A finales de septiembre, el Consejo de Ministros dio el visto bueno a un proyecto para impulsar la implantación de la sanidad en línea. Esta iniciativa supondrá la utilización de la receta electrónica a través de la puesta en marcha del Plan Avanz@, que comenzará a aplicarse en 2006. La inmediata consecuencia del plan será la generalización de la tarjeta sanitaria electrónica, similar a la actual pero con un chip que incorporará la firma digital. El chip permitirá que las transacciones que se realicen con la tarjeta sean seguras y comprobables, y que se realicen gestiones on-line desde el domicilio.
No todo será fácil: los usuarios que soliciten la tarjeta recibirán en su domicilio los dispositivos necesarios y para su empleo precisarán de un ordenador, conexión a internet y un lector óptico conectado al ordenador. La primera vez que se acceda deberá entregar un código personal que quedará grabado en el PC.
La receta electrónica se perfila como la receta del inmediato futuro, que sustituirá a la actual receta física, de papel. Será un documento virtual para prescribir y dispensar fármacos. El médico realizará la prescripción desde el ordenador de su consulta y cursará la solicitud de visado, si es necesario. La información se enviará a una base de datos central, donde se generará un número de prescripción único que identificará la receta con todos los datos. Para dispensar los medicamentos, la farmacia precisará de un lector, que le permitirá identificar al paciente y capturar de la red la receta electrónica que el médico haya realizado.
El paciente presentará su receta electrónica para obtener la medicación y recibirá en su oficina de farmacia información actualizada sobre las interacciones e incompatibilidades de los medicamentos prescritos con otros que esté tomando y se eliminarán los posibles errores en la interpretación de la receta.
¿Realidad o ficción? Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana han diseñado el proyecto de tarjeta sanitaria vinculándolo al de la receta electrónica. En el caso del País Vasco ya utilizan el modelo electrónico para la dispensación de medicamentos conjuntamente con la tarjeta sanitaria electrónica. Por su parte, Cataluña ha previsto la implantación de un proyecto piloto de receta electrónica para el mes de diciembre de 2005.
No se pueden poner puertas al campo, de modo que los farmacéuticos deberán colaborar activamente en el proyecto e implicarse en él para que la farmacia virtual no se aleje, algún día, de las farmacias.
