La DHEA no previene el envejecimiento
DHEA in elderly women and DHEA o testosterone in elderly men
Sreekumaran Nair K, Rizza RA, O'Brien P, Dhatariya K, Short KR, Nehra A, et al. N Engl J Med. 2006;355:1647-59.
La dehidroepiandrosterona (DHEA) y la testosterona se promocionan abundantemente como suplementos contra el envejecimiento, pero los beneficios a largo plazo se desconocen en comparación con el riesgo potencial.
Este estudio se llevó a cabo a doble ciego, aleatorizado y controlado frente a placebo durante dos años. Participaron 87 varones longevos con valores bajos de la forma sulfato de la DHEA y de la testosterona biodisponible, y 57 mujeres longevas con valores bajos de la forma sulfato de la DHEA. En el grupo de hombres, 29 recibieron DHEA, 27 recibieron testosterona y 31 placebo. En el grupo de mujeres, 27 recibieron DHEA y 30 placebo. Los objetivos primarios a valorar fueron la forma física, la composición corporal, la densidad ósea, la tolerancia a la glucosa y la calidad de vida.
En comparación con los cambios observados desde el inicio hasta los 24 meses en el grupo placebo, los participantes que recibieron DHEA durante 2 años presentaban un incremento medio de los valores plasmáticos de la forma sulfato de DHEA de 3,4 µg/ml en los varones y de 3,8 µg/ml en las mujeres. Entre los hombres que recibieron testosterona, los valores de la testosterona biodisponible se incrementaron a razón de 30,4 ng/dl, en comparación con el cambio observado en el grupo placebo.
Un análisis efectuado por separado en hombres y mujeres puso de manifiesto que no se producía ningún efecto significativo en los valores de la composición corporal. La hormona no alteró el volumen de oxígeno consumido por minuto, la fuerza muscular o la sensibilidad a la insulina. Los hombres que recibieron testosterona presentaron un ligero aumento de masa magra y los hombres en ambos grupos de tratamiento mostraron un incremento en la densidad ósea en el cuello del fémur. Las mujeres que recibieron DHEA presentaron un incremento de la densidad ósea en la parte ultradistal del radio. Ninguno de los tratamientos mejoró la calidad de vida ni tuvo efectos adversos graves.
Las conclusiones indican que los aportes de DHEA o testosterona en dosis bajas en personas ancianas no tienen efectos fisiológicos beneficiosos relevantes sobre la composición corporal, la forma física, la sensibilidad a la insulina o la calidad de vida.
La mayoría de los efectos adversos de los medicamentos están causados por medicamentos muy experimentados pero mal utilizados
National surveillance of emergency department visits for outpatient adverse drug events
Budnitz DS, Pollock DA, Weidenbach KN, Mendelsohn AB, Schroeder TJ, Annest JL. JAMA. 2006;296:1858-66.
Los efectos adversos a los medicamentos incluyen las reacciones alérgicas, las sobredosis no intencionadas y los efectos secundarios. Cada año, cerca de 700.000 ciudadanos estadounidenses o el 0,24% de la población sufre un efecto adverso lo suficientemente grave como para precisar de atención en un servicio de emergencias hospitalario, según los resultados de este reciente estudio. Los que resultan particularmente más vulnerables son los niños < 5 años y los adultos > 65.
En un análisis de datos sobre controles rutinarios procedentes de 63 hospitales estadounidenses, los efectos adversos a medicamentos significaron el 2,5% de las visitas al servicio de emergencias debido a causas no intencionadas y el 0,6% de las visitas totales. Aproximadamente una tercera parte fueron reacciones alérgicas y otro tercio sobredosis no intencionadas, particularmente de medicamentos que precisan de un control regular, como la digoxina y la warfarina. La insulina y la warfarina estuvieron implicadas en más de una cuarta parte de todos los incidentes graves. La insulina, warfarina y la digoxina constituyeron más del 40% de los sucesos graves entre personas > 65 años.
Los autores opinan que los recursos para reducir este sustancial menoscabo a la sanidad pública deberían centrarse en primer lugar en las personas mayores. Ellos son los que toman más medicamentos, presentan más efectos adversos y recurren finalmente al hospital con más frecuencia que la población < 65 años. También queda claramente establecido que son pocos medicamentos los causantes de la mayoría de los efectos adversos. Entre los primeros 18 medicamentos detectados en este estudio, 7 fueron antibióticos. Sólo la amoxicilina es la causante de unas estimadas 30.135 visitas cada año a los servicios de emergencia.
Prodigios y naufragios. Estudios sobre terapéutica farmacológica, en España y América, durante el Siglo de Oro
Javier Puerto, Juan Esteva y M. Esther Alegre
Ediciones Doce Calles
Madrid, 2006
255 págs.
En la conquista, el encuentro o la colonización de América --como se prefiera denominar al acontecimiento-- hay una abundante proporción de prodigios y naufragios. La empresa en sí misma, iniciada por Colón, es un extraordinario prodigio. En ella se encontró lo que jamás fue buscado, y lo deseado se perdió para siempre, pese a lo cual, de manera absolutamente prodigiosa, se cumplieron los objetivos planteados a su inicio.
Una vez acaecido el descubrimiento, el encuentro o la colonización, quedaba la tarea de convencer a los mercados europeos de la bondad de los remedios americanos. Frente al gusto occidental por el Oriente, debía imponerse la expectativa hacia el Nuevo Mundo. Se avecinaba una guerra de prodigios. Si prodigiosos eran los remedios orientales, no menos lo serían los americanos.
Los españoles debían introducir el exotismo terapéutico del Nuevo Mundo en competencia con la tradición oriental, mucho más conocida. En cierta manera resultaba una confrontación. Este libro se ocupa de diversos prodigios y algún naufragio relacionado con la terapéutica americana: la vida del madrileño Gregorio López, el primer eremita mejicano; los médicos y comerciantes Nicolás Monardes y Simón Tovar, el bálsamo de Antonio Villasante y como paradigma de naufragio, el del gran Francisco Hernández, empeñado en la producción de una magna obra naturalista que nadie le había encargado y que contrarió a la corona española, que deseaba una información de sus tesoros en Nueva España para extraer beneficios económicos que mejorasen su deteriorada economía.
La biología en números
Rainer Flindt
Acribia
Zaragoza, 2006
258 págs.
La enseñanza en centros docentes y escuelas superiores requiere frecuentemente el rápido acceso a valores comparativos, sea para elaborar y expresar generalidades, sea para comparar los valores obtenidos en estudios y observaciones con los contenidos en la bibliografía. Para acabar con la difícil búsqueda de tales datos, se han elaborado estas tablas.
Muchos de los datos, debido a su clase, se conocen desde hace mucho tiempo, por lo que se encuentran principalmente en bibliografías antiguas no siempre fácilmente accesibles, aunque también se han tenido en consideración resultados de investigaciones absolutamente actuales.
El carácter de las tablas es comparativo, por lo que sólo pueden sacarse generalidades. Ha sido más raro considerar valores estadísticos, ya que éstos se hallan sometidos a frecuentes variaciones.
Los organismos se relacionan por orden alfabético, siempre que el ordenamiento no se realice de acuerdo con la sistemática o por el tamaño. Esto queda indicado en cada caso en las tablas correspondientes.
Si bien las tablas son de utilización principal en biología en virtud de su temática específica, la mayor parte puede ofrecer interesantes detalles a muchos desconocedores de la materia.