Analizar la formación específica en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) que se imparte en los grados de Medicina en España.
MétodoEstudio descriptivo y transversal basado en el análisis del contenido de los planes de estudio y guías docentes a partir de la información oficial que las universidades ofrecen de sus planes de estudio y guías docentes del curso 2023-2024. Se identificaron las asignaturas específicas de MFyC, el número de créditos, su carácter teórico-práctico y los rotatorios. Se clasificaron las universidades en función de su oferta de formación en MFyC, tanto teórica, como práctica, como en conjunto.
ResultadosHay 49 universidades españolas que imparten el grado en Medicina, 35 públicas y 14 privadas. De estos, 40 grados incluyen alguna asignatura teórico-práctica con contenidos sobre MFyC, 27 de los cuales con alguna asignatura específica sobre MFyC y 13 grados con asignaturas más generales en las que se abordan también otras especialidades. Por otra parte, 44 grados cuentan con rotatorios o prácticas tuteladas que incluyen MFyC, 21 de los cuales son específicos en MFyC y 23 generales que incluyen varias especialidades. En la clasificación global, 7 universidades estarían en el nivel correspondiente a las titulaciones en las que existe una formación suficiente en teoría y práctica de MFyC; 33 estarían en un nivel intermedio, con cierta formación en MFyC en alguno de los dos tipos de asignaturas consideradas, y 9 universidades estarían en el último escalafón, con carencias tanto a nivel de asignatura teórico-práctica como de rotatorios.
ConclusionesLa presencia de la MFyC en los grados de Medicina de las universidades españolas ha ido en aumento en los últimos años, pero aún es insuficiente. Hay una gran variabilidad entre universidades, pero a nivel general se aprecia una significativa carencia de asignaturas teórico-prácticas específicas de MFyC y rotatorios específicos de Atención Primaria o con suficientes créditos.
To analyse the specific training in Family and Community Medicine (FCM) that is taught in the medical degrees in Spain.
MethodDescriptive and cross-sectional study based on the content analysis of the study programs and teaching guides based on the official information that universities offer on their study programs and teaching guides for the 2023-2024 academic year. The specific FCM subjects, the number of credits, their theoretical-practical nature and the clinical rotations were identified. The universities were classified according to their training offer in FCM, both theoretical and practical, and as a whole.
ResultsThere are 49 Spanish universities with a degree in Medicine, 35 public and 14 private. Of these, 40 degrees include some theoretical-practical subject with content on FCM, 27 of which with some specific subject on FCM and 13 degrees with more general subjects in which other specialties are also addressed. On the other hand, 44 degrees have clinical rotations or supervised internships that include MF&C, 21 of which are specific to MF&C and 23 general courses that include several specialties. In the overall classification, 7 universities would be at the level corresponding to the degrees in which there is sufficient training in theory and practice of MF&C; 33 would be at an intermediate level, with some training in MF&C in one of the two types of subjects considered, and 9 universities would be at the bottom level, with deficiencies both at the level of theoretical-practical subjects and clinical rotations.
ConclusionsThe presence of MF&C in the degrees of Medicine of Spanish universities has been increasing in recent years, but it is still insufficient. There is a great variability between universities, but at a general level there is a significant lack of theoretical-practical subjects specific to MF&C and specific clinical rotations in Primary Care or with sufficient credits.
La importancia de contar con una Atención Primaria (AP) de Salud robusta y bien articulada es ampliamente reconocida a nivel internacional1–3. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que es la mejor forma de reducir mortalidad a un coste sostenible4 y existen sólidas evidencias de su impacto positivo en diferentes ámbitos de la salud, como el aumento de la esperanza de vida, la distribución equitativa de la atención médica y la eficiencia de los sistemas sanitarios5–10.
La AP es la encargada de atender tanto a personas sanas como enfermas a lo largo de toda la vida, primando en su asistencia una dimensión familiar y social. Su visión de la enfermedad es transversal, porque comparte sus conocimientos con otras especialidades médicas y se relaciona con estas de modo multidisciplinar. Sus principales valores son la accesibilidad, integralidad, continuidad, equidad, solidaridad, justicia social, salud comunitaria, educación, promoción de la salud, autonomía y participación de personas y comunidades3,11,12.
En España, como en otros muchos países, la AP es la puerta de acceso al sistema sanitario y su elemento central13,14. Sin embargo, a pesar de su importancia, los médicos que trabajan en este ámbito en España, los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), son proporcionalmente menos de los facultativos que necesitaría el sistema15–18 y se ha observado que esta especialidad no es elegida de forma prioritaria en el examen a Médico Interino Residente (MIR)11,19–23.
Los motivos por los que esta especialidad no resulta lo suficientemente atractiva han sido analizados en la literatura científica24–26, identificándose varios factores, como las condiciones laborales y salariales, cierto desprestigio social en comparación con otras especialidades o la escasa formación que reciben en esta materia los estudiantes de Medicina en las universidades. Este último factor, la insuficiente introducción de la MFyC en la formación universitaria, ha sido identificado por parte de las asociaciones de médicos de familia y de numerosos profesionales e investigadores como un aspecto clave en la falta de vocaciones en esta especialidad11,13,15,16,21,27, e inciden en la importancia de que los alumnos conozcan en cierta profundidad esta especialidad para que la tengan más en cuenta a la hora de elegir su futuro profesional.
Hay que tener en cuenta que la carrera de Medicina es el punto de partida donde se moldea el conocimiento y se establecen las bases para la futura práctica médica. La formación y orientación que reciban los estudiantes en su titulación condicionará en gran medida sus actitudes y preferencias por una u otra especialidad de cara al futuro15,16. Por ello, tomar contacto con la AP o la MFyC en los primeros años de formación es esencial para que los estudiantes adquieran una comprensión profunda de la especialidad y las habilidades necesarias para desempeñarse de manera efectiva en este campo generalista. La inmersión temprana del estudiante en el ámbito de la AP permite entrelazar desde el inicio de la formación lo que conocemos como la «medicina teórica» con el «ser médico» de la persona, la familia y la comunidad. También es importante que todos los profesionales sanitarios, y especialmente los que no vayan a ejercer la Medicina de Familia en el futuro, conozcan esta especialidad y el trabajo realizado en los Centros de Atención Primaria, ya que, además de ser la base del sistema sanitario actual, debe contemplar el trabajo multidisciplinar e interniveles en el que los profesionales de la AP están incluidos junto con otros especialistas.
El desarrollo tan reciente de la especialidad en España, a partir de la Real Decreto 3303/197828, implicó que su inclusión en la docencia universitaria se viera influida por el ya existente peso de las demás especialidades en la misma. Así, la MFyC se vio obligada a adaptarse a una estructura curricular ya consolidada, generando un inevitable conflicto «de espacio» y encontrando poco sitio en los planes docentes de la titulación de Medicina. Aunque la presencia de asignaturas específicas y prácticas tuteladas sobre MFyC ha sido ampliamente recomendada por las asociaciones de médicos de familia15, se ha observado, a partir del análisis de los planes de estudio29 o de trabajos basados en encuestas a profesores de las titulaciones en Medicina de las universidades españolas, que la presencia de estas asignaturas en las universidades españolas es desigual, tanto en número de asignaturas, como de créditos, como de porcentaje de prácticas, e incluso hay diferencias en cuanto a las denominaciones de las asignaturas16,30.
El objetivo de este trabajo es analizar la formación específica en MFyC que se imparte en los grados de Medicina en España a partir de la información oficial que las universidades ofrecen de sus planes de estudio y guías docentes del curso 2023-2024.
MétodosPara cumplir con el objetivo propuesto se llevó a cabo un estudio descriptivo transversal consistente en el análisis del contenido de los planes de estudio y guías docentes de los grados en Medicina impartidos en las universidades españolas. La recogida de datos se efectuó durante los meses de enero y febrero de 2024 en la web de las universidades.
En primer lugar, se identificaron las universidades españolas, tanto públicas como privadas, en las que estuviera implantado el grado en Medicina el curso 2023-2024. Para ello, se consultó el listado de universidades españolas del Ministerio de Universidades31 y se comprobó en la web de cada universidad la oferta de grados disponibles. Se incluyeron en el estudio las universidades con grado de Medicina ya operativo durante el curso 2023-2024.
Una vez identificados los grados, se consultó el plan docente en vigor (véase anexo 1) y se analizaron las guías docentes de las asignaturas potencialmente relacionadas con la MFyC o AP, extrayendo los siguientes datos de cada una de ellas: denominación, tipo de asignatura (teórico-práctica vs. rotatorio o prácticas tuteladas), si la asignatura es específica de MFyC o si es una asignatura más amplia en la que hay una parte dedicada a MFyC, número de créditos, curso en que se imparte, y porcentaje de horas prácticas y teóricas. Se han excluido las prácticas extracurriculares, las asignaturas teórico-prácticas en las que los contenidos específicos de MFyC no fueran de al menos el 20% o los rotatorios que no hacían ninguna mención expresa a MFyC y AP.
Una vez recogida la información de cada asignatura se hizo una clasificación de estas en dos grandes grupos: teórico-prácticas, y rotatorios o prácticas tuteladas. Con estos datos, las universidades fueron clasificadas atendiendo al número de créditos de formación impartida en MFyC en asignaturas teórico-prácticas y al número de horas en formación práctica (prácticas tuteladas y rotatorios), tomando como referencia las recomendaciones propuestas por la Academia de Medicina Familiar y Comunitaria en cuanto a la distribución de créditos que deberían impartirse en los grados de Medicina16. Las categorías, asociadas a diferentes colores, se establecieron según los criterios que aparecen en la tabla 1.
Criterios de clasificación de las universidades
| Asignaturas teórico-prácticas | |
|---|---|
| Verde | La universidad cuenta con una asignatura obligatoria con contenidos de MFyC de 6 o más créditos |
| Amarillo | La universidad imparte entre 3 y 6 créditos de formación en MFyC |
| Rojo | La universidad imparte menos de 3 créditos de formación en MFyC o es optativa |
| Negro | No se ofrece formación en MFyC |
| Rotatorios | |
| Verde | Formación obligatoria de 6 o más créditos |
| Amarillo | Formación obligatoria de entre 3 y 6 créditos |
| Rojo | Formación obligatoria de menos de 3 créditos |
| Negro | No hay formación obligatoria |
Se hizo una clasificación general de las titulaciones asignando a cada una un color, a modo de semáforo, para indicar el grado de inclusión de formación en MFyC en la titulación, siguiendo los criterios descritos en la tabla 2. Dentro de la primera categoría de la clasificación general se hizo un ranking de universidades teniendo en cuenta el carácter específico o compartido de las asignaturas de MFyC (con más peso de la asignatura teórico-práctica) y el número de créditos ECTS de estas asignaturas. En la segunda categoría se tuvo en cuenta la clasificación obtenida según los criterios de la tabla 1 y el número de créditos, tal y como se muestra en la tabla 2.
Criterios para la clasificación general
| Criterios para la clasificación general | Criterios ranking | |
|---|---|---|
| Verde | Asignaturas con contenidos específicos de MFyC de 6 o más créditos y rotatorio obligatorio en AP de al menos 4 semanas (6 créditos ECTS) | Asignatura específica en MFyCRotatorio específico en MFyCNúmero de créditos |
| Naranja(una de las 3) | Asignatura con contenidos específicos de MFyC y rotatorio obligatorio en AP | Clasificación teoría verde+rotatorio amarilloClasificación teoría amarillo+rotatorio verdeClasificación teoría amarillo+rotatorio amarilloClasificación teoría verde+rotatorio rojo/negroClasificación teoría rojo+rotatorio verdeClasificación teoría negro+rotatorio verdeNúmero de créditos |
| Asignatura con contenidos específicos de MFyC sin rotatorio en AP | ||
| Rotatorio específico en AP sin asignatura con contenidos específicos de MFyC | ||
| Rojo | Los grados que no cumplen los requisitos anteriores | Sin ranking |
En España hay un total de 89 universidades, 50 de las cuales son públicas y 39 privadas. Del total de universidades, 49 (55%) impartían el grado en Medicina durante el curso 2023-2024, el 70% de las universidades públicas (35) y el 36% de las universidades privadas (14).
En todas ellas hay alguna asignatura teórico-práctica o rotatorio en el que se aborda algo de MFyC, aunque sea de forma mínima. Sin embargo, la presencia de estos contenidos es muy desigual entre universidades, apreciándose grandes diferencias entre unas titulaciones y otras con respecto al tipo de asignaturas con contenidos de MFyC, su carácter optativo u obligatorio, el número de créditos o el curso en el que se imparten. Cabe destacar que existen diferentes denominaciones utilizadas para designar las asignaturas relacionadas con MFyC, como Atención Primaria o Medicina de Familia. En el anexo 1 se recogen, agrupadas por universidades, las 91 asignaturas identificadas con contenidos en MFyC, así como sus principales características.
Los resultados muestran que el 36% (33 de 91) de las asignaturas incluidas en el estudio son asignaturas específicas de MFyC, el 15% (14 de 91) son asignaturas teórico-prácticas en las que se imparten conjuntamente contenidos de MFyC y de otras materias, el 21% (19 de 91) son rotatorios específicos en AP o MFyC y el 28% (25 de 91) son rotatorios genéricos con un elevado número de créditos en los que, entre otros ámbitos, hay una parte dedicada a la AP.
Clasificación de las universidadesEn la tabla 3 (a y b), se muestra la clasificación de los grados en Medicina de las universidades españolas, según su titularidad pública o privada, la existencia o ausencia de las asignaturas teórico-prácticas y de los rotatorios clínicos, y reflejando si son específicos en MFyC o compartidos con otras especialidades. En función de esa presencia y del número de créditos, se han clasificado en las 4 categorías mencionadas en la metodología.
Clasificación de la presencia de MFyC en los grados
Tabla 3a: Clasificación de la presencia de MFyC en los grados. Universidades Públicas.
Tabla 3b: Clasificación de la presencia de MFyC en los grados. Universidades Privadas.
ASIGNATURA: Asignatura con contenidos sobre MFyC. A. Específica: Asignatura especifica de MFyC. R.Específico: Rotatorio específico de MFyC. N.E.: No especifica
* El número de ECTS corresponde a la suma de varias asignaturas.
** Número de ECTS ponderados correspondientes a MFyC.
*** El número de créditos ponderados para MFyC es diferente en cada facultad de dicha Universidad.
! No especificado en la guía docente
Se observa que 40 universidades presentan alguna asignatura teórico-práctica con contenidos de MFyC (80,4%), en contraposición con las 9 universidades que no la recogen en sus planes de estudio (19,6%). En 27 grados se imparte alguna de estas asignaturas específicas de MFyC y en 13 la asignatura es compartida con otras especialidades, como Ginecología, Gerontología, Cuidados Paliativos o Urgencias. En 5 de las universidades donde sí se imparte la asignatura, esta tiene carácter optativo (12,5%), mientras que en 35 son asignaturas obligatorias (87,5%).
Una de cada 4 universidades (12 de 49) cumple los criterios para el color verde en la clasificación de las asignaturas teórico-prácticas: 6 o más créditos de contenidos específicos de MFyC, 11 de ellas con una asignatura específica. Por otra parte, una de cada 3 universidades (16 de 49) se incluyen en las últimas categorías por no contar con ninguna asignatura teórico-práctica (9), contar con asignaturas optativas de MFyC (5) o bien por no alcanzar 3 créditos de contenidos obligatorios específicos de MFyC (2). Las 21 universidades restantes (42,9%) al menos imparten con carácter obligatorio 3 o más créditos de contenidos específicos de MFyC.
Con respecto a los rotatorios o prácticas tuteladas con competencias en MFyC, la gran mayoría de las titulaciones, 9 de cada 10 (44 de las 49), los incluyen en sus planes de estudio. De ellas, 21 (47,7%) son rotatorios exclusivos de MFyC y las otras 23 universidades (52,3%) recogen en sus planes de estudio rotatorios clínicos con prácticas compartidas con otras especialidades, como Medicina Interna, Cirugía General, Ginecología, Pediatría, Geriatría, Anestesia, Traumatología o Radiodiagnóstico, entre otras.
En la clasificación de las universidades según sus rotatorios se observa que 2 de cada 3 (34 de 49) cumplen los criterios para estar en el primer nivel, con color verde, impartiéndose al menos 6 créditos de las prácticas tuteladas en AP o MFyC. Por otro lado, una de cada 10 (5 de 49) no recogen en sus planes de estudios ningún tipo de rotatorio o práctica específica de MFyC o por AP. En 3 universidades no se especifica en guía docente el tiempo de rotación por AP o específicamente en MFyC. Por último, 7 universidades (14,3%) estarían en el segundo escalafón, con color amarillo, con rotatorios de entre 3 y 6 créditos.
A partir de los datos recogidos de cada universidad y de su clasificación en asignatura teórico-práctica y en «rotatorios/prácticas tuteladas» (práctica), se establece en la tabla 4 (a, b y c) una clasificación global y un ranking de presencia de formación en MFyC en los grados de Medicina. En esta clasificación se observa que 7 universidades estarían en el primer nivel, correspondiente a las titulaciones en las que existe una formación suficiente en teoría y práctica de MFyC; 33 se hallarían en un nivel intermedio, con cierta formación en MFyC en alguno de los dos tipos de asignaturas consideradas, pero sin cumplir con los requisitos mínimos para estar en el nivel superior; y 9 universidades estarían en último escalafón, con carencias formativas en MFyC tanto a nivel de asignatura teórico-práctica como de rotatorios o prácticas tuteladas.
Ranking de las universidades españolas según contenidos de MFyC en los grados de Medicina
Tabla 4a: Ranking de las universidades españolas según contenidos de MFyC en los grados en Medicina. Nivel aceptable.
Tabla 4b: Ranking de las universidades españolas según contenidos de MFyC en los grados en Medicina. Nivel mejorable.
Tabla 4c: Ranking de las universidades españolas según contenidos de MFyC en los grados en Medicina. Nivel no aceptable.
La situación de contenidos específicos de la MFyC, en los grados de Medicina de las universidades españolas, es muy heterogénea y no responde a las necesidades actuales de la sociedad española. Que solo una de cada 7 universidades ofrezca contenidos teóricos y prácticos obligatorios de MFyC con una duración al menos de 6 créditos ECTS en las asignaturas y de 4 semanas en rotatorio o prácticas tuteladas y que, además, casi una de cada 5 presente carencias formativas relevantes en MFyC, viene a corroborar nuestra principal conclusión. Casado Vicente et al., utilizando una metodología diferente, vienen a concluir de manera parecida, y ponen de manifiesto la heterogeneidad y clara insuficiencia de la presencia de la MFyC en la universidad española16. Las recomendaciones propuestas por la Academia de Medicina Familiar y Comunitaria de España (AMFE) con respecto a las asignaturas de MFyC que deben figurar en los planes de estudio de los grados en Medicina, su nomenclatura y su distribución, entre otras recomendaciones, quedan muy lejos de la realidad de los títulos ofertados en España, tal y como se desprende de los resultados de este estudio.
Si bien la situación actual dista mucho de lo que estimamos como «deseable», se debe poner también de manifiesto la mejoría observada en los últimos años y la clara tendencia al incremento de la presencia de la MFyC y la AP en la universidad española. Martín Zurro et al., en 2011, informaban que solo 3 universidades tenían en sus planes de estudios una asignatura obligatoria de MFyC, de la elevada heterogeneidad en los rotatorios en AP y del escaso número de médicos de familia como profesores funcionarios, dos32. Rigual Bonastre, en la III Conferencia de Medicina de Familia y Universidad, informaba de 22 facultades con una asignatura obligatoria que incluía contenidos de MFyC, si bien la dedicación y exclusividad eran muy variables; también informaba de la duplicación del número de profesores funcionarios, pasando de 2 a 4. Casado et al., en su informe de 2023 constatan también esa tendencia e incremento, con 34 facultades con una asignatura obligatoria con contenidos de MFyC y la presencia de 3 catedráticos, 13 profesores titulares, 8 contratados doctores y 2 ayudantes doctores30.
La importancia, a nuestro juicio, de la necesaria presencia, de una manera relevante, de la MFyC y la AP en los grados de Medicina tiene que ver con la exigencia de responsabilidad social a las facultades de medicina. La OMS, en 1995, ya puso de manifiesto la obligación de que las facultades de medicina orientaran sus actividades de educación, investigación y servicios hacia la resolución de los problemas prioritarios de la comunidad a la que tienen el mandato de servir33. En este sentido, la relación estrecha entre los servicios de salud y las facultades es otro asunto pendiente a nivel mundial: los sistemas sanitarios se enfrentan a toda una serie de retos comunes en la prestación de una asistencia sanitaria eficiente, rentable, equitativa y sostenible, que exigen un enfoque integral que debe empezar por la formación de los futuros profesionales de la salud34. El grupo EURACT (The European Academy of Teachers in General Practice) viene insistiendo en esta cuestión al menos desde 201335. Además, es necesario un espacio de conocimiento propio para generar una comunidad de profesores e investigadores que se integren en las comunidades internacionales. El reclutamiento para la MFyC es proporcional a la cantidad y calidad de la experiencia universitaria y las directrices pueden mejorar las experiencias universitarias al definir tanto la cantidad como la calidad necesaria de esta materia universitaria36. La AP es el eje vertebrador del sistema sanitario español y no es entendible, desde la imprescindible relación entre las facultades y el sistema sanitario, que los futuros médicos no conozcan con la suficiente profundidad la AP. No olvidemos que la mitad de los profesionales médicos trabajan en la AP y la otra mitad va a relacionarse con los profesionales de la AP.
Otra cuestión relevante para la justificación de la necesidad de la presencia de la MFyC y la AP en los planes de estudios de los grados de Medicina es cuál es el objetivo, las competencias que deben adquirir los estudiantes durante el grado. Hay un acuerdo general en que las competencias que debe adquirir un estudiante de medicina, y con las que debe abandonar la facultad, son las propias de un médico generalista37. Si repasamos los objetivos de la especialidad de MFyC, el conocimiento clínico, educativo y de investigación se encuentra en la persona entendida como un todo, con un abordaje médico con visión holística y comunitaria, entendemos mejor la importancia de la presencia de esta especialidad en la formación pregrado38. En nuestra opinión, además de las asignaturas correspondientes a cada aparato o sistema es necesaria una asignatura más transversal que permita al estudiante comprender de forma global el manejo del paciente, cómo abordarlo teniendo en cuenta todas las comorbilidades y la polimedicación y, particularmente, el manejo y gestión de la cronicidad como pilar básico de la práctica clínica de la AP.
Uno de los problemas que se plantean sobre las competencias a adquirir por los estudiantes de Medicina es la obligatoriedad en nuestro país de la especialización para la práctica de la profesión, la necesidad del posgrado después del grado. En este sentido, se considera que la baja presencia de la MFyC en los grados de Medicina es uno de los factores que condicionan la elección de esa especialidad tras los exámenes MIR. Si bien este aspecto es objeto de discusión23,39, entre los factores que decantan la elección de especialidad y centro se encuentra el nivel de conocimiento de la misma11,13,15,27.
Los resultados de este estudio ofrecen un panorama actualizado de la presencia de la MFyC en los grados de Medicina en España y complementan los obtenidos en el estudio de Casado Vicente et al.16. En este trabajo se ha utilizado una metodología diferente, basada en la consulta directa de la información que ofrecen las universidades sobre sus titulaciones a partir de sus planes de estudio y guías docentes. Este método presenta la ventaja de la información «oficial», pero también ha mostrado limitaciones que derivan de la falta de homogeneidad entre las diferentes guías docentes y la falta de información relevante en muchas de ellas, con importantes lagunas en ciertos aspectos, como pueden ser el número de profesores con perfil de médicos de familia que imparten las clases teóricas o su categoría profesional, la división del número de créditos u horas correspondientes a los contenidos teóricos y a la práctica clínica, el número de créditos dedicados a cada especialidad en el caso de asignaturas que abordan otras materias además de la MFyC, o las horas correspondientes a cada especialidad en los rotatorios no específicos de MFyC. En este sentido, cabe mencionar que hubo dificultades en la recogida de datos, puesto que no todas las universidades aportan la misma información en sus páginas web y las denominaciones de las asignaturas son muy heterogéneas, dando lugar a equívocos con respecto a los contenidos abordados. Además, se han encontrado guías docentes desactualizadas, sin información detallada sobre los contenidos impartidos, sin una clara distribución de créditos u horas correspondientes a contenidos teóricos o prácticos y, en el caso de asignaturas no específicas de MFyC, la proporción dedicada a cada especialidad. En el caso de las prácticas tuteladas o rotatorios, también se dieron los dos mismos problemas: la variedad de denominaciones y la dificultad para cuantificar la cantidad de AP en cada asignatura.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.












