Objetivos: Implantar plan de acción progresivo con el fin de reducir la dosis de radiación en TC-abdomen consiguiendo una imagen de calidad con la menor radiación posible.

Material y métodos: Tras analizar dosis de radiación del TC-abdomen en nuestro servicio y comprobar que se encuentran en el límite superior de los niveles óptimos, y tras revisar bibliografía sobre TC abdomen de baja dosis, decidimos crear un equipo multidisciplinar para iniciar la implantación del programa. Elegimos 2 protocolos sobre los que empezaríamos a trabajar (estudio trifásico de hígado y TC por sospecha de apendicitis), en pacientes menores de 50 años, no oncológicos y con un peso inferior a 70 kilos, con idea de incluir un mayor grupo de pacientes en etapas posteriores. Tras comprobar que la indicación era correcta, bajamos el kilovoltaje de 120 a 80 kV aleatoriamente entre los pacientes que cumplían criterios descritos, reduciendo paralelamente la administración de contraste IV de 100 ml a 80 ml.

Resultados: La relación señal-ruido mejoró para la visualización del parénquima hepático y de la mucosa intestinal al aplicar el protocolo bajo kilovoltaje-baja dosis de contraste. La reducción media de la dosis fue del 25%. En el análisis cualitativo la diferencia de calidad de imagen no fue significativa.

Conclusiones: Optimizar la radiación en los TC de abdomen es un reto puesto que estamos acostumbrados a imágenes de alta calidad a las que no querríamos renunciar. Sin embargo puede conseguirse de forma progresiva si hay interés, consiguiendo reducción significativa de radiación sin comprometer la calidad de la imagen.