La fibrilación auricular es el trastorno sostenido del ritmo más frecuente, con prevalencias que alcanzan el 10% en determinados grupos de edad. Probablemente por su alta prevalencia se la ha considerado una arritmia banal, pero este concepto actualmente está en cambio debido a: la morbilidad derivada de su asociación con fenómenos tromboembólicos, predicción de mala evolución cuando se asocia a cardiopatías y la pérdida de capacidad funcional en pacientes que dependen del ritmo sinusal para mantener el gasto cardíaco.
En la evaluación del paciente con fibrilación auricular, además de la historia clínica debemos recurrir a una serie de exploraciones complementarias (ecocardiograma, holter, etc.) que nos permitan la correcta clasificación del paciente con vistas a proporcionar la mejor opción terapéutica disponible.
Aunque la recuperación del ritmo sinusal sigue considerándose un objetivo de primer orden en el tratamiento, resultados de recientes estudios aleatorizados consideran el control de la frecuencia cardíaca como la mejor opción en determinados grupos de pacientes.
La prevención de eventos embólicos debe ser otro de los pilares del tratamiento, sin embargo, a pesar de esta realidad, se conoce que la anticoagulación es infrautilizada (sobre todo en pacientes de edad avanzada) y entre los anticoagulados los niveles de anticoagulación distan de ser óptimos.
Actualmente se están desarrollando procedimientos invasivos y atractivos dispositivos antiarritmia para el control de la fibrilación auricular, pero aún necesitan en muchos casos probar su eficacia y pasar el filtro del tiempo.
Auricular fibrillation is the most frequent sustained rhythm disorder, with prevalences that reach 10% in certain age groups. Probably due to its high prevalence, it has been considered a common arrhythmia, but this concept is presently changing due to: the morbidity derived from its association with thromboembolic phenomena, prediction of poor evolution when it is associated to coronary heart diseases and loss of functional capacity in patients who depend on sinus rhythm to maintain heart output.
When evaluating the patient with auricular fibrillation, besides the clinical history, we should use a series of complementary examinations (echocardiogram, Holter, etc), that allow us to correctly classify the patient in regards to providing the best therapeutic option available.
Although recovery of the sinus rhythm continues to be considered a first order objective in treatment, results of recent randomized studies consider the control of heart rate as the best option in certain patient groups.
Prevention of embolic events should be another one of the treatment mainstays, however, in spite of this reality, it is known that anticoagulation is underused (above all in elderly patients) and the anticoagulation levels among those with anticoagulants is far from optimum.
Presently, invasive procedures and attractive devices for antiarrhythmia are being developed for the control of auricular fibrillation, but their efficacy still must be verified in many cases and they must pass the time filter.