Buscar en
Offarm
Toda la web
Inicio Offarm Entre la ciencia y la cultura
Información de la revista
Vol. 21. Núm. 6.
Páginas 9 (Junio 2002)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 21. Núm. 6.
Páginas 9 (Junio 2002)
Acceso a texto completo
Entre la ciencia y la cultura
Visitas
1801
J. Esteva de Sagrera
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo

Quizá llegue el día en que el farmacéutico sea un experto, un técnico en el medicamento, el especialista en el manejo de los aspectos asistenciales y económicos de los fármacos, el gestor de los recursos sanitarios gastados en medicamentos, el experto que contribuya decisivamente al uso racional de los fármacos y a su eficiencia económica. Será entonces, con toda probabilidad, formado en universidades politécnicas o su equivalente, y su licenciatura será de ciclo corto y habrán desaparecido de ella los contenidos científicos generales y las disciplinas humanísticas, entre ellas esa brava luchadora en solitario, la Historia de la Farmacia. Desaparecerá porque será considerada, y así opinan ya casi todos, un lujo que no puede costearse, un derroche cuando hacen falta tantos laboratorios y asignaturas técnicas, tanta gestión e informática, tantas prácticas.

Ese día muchos estarán contentos y pensarán que la profesión por fin ha encontrado su rumbo. Ese día, si llega, será el del triunfo del modelo anglosajón y en Offarm estaremos tristes, porque a cambio de una mayor definición de la profesión ésta se habrá empobrecido. Los farmacéuticos ya son los técnicos del medicamento, pero también pueden ser, y muchos lo son, investigadores de elite, expertos en nutrición, botánicos, químicos orgánicos, bioquímicos, microbiólogos, historiadores de la ciencia. Pagando el precio de una incómoda indefinición y dispersión, el farmacéutico abarca ámbitos muy diversos y es más que un técnico del medicamento, es un humanista, pues su profesión es una de las pocas que usa todos los recursos disponibles para crear salud, bienestar y calidad de vida y oponerse a la enfermedad y la pobreza. El medicamento es un arma contra la miseria, la estupidez y la injusticia, un factor de libertad y desarrollo. Por ello, quienes se contentan con ese futuro, en el que el farmacéutico será el técnico del medicamento, empobrecen a la profesión, si bien acaso ese empobrecimiento esté escrito en el signo de los tiempos.

Offarm ha apostado, apuesta y seguirá apostando por el farmacéutico humanista, el farmacéutico que es a la vez hombre de ciencia y hombre culto. Varias de las secciones de la revista trascienden el ámbito sanitario y se adentran en el de la cultura. Pensamiento y palabra, En tierra de nadie, están ahí porque aquí se defiende que la farmacia es una parte de la cultura, no sólo de la técnica. Javier Puerto, colaborador asiduo de Offarm, donde cada mes edifica un microcosmos a la vez literario y farmacéutico, ha publicado recientemente una admirable novela histórica, El hijo del Centauro, protagonizada por un farmacéutico de otros tiempos. Es un feliz ejemplo de la fructífera simbiosis, que en Offarm hace veinte años que propugnamos y fomentamos, entre farmacia y cultura, y es una muestra de lo que puede hacer un farmacéutico, y puede hacer muchas cosas, cuando opta por ser un humanista, en la más amplia y generosa acepción del término.

Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos