Objetivos: Valorar si la solicitud de TC-craneal por cefalea sigue o no las indicaciones establecidas en guías de recomendaciones y establecer realmente su utilidad.

Material y método: Estudio retrospectivo de 260 pacientes que ingresaron en urgencias por cefalea, (julio 2012-julio 2013) a los que se realizó TC-craneal. Se recogieron distintas variables: edad, sexo, antecedentes, tiempo evolución, signos de alarma, resultado TC y destino del paciente. Revisamos bibliografía, guías de recomendaciones (ACR, SEMERGEN...) sobre indicaciones TC en cefalea.

Resultados: El 37.5% de las solicitudes de TC tenían algún requisito para estar completamente indicada su realización, el resto (62.6%) no cumplía criterios. De estos últimos, un 23,8% tenían indicación dudosa, como: cefaleas post- TCE, pacientes oncológicos, derivaciones ventriculares, focalidades neurológicas dudosas... Los signos de alarma más frecuentes fueron cefalea refractaria a tratamiento y focalidad neurológica. Sólo un 13,5% de los TC-craneales tenían patología, un 10,9% hallazgos inespecíficos y hasta un 75,7% normales. 97 pacientes si tenían indicación de TC-craneal y éste fue patológico en 21,8% con HSA, tumor, hidrocefalia... De los 101 pacientes sin signos de alarma y por tanto TC no indicado, el TC fue normal en el 99%, sólo un paciente tenía signos de sinusitis. El grupo considerado dudoso en cuanto a la indicación de TC, resultó patológico en 19,7%.

Conclusiones: El cumplimiento de las recomendaciones del TC-craneal en cefalea, es inadecuado en la mayoría de los centros, en más del 60% casos. Un TC normal en todos los pacientes que no cumplen criterios de indicación, es suficiente para que seamos más estrictos en su no realización.