Verrugas
Las verrugas son lesiones cutáneas producidas por un virus común, pero pueden ser dolorosas y deformantes, además de poderse contagiar a otras personas. Existen más de 50 tipos de verrugas. Pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en las manos y en los pies. Las verrugas de los pies, llamadas verrugas plantares, pueden ser dolorosas debido a la presión intensa que se ejerce al estar apoyado sobre ellas. Las verrugas pueden contagiarse por el contacto directo con una persona o superficie infectadas, como el suelo de la ducha. El virus que la causa estimula el crecimiento rápido de las células en la capa externa de la piel.
El sistema inmunitario de cada persona responde de manera distinta a las verrugas. Muchas de ellas no constituyen un riesgo grave para la salud y suelen desaparecer sin tratamiento.
Las verrugas son más frecuentes en niños que en adultos. En muchos adultos las verrugas desaparecen en menos de 2 años. Ciertas verrugas inician o reflejan problemas médicos más graves. Las verrugas genitales requieren tratamiento para evitar su contagio por contacto sexual. Algunas variantes del papilomavirus aumentan el riesgo de presentar cáncer cervicouterino. Las mujeres también pueden transmitir el virus al recién nacido, lo que puede crear algunas complicaciones.
Consejos al paciente con acné
* Hay que identificar los factores que agravan el acné.
* Evitar los cosméticos grasos, agentes de protección solar, acondicionadores del cabello o maquillajes para cubrir el acné. Usar productos cuya etiqueta indique que están elaborados con agua o son no comedogénicos.
* Lavar diariamente las áreas afectadas con un agente de limpieza que reseque un poco la piel y cause la inhibición de los folículos.
* Probar lociones para el acné de venta sin receta para eliminar el exceso de grasa y facilitar el exceso de células muertas.
* La exposición moderada al sol puede ser útil.
* Mantener limpio el cabello y evitar que cubra la cara.
* Estar atento a los signos de infección que tiendan a diseminarse más allá de los bordes de las lesiones.
* No pellizcar ni comprimir las lesiones. Puede propiciar infecciones o formación de cicatrices.
Secreción vaginal
La secreción vaginal es un síntoma de la vaginitis, que es una inflamación de la vagina. Es común que se deba a una infección o a cambios de las bacterias vaginales normales. Además de este flujo vaginal, pueden presentarse picor, irritación, dolor en el abdomen inferior, hemorragia por la vagina y olor desagradable.
Hay tres tipos comunes de vaginitis: tricomoniasis, infecciones por hongos y bacteriana. La tricomoniasis se debe a un parásito y puede producir flujo maloliente, de color amarillo verdoso y en ocasiones espumoso. Es habitual que esta infección sea de transmisión sexual. Las mujeres son más susceptibles a las infecciones por hongos si están embarazadas o tienen diabetes, si emplean antibióticos, cortisona o píldoras anticonceptivas, o si presentan deficiencia de hierro. Aunque el síntoma principal es el picor, también puede presentarse un flujo de aspecto blanquecino. La vaginitis bacteriana produce una descarga gris olorosa.
Qué hacer ante una hemorragia nasal
* Sentarse o ponerse de pie. Al estar en estas posiciones se reduce la presión sanguínea en las venas de la nariz. Esta posición evita nuevos sangrados.
* Comprimir la nariz con el pulgar e índice y respirar por la boca. Mantener la presión durante 5 o 10 min. Esta maniobra comprime el punto hemorrágico del tabique nasal y con frecuencia se interrumpe el flujo sanguíneo.
* No aplicar hielo a la nariz, pues es una medida que produce beneficios mínimos. El hielo sólo logra la contracción de los vasos sanguíneos de la superficie de la nariz y el frío no penetra lo suficiente para mejorar la situación.
* Con el fin de prevenir la hemorragia, aumentar la humedad del aire del hogar. Un humidificador o vaporizador pueden ayudar a humidificar las membranas nasales.
* Evitar rascarse o sonarse la nariz hasta varias horas después de superado el episodio hemorrágico y no flexionar el tronco. Mantener la cabeza más elevada que el corazón.
* Si reaparece la hemorragia, se recomienda comprimir la nariz con la técnica descrita, inclinarse hacia delante y solicitar atención médica.