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Vol. 26. Núm. 4.
Páginas 136-140 (Abril 2007)
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Bragueros
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José Gorguesa
a Farmacéutico coordinador del Área de Ortopedia del COF de Valencia (Jose.Gorgues@uv.es)
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Los bragueros se utilizan en el tratamiento de las hernias, que consisten en la propulsión de una víscera, o parte de ella, desde su situación anatómica normal a través de un orificio congénito (fig. 1). Aunque es cierto que el mejor tratamiento de las hernias es el quirúrgico (en este sentido, los farmacéuticos-ortopedas debemos hacer la educación sanitaria correspondiente), no lo es menos el que haya pacientes, especialmente de edad avanzada, que por sus enfermedades graves no quieran o no deban someterse a la cirugía. Para este grupo de pacientes, se aconseja el tratamiento conservador de las hernias utilizando los bragueros. En esta ficha, estudiaremos los tipos de bragueros más habituales, así como su adaptación al paciente para evitar que su mal uso resulte perjudicial.

Fig. 1. Tipos de hernias.

Según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, el braguero es un aparato o vendaje destinado a contener las hernias o quebraduras (fig. 2).

Fig. 2. Ilustración de un braguero del libro Tratado práctico de la nueva ortopedia mecánica (1883), de Pedro Cort.

Los bragueros forman parte de la prestación farmacéutica como efectos y accesorios, y se recogen en el anexo I del RD 9/1996, de 15 de enero, apartado 10, junto con los suspensorios.

Por tanto, podemos definir los bragueros como productos sanitarios, de fabricación seriada, que se obtienen en régimen ambulatorio y que están destinados a utilizarse para la contención y/o la reducción de las hernias, así como en la prevención posquirúrgica de éstas.

En algunos pacientes, hay que confeccionar los bragueros a medida, de acuerdo con sus especiales características anatómicas y/o patológicas.

Tipos de bragueros

Bragueros inguinales

Sirven para contener de forma confortable las hernias inguinales reducibles y constan de un cinturón pélvico, una almohadilla anatómica y un lazo de inguinal o tirante que se prolonga desde la almohadilla, pasando por la parte inferior de los glúteos, hasta el lateral del cinturón pélvico donde se fija (fig. 3).

Fig. 3. Componentes del braguero inguinal.

Estos bragueros puede ser unilaterales (izquierda-derecha) o bilaterales. El cinturón pélvico puede tener el cierre de velero (fig. 4) o un cierre de hebilla (fig. 5). En general, no limitan excesivamente el movimiento corporal.

Fig. 4. Braguero inguinal con cierre de velcro.

Fig. 5. Braguero inguinal con cierre de hebilla.

Están indicados en las hernias inguinales reducibles laterales (derecha o izquierda) y bilaterales.

Bragueros inguinales bilaterales

Su mecanismo de acción es similar al de los bragueros unilaterales (fig. 6). Están diseñados para soportar las hernias inguinales bilaterales reducibles. Incluyen 2 almohadillas, generalmente de goma, que pueden ajustarse fácilmente, de acuerdo con las características del paciente (fig. 7).

Fig. 6. Braguero inguinal bilateral.

Fig. 7. Bragueros inguinales bilaterales.

Bragueros de fleje

Constan de un fleje de acero inoxidable que está recubierto de material afelpado y acolchado (fig. 8). Incorporan una almohadilla anatómica que puede llevar un tirante o lazo de inguinal. Con este tipo de bragueros se consigue una contención, un soporte y un apoyo uniforme. Pueden ser unilaterales o bilaterales.

Fig. 8. Braguero de fleje.

Están indicados para el mantenimiento constante de la presión en hernias inguinales reducibles.

Bragueros umbilicales

Constan de una cincha elástica afelpada con cierre velcro posterior y una almohadilla umbilical intercambiable (fig. 9). También incorporan compresión puntual sobre la zona umbilical.

Fig. 9. Braguero umbilical.

Se utilizan para la reducción de hernias umbilicales.

Bragueros tipo slip para caballero y señora

Son bragueros confeccionados con tejidos de distinta elasticidad en distintos puntos, y de esta manera se mejora el sostenimiento y la movilidad (fig. 10). Ejercen una acción de sujeción y contención sólo en la zona de la ingle, allí donde se efectúa la intervención. Al no haber presión sobre el abdomen (fig. 11), el braguero puede llevarse durante mucho tiempo después de la intervención, como ayuda durante el desarrollo de actividades laborales o deportivas que requieran un esfuerzo físico intenso.

Fig. 10. Braguero tipo slip.

Fig. 11. Aplicación de las presiones en el braguero tipo slip.

Los bragueros tipo slip incorporan unos bolsillos para contener las almohadillas, que pueden ser planas o anatómicas, y de esta forma se mejora su funcionalidad y eficacia, ya que sujetan sin comprimir. Además, tienen una banda escrotal unida al abdomen, con cierre de velcro. Todo ello hace que realicen una contención uniforme de las hernias reducibles de la zona inguinal.

Por tanto, están indicados en la contención de las hernias inguinales, unilaterales o bilaterales, y especialmente después de la intervención quirúrgica de la hernia inguinal para reducir el riesgo de recaída y para acelerar la curación de la herida causada por esta intervención. Asimismo, se reducen los tiempos de recuperación y el dolor causado por la intervención.

Bragueros escrotales

Constan de un cinturón elástico doble con tirantes bajo nalga y cierre en el lateral (fig. 12). Además, incorporan una bolsa escrotal intercambiable.

Fig. 12. Braguero escrotal y medida de la bolsa escrotal.

La talla de este braguero se elige midiendo el perímetro de la cadera.

En cuanto a la talla de la bolsa escrotal, se decide midiendo el largo entre ingles desde A hasta B, pasando por debajo del escroto. Se utilizan para la sujeción y la contención de hernias escrotales de gran tamaño.

Adaptación del braguero al paciente

Examen del paciente

Antes de adaptar el braguero al paciente, realizaremos un examen de éste, en el que tendremos en cuenta su estado físico: salud general (peso, talla, etc.), tipo de hernia y tamaño del agujero o anillo herniario. También deberemos comprobar si el paciente sabe reducir su hernia completamente.

En función del tipo de hernia y del tamaño del anillo herniario, elegiremos las almohadillas y sus tamaños.

Reducción de la hernia y colocación del braguero

El paciente se colocará en decúbito supino. Se cogerá la hernia desde su parte más distal, haciendo una ligera presión y, con movimientos circulares, trataremos de desplazar la hernia hacia el agujero herniario. Si la hernia ofreciera resistencia, su reducción se facilita al flexionar la rodilla a 90º y ligeramente la cadera.

Es muy importante tener en cuenta que, si la hernia no se puede reducir, bajo ningún concepto se debe colocar el braguero.

Medición sobre el paciente

Para los bragueros inguinales, se toma el perímetro de la pelvis, midiendo entre la cresta ilíaca y el trocánter mayor. Para obtener la longitud del inguinal, se mide desde la ingle, a la altura de la sínfisis del pubis, y se pasa la cinta métrica hacia la parte posterior ligeramente tensa, hasta un poco más arriba de la mitad del glúteo.

En el caso de los bragueros umbilicales, se toma la medida del perímetro de la cintura.

Adaptación del braguero

* Con el paciente en decúbito supino, se reduce la hernia.

* Se coloca la almohadilla sobre el agujero herniario de modo que presione de abajo a arriba y de arriba a atrás.

* Se ajusta firmemente el cinturón sin que cause dolor al paciente.

* Con el paciente ligeramente girado, se pasa el inguinal y se lleva a la parte posterior para ajustarlo al lazo. En el caso de los bragueros inguinales de fleje, adaptaremos éste a la forma y la anchura de la pelvis del paciente.

Comprobación

* Con el paciente en bipedestación, se le pide que tosa varias veces para comprobar que la hernia no se sale por los laterales de la almohadilla ni por su parte inferior.

* Una vez que el braguero reduzca perfectamente la hernia, se retira del paciente y se le pide que repita los pasos de colocación por su cuenta.

* Cuando estemos seguros de que el paciente sabe colocarse perfectamente el braguero, es cuando se lo entregaremos; nunca antes.


Bibliografía general

Cort P. Tratado práctico de la nueva ortopedia mecánica. Madrid: Imprenta de Enrique Teodoro; 1885.

Corysan. Laboratorio de productos sanitarios. Catálogo de productos. Barcelona: 2006.

Diccionario Mosby. Medicina, enfermería y ciencias de la salud. 5.ª ed. Madrid: Harcourt Mosby; 2001.

Disponible en: http://www.emedicine.com

Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus

Disponible en: http://www.safte-italia.com

Laroche J, Laroche C. Leçons d'orthopédie à l'usage des pharmaciens et des étudiants en pharmacie. 1 Anatomie et Pathologie. Coopération Pharmaceutique Française; 1988.

Orliman. Catálogo de productos. Valencia: 2003.

RD 9/1996, de 15 de enero, por el que se regula la selección de los efectos y accesorios, su financiación con fondos de la Seguridad Social o fondos estatales afectos a la sanidad y su régimen de suministro y dispensación a pacientes no hospitalizados.

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