Objetivos: Obesidad mórbida en diabéticos supone en la actualidad una prevalencia importante que requiere un esfuerzo añadido en nuestras consultas. Además cada vez más asocian factores cardiovasculares que precisan un control integral por nuestra parte.

Metodología: Estudio prospectivo de control de dieta, inicio de ejercicio físico adaptado y control de factores de riesgo cardiovascular. Se recogieron 30 pacientes diabéticos con IMC > 30, que tras consentimiento informado, se les propuso un seguimiento en consulta semanal y tras control de dieta e inicio de ejercicio se le propuso asociar a metformina un análogo GLP1 (liraglutida) durante 24 semanas. Variables: peso e IMC (índice masa corporal en kg/m²), control de glucemia (HbA1c), control lipídico.

Resultados: Se logró un seguimiento de 30 semanas en el 100% de los pacientes. En todos se lograron perdidas de peso con media de 9,2 kg (rango de 2 a 15,6 kg) y disminución de IMC media de 3,5 puntos respecto a iniciales. Glicadas (HbA1c) tras introducir liraglutida se logro bajadas de 1,5% en 24 semanas de tratamiento. En cuanto presiones arteriales la disminución de ambas presiones mejoraron un 1,5 mmHg de sistólica y 1 mmHg en diastólica y en 12 pacientes se revisó el tratamiento inicial. Dislipemia mejoró en el 89% de los casos (bajadas medias de 12% en LDL colesterol y subidas medias de 35% en HDL colesterol.

Conclusiones: Con este trabajo se demuestra que la relación paciente-médico-enfermería es capaz de lograr un control de síndrome metabólico, mejorar adherencia del paciente y conseguir cumplimentación de este.