Los ensayos realizados con la vacuna para prevenir el cáncer de útero han dado buenos resultados y es previsible que esté disponible en fecha próxima, si bien a un precio elevado, que podría rondar los 300 euros, por lo que no se sabe si podrá incluirse en los programas de vacunación. La comercialización de esta vacuna es uno de los principales avances conseguidos por la farmacia del siglo xxi, cargada de expectativas pero que tarda más de lo que muchos desearían en poner en el mercado medicamentos que representen un avance espectacular.
La vacuna reducirá el riesgo de infección por el virus del papiloma humano, responsable de la mayor parte de los tumores de cuello de útero en las mujeres. Aproximadamente, el 70% de las personas con una vida sexual activa se contagia por el papilomavirus en algún momento de su vida. En la mayoría de los casos, la enfermedad remite, pero en el 20% restante la infección puede hacerse crónica y dar lugar a lesiones precancerosas. Detectados a tiempo, los cambios en los tejidos del cuello del útero pueden tratarse; en caso contrario, la lesión puede producir un tumor cervical, el segundo más frecuente en mujeres después del cáncer de mama.
Más de 20.000 mujeres menores de 20 años, procedentes de Europa, Latinoamérica, Asia y Estados Unidos participaron en el ensayo para comprobar la eficacia de la inmunización en la prevención de las principales lesiones precancerosas causadas por el virus del papiloma humano. En uno de los ensayos, las mujeres fueron vacunadas con una inmunización dirigida únicamente contra un subtipo de papilomavirus (VPH). En los otros tres ensayos la vacuna atacaba los tipos más implicados en el cáncer cervical (16 y 18) y los dos tipos asociados a las verrugas genitales (6 y 11). Los resultados con la vacuna cuadrivalente mostraron una eficacia en la prevención de lesiones precancerosas cercana al 100%.
Para conseguir que la vacuna está al alcance de las mujeres con pocos recursos económicos, la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Bill y Melinda Gates están trabajando en la creación de un consorcio internacional que permita negociar el precio, como ha sucedido anteriormente con la vacuna de la hepatitis B en los países africanos y con los antivirales para el sida. Las negociaciones van por buen camino y es previsible que esta enfermedad, muy extendida, remita considerablemente gracias al nuevo medicamento y a las medidas tomadas para hacerlo accesible y asequible.
J. Esteva de Sagrera