;n del n&#250;mero de compradores desde 1624 hasta 1640&#46;</p><p id="par0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En 1631 se orden&#243; estatuir y fundar en las ciudades&#44; villas y lugares&#44; que pareciese a los virreyes&#44; el cargo de provincial de la santa hermandad como oficio vendible y renunciable&#44; con una amplia gama de privilegios&#46; Como menciona el autor&#44; muchos provinciales compraron el cargo no para perseguir ladrones&#44; sino para aumentar su prestigio social&#46;</p><p id="par0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Con respecto al problema de la ejecuci&#243;n de las sentencias&#44; desde 1601 se hab&#237;a prohibido que las justicias ordinarias llevaran adelante las sentencias de muerte no apelables por derecho y las penas corporales sin dar previo aviso a la Sala del Crimen de la Real Audiencia&#46; No fue sino hasta 1689 cuando el virrey conde de Galve emiti&#243; un decreto derogando el auto de 1601&#44; determinando que &#8220;en procedimientos sobre sedici&#243;n&#44; alevos&#237;a&#44; rapto de mujer honesta&#44; salteamiento&#44; robo o hurto violento en poblado o despoblado y sobre los dem&#225;s delitos atroces que llaman exceptuados&#44; los alcaldes mayores y justicias ordinarias del reino puedan sentenciar y ejecutar &#8211;con parecer de asesor letrado y en los casos en que no hubiere derecho a apelaci&#243;n&#8211; sin consulta previa a la Sala del Crimen&#44; a la que&#44; no obstante&#44; deb&#237;an enviar los autos despu&#233;s de la ejecuci&#243;n&#8221;&#46;</p><p id="par0070" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Emprendi&#243; Galve tambi&#233;n un intento de regeneraci&#243;n moral de la sociedad&#44; atacando al pulque&#44; los ba&#241;os temascales&#44; el baratillo y la represi&#243;n de conductas antisociales y lo que &#233;l entend&#237;a como ineficacia de la Sala del Crimen&#46; Sin embargo&#44; s&#237; reparti&#243; cargos entre los miembros de su clientela lo que le atrajo&#44; junto con las medidas antes dichas&#44; el malestar de las clases populares y de una parte de la &#233;lite social&#46; Adem&#225;s&#44; reafirm&#243; la legalidad de las antiguas contribuciones&#44; un portazgo cuyo pago afectaba a los due&#241;os de haciendas&#44; molinos y recuas&#46; Por si fuera poco&#44; fue &#233;poca de malas cosechas de trigo y ma&#237;z con la consiguiente escasez y alza de precios&#44; lo que ocasion&#243; el estallamiento de un mot&#237;n en 1692 en la ciudad de M&#233;xico&#46; Los fuertes apoyos que Galve ten&#237;a en la corte lo salvaron de ser depuesto&#44; pero s&#237; le fue censurada su derogaci&#243;n del auto de 1601&#46;</p><p id="par0075" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La segunda medida importante de Galve fue la creaci&#243;n de comisiones temporales de hermandad no financiadas por la Real Hacienda&#59; desde a&#241;os atr&#225;s&#44; los comerciantes y hacendados particulares pagaban contribuciones a unos guardias mayores de los caminos cercanos a la capital&#44; y el Consulado de M&#233;xico propuso a Galve que estas contribuciones se aplicaran a la dotaci&#243;n de dos o tres alcaldes de hermandad&#44; quienes a cambio tendr&#237;an la obligaci&#243;n de mantener veinte hombres que cuidaran a los pasajeros y evitar los robos en sus distritos&#46; Galve cre&#243; entonces dos provincialatos&#44; uno que abarcaba el arzobispado de M&#233;xico y el obispado de Michoac&#225;n y otro los obispados de Puebla y Oaxaca&#44; cuyos titulares deb&#237;an reintegrar lo robado&#44; tener ochenta cuadrilleros cada uno y proceder judicialmente contra aquellos reos por delitos que la Hermandad ten&#237;a bajo su jurisdicci&#243;n&#46; Cobrar&#237;an un real por cada pasajero y medio real por cada mula cargada&#44; exceptuando indios&#44; eclesi&#225;sticos y efectos pertenecientes a la Real Hacienda&#46;</p><p id="par0080" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Como tambi&#233;n le fue censurada por la Corona esta medida&#44; Galve volvi&#243; a institucionalizar las antiguas guardias mayores de los caminos para cobrar una contribuci&#243;n como derecho de portazgo&#44; eximi&#233;ndoles de la obligaci&#243;n de tener a los cuadrilleros y de reintegrar lo robado&#44; aparte de darles un salario del 5&#37; de los bienes requisados&#46;</p><p id="par0085" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Fue el duque de Alburquerque&#44; en 1704&#44; el que permiti&#243; a Jos&#233; Cumplido&#44; quien ostentaba el derecho de portazgo desde 1695&#44; volver a cobrar las gabelas del cargo&#46; Poco le dur&#243; el gusto a Cumplido ya que&#44; al a&#241;o siguiente&#44; la corona deneg&#243; esta confirmaci&#243;n porque las contribuciones solo pod&#237;an cobrarlas los titulares de las guardias mayores de caminos&#44; quienes continuaban comprando estos cargos&#46;</p><p id="par0090" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Ya en pleno siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xviii</span> estall&#243; un conflicto entre el provincial de la santa hermandad y los guardas mayores&#44; acusados por los excesos cometidos por sus subordinados en el cobro del portazgo&#46; El pleito finaliz&#243; en 1718 con la prohibici&#243;n de la recaudaci&#243;n&#44; lo que afect&#243; a Juan Miguel de V&#233;rtiz y a Antonio Felipe de la Pe&#241;a&#44; titulares respectivamente de las guardias de Rio Frio&#44; Cerro Gordo y Monte las Cruces y las de Maltrata&#44; Malpa&#237;s y Nuevo Quer&#233;taro&#46; Estos guardas mayores vieron afectadas las inversiones de seis y tres mil pesos cada uno que hab&#237;an pagado por el cargo&#44; lo que los llev&#243; a pedir licencia para retirar a sus hombres as&#237; como para quedar libres de la restituci&#243;n de lo robado en sus respectivas jurisdicciones&#46;</p><p id="par0095" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Esta retirada de los guardas&#44; aceptada por el marqu&#233;s de Valero en 1718&#44; provoc&#243; que los robos y asaltos en los caminos regresaran con inusitada fuerza ocasionando quejas de los vecinos de las localidades m&#225;s afectadas&#46; Las autoridades adoptaron una serie de medidas&#44; como fueron la concesi&#243;n de comisiones &#8220;acordadas&#8221; a los alcaldes del crimen&#59; la creaci&#243;n de una compa&#241;&#237;a de ochenta dragones&#59; la elecci&#243;n de cuatro provinciales de hermandad con doscientos pesos de sueldo mensual a cada uno&#59; destierro de vagos a los presidios&#59; prohibici&#243;n de portar armas y&#44; como medidas trascendental&#237;simas&#44; conceder la &#8220;acordada&#8221; al provincial de la hermandad don Miguel Vel&#225;zquez de Lorea y el restablecimiento de las guardias&#44; pero a costa de los vecinos y no de los pasajeros&#46;</p><p id="par0100" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Estas dos &#250;ltimas medidas fueron&#44; efectivamente&#44; las m&#225;s importantes&#46; Cabe mencionar que los anteriores titulares V&#233;rtiz y de la Pe&#241;a solicitaron cobrar las contribuciones&#44; lo que fue aprobado por la corte&#44; as&#237; como la concesi&#243;n&#44; de manera temporal&#44; a Vel&#225;zquez de Lorea de la &#8220;acordada&#8221;&#59; esta concesi&#243;n temporal fue cambiada por el monarca para que se mantuviese a Vel&#225;zquez en ese cargo todo el tiempo que fuese necesario&#46; Adem&#225;s&#44; se le dio la facultad de rondar la ciudad de M&#233;xico&#46;</p><p id="par0105" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Estas medidas suscitaron una serie de ataques por parte de la Sala del Crimen deseosa de recuperar su antigua jurisdicci&#243;n&#44; contra el titular de la Acordada&#46; Pudo empeorar esta situaci&#243;n si el rey hubiera aprobado las medidas tomadas por la Audiencia de M&#233;xico en 1744&#44; de extender la Acordada a las justicias inferiores y ampliar las facultades del alcalde provincial de la hermandad y juez de la Acordada&#44; lo que hubiera dado a Vel&#225;zquez la jurisdicci&#243;n ordinaria en el interior de la capital novohispana&#46;</p><p id="par0110" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Desde entonces se dio en la Nueva Espa&#241;a una dualidad de medios para combatir la criminalidad&#58; el provincial de la hermandad comisionado con la Acordada y los guardas mayores de los caminos&#44; quienes ten&#237;an derecho a recibir una contribuci&#243;n monetaria por parte de los pasajeros&#46; Esta dualidad terminar&#237;a en 1746 cuando el provincial de la Hermandad&#44; que ya ten&#237;a el t&#237;tulo de provincial de la Santa Hermandad&#44; juez de la Acordada y guarda mayor de los caminos&#44; absorbi&#243; todos los cargos&#46;</p><p id="par0115" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En 1722 la corona aprob&#243; la jurisdicci&#243;n especial de la Acordada ante la ineficacia de la estructura judicial en la Nueva Espa&#241;a que no pod&#237;a detener la criminalidad rural&#46; Este nuevo juzgado era la antigua y secular instituci&#243;n de la Santa Hermandad pero ya con facultades para ejecutar sus sentencias de muerte no apelables por derecho sin necesidad de consultar previamente a la Real Sala del Crimen&#46; Esta centralizaci&#243;n administrativa fue una innovaci&#243;n ya que concentraba las facultades de supervisi&#243;n en el virrey y no solo en los alcaldes del crimen y&#44; al extender sobre todo el territorio jurisdiccional de las audiencias de M&#233;xico y Guadalajara&#44; se cre&#243; un verdadero poder supraterritorial&#46; El titular de esta jurisdicci&#243;n asumi&#243; en 1746 la guardia mayor de los caminos y en 1772 el Juzgado de Bebidas Prohibidas&#46; En 1776 se cre&#243; un reglamento de salvaguardias destinadas a proteger al acusado de pr&#225;cticas arbitrarias y en 1790 se cre&#243; una Junta de Revisi&#243;n para las sentencias de muerte&#44; torturas y azotes p&#250;blicos&#46; El tribunal de la Acordada desapareci&#243; en 1812&#46;</p><p id="par0120" class="elsevierStylePara elsevierViewall">&#191;Por qu&#233; es importante este libro&#63; Patricio Hidalgo Nuchera aborda precisamente ese per&#237;odo anterior a la creaci&#243;n del tribunal de la Acordada&#46; Mediante el riguroso an&#225;lisis de la documentaci&#243;n existente en el Archivo General de Indias que se refiere a las idas y venidas de cartas&#44; consultas&#44; quejas&#44; reales c&#233;dulas&#44; etc&#233;tera&#44; que tocaban el tema del bandidaje&#44; podemos entender c&#243;mo se desarroll&#243; este largo proceso&#46;</p><p id="par0125" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Tambi&#233;n aparecen claramente en esta documentaci&#243;n los principales involucrados en la soluci&#243;n del problema y las dificultades que el gobierno virreinal ten&#237;a para financiar una empresa de tal envergadura&#46; Destacan en este estudio las guardias provinciales&#44; los guardas mayores y menores y sus particulares intereses para no involucrarse plenamente en el combate al crimen&#46; Asimismo encontramos a los comerciantes y hacendados&#44; muy interesados en mantener el orden en su regi&#243;n y&#44; por &#250;ltimo&#44; a las autoridades locales imposibilitadas para hacer frente a este problema&#44; pues constantemente entraban en conflictos de jurisdicci&#243;n con las autoridades de los pueblos vecinos&#46;</p><p id="par0130" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Entre las muchas razones por las que el proceso para instaurar la Acordada fue complicado&#44; est&#225; el hecho de que en este asunto hab&#237;a muchos intereses que no coincid&#237;an y que chocaban unos con otros&#46; Por un lado estaban las autoridades metropolitanas que pensaban que tanto la seguridad interior como la exterior deb&#237;an ser costeadas por los mismos colonos y no gravar a la Real Hacienda&#46; Por otro&#44; estaban las autoridades novohispanas que deb&#237;an encargarse de que los caminos fueran seguros para poder fomentar el comercio y el tr&#225;nsito de pasajeros&#59; por ello los virreyes tendr&#225;n diferentes iniciativas para hacerlo &#40;organizaci&#243;n territorial de las guardias&#44; pago del servicio por los hacendados o por los viandantes&#41; mismas que fueron rechazadas una y otra vez por el Consejo de Indias&#46; Tambi&#233;n encontramos a los directamente involucrados en la delincuencia&#44; por supuesto&#44; a los bandoleros y salteadores&#44; que ten&#237;an una buena manera de ganarse la vida&#44; y por otro&#44; a las autoridades locales&#44; que si bien no podr&#237;amos decir que proteg&#237;an a los delincuentes&#44; por lo menos no los persegu&#237;an con toda la rigurosidad que deber&#237;an porque&#44; mientras los robos se mantuvieran en unos l&#237;mites tolerables&#44; era mejor no hacer demasiado ruido&#46; A-reserva de encontrar en los archivos documentaci&#243;n que corrobore esta presunci&#243;n&#44; me parece que igual que en el contrabando de chinguirito&#44; a menos que se tratara de alg&#250;n robo espectacular o donde hubiera un exceso de violencia&#44; no se hac&#237;a demasiado alarde del asunto&#46;</p><p id="par0135" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En cuanto a la impartici&#243;n de justicia propiamente&#44; es decir&#44; la integraci&#243;n de los procesos y la resoluci&#243;n de los casos&#44; las justicias locales estaban limitadas por la decisi&#243;n de la Real Audiencia que les imped&#237;a dictar sentencias de muerte sin previa consulta&#46;</p><p id="par0140" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El inter&#233;s por estudiar la administraci&#243;n de justicia en Nueva Espa&#241;a surgi&#243; desde la d&#233;cada de los setenta del siglo pasado con trabajos que fueron pioneros en este campo&#46; En particular&#44; sobre el tribunal de la Acordada&#44; existen cuatro estudios aparecidos entre 1950 y 1985 y&#44; en a&#241;os recientes&#44; aparecen tres m&#225;s&#46; El m&#225;s completo de ellos es el de Colin MacLachlan&#44; quien se ocupa del funcionamiento del tribunal en el siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xviii</span>&#59; pero en su trabajo&#44; como en el de Alicia Baz&#225;n&#44; los antecedentes del tribunal solo se tocan de manera somera&#59; se mencionan cu&#225;les fueron las circunstancias que llevaron al gobierno virreinal a la imperiosa necesidad de tomar medidas m&#225;s severas pero no se explica con claridad c&#243;mo se lleg&#243; a la decisi&#243;n de crear un juzgado especial para combatir el bandidaje&#46;</p><p id="par0145" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Podr&#237;amos concluir que las causas que dieron origen al bandolerismo fueron la marginalidad y la miseria&#44; aunados a la inmensa extensi&#243;n del territorio novohispano&#44; a la carencia de suficientes fuerzas policiales&#44; a la ineficacia del sistema judicial y a las disputas jurisdiccionales entre las autoridades de poblaciones contiguas&#46;</p></span>"
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Información del artículo
ISSN: 18709060
Idioma original: Español
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2024 Abril 13 5 18
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2024 Febrero 16 4 20
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2023 Noviembre 9 7 16
2023 Octubre 28 10 38
2023 Septiembre 10 2 12
2023 Agosto 11 8 19
2023 Julio 6 6 12
2023 Junio 20 9 29
2023 Mayo 38 4 42
2023 Abril 30 3 33
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2022 Noviembre 15 4 19
2022 Octubre 9 9 18
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2022 Julio 17 9 26
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2022 Mayo 8 3 11
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2022 Febrero 14 3 17
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