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Vol. 32. Núm. 2.
Páginas 54-55 (Marzo - Abril 2015)
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COMBATIR LA INFECCIÓN
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La enfermedad por el virus del Ébola: una amenaza emergente
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Cheryl Turner
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LA ENFERMEDAD POR EL VIRUS del Ébola (EVE), previamente conocida como fi e hemorrágica del Ébola, está producida por un virus denominado Ebolavirus, que fue descubierto en 1976 cerca del río Ébola en la República Democrática del Congo (en ese momento Zaire)1.

Hay cinco subespecies del grupo Ebolavirus identifi Cuatro de ellas provocan enfermedad en humanos. Aunque no se ha descubierto ningún reservorio natural, los huéspedes más probables para el virus son los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae.

Transmisión

El período de incubación después de la exposición es de 8 a 10 días, pero puede ser tan breve como tan solo 2 días o tan extenso como 21 días1,2. La mortalidad es de hasta el 90%. Muchas personas con EVE mueren antes de las 2 semanas del inicio de la enfermedad2.

La mayor parte de los brotes de la enfermedad se producen en áreas rurales, cerca de las grandes selvas tropicales en las regiones occidentales y centrales de África2. La transmisión primaria se produce de animal a humano, cuando la persona ingiere o manipula el animal infectado2,3. La transmisión de la enfermedad en humanos se ha documentado en casos de manipulación de simios y monos infectados, murciélagos, antílopes y puercoespines2.

La transmisión secundaria de la EVE de humano a humano puede producirse rápidamente por el contacto directo con líquidos corporales, incluyendo los fl de una persona fallecida por EVE, o el contacto con objetos contaminados que no hayan sido esterilizados adecuadamente1,2. Los trabajadores sanitarios que atienden a los enfermos de Ébola pueden infectarse si las normas de control de infección no se cumplen escrupulosamente2.

Puesto que la enfermedad es rápidamente mortal, su diseminación se autolimita4. De todos modos, los hombres que sobreviven a la EVE pueden transmitir el virus a través del semen durante 7 semanas después de su recuperación2.

¿Pueden los viajes en avión desencadenar una pandemia?

Una preocupación frecuente es que alguien con la enfermedad pudiera coger un avión y esparcir esta enfermedad mortal por el mundo en un abrir y cerrar de ojos. Los acontecimientos dados a conocer en las noticias en el momento de esta publicación indican que la transmisión por viajes en avión es posible5.

Debido a la gravedad y la rápida presentación de la EVE, es poco probable que un enfermo viaje en avión. De todos modos, si esto ocurriera, las personas que van en el mismo vuelo deberían ser evaluadas para descartar la infección: todos los que se sentaron alrededor del enfermo, los pasajeros y miembros de la tripulación que hubieran mantenido contacto directo, y la tripulación asignada al servicio y la limpieza del área en la que estuvo el enfermo6.

Manifestaciones clínicas

Los signos y síntomas iniciales de la EVE son: fi e de inicio súbito, cefalea, debilidad, fatiga, faringitis, tos no productiva y mialgias, que pueden progresar a dolor abdominal, vómitos, diarrea, dermatitis y disfunciones hepáticas y renales1,3. La progresión de la enfermedad produce hemorragias internas y externas. Los análisis de laboratorio indicarán la presencia de leucopenia, trombocitopenia, aumento de la aspartato aminotransferasa y de la alanina aminotrasferasa (enzimas hepáticas) y proteinuria1–3,7.

Diagnóstico

La EVE implica un diagnóstico de exclusión, por lo que primero deben considerarse otras enfermedades más comunes1,2. El cólera, la peste, la meningitis y otras fi es hemorrágicas víricas pueden provocar manifestaciones clínicas iniciales similares a las de la EVE2,4.

El diagnóstico de EVE puede confi mediante varios análisis de laboratorio en función del estadio de la enfermedad. A los pocos días del inicio de los síntomas, pueden emplearse pruebas tales como el ensayo de inmunoabsorción de captación de anticuerpos ligados a enzimas, las pruebas de detección de antígenos, el ensayo de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa, y el aislamiento de células de cultivo. Cuando la enfermedad ya está más avanzada o después de la recuperación del paciente, pueden detectarse inmunoglobulinas M y G. Como análisis post mórtem, pueden realizarse la inmunoquímica, la PCR y el aislamiento del virus1.

Tratamiento

De momento, no existe un tratamiento efectivo para la EVE. La medicación antiviral actual no tiene efecto en el virus del Ébola2,3. Los cuidados de soporte al paciente con EVE incluyen el mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico, la hidratación por vía oral o intravenosa, las medidas de apoyo a la oxigenación y al mantenimiento de la presión arterial, la corrección de las coagulopatías y el tratamiento de las comorbilidades, como las infecciones bacterianas concurrentes1,2,4,7.

Prevenir el contagio

En el ámbito hospitalario, los trabajadores sanitarios que trabajan con pacientes con sospecha o confi de EVE deben seguir las precauciones estándar. El equipo de protección personal es obligatorio para prevenir la exposición a la sangre y otros líquidos corporales del paciente, así como el contacto directo con objetos del entorno que puedan estar contaminados. Ello incluye guantes, gorros y protección facial como mascarillas y máscaras clínicas con gafas de protección2,8.

Las personas pueden protegerse a sí mismas de la EVE evitando el contacto con líquidos orgánicos infectados. En las zonas en las que la EVE es endémica, los ciudadanos reciben educación para evitar manipular o comer carne cruda de primates, cocinar adecuadamente la carne y otros derivados animales antes de comérselos, y manipular a los animales con guantes y otras vestimentas de protección1,2.

La transmisión secundaria puede producirse en las familias que cuidan a un enfermo o al preparar el cuerpo para el entierro1,9. El contacto físico de proximidad debe evitarse siempre que sea posible; aquellas personas que cuidan a pacientes con EVE deben utilizar trajes de protección y seguir estrictamente las normas de control de la infección, incluyendo la higiene de manos frecuente.

Los pacientes que mueren de EVE deberían ser enterrados lo antes posible. Puede ser necesario suspender los rituales tradicionales de entierro para frenar la diseminación de la enfermedad4.

Mantener a los pacientes con sospecha o confi de EVE en cuarentena es importante para prevenir el contagio a otras personas9. De todos modos, las barreras culturales infl en la receptividad de estas medidas por parte de poblaciones vulnerables. Las personas que viven en pequeños pueblos en zonas rurales pueden rechazar los consejos médicos a favor de remedios tradicionales aceptados que pretenden ceder las tierras a la enfermedad4. Es preciso realizar más estudios para ayudar a proteger a estas personas y a limitar los brotes de EVE.

¿La vacunación es una opción?

Actualmente, no existe ninguna vacuna capaz de combatir la EVE. La respuesta inmunológica al virus del Ébola es compleja, lo cual complica el desarrollo de una vacuna. De todas formas, el riesgo de que el virus del Ébola pudiera ser empleado como arma bioterrorista puede acelerar la investigación para crear una vacuna que proteja contra todas las cepas de virus del Ébola y otros virus letales similares3.

Para más información actualizada sobre los brotes de EVE, visite http://www.afro. who.int/en/clusters-a-programmes/dpc/ epidemic-a-pandemic-alert-and-response/ outbreak-news.html ■

Cheryl Turner es enfermera en el Golisano Children's Hospital en Rochester, N.Y.

La autora declara no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionados con este artículo.

Bibliografía
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