Buscar en
Revista Internacional de Acupuntura
Toda la web
Inicio Revista Internacional de Acupuntura Formación académica en programas de profesiones sanitarias, conocimiento y uso...
Información de la revista
Vol. 13. Núm. 3.
Páginas 96-105 (Julio - Septiembre 2019)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
1545
Vol. 13. Núm. 3.
Páginas 96-105 (Julio - Septiembre 2019)
Original
Acceso a texto completo
Formación académica en programas de profesiones sanitarias, conocimiento y uso de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) por parte de los estudiantes universitarios
Academic education in health profession programs, knowledge and use of Complementary and Alternative Medicine (CAM) by university students
Visitas
1545
Natasha Teixeira Medeirosa,b,
Autor para correspondencia
natashatmedeiros@yahoo.com.br

Autor para correspondencia.
, Ana Maria Fontenelle Catriba, Naiana Anchieta Mendes Meloa, Gabriela Pessoa Marinho Holandaa, Luíza Valeska de Mesquita Martinsa, Carla Christina Pereira da Silva Godinhoa, Sorayada Silva Trajanoa, Ilana Nogueira Bezerrac, Ana Paula Vasconcellos Abdona
a Programa de Graduados en Salud Pública, Universidade de Fortaleza (UNIFOR), Fortaleza, Ceará, Brazil
b Escuela de Fisioterapia, Universidade Federal do Piauí (UFPI), Parnaíba, Piauí, Brazil
c Escuela de Nutrición, Universidade Estadual do Ceará (UECE), Fortaleza, Ceará, Brazil
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Tablas (6)
Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas de los estudiantes universitarios. Fortaleza, Ceará, 2017
Tabla 2. Asociación entre Conocimiento de la Medicina Complementara y Alternativa (MCA) y promoción de un entorno universitario sano y los programas de las profesiones sanitarias. Fortaleza, Ceará, 2017
Tabla 3. Análisis del conocimiento de los estudiantes universitarios de Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) con relación al semestre académico, profesión sanitaria y currículo. Fortaleza, Ceará, 2017
Tabla 4. Conocimiento y uso de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) con relación a cada modalidad. Fortaleza, Ceará, 2017
Tabla 5. Análisis bivariante de las variables sociodemográficas y académicas asociadas al conocimiento de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) y la promoción de un entorno universitario sano. Fortaleza, Ceará. 2017
Tabla 6. Análisis multivariante de las variables sociodemográficas (bloque 1) y académicas (bloque 2) asociadas al conocimiento de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria Alternativa (MCA) y la promoción de un entorno universitario sano. Fortaleza, Ceará. 2017
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Objetivos

Evaluar la asociación entre la formación académica en programas de profesiones sanitarias y el conocimiento y uso de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) por parte de los estudiantes universitarios, así como determinar si MCA puede promover un entorno universitario sano.

Métodos

Estudio transversal realizado con 512 estudiantes universitarios matriculados en programas de profesiones sanitarias en la ciudad de Fortaleza, Ceará, Brasil, desde abril a noviembre de 2017. Se utilizó la Herramienta de evaluación para promoción de la salud de la Universidad para recopilar los datos sociodemográficos, académicos y de MCA. Se realizaron análisis bivariantes y multivariantes considerando los resultados “conocimiento de MCA” y “MCA en la promoción de un entorno universitario sano” utilizando SPSS Statistic versión 20.0.

Resultados

Se analizaron los datos de 512 participantes. Predominaron las mujeres (n=357; 69,7%), los estudiantes jóvenes (n=393; 76,8%) y los estudiantes sin empleo (n=429; 83,8%). El conocimiento de MCA se asoció al programa de la profesión sanitaria (OR=0,934; p=0,047), la educación paterna (OR=0,641; p=0,024), el empleo (OR=0,542; p=0,028) y la participación en actividades extracurriculares (OR=1,275; p=0,007). Se produjo una diferencia proporcional entre el conocimiento y uso de MCA, que osciló entre 2:1 y 11:1 entre las 21 modalidades. Los estudiantes universitarios pensaban que MCA podría promover un entorno universitario sano (p=0,000), lo cual se vio influido por el sexo (OR=2,089; p=0,004) y el conocimiento de MCA (OR=16,601; p=0,000).

Conclusiones

El conocimiento de los estudiantes universitarios sobre MCA se vio influido por el programa de la profesión sanitaria, la educación paterna, el empleo y la participación en actividades extracurriculares. El porcentaje de uso de las modalidades de MCA fue inferior al porcentaje de conocimiento. La creencia de los estudiantes universitarios de que la MCA podría promover un entorno universitario sano se vio influida por el sexo y el conocimiento de MCA.

Palabras clave:
Medicina Complementaria y Alternativa
Promoción de la salud
Universidades
Abstract
Objectives

To assess the association of academic education in health professions programs with the knowledge and use of Complementary and Alternative Medicine (CAM) by university students and to determine whether MCA can promote a healthy university environment.

Methods

A cross-sectional study was carried out with 512 university students enrolled in health professions programs in the city of Fortaleza, Ceará, Brazil, from April to November 2017. The Assessment Tool for Health Promotion at the University was used to collect sociodemographic, academic and CAM data. Bivariate and multivariate analyses were performed considering the outcomes “knowledge of CAM” and “CAM in the promotion of a healthy university environment” using SPSS Statistic version 20.0.

Results

Data from 512 participants were analyzed. Women (n=357; 69.7%), young students (n=393; 76.8%) and unemployed students (n=429; 83.8%) predominated. Knowledge of CAM was associated with health profession program (OR=0.934; p=0.047), paternal education (OR=0.641; p=0.024), employment (OR=0.542; p=0.028) and participation in extracurricular activities (OR=1.275; p=0.007). There was a proportional difference between knowledge and use of CAM ranging from 2:1 to 11:1 among the 21 modalities. University students believed that CAM could promote a healthy university environment (p=0.000), which was influenced by gender (OR=2.089; p=0.004) and knowledge of CAM (OR=16.601; p=0.000).

Conclusions

University students’ knowledge of CAM was influenced by the health profession program, paternal education, employment and participation in extracurricular activities. The percentage of use of CAM modalities was lower than the percentage of knowledge. University students’ belief that CAM could foster a healthy university environment is influenced by gender and knowledge of CAM.

Keywords:
Complementary and Alternative Medicine
Health promotion
Universities
Texto completo
Introducción

Los avances tecnológicos y científicos en el modelo biomédico hegemónico de la atención sanitaria han contribuido a reducir la morbilidad y mortalidad en la población mundial, mejorando el sistema orgánico afectado, y tratando los signos y síntomas de la enfermedad1. Sin embargo, las modalidades de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) siguen utilizándose ampliamente en las naciones orientales y occidentales, tanto a causa de la falta de acceso al tratamiento convencional, como debido al intento de aportar una atención más holística, dependiendo de la realidad socioeconómica y cultural de cada país en los cinco continentes2.

MCA, siendo un conjunto de conocimientos y prácticas que no se consideran generalmente parte de la medicina convencional, tiene como objetivo la restauración del bienestar y del equilibrio dinámico y emocional de la población, considerando las necesidades físicas, mentales y espirituales de la persona, de manera holística. También difiere de la medicina tradicional, que se basa en la cultura indígena y en creencias explicables y no explicables utilizadas para mantener la salud1. Dado que el interés por la MCA ha crecido mucho a nivel mundial1,3, más de 69 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han institucionalizado muchas políticas para regular los productos, prácticas y profesionales que utilizan dichas modalidades1.

MCA es una industria sanitaria que genera un crecimiento de billones de dólares en muchos países, a nivel mundial4. Dicho crecimiento ha estado relacionado con la salud y calidad de la mejora de vida, la recuperación y/o sanación de las enfermedades, la percepción de menores efectos secundarios, y los menores costes y atención inmediata, en comparación con la medicina convencional5. En Brasil, la MCA fue regulada en 2006 por la Política Nacional sobre Prácticas Integradoras y Complementarias6. En 2017, el sistema de salud pública de Brasil, que actualmente cuenta con 29 modalidades, atendió 1,4 millones de consultas7.

La regulación de la MCA contribuye a su reconocimiento e integración en los servicios sanitarios existentes. En este contexto, los profesionales sanitarios y los estudiantes deben prepararse para satisfacer la demanda creciente de los pacientes que utilizan MCA. Por ello, abordar esta cuestión durante la formación académica es importante para garantizar la seguridad del paciente y la calidad de la eficacia de estas prácticas8.

En Brasil, la formación académica en programas de atención sanitaria ha favorecido el modelo biomédico de atención sanitaria como pilar de la atención sanitaria, en detrimento de otras opciones terapéuticas, tales como las prácticas de MCA, que no han sido impartidas en estos programas9. Por tanto, las instituciones de educación superior tienen que incluir modalidades terapéuticas alternativas en sus currículos10. Los estudios realizados con los estudiantes de Medicina,11 Farmacia,12 Odontología,13 y Enfermería14 de los países occidentales y orientales han reflejado que el conocimiento y uso de MCA puede incrementarse mediante programas de docencia, investigación y ampliación en las universidades.

Además, el uso de MCA en el entorno universitario puede producir beneficios de salud física y mental, y tener un impacto en la calidad de vida de los estudiantes, profesores, empleados y comunidad. Por tanto, puede utilizarse como un instrumento de promoción de la salud en los centros educativos1.

El objetivo de este estudio fue evaluar la asociación entre la formación en programas de atención sanitaria y el conocimiento y uso de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) por parte de los estudiantes universitarios, así como determinar si MCA puede promover un entorno universitario sano.

MétodosDiseño del estudio

Estudio transversal analítico cuantitativo realizado en la Universidad de Fortaleza (Universidade de Fortaleza - UNIFOR) en el estado de Ceará, Nordeste de Brasil. Este estudio es parte de un proyecto de investigación denominado “Health promotion in the young population: what is the role of university?”, que se llevó a cabo entre abril y noviembre de 2017.

Población de estudio

La población de estudio consistió en estudiantes universitarios de 18 años de edad, o más, independientemente del sexo, matriculados en una de los nueve programas de profesiones sanitarias. Se excluyó del estudio a las mujeres embarazas e individuos con trastornos visuales o físicos, debido a las particularidades de los instrumentos utilizados.

Los participantes fueron 544 estudiantes universitarios, conforme a los criterios siguientes: población de 7.000 estudiantes de profesiones sanitarias en la institución seleccionada, tasa de prevalencia del 50% (ya que no existe conocimiento de la tasa de prevalencia real), 95% de intervalo de confianza, error máximo del 5%, y tasa de no respuesta del 20%. De ellos, 32 fueron retirados debido a inconsistencias y errores en la recopilación de los datos antropométricos. Por tanto, los 512 participantes restantes fueron distribuidos simétricamente por profesión: 57 estudiantes de Educación Física, 57 estudiantes de Enfermería, 58 estudiantes de Farmacia, 58 estudiantes de Fisioterapia, 46 estudiantes de Logopedia, 58 estudiantes de Medicina, 60 estudiantes de Nutrición, 59 estudiantes de Odontología, y 59 estudiantes de Psicología.

La muestra fue estratificada por programa universitario. Realizamos una encuesta acerca de las materias impartidas en primero, segundo, y los dos últimos semestres académicos de los diferentes turnos y horarios, a fin de seleccionar las clases e invitar directamente a los estudiantes a participar en la investigación.

Este estudio fue aprobado por el comité de ética de investigación de la Universidad de Fortaleza (Autorización N° 1.795.390). Todos los participantes aportaron su consentimiento informado voluntario escrito.

Procedimientos de recopilación de los datos y variables

Los datos fueron recopilados utilizando la Herramienta de Evaluación para la Promoción de la Salud de la Universidad (Instrumento de Avaliação da Promoção da Saúde na Universidade - IAPSU), un cuestionario auto-administrado orientado a estudiantes universitarios, que fue validado por los investigadores brasileños15. Dicha herramienta contenía 41 ítems organizados en dos secciones. La primera sección consistía en cuestiones relativas a las características demográficas y socioeconómicas, y la segunda sección incluía cinco dominios: 1) actividad física, 2) dieta, 3) factores ambientales, 4) factores psicosociales y consumo de alcohol y drogas, y 5) Medicina Complementaria y Alternativa.

En este estudio, analizamos las variables sociodemográficas (edad, sexo, raza auto-reportada, religión/creencias, situación laboral y educación paterna y materna), formación académica (programa universitario, semestre del programa, participación en actividades extracurriculares), y el 5° dominio hacía referencia a MCA (se incluyeron 21 modalidades15 y los estudiantes respondieron sí/no a las preguntas relativas al conocimiento y uso de cada modalidad). También preguntamos si ellos creían que MCA podía promover un entorno universitario sano, utilizando la respuesta sí/no.

Para comprobar la presencia de MCA en las materias impartidas, realizamos una búsqueda en la web de la institución, para analizar el currículo de todos los cursos sanitarios seleccionados. Buscamos MCA en los nombres de las asignaturas, planes de estudio, descripciones de los programas y referencias. Posteriormente, clasificamos los programas de las profesiones sanitarias en cuatro categorías, con arreglo a la presencia de MCA en las materias impartidas: 1) formación básica, 2) formación específica, 3) formación básica y específica, y 4) no incluido en el currículo.

Análisis de los datos

Se utilizaron estadísticas descriptivas e inferenciales con la ayuda de SPSS Statistics (versión 20.0). Las variables cualitativas se describieron como frecuencias relativas (%) y absolutas (n). Algunas variables se dicotomizaron para realizar el análisis inferencial: edad categorizada (≤ 24 años y ≥ 25 años), raza categorizada (blanca y no blanca), religión (católica, no católica y no religión), educación paterna y materna en años de estudio (≤ ocho años y>ocho años), semestre (1er curso o último curso) y actividades extracurriculares (“sí” para participación en al menos una o “no”).

En el análisis bivariante, la asociación entre variables dependientes (“conocimiento de MCA” y “MCA en la promoción de un entorno universitario sano”) y variables independientes (variables sociodemográficas, actividades académicas extracurriculares) fue determinada utilizando la prueba χ2, seguida del cálculo de los odds ratios (OR) y sus respectivos intervalos de confianza (IC), con un nivel de significación del 5%. Posteriormente, se realizó un análisis de regresión logística, considerando p<0,2. El modelo final se construyó utilizando la selección jerárquica de los factores en cada bloque. Se calcularon el OR ajustado y sus respectivos intervalos de confianza (IC).

Resultados

De los 512 participantes, 393 (76,8%) tenían 24 años o menos, 357 (69,7%) eran mujeres, 261 (51%) eran blancos, 332 (64,8%) eran católicos, y 429 (83,8%) eran desempleados. Además, los padres de 205 (40%) participantes tenían una titulación de educación superior y las madres de 259 (50,6%) participantes tenían una titulación de educación superior. Los datos demográficos se recogen en la tabla 1.

Tabla 1.

Distribución de las variables sociodemográficas de los estudiantes universitarios. Fortaleza, Ceará, 2017

Variables 
Edad (años)
Hasta 24  393  76,8 
25-30  79  15,4 
31-35  23  4,5 
36-49  17  3,3 
Sexo
Mujeres  357  69,7 
Varones  155  30,3 
Raza auto-reportada
Blanca  261  51 
Brasileños de raza mixta  215  42 
Amarilla  18  3,5 
Negra  17  3,3 
Indígenas  0,2 
Religión (n=511)
Católica  332  64,8 
Protestante  63  12,3 
Espiritista  18  3,5 
Judía  0,2 
Otras  49  9,6 
Ninguna  48  9,4 
Empleo
No  429  83,8 
Sí  83  16,2 
Educación paterna (n=508)
Educación Superior  205  40 
Educación Superior Incompleta  48  9,4 
Educación Secundaria  153  29,9 
Educación Secundaria Incompleta  26  5,1 
Educación Primaria  19  3,7 
Educación Primaria Incompleta  48  9,4 
Sin formación  1,8 
Educación materna (n=511)
Educación Superior  259  50,6 
Educación Superior Incompleta  39  7,6 
Educación Secundaria  129  25,2 
Educación Secundaria Incompleta  23  4,5 
Educación Primaria  22  4,3 
Educación Primaria Incompleta  36 
Sin formación  0,6 

Como se muestra en la tabla 2, el conocimiento de MCA estuvo significativamente asociado a los programas de las profesiones sanitarias (p=0,000), especialmente los de Psicología (p=0,000), Fisioterapia (p=0,000), Educación Física (p=0,006) y Enfermería (p=0,020). Los estudiantes de Fisioterapia (p=0,001) y Enfermería (p=0,010) pensaban que el uso de MCA en la universidad podía promover un entorno sano (tabla 2).

Tabla 2.

Asociación entre Conocimiento de la Medicina Complementara y Alternativa (MCA) y promoción de un entorno universitario sano y los programas de las profesiones sanitarias. Fortaleza, Ceará, 2017

Programa de profesión sanitaria  Medicina Complementaria y Alternativa n (%)  OR Bruto (95% IC)  Valor p# 
  Conocimiento de MCAa    0,000* 
Educación Física  36 (63,2)  1,665 (1,134 – 2,445)  0,006* 
Enfermería  34 (59,6)  1,573 (1,062 – 2,328)  0,020* 
Farmacia  31 (53,4)  1,409 (0,037 – 2,118)  0,093 
Fisioterapia  46 (79,3)  2,091 (1,467 – 2,980  0,000* 
Logopedia  22 (47,8)  1,261 (0,807 – 1,971)  0,310 
Medicina  22 (37,9)   
Nutrición  30 (50)  0,759 (0,501 – 1,149)  0,187 
Odontología  24 (40,7)  0,932 (0,594 – 1,464)  0,761 
Psicología  48 (81,4)  3,329 (1,883 – 5,885)  0,000* 
  MCA en la promoción de un entorno universitario sanoa    0,034* 
Educación Física  44 (78,6)  1,036 (0,848 – 1,264)  0,730 
Enfermería  50 (87,7)  1,156 (0,971 – 1,377)  0,010* 
Farmacia  49 (84,5)  1,114 (0,928 – 1,336)  0,244 
Fisioterapia  56 (96,6)  1,273 (1,092 – 1,483)  0,001* 
Logopedia  39 (84,8)  1,118 (0,924 – 1,351)  0,260 
Medicina  44 (75,9)   
Nutrición  47 (83,9)  0,904 (0,751 – 1,088)  0,283 
Odontología  42 (72,4)  1,048 (0,845 – 1,299)  0,672 
Psicología  46 (78)  0,973 (0,798 – 1,187)  0,787 

MCA: Medicina Complementaria y Alternativa. OR: Odds Ratio. 95%IC: Intervalo de Confianza del 95%. aComparado con la profesión sanitaria que reflejó menor porcentaje de conocimiento (Medicina). #χ2, *p<0,05.

También se analizó la relación entre conocimiento de MCA y semestre académico. Los estudiantes de último curso de Fisioterapia (p=0,010) y Nutrición (p=0,039) tenían un mayor conocimiento de MCA en comparación con sus homólogos de primer curso. Sin embargo, se produjo un descenso del porcentaje de estudiantes de último curso de Psicología, quienes reportaron conocimiento de MCA (p=0,023) en comparación con sus homólogos de primer curso. Con arreglo a la página web de la universidad, MCA se impartió en asignaturas básicas y específicas incluidas en el currículo del programa de Fisioterapia, y en asignaturas básicas incluidas en el currículo del programa de Nutrición. MCA no se incluyó en ninguna de las materias impartidas en el programa de Psicología (tabla 3).

Tabla 3.

Análisis del conocimiento de los estudiantes universitarios de Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) con relación al semestre académico, profesión sanitaria y currículo. Fortaleza, Ceará, 2017

Formación académicaConocimiento de MCAa n (%)Valor p# 
Programa de profesión sanitaria  MCA en el currículo  Semestre  Sí  No   
Educación FísicaFormación BásicaPrimer curso  20 (55,6)  10 (47,6)  0,563 
Último curso  16 (44,4)  11 (52,4)   
EnfermeríaFormación BásicaPrimer curso  16 (47,1)  13(56,5)  0,483 
Último curso  18 (52,9)  10 (42,5)   
FarmaciaFormación Básica y EspecíficaPrimer curso  14 (45,2)  15 (55,6)  0,430 
Último curso  17 (54,8)  12 (44,4)   
FisioterapiaFormación Básica y EspecíficaPrimer curso  19 (41,3)  10 (83,3)  0,010* 
Último curso  27 (58,7)  2 (16,7)   
LogopediaFormación Básica y EspecíficaPrimer curso  11 (50)  9 (37,5)  0,393 
Último curso  11 (50)  15 (62,5)   
MedicinaFormación EspecíficaPrimer curso  9 (40,9)  19 (52,8)  0,380 
Último curso  13 (59,1)  17 (47,2)   
NutriciónFormación BásicaPrimer curso  11 (36,7)  19 (63,3)  0,039* 
Último curso  19 (63,3)  11 (36,7)   
OdontologíaFormación BásicaPrimer curso  9 (37,5)  20 (57,1)  0,138 
Último curso  15 (62,5)  15 (42,9)   
PsicologíaAusentePrimer curso  27 (56,2)  2 (18,2)  0,023* 
Último curso  21 (43,8)  9 (81,8)   
TotalPrimer curso  136 (46,4)  117 (53,4)  0,117 
Último curso  157 (53,6)  102 (46,6)   

MCA: Medicina Complementaria y Alternativa.

a

Comparado con el primer semestre.

#

χ2,

*

p<0,05.

También se analizaron las modalidades de MCA conocidas y utilizadas por los participantes. Masaje (n=464; 90,6%), acupuntura (n=445; 86,9%), relajación (n=429; 83,8%), meditación (n=423; 82,6%) y hierbas medicinales (n=365; 71,3%) fueron las modalidades más conocidas. Masaje (n=280; 54c7%), relajación (n=189; 36,9%), dieta (n=155; 30,3%), hierbas medicinales (n=148; 28,9%) y meditación (n=141; 27,5%) fueron las modalidades más frecuentemente utilizadas. La diferencia proporcional entre conocimiento y uso de MCA osciló entre 2:1 y 11:1, con una reducción significativa del porcentaje de uso de las 21 modalidades evaluadas por la herramienta utilizada en la investigación (tabla 4).

Tabla 4.

Conocimiento y uso de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) con relación a cada modalidad. Fortaleza, Ceará, 2017

MCA  Conocimiento n (%)  Uso n (%)  Ratio conocimiento/uso* 
Masaje  464 (90,6)  280 (54,7)  2:1 
Acupuntura  445 (86,9)  75 (14.,6)  6:1 
Relajación  429 (83,8)  189 (36,9)  2:1 
Meditación  423 (82,6)  141 (27,5)  3:1 
Hierbas Medicinales  365 (71,3)  148 (28,9)  2:1 
Dieta  334 (65,2)  155 (30,3)  2:1 
Hidroterapia  327 (63,9)  58 (113)  6:1 
Musicoterapia  318 (62,1)  57 (11,1)  6:1 
Homeopatía  263 (51,4)  43 (8,4)  6:1 
Aromaterapia  224 (43,8)  22 (4,3)  10:1 
Reiki  220 (43)  47 (9,2)  5:1 
Terapia Floral  215 (42)  36 (7)  6:1 
Oración  187 (36,5)  66 (12,9)  3:1 
Quiropráctica  177 (34,6)  21 (4,1)  8:1 
Cromoterapia  165 (32,2)  20 (3,9)  8:1 
Reflexología  164 (32)  27 (5,3)  6:1 
Cristales  148 (28,9)  13 (2,5)  11:1 
Ortomolecular  132 (25,8)  16 (3,1)  8:1 
Iridología  69 (13,5)  8 (1,6)  9:1 
Liang Gong  46 (9)  10 (2)  5:1 
Moxibustión  36 (7)  9 (1,8)  4:1 

* Ratio del número de estudiantes universitarios que reportaron conocimiento y uso de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA).

El conocimiento de MCA se asoció significativamente al sexo femenino (OR=1,495; p=0,037) en el análisis bivariante. MCA en la promoción de un entorno universitario sano se asoció al sexo femenino (OR=2,029; p=0,002) y el conocimiento de MCA (OR=16,684; p=0,000) (tabla 5).

Tabla 5.

Análisis bivariante de las variables sociodemográficas y académicas asociadas al conocimiento de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) y la promoción de un entorno universitario sano. Fortaleza, Ceará. 2017

Variables  Conocimiento de MCA  OR Bruto (95%IC)  Valor p#  MCA en la promoción de un entorno universitario sano  OR Bruto (95%IC)  Valor p# 
Variables Sociodemográficas (bloque 1)
Edad Categorizada
≤ 24 años  226 (77,1)  0,952 (0,629-1,440)  0,816  325 (77,9)  0,767 (0,455-1,292)  0,317 
≥ 25 años  67 (22,9)    92 (22,1)   
Sexo
Varones  78 (26,6)  0,037*  112 (26,9)  0,002* 
Mujeres  215 (73,4)  1,495 (1,023-2,185)    305 (73,1)  2,029 (1,265-3,255)   
Raza Categorizada
No Blanca  146 (49,8)  0,673  207 (49,6)  0,540 
Blanca  147 (50,2)  0,927 (0,653-1,316)    210 (50,4)  0,867 (0,548-1,371)   
Religión Categorizada
Católica  182 (62,3)  0,309  270 (64,9)  0,983 
No Católica  79 (27,1)  0,799 (0,529-1,205)    106 (25,5)  1,010 (0,593-1,721)   
No religión  31 (10,6)  0,665 (0,354-1,249)    40 (9,6)  0,931 (0,414-2,094)   
Empleo
No  252 (86)  0,115α  353 (84,7)  0,257 
Sí  41 (14)  0,686 (0,428-1,098)    64 (15,3)  0,715 (0,400-1,279)   
Educación Paterna en años
≤ 8 años  155 (53,3)  0,109α  210 (50,7)  0,977 
>8 años  136 (46,7)  0,750 (0,527-1,067)    204 (49,3)  0,994 (0,628-1,571)   
Educación Materna en años
≤ 8 años  128 (43,7)  0,287  174 (41,7)  0,801 
> 8 años  165 (56,3)  0,824 (0,577-1,177)    243 (58,3)  1,061 (0,667-1,689)   
Variables Académicas (bloque 2)
Participación en actividades extracurriculares
Sí  181 (61,8)  1,285 (0,900-1,834)  0,167α  251 (60,2)  1,127 (0,709-1,791)  0,614 
No  112 (38,2)    106 (39,8)   
Semestre
Primer curso  136 (46,4)  1,325 (0,932-1,881)  0,117α  206 (49,4)  0,957 (0,606-1,514)  0,852 
Último curso  157 (53,6)    211 (50,6)   
Conocimiento de MCA
No  –  –  –  10 (3,4)  0,000* 
Sí  –  –  –  283 (96,6)  16,684 (8,375-33,238)   

MCA: Medicina Complementaria y Alternativa. OR: Odds Ratio. 95%IC: Intervalo de Confianza del 95%. #χ2, *p<0,05. αValores p incluidos en el modelo de regresión.

La educación paterna (OR=0,641; p=0,024), el empleo (OR=0,542; p=0,028), el programa de la profesión sanitaria (OR=0,934; p=0,047) y la participación en actividades extracurriculares (OR=1,275; p=0,007) estuvieron asociados al conocimiento de MCA en el análisis multivariante. El sexo femenino (OR=2,089; p=0,004) y el conocimiento de MCA (OR=16,601; p=0,000) estuvieron asociados a MCA a la promoción de un entorno universitario sano (tabla 6).

Tabla 6.

Análisis multivariante de las variables sociodemográficas (bloque 1) y académicas (bloque 2) asociadas al conocimiento de los estudiantes universitarios de la Medicina Complementaria Alternativa (MCA) y la promoción de un entorno universitario sano. Fortaleza, Ceará. 2017

MCA  β  OR Ajustada (95%IC)  Valor p# 
Conocimiento de MCA
Bloque 1
Sexo  0,338  1,403 (0,934 – 2,107)  0,103 
Empleo  0,491  0,612 (0,363 – 1,030)  0,065 
Educación paterna en años  −0,439  0,641 (0,441 – 0,944)  0,024* 
Bloque 2
Sexo  0,349  1,418 (0,933 – 2,155)  0,102 
Empleo  −0,612  0,542 (0,314 – 0,937)  0,028* 
Educación paterna en años  −0,324  0,724 (0,483 – 1,084)  0,117 
Programa de profesión sanitaria  −0,068  0,934 (0,873 – 0,999)  0,047* 
Semestre académico  0,254  1,289 (0,871 – 1,910)  0,204 
Participación en actividades extracurriculares  0,243  1,275 (1,070 – 1,521)  0,007* 
MCA en la promoción de un entorno universitario sano
Bloque 1
Sexo  0,708  2,029 (1,265 – 3,255)  0,003* 
Bloque 2
Sexo  0,629  1,876 (1,099 – 3,201)  0,021* 
Conocimiento de MCA  2,809  16,601 (8,293 – 33,234)  0,000* 
Programa de profesión sanitaria  −0,095  0,909 (0,819 – 1,009)  0,073 

MCA: Medicina Complementaria y Alternativa. OR: Odds Ratio. 95%ICI: Intervalo de Confianza del 95%. aComparado con la profesión sanitaria que reflejó un menor porcentaje de conocimiento (Medicina).

#

χ2,

*

p<0,05.

Discusión

En los últimos años, los pacientes han buscado enfoques menos invasivos, centrados en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Además, el respaldo aportado por las políticas regulatorias ha mostrado a los profesionales sanitarios la necesidad de desarrollar competencias y técnicas para utilizar la MCA en su práctica clínica16.

Como resultado de esta demanda, el conocimiento de los estudiantes universitarios de la MCA ha sido analizado en diferentes estudios a nivel mundial. Sin embargo, dichos estudios se han centrado en los estudiantes de Medicina. Este estudio ha utilizado un enfoque diferente para evaluar el conocimiento de MCA en estudiantes universitarios matriculados en diferentes programas de profesiones sanitarias. Además, ha analizado también la inclusión de materias de MCA en el currículo de dichos programas, así como su relación con el conocimiento de MCA, la relación entre conocimiento y uso de MCA, y la opinión de los estudiantes acerca del uso de MCA en la promoción de un entorno universitario sano.

Los estudiantes universitarios analizados en este estudio eran predominantemente jóvenes (≤ 24 años), mujeres, solteros, blancos, y católicos. Además, muchos de ellos estaban desempleados, y sus padres tenían una titulación de educación superior. Estos hallazgos concuerdan con los reportados en otros estudios brasileños17,18.

Con respecto a la relación entre MCA y el programa de la profesión sanitaria, el 46% de los participantes reportó conocer MCA. Sin embargo, deberá resaltarse que los estudiantes de Medicina fueron los que reflejaron menores porcentajes de conocimiento de MCA. Por otro lado, los estudiantes de Psicología, Fisioterapia, Educación Física y Enfermería fueron los que reflejaron mayores porcentajes de conocimiento de MCA. Se produjo un incremento de la proporción de este indicador entre los estudiantes de último curso, en comparación con los estudiantes de primer curso matriculados en ocho programas de profesiones sanitarias, principalmente Fisioterapia y Nutrición. Sin embargo, debe destacarse que se produjo un descenso porcentual en cuanto a conocimiento de MCA entre los estudiantes de último curso de Psicología, y que MCA no estaba incluida en ninguna de las materias impartidas en el programa de Psicología.

Otros estudios realizados con estudiantes matriculados en un programa de profesión sanitaria han evaluado el conocimiento de MCA. Un estudio japonés realizado con estudiantes de Odontología reflejó que el 33% de los participantes dijo conocer MCA13. Otros dos estudios realizados con estudiantes de Medicina en Arabia Saudí19 y E.E.U.U.20 encontró que los estudiantes tenían un conocimiento adecuado de ciertas modalidades de MCA. Los tres estudios demuestran que el contenido relacionado con MCA está incluido en los currículos de los cursos analizados, y que constituye un factor clave para la incorporación de MCA en la práctica clínica.

Una revisión de 21 estudios realizada en 14 países de diferentes continentes ha reflejado que los estudiantes universitarios, principalmente los estudiantes de Medicina, carecen de conocimiento sobre MCA16. Joyce et al.16 subrayaron la necesidad de incluir MCA en el currículo, particularmente en la formación básica de los estudiantes de Medicina. Los autores destacaron también la necesidad de promover el debate acerca de esta cuestión, prescribir MCA a los pacientes, guiar a los facultativos, y contribuir a la evidencia científica16. Este déficit de conocimiento se encontró también en otros estudios que incluyeron a estudiantes de Enfermería21 y Farmacia12.

El conocimiento limitado de MCA está posiblemente originado por la dificultad de incorporar esta Medicina a la formación académica, debido a ciertas barreras organizativas, pedagógicas e incluso científicas. Padovan et al.22 sugieren que estas barreras incluyen: el número de profesionales y el funcionamiento de los servicios, las disputas organizativas, la escasez de inversión en investigación, la adecuación de las herramientas pedagógicas para la enseñanza, y la práctica holística incluida en los currículos. Los miembros del profesorado deberían contar con experiencia y materiales educativos adecuados, basados en la evidencia, y utilizar la influencia de las experiencias positivas de sus homólogos clínicos que priorizan el uso de MCA16. En Brasil, un estudio de 209 instituciones de enseñanza superior subrayó la necesidad de una formación amplia y diversificada en MCA, en las diversas profesiones sanitarias. A pesar de las regulaciones y de los organismos regulatorios, sólo unas pocas instituciones ofrecen cursos sobre MCA14. Por tanto, reforzamos la importancia de incluir contenido relativo a MCA en el currículo de las universidades, para que los futuros profesionales puedan prestar servicios sanitarios diversificados.

La baja formación de los profesionales sanitarios es un factor que dificulta el uso de MCA en los servicios de atención sanitaria. La falta de información relativa a MCA conduce a devaluación y desinterés, y contribuye a la marginalización del concepto polisémico del conocimiento sinérgico23. Coincidimos con Salles et al.14 en que es necesario reconsiderar la enseñanza sanitaria, para que el conocimiento de MCA sea incorporado al pluralismo científico del modelo de cuidados biomédicos actual, de modo alternativo y complementario.

En el presente estudio, el uso de las 21 modalidades analizadas fue considerablemente inferior al conocimiento de dichas modalidades. Las modalidades de MCA más utilizadas fueron masaje (54,7%), relajación (36,9%), dieta (30,3%), hierbas medicinales (28,9%) y meditación (27,5%). Nuestros hallazgos son diferentes a los reportados por Nguyen et al.24 en un estudio de 403 estudiantes universitarios y graduados en California, E.E.U.U., donde el 67% de los participantes utilizaban MCA; sin embargo, las modalidades utilizadas por los estudiantes fueron las mismas que las encontradas en nuestro estudio. A diferencia de nuestros hallazgos, un estudio de 68 estudiantes universitarios de Medicina, Farmacia y Enfermería en Sierra Leona encontró un alto porcentaje (61%) de uso de MCA entre los estudiantes de último curso, siendo las hierbas medicinales, espiritualidad/oración y masaje las modalidades más comúnmente utilizadas en la población de estudio25.

En nuestro estudio encontramos que, aparte de la formación académica, otros factores influían también en el conocimiento y uso de MCA por parte de esta población. Factores como el sexo femenino, el nivel de educación (≥ 8 años de estudio), el desempleo, y la participación en actividades extracurriculares, como por ejemplo un puesto de asistente de enseñanza, o una beca de iniciación científica, se asociaron a un mayor conocimiento de MCA. Los estudios previos que respaldan nuestros hallazgos han reflejado que las actitudes familiares, las creencias, los aspectos culturales26,27, las experiencias personales, los medios (internet y TV), la formación académica y las actitudes del profesorado28 influyen en el uso de MCA por parte de los estudiantes universitarios.

También analizamos las opiniones de los estudiantes acerca de MCA en la promoción de un entorno universitario sano. Más del 70% de los participantes pensaban que MCA podía promover un entorno universitario sano, asociándose dicha opinión al sexo femenino y al conocimiento de MCA. Sin embargo, esta creencia fue menos reportada por los estudiantes de Odontología y Medicina. Nuestros hallazgos concuerdan con un estudio de cohorte de 39 estudiantes universitarios americanos, que encontraron que el conocimiento de MCA estaba asociado a la promoción de la salud personal20. El estudio concluyó que cuando la MCA basada en la evidencia se incorpora al currículo, y se imparte por parte de miembros del profesorado expertos en terapias integradoras, los estudiantes incrementan significativamente su conocimiento/uso de MCA. Además, la incorporación de MCA al currículo tuvo un impacto en las prácticas de salud personal de los estudiantes, incluyendo mejor calidad del sueño, ejercicio, gestión del estrés y disminución del consumo de alcohol20. Por tanto, es importante que las universidades reconozcan que el uso de MCA en el entorno universitario puede contribuir a la promoción de la salud de estudiantes, profesores, empleados y comunidad29.

Las Universidades son un entorno favorable para las intervenciones que promuevan la salud y, por tanto, pueden contribuir al desarrollo de entornos sanos y actividades de enseñanza de atención sanitaria, investigación y ampliación, a través del respaldo intersectorial y las asociaciones con la comunidad29. Por tanto, una universidad sana debe integrar la salud en su estructura educativa, organizativa y laboral, y centrarse en aquellas iniciativas que promuevan un estilo de vida saludable entre los estudiantes, capacitando la diversidad y experiencias, e incluyendo estrategias de sostenibilidad ambiental30,31. Por tanto, los principios de MCA pueden constituir herramientas importantes para potenciar la promoción de la salud en la universidad, a medida que promueven una visión más amplia de los cuidados sanitarios individuales, considerando sus aspectos biopsicosociales y espirituales.

Debemos destacar algunas limitaciones del presente estudio. Por ejemplo, no se evaluó la información detallada sobre el conocimiento y uso de MCA, tal como fuentes de información, frecuencia o motivación de uso. Debe resaltarse que nuestro estudio utilizó preguntas con respuesta cerrada, es decir, preguntas a las que sólo podía contestarse “sí” o “no”, acerca del conocimiento auto-reportado y el uso específico de cada modalidad de MCA. Además, no se analizó la experiencia personal o profesional de MCA. Debe destacarse también que la influencia de la formación académica se midió utilizando datos transversales y no longitudinales, de los estudiantes de primer y último curso.

Conclusión

El conocimiento de MCA de los estudiantes de profesiones sanitarias estuvo influido por la formación académica, y difirió con arreglo a los currículos específicos de cada uno de los nueve programas de profesiones sanitarias, y del semestre académico. Además, el sexo, la educación paterna, el empleo y la participación en actividades extracurriculares son factores asociados al conocimiento de MCA. El uso de modalidades de MCA fue significativamente menor en comparación con el conocimiento de MCA. La relación entre MCA y entorno universitario sano percibido por los estudiantes estuvo influido por el sexo y el conocimiento de MCA.

Por tanto, el uso de MCA puede promover un entorno universitario sano, contribuyendo a mejorar la calidad de vida y el bienestar físico y mental de la población (estudiantes, profesores, empleados y comunidad) en este entorno educativo.

Los hallazgos de este estudio pretenden elevar la concienciación de los directores educativos, el profesorado y los estudiantes acerca de la importancia de incorporar MCA en los currículos de los programas de las profesiones sanitarias. Además, los hallazgos muestran que MCA debería basarse en la evidencia, y ser impartida por profesorado experto. Esto podría tener un impacto directo sobre la formación de los futuros profesionales sanitarios, y contribuir a una mayor seguridad en la gestión heterogénea del proceso de las enfermedades, basada en la responsabilidad compartida de la atención sanitaria, y las múltiples competencias y habilidades necesarias para satisfacer las demandas de los pacientes. Deberán realizarse más estudios longitudinales, para evaluar el uso de las prácticas de MCA por parte de los estudiantes en su vida profesional.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

References
[1]
WHO.
WHO traditional medicine strategy 2014-2023.
World Health Organization, (2013),
[2]
M. Bahall, G. Legal.
Knowledge, attitudes, and practices among health care providers regarding complementary and alternative medicine in Trinidad and Tobago.
BMC Complement Altern Med., 17 (2017), pp. 1-9
[3]
M. Canizares, S. Hogg-Johnson, M.A.M. Gignac, et al.
Changes in the use practitioner based complementary and alternative medicine over time in Canada: Cohort and period effects.
[4]
P. Zezos, G.C. Nguyen.
Use of complementary and alternative medicine in inflammatory bowel disease around the world.
Gastroenterol Clin N Am., 46 (2017), pp. 679-688
[5]
E.P. Ameade, A. Amalba, G.K. Helegbe, et al.
Medical students’ knowledge and attitude towards complementary and alternative medicine - A survey in Ghana.
J Tradit Complement Med., 6 (2015), pp. 230-236
[6]
Brasil. Ministério da saúde. Secretaria de atenção à saúde.
Departamento de atenção básica. Política Nacional de Práticas Integrativas e complementares no SUS - PNPIC-SUS [internet].
Ministério Da Saúde, (2006), pp. 2006
[7]
Brasil. Ministério da Saúde.
Ministério da Saúde inclui 10 novas práticas integrativas no SUS [Internet].
Ministério da Saúde., (2018), pp. 2018
[8]
M.C. Nascimento, V.F. Romano, A.C.S. Chazan, et al.
Formacao em Praticas Integrativas e Complementares em Saude: Desafios para as universidades publicas.
Trab Educ Saúde., 16 (2018), pp. 751-772
[9]
S.I.M. Carvalho de, T.C. Dalcanale.
Medicina Tradicional e Complementar no Brasil: Insercao no Sistema Unico de Saude e integracao com a atencao primaria.
Cad. Saúde Pública., 33 (2017),
[10]
J.F. Rodrigues Neto, A.A. de Faria, M.F.S. Figueiredo.
Medicina complementar e alternativa: utilizacao pela comunidade de Montes Claros.
Minas Gerais. Rev Assoc Med Bras., 55 (2009), pp. 296-301
[11]
N. Klafke, A. Homberg, K. Glassen, et al.
Addressing holistic healthcare needs of oncology patients: Implementation and evaluation of a complementary and alternative medicine (CAM) course within an elective module designed for healthcare professionals.
Complement Ther Med., 29 (2016), pp. 190-195
[12]
S.Q. Jamshed, M.U. Khan, A. Ahmad, et al.
Knowledge, perceptions, and attitudes toward complementary and alternative medicines among pharmacy students of a Malaysian Public University.
J Pharm Bioallied Sci., 8 (2016), pp. 34-38
[13]
A. Kameyama, K. Toda.
Survey of dental students’ attitude regarding oriental medicine/complementary and alternative medicine: Comparison between two japanese dental schools.
Afr J Tradit Complement Altern Med., 14 (2017), pp. 287-295
[14]
L.F. Salles, R.F.B. Homo, M.J.P.M.J.P. da Silva.
The situation of the teaching of holistic and complementary practices in undergraduate courses in nursing, physiotherapy and medicine.
Cogitare Enferm., 19 (2014), pp. 741-746
[15]
A.M.F. Catrib, C. da, N.B. Olegario, D.G.B. Mont’Alverne, et al.
Development and reproducibility of the Instrumento de Avaliacao da Promocao da Saude na Universidade - IAPSU (Assessment Tool for Health Promotion at the University) - IAPSU.
Rev Bras Promoç Saúde., 28 (2015), pp. 305-317
[16]
P. Joyce, J. Wardle, C. Zaslawski.
Medical student attitudes towards complementary and alternative medicine (CAM) in medical education: A critical review.
J Complement Integr Med., 13 (2016), pp. 333-345
[17]
G. Lucchetti, L.R. de Oliveira, J.R. Leite, et al.
Medical students and controversial ethical issues: Results from the multicenter study SBRAME.
BMC Med Ethics., 15 (2014), pp. 1-8
[18]
R.L. Pacheco, D.A. Santos-Silva, A.P. Gordia, et al.
Sociodemographic determinants of university students’ lifestyles.
Rev Salud Pública., 16 (2014), pp. 382-393
[19]
F. Jahan, M.M. Al-Ward, M.A. Siddiqui, et al.
Medical students knowledge and perception regarding complementary and alternative medicine.
J Health Edu Res Dev., 3 (2015), pp. 1-5
[20]
S. Mahapatra, A. Bhagra, B. Fekadu, et al.
Incorporation of integrative medicine education into undergraduate medical education: A longitudinal study.
J Integr Med., 15 (2017), pp. 442-449
[21]
T. Turker, S. Kilic, N. Kocak, et al.
Knowledge and attitudes toward complementary and alternative medicine amongst Turkish nursing students.
Pak J Med Sci., 27 (2011), pp. 379-383
[22]
O.M.A. Padovan, B.N. Filice de.
A Medicina Integrativa e a construcao de um novo modelo na saude.
Ciênc Saúde Coletiva., 16 (2011), pp. 1801-1811
[23]
R.C. Carnevale, A.L. Brandao, O. de, R. Ferraz, et al.
O ensino da acupuntura na escola medica: interesse e desconhecimento.
Rev Bras Educ Med., 41 (2017), pp. 134-144
[24]
J. Nguyen, M.A. Liu, R.J. Patel, et al.
Use and interest in complementary and alternative medicine among college students seeking healthcare at a university campus student health center.
Complement Ther Clin Pract., 24 (2016), pp. 103-108
[25]
P.B. James, A.J. Bah, I.M. Kondorvoh.
Exploring self-use, attitude and interest to study complementary and alternative medicine (CAM) among final year undergraduate medical, pharmacy and nursing students in Sierra Leone: A comparative study.
BMC Complement Altern., 16 (2016), pp. 1-8
[26]
M. Sadeghi, S. Rabiepoor, A.S. Forough.
A survey of medical students’ knowledge and attitudes toward complementary and alternative medicine in Urmia Iran.
Evid Based Complementary Altern Med., 21 (2016), pp. 306-310
[27]
S.S. Sansgiry, S.K. Mhatre, S.M. Artani.
Use of and attitude toward complementary and alternative medicine: Understanding the role of generational influence.
Altern Ther Health Med., 19 (2013), pp. 10-15
[28]
M. Noureldin, M.M. Murawski, H.L. Mason, et al.
Student pharmacists’ attitudes toward complementary and alternative medicine.
J Am Pharm Assoc., 53 (2013), pp. 618-625
[29]
A.L.S.F. de Mello, S.T. Moyses, S.J. Moyses.
A universidade promotora de saude e as mudancas na formacao profissional.
Interface., 14 (2010), pp. 683-692
[30]
A.E.G. Mendez.
La Universidad de Antioquia como institucion promotora de la salud (Medellin Colombia, 2010-2013).
Investig Enferm Imagen Desarr., 18 (2016), pp. 13-30
[31]
M. Dooris, S. Doherty.
Healthy Universities: current activity and future directions – findings and reflections from a national-level qualitative research study.
Glob Health Promot., 17 (2010), pp. 6-16

Este artículo es una republicación autorizada de Complementary Therapies in Medicine (Complementary Therapies in Medicine. 2019;44:189-195). Cualquier cita de este artículo debe atribuirse a la publicación original, disponible online con el siguiente DOI: https://doi.org/10.1016/j.ctim.2019.03.006

Copyright © 2019. Elsevier España, S.L.U.. Todos los derechos reservados
Opciones de artículo
Herramientas