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Vol. 36. Núm. 145.
Páginas 206-212 (Enero 2014)
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Interculturalidad y educación intercultural en México
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Beatriz Rodríguez Sánchez
, Victorina Becerril Molina**
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Estamos frente a la edición del libro de Gunther Dietz y Laura Selene Mateos, Interculturalidad y educación intercultural en México: un análisis de los discursos nacionales e internacionales en su impacto en los modelos educativos mexicanos, y para los que ya tuvimos oportunidad de leerlo resulta obligado convocar a nuevos lectores.

Esta obra ha sido publicada por la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública, como resultado de una preocupación compartida con los autores: acercarnos a la comprensión de los procesos sociales y escolares que se producen en torno a la interculturalidad.

Haremos una referencia extensa de la génesis de este libro, ya que resulta importante mencionar la relevancia de la obra dada la coincidencia de búsquedas de quienes estamos preocupados por mejorar la educación y hacer posible una educación intercultural, y quienes se dedican al estudio y la investigación de los procesos educativos en el tema de la interculturalidad. Este tipo de encuentros es fundamental para el avance en el conocimiento que posibilita la mejora de la calidad de la educación.

En 2009, los integrantes de la Dirección de Investigación de la cgeib acudimos al Instituto de Investigaciones Educativas de la Universidad Veracruzana a conversar con los doctores Dietz y Mateos, y a presentarles nuestra inquietud de hacer lo que nosotros llamábamos una identificación de problemáticas de educación intercultural. La cgeib ya había tenido varios años de operación y habíamos topado con muchos problemas y barreras, tanto al intentar implementar el enfoque de educación intercultural, como al tratar de construir un currículo intercultural; encontrábamos resistencias por todas partes para reconocer que se requerían transformaciones en el sistema educativo para ofrecer una educación que considerara las características y necesidades de la diversidad de niños y jóvenes a las que estaba dirigida; resistencias en todos los niveles y en todos los agentes educativos, desde directivos y administrativos, hasta profesores, tanto de la modalidad de educación bilingüe como de educación general; encontrábamos incomprensión y falta de interés por construir e implementar una oferta educativa pertinente para el nivel de secundaria y media superior; un sinnúmero de dificultades contra las que habíamos tenido que lidiar para lograr los avances dados hasta ese momento. Por otra parte, en esta misma entrevista con Gunther y Laura Selene comentamos acerca de las iniciativas tomadas por los profesores para transformar sus prácticas educativas; señalábamos cómo en la mayoría de los casos los cambios eran muy pequeños y generalmente “folclorizantes” de la cultura de sus alumnos, o muy superficiales, y señalábamos cómo sólo algunos pocos lograban hacer transformaciones o cambios más integrales de sus prácticas educativas.

Coincidimos en algunas percepciones del tema acerca de cómo toda esta situación expuesta estaba atravesada por las distintas perspectivas desde las cuales se comprende o se explica la interculturalidad, es decir, que no hay una sola manera de entender la interculturalidad y que esto impacta las distintas implementaciones de la educación intercultural, o los así llamados modelos educativos alternativos, multiculturales o interculturales. A nosotros nos interesaba el diálogo y la participación del Dr. Dietz y su equipo para desentrañar y aclarar las problemáticas que se generan al intentar construir una propuesta de educación intercultural. Con el fin de colaborar con la cgeib, ellos trabajaron durante dos años y el resultado es este libro que analiza, desde distintas perspectivas, la educación intercultural, y nos permite identificar y comprender los diferentes enfoques desde los cuales se está haciendo la educación intercultural en México y en el mundo.

Adentrándonos en la obra que hoy presentamos, y a manera de invitarlos a su lectura, retomo en palabras de los propios autores el objetivo general por el que fue realizado este estudio y el mismo libro, ya que esto resume su contenido:

…el objetivo general del texto consiste en “recopilar, analizar y comparar los principales discursos académicos, políticos y educativos que en México se han generado en torno al topos de la interculturalidad y de la educación intercultural, para ofrecer un panorama global de los ‘tipos’ y de las ‘vertientes’ del discurso mexicano contemporáneo en relación con sus implicaciones transnacionales así como con tres ejes teóricos subyacentes: la diversidad, la diferencia y la desigualdad” (p. 10).

Dicen los autores: “de este objetivo general derivamos los siguientes pasos (p. 19):

  • recopilar el conjunto de enfoques generados desde el debate académico y la programación político institucional desde los años noventa en torno a la interculturalidad en el ámbito educativo;

  • analizar y comparar dichos enfoques en función de sus “gramáticas discursivas” subyacentes (Gingrich, 2004), que —ésta es nuestra hipótesis— son el resultado del trato privilegiado de las concatenaciones de los ejes de diversidad, diferencia y desigualdad (Dietz, 2009a, 2009b);

  • relacionar esta tipología de enfoques con sus interferencias discursivas transnacionales, para rastrear sus orígenes ideológicos así como sus implicaciones programáticas en su aplicación pedagógica (Mateos Cortés, 2009, 2011);

  • generar de estas comparaciones una muestra representativa que identifique enfoques y discursos con sus respectivas opciones programáticas, y así identificar para cada caso una serie de prototipos de políticas públicas y de su aplicación programática.

El proceso de gestación de este libro consistió en una tarea de varias etapas y actividades que exigió: recopilar el conjunto de enfoques generados en torno a la interculturalidad en el ámbito educativo desde los años noventa; analizar y comparar dichos enfoques en función de sus gramáticas discursivas; y relacionar la tipología de enfoques con sus interferencias discursivas transnacionales, rastreando los orígenes ideológicos y las implicaciones de éstos en su aplicación pedagógica y en el desarrollo de políticas públicas.

A través de los ocho capítulos del libro, los autores hacen un recorrido por las concepciones subyacentes a las políticas educativas, identificando la perspectiva de interculturalidad. En la introducción, los autores expresan la relevancia que tiene recopilar, analizar y comparar el discurso político académico y educativo que se ha dado en México y que ha conducido a la discusión e instauración de diversos modelos educativos a través del tiempo, espacios y actores.

En el segundo capítulo, enfatizan el proceso de transferencia del discurso de la interculturalidad una vez que está consolidado e institucionalizado y esbozan el paso del discurso del multiculturalismo a la educación intercultural a través de las estructuras y prácticas educativas. El proceso de exportación de discurso y su complejidad se percibe atado a las discusiones, acuerdos y desacuerdos que se generan al interior de las diferentes disciplinas, a las condiciones y situación del Estado nación y a los intermediarios, siendo estos últimos quienes lo traducen y trasmiten de emisores a receptores y lo resignifican a partir de sus referentes culturales y lingüísticos.

En el tercer capítulo los autores hacen un recuento de los diferentes discursos subyacentes a las políticas educativas en México en diferentes momentos, partiendo de la educación asimiladora como política educativa homogeneizante, hasta una educación tendiente a la interculturalidad, basada en el empoderamiento de los grupos minoritarios, la interacción con el entorno y la perspectiva de transformación de la realidad. Hacen un balance de las perspectivas discursivas que han ido surgiendo sobre interculturalidad, las cuales confluyen en crear conciencia de la diversidad cultural y en reconocer las aportaciones de todas las culturas; en este sentido, se plantea, la interculturalidad puede ser vivida y aprovechada para generar verdaderas competencias inter-culturales, con efectos verdaderamente liberadores.

El cuarto capítulo hace un rápido recorrido por la historia de la educación en México, de principios del siglo xix hasta la primera década del xxi. En dicho recorrido se deja ver la composición demográfica del país y se resalta la necesidad de atender la educación de minorías culturales y lingüísticas. Abordan el surgimiento de diferentes organizaciones indígenas (el Consejo Nacional de Pueblos Indígenas, cnpi; la Alianza Nacional de Profesionales Indígenas Bilingües, ac, ampibac; el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ezln) y el nacimiento de instituciones que han jugado, desde su inicio, un papel trascendental en el proceso educativo dirigido a minorías culturales y lingüísticas del país. Entre las instituciones destaca la propia SEP, que junto con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (snte), el Instituto Nacional Indigenista (ini) y la Dirección General de Educación Indígena (dgei), desarrolló proyectos que convergieron en brindar educación encaminada a incorporar a los indígenas a la vida nacional. Los autores dejan claro que la existencia y misión de organizaciones, instituciones y movimientos han respondido a algunas demandas educativas de los indígenas, sin embargo, de alguna manera éstos se han ido sustituyendo, paulatinamente, por programas asistencialistas.

La discusión en el quinto apartado está centrada en modelos y enfoques, formación docente y estrategias para interculturalizar; entre ellos destaca la creación de universidades interculturales como espacios para el diálogo de saberes, la discusión y la difusión del discurso intercultural. Desde el punto de vista de los autores, estas universidades han fungido como intermediarias para la migración del discurso.

En este apartado los autores analizan las distintas corrientes desde las que se han generado los discursos de la interculturalidad y la educación intercultural y bilingüe, y de una manera clara y didáctica lo presentan en un cuadro comparativo que agradecerán los estudiantes y profesores de educación superior y de las escuelas de normalistas: aparecen ahí la corriente anglosajona y la europea, corrientes que constituyen la principal base ideológica de la educación intercultural, y la corriente latinoamericana, surgida en el contexto poscolonial. Para la construcción de políticas educativas señalan las diferencias básicas entre el contexto latinoamericano y el europeo; en el primero, las políticas responden a la búsqueda de la construcción del Estado-nación; en el segundo, se corresponden a la composición multicultural resultado de los movimientos migratorios. Las primeras se dirigen a los grupos minoritarios autóctonos, indígenas, y las segundas a las minorías alóctonas inmigradas.

Este apartado cierra con el papel que han tenido los misioneros culturales, maestros normalistas, maestros bilingües y asesores técnico pedagógicos —y actualmente las universidades interculturales— como intermediarios discursivos entre las políticas educativas, las instituciones educativas y la comunidad.

El sentido de comunalidad a partir de la conformación o reconformación de los distintos espacios y el surgimiento de diversos actores es la discusión central en el sexto capítulo. La comunalidad es vista desde una perspectiva renovada, reivindicada y encauzada hacia el sentido de pertenencia, identidad y participación en la recuperación de costumbres y tradiciones; asimismo, como un medio para defender derechos de la comunidad, como lo es la demanda de un modelo educativo basado en intereses y necesidades de la propia cultura del lugar, para posteriormente integrar los saberes occidentales universales, con la intención de ampliar la visión y dar pauta a una educación intercultural para todos. Un pilar de la comunidad es la élite intelectual, formada por los maestros y los consejos de ancianos, quienes trabajan desentrañando y revitalizando costumbres y tradiciones y aportando nuevos saberes desde una perspectiva reivindicada que pretende no sólo cambiar la denominación de la educación, sino también las prácticas.

El énfasis en el séptimo capítulo está en tres ejes analíticos —desigualdad, diferencia y diversidad— que al combinarse permiten a los autores hacer un análisis multidimensional de las identidades y diver-sidades; también se abordan las tres dimensiones (intecultural, interactoral e interlingüe) que posibilitan ver cómo se percibe lo diverso y las formas de negociar los procesos interculturales a partir del reconocimiento de lo propio y lo ajeno. Hacen el ejercicio de marcar la diferencia entre interculturalidad e interculturalismo, y comunidad frente a comunalismo, así como su aplicación en los modelos educativos basados en el reconocimiento de lo intracultural, lo exógeno y la persistencia de ambos como elementos encauzados a la interculturalidad.

Los autores concluyen enfatizando la importancia que tienen los agentes intermediarios y su influencia para la trasmisión del discurso a partir de su función, visión, vínculos y territorios determinados. Además, son ellos quienes deciden entre tomar la pantalla indigenista de la interculturalidad, basada en lenguas y contenidos étnicos, o la visión pedagógico-actitudinal, que reconoce y valora. La necesidad de elegir la pantalla discursiva responde a su contexto, autobiografía e intereses, y de alguna forma muestra la situación no resuelta entre un discurso oficialista y un discurso constructivista, renovado, transversal, que da pauta al proceso dialógico entre culturas y lenguas.

El texto permite leer entre líneas la forma en que se construyen los saberes académicos a partir de las hegemonías discursivas, así como la influencia de los diversos factores y la manera en que dichos saberes dan pauta a los haceres y poderes que se quedan pendientes por discutir.

Este libro nos posibilita el diálogo con sus autores, Gunther Dietz y Laura Selene Mateos, y nos allana el camino al conocimiento de las formas y pensamientos diversos que han surgido en torno a la educación en contextos multiculturales; también nos conduce a la reflexión sobre la importancia del discurso en los actores que diseñan y aplican las políticas educativas y su preocupación por el aterrizaje de éstas en lo concreto.

Los lectores tendrán oportunidad de aproximarse y comprender las respuestas educativas o enfoques interculturales construidos en los diferentes contextos: interculturales, multiculturales, bilingües o indigenistas, y los discursos académicos, políticos y pedagógicos que subyacen o acompañan a éstos. Contrariamente a lo que se sostiene, Gunther y Laura señalan que los discursos no pasan de manera directa de un contexto a otro, los diferentes actores “producen y reciben discursos sobre ‘lo intercultural’, los adoptan, rechazan o resignifican en función de sus trayectorias biográficas, sus modelos teóricos, sus percepciones institucionalizadas y sus intereses específicos” (p. 157).

Otras aristas de la interculturalidad son ampliamente analizadas en este libro: las posturas académicas y la investigación realizada en ciencias sociales en referencia al indigenismo, y la construcción de políticas educativas. Todo lo anterior como prolegómenos a la educación inter-cultural bilingüe.

En sus 251 páginas, esta obra presenta una bibliografía comentada muy útil, que puede orientar a los interesados en profundizar en los temas y contiene reflexiones sugerentes e importantes en torno a diferentes alternativas educativas: educar para asimilar y/o compensar; para las diferencias y/o biculturizar; para tolerar y/o prevenir el racismo; para transformar; para interactuar; para empoderar; y para descolonizar.

Su lectura nos lleva a analizar tópicos que ayudan a tomar posición frente a la interculturalidad y la educación intercultural: comunalidad e interculturalidad; comunidad y comunalismo (comunidad como mode-lo educativo); autonomía educativa y educación autónoma; educación y ciudadanía intercultural; diálogo entre saberes; saberes, haceres, poderes.

Quisiéramos rescatar, además, la referencia a dos investigaciones empíricas y documentales realizadas en Veracruz y Oaxaca por la misma autora, Laura Selene Mateos (2009) y por Erica González Apodaca (2004), respectivamente, como una muestra del ejercicio metodológico que posibilita la reflexión y análisis del contexto educativo actual, y que se centra en identificar las funciones de intermediación, traducción y resignificación de discursos que desempeñan diferentes actores educativos en sus respectivos contextos.

Los autores refieren los resultados de su análisis en el debate contemporáneo sobre los saberes localizados y globalizados para llegar a unas conclusiones conceptuales y metodológicas que aspiran a consolidar este novedoso campo comparativo y trasnacional de la investigación intercultural.

De la forma de abordar la interculturalidad de Dietz y Mateos podemos deducir que comprenden la interculturalidad a la manera de Martin Abdallah (2001), como paradigma de construcción del conocimiento, esto es, que emerge de un modo de indagación y de un campo de aplicación.

Recomendamos ampliamente la lectura de este libro que nos ofrece: información que posibilita la identificación de conceptos que subyacen o dan origen a las prácticas educativas de educación intercultural bilingüe en la región; un texto de referencia obligada para la formación de especialistas en educación y en otras disciplinas afines o cercanas; una bibliografía básica comentada que nos acerca a los temas abordados por investigadores y especialistas y anima a un estudio profundo de éstos; insumos para el diseño de políticas públicas documentadas y dirigidas a conseguir una educación intercultural con pertinencia a las características y necesidades de los distintos sectores sociales y culturales que conforman la población de nuestro país; e informaciones que nos ayudan a identificar las tendencias actuales de la educación intercultural y bilingüe presentes en México y en otros países.

Por todo esto, creemos que este libro debe llegar a manos de estudiantes de universidades, estudiantes de escuelas normales, investigadores, académicos, políticos y autoridades educativas. Estamos seguros que el diálogo que se establezca con los autores posibilitará avanzar en la construcción de mejores y más pertinentes modelos de educación intercultural y bilingüe en México y en la región.

Referencias
[Abdallah-Pretceille, 2001]
Martine Abdallah-Pretceille.
La educación intercultural,
[González Apodaca, 2004]
Erica González Apodaca.
Significados escolares de un bachillerato Mixe,
[Mateos Cortés and Gunther, 2009]
Laura Selene Mateos Cortés, Gunther Dietz.
El discurso intercultural como fenómeno transnacional: migraciones discursivas y estructuraciones subyacentes de la educación intercultural.
Educación intercultural en América Latina: memorias, horizontes históricos y disyuntivas políticas, pp. 93-113

Titular de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública.

Subdirectora de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública.

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