424/1782 - NO TODAS LAS ERUPCIONES SON ALERGIA
1Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. CAP Manlleu. Barcelona. 2Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari de Vic. Barcelona.
Descripción del caso: Mujer de 44 años natural de Nador, sin antecedentes patológicos, ni hábitos tóxicos. TPAL 4014, un hijo con miopatía en estudio. Consulta por primera vez a atención primaria por eritema y prurito facial, cervical y escote de un mes de evolución; se orienta como probable reacción alérgica y se indican corticoides tópicos y antihistamínicos. Días después reconsulta por persistencia clínica y además astenia importante con mialgia interescapular e impotencia funcional.
Exploración y pruebas complementarias: Semiología: hemodinámicamente estable, afebril. Destaca eritema facial, heliotropo, nucal, en escote y periungueal con signo de Gottron. Debilidad proximal de las cuatro extremidades (3/5). Resto de exploración normal. Analítica: LDH 2.002 mU/mL, CK 10.683 mU/mL, PCR 20 mg/L, IgE > 3.000, ANA positivo intenso.
Orientación diagnóstica: Dermatomiositis.
Diagnóstico diferencial: Lupus eritematoso sistémico, síndrome paraneoplásico, miopatías autoinmunes.
Comentario final: Ante la sospecha diagnóstica, manifestaciones clínicas, evolución sintomática y hallazgos analíticos se deriva a Hospital de Día Médico para continuar estudio. Se confirma alteración analítica y se solicitan anticuerpos específicos de dermatomiositis siendo positivos Mi2+, se realiza electromiograma que objetiva miopatía inflamatoria aguda y severa y se confirma diagnóstico con biopsia muscular. Así mismo, a pesar de no síndrome tóxico deciden descartar síndrome paraneoplásico con estudio TC tóraco-abdominal que objetiva engrosamiento endometrial. Se solicita estudio ginecológico, obteniendo mamografía, citología, ecografía, histeroscopia y biopsia (endometrio proliferativo sin signos de hiperplasia ni displasia) normales y marcadores tumorales negativos. Tras la sospecha diagnóstica se inicia tratamiento con corticoides vía oral, azatioprina e hidroxicloroquina. La evolución favorable clínica y analítica tras tratamiento nos confirma el diagnóstico, alcanzando la estabilidad de la enfermedad dos meses después, por lo que, se procede a la retirada progresiva del mismo sin reagudizaciones posteriores. En conclusión, ante una clínica tan inespecífica y frecuente en las consultas de atención primaria, la importancia del ojo clínico y el empleo correcto de recursos nos permite acercarnos a un diagnóstico más orientado y precoz a una patología no tan frecuente, mejorando así el pronóstico final.
Bibliografía
- Mainetti C, Terziroli Beretta-Piccoli B, Selmi C. Cutaneous Manifestations of Dermatomyositis: a Comprehensive Review. Clin Rev Allergy Immunol. 2017;53:337-56.
Palabras clave: Dermatomiositis. Mialgias. Eritema.




