Redecorar nuestra vida, renovarnos, redescubrirnos… son palabras que emanan ilusión por el futuro. Nuestra profesión se reinventa día a día porque el dinamismo es la base de la vida y de la permanencia. Pero no se trata de moverse porque sí, moverse por no estar quietos, en una especie de absurda hiperactividad. El movimiento debe obedecer a la reflexión previa; sólo así tiene sentido la acción. offarm ha reflexionado sobre su propia evolución y ahora decide encarar el futuro actualizándose. Tienes en tus manos la mejor prueba de ello: nuevos colores, nuevo diseño, nuevas tipografías… Cambios en la forma que quieren beneficiar al fondo. Con ellos pretendemos hacerte la lectura más sencilla y amena, facilitarte la identificación de los contenidos que más te interesan, aportándoles orden y claridad y huyendo de la saturación.
En la sociedad de la comunicación en la que vivimos, con pilas de revistas, folletos y dossieres que inundan nuestros escritorios, y buzones de correo electrónico colapsados por mensajes que nunca se acaban, pensamos que es más necesario que nunca priorizar y tener muy presente lo que a ti, lector, realmente te interesa: contenidos que te ayuden a mantenerte al día sobre la actualidad de tu profesión en sus principales ámbitos de desarrollo, como premisa indiscutible para llevar a cabo con excelencia tu quehacer diario tras el mostrador de la oficina de farmacia o allí donde ejerzas. Por ello nos hemos marcado tres objetivos, que han guiado este proceso de renovación: seleccionar, simplificar y dinamizar. Seleccionar contenidos, simplificar –actualizando– el diseño y dinamizar la relación entre ambos para hacer más interesante y alegre la lectura.
Todos los miembros del equipo que realiza offarm –desde la dirección editorial hasta la producción externa, pasando por la redacción, la diagramación o la gestión de la publicidad– hemos trabajado con esfuerzo e ilusión por alcanzar estos objetivos y lograr una revista que aúne prestigio y solera –son 27 años ya en la escena editorial farmacéutica española– con la fuerza y la energía de la renovación, para que tú, lector, puedas identificarte con ella, más aún si cabe, en esta nueva etapa, en la que su frecuencia de aparición será bimestral.
Esperamos haber conseguido nuestros propósitos, pero ahora eres tú quien debe juzgar. Gracias, una vez más, por tu confianza.