Psiquiatría Biológica sigue los procesos de revisión por pares en la selección de los artículos publicados. La revista publica Casos Clínicos, Revisiones y artículos Originales que aporten una visión novedosa sobre el diagnóstico o el tratamiento de los trastornos mentales desde un enfoque biopsicosocial. Tiene como misión difundir los avances recientes en el conocimiento de la bioquímica y de la fisiología cerebrales y el progreso en general en el campo de las neurociencias, con una finalidad formativa y divulgativa de la información. Con ello, cumple así el doble objetivo de contribuir a la formación de quienes se inician en la especialidad y de quienes puedan estar interesados en el área de la Psiquiatría Biológica La revista publica artículos en español y en inglés.
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aNew York University School of Medicine. Clinical Research and Evaluation Facility. Nathan S. Kline Institute for Psychiatric Research. Orangeburg. Nueva York. Estados Unidos.
Fig. 1. Tendencia del uso de los estabilizadores del ánimo en el tratamiento de la esquizofrenia a lo largo de 10 años.
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Cuando un tratamiento en monoterapia sea ineficaz para conseguir un control adecuado de los síntomas o para el mantenimiento de la respuesta, los clínicos recurren a la combinación de distintos agentes terapéuticos. La utilización conjunta de antipsicóticos y anticonvulsivos en pacientes hospitalizados con esquizofrenia es una práctica común en el estado de Nueva York, y probablemente en la mayoría de lugares. En general, los distintos (y quizá complementarios) mecanismos de acción de los antipsicóticos y estabilizadores del ánimo explican la sinergia que existe entre ellos. Los mecanismos de acción de los distintos anticonvulsivos podrían, asimismo, explicar por qué ciertos estabilizadores del ánimo son eficaces en la esquizofrenia (o en el trastorno bipolar) mientras que otros no lo son. La evidencia existente para el uso de anticonvulsivos de forma coadyuvante es diversa. Los datos más fiables van a favor del valproato (y quizá también de la lamotrigina), seguidos de la carbamazepina y, por último, del topiramato. Las evidencias a favor de la gabapentina y la oxcarbazepina son meramente anecdóticas, y algunas de ellas negativas. Se hace evidente la necesidad de la realización de ensayos clínicos aleatorizados bien diseñados con las poblaciones adecuadas
When monotherapy fails to achieve adequate symptom remission or maintain response, physicians must resort to a combination of distinct therapeutic agents. The combined use of antipsychotic and anticonvulsant drugs in hospitalized patients with schizophrenia is a common practice in the state of New York, and probably in most other places. In general, the distinct (and perhaps complementary) mechanisms of action of antipsychotic agents and mood stabilizers explain the synergism between them. Likewise, the mechanisms of action of the various anticonvulsants could explain why certain mood stabilizers are effective in schizophrenia (or bipolar disorder) while others are not. The evidence on the use of anticonvulsants as coadjuvant drugs is varied. The most reliable data support the use of valproate (and perhaps also that of lamotrigine), followed by carbamazepine and topiramate. The evidence in favor of gabapentin and oxcarbazepine is purely anecdotal and some findings do not support the use of these drugs. There is a need for well-designed, randomized clinical trials in suitable populations.
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