INTRODUCCIÓN
Se denomina ginecomastia a cualquier desarrollo visible o palpable de la glándula mamaria en el varón. Un aspecto esencial del estudio del tejido mamario en el varón es separar los hallazgos normales de los patológicos, y a veces resulta difícil diferenciar el tejido mamario verdadero de las masas de tejido adiposo que no suponen un aumento de la glándula y que se llama lipomastia.
EXPOSICIÓN DEL CASO
Se trata de un varón joven de 39 años que trabaja en cocina. No alergias medicamentosas conocidas; no hipertenso ni diabético. Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) positivo por relaciones homosexuales desde 1990 y en tratamiento con antirretrovirales desde 1994. Intervenido quirúrgicamente de condilomas anales en 1994 y de sinus pilonidal en 2002. Fumador de un paquete de tabaco al día, no bebedor y consumidor habitual de hachís y éxtasis.
Acude a la consulta por aumento de la mama derecha de uno o dos meses de evolución sin supuración ni telorrea. No más síntomas asociados.
En la exploración se aprecia un bulto de 2 cm de tamaño subareolar doloroso a la palpación.
Comenzamos el estudio de ginecomastia unilateral en el varón. En la analítica se encuentra una ligera leucocitosis 13.370 leucos/mm3 con fórmula normal, sin anemia pero con macrocitosis con volumen corpuscular medio (VCM) 107 fl y una bioquímica normal salvo un aumento de triglicéridos 299 mg/dl y una gammaglutamil transpeptidasa (GGT) de 68 U/l con resto de parámetros hepáticos normales.
El resultado hormonal es el siguiente: hormona tiroestimulante (TSH) 3,22 uUI/ml (0,35-5,50), hormona foliculoestimulante (FSH) 8,3 mUI/ml (1-17), hormona luteinizante (LH) 12,23 mUI/ml (1,4-9,3), prolactina 20,23 ng/ml (1,5-17)*, testosterona 8,86 ng/ml (2,4-9) y 17-beta-estradiol 43,98 pg/ml (0-54).
Seguimiento
En nuestro paciente todas las pruebas hormonales y hepáticas fueron normales; la ecografía detectaba una ginecomastia a filiar y se le practicó una punción aspiración con aguja fina (PAAF) cuyo resultado fue una necrosis grasa en reparación. Se le explicó al paciente que no había datos de malignidad, y volviendo a hacer una breve anamnesis refirió un antecedente traumático (un mordisco) en la mama, que justificaba la lesión.
DISCUSIÓN
Todo tejido mamario palpable en el varón, excepto los tres estados denominados fisiológicos (recién nacido-adolescente-anciano), obliga a un estudio detallado y una correcta anamnesis, ya que diferenciar a priori las lesiones benignas de aquellas que pueden reflejar una endocrinopatía o una lesión maligna es bastante difícil.
El crecimiento de la mama en el varón, al igual que en la mujer, depende de los estrógenos y se debe a alteraciones del cociente normal de andrógenos/estrógenos activos en el plasma1. Existen circunstancias bastante comunes en Atención Primaria que pueden alterar este cociente y que debemos tener en cuenta a la hora de iniciar el estudio (tabla 1 y fig. 1). Entre ellas, el hipertiroidismo y la enfermedad hepática son importantes por su frecuencia y porque ambas aumentan la producción de estrógenos en el plasma.
Figura 1. Algoritmo de estudio de una ginecomastia en el varón. TSH: hormona tiroestimulante; FSH: hormona foliculoestimulante; LH: hormona luteinizante; PAAF: punción aspiración con aguja fina.
Los fármacos también producen ginecomastia por diversos mecanismos. Muchos de ellos actúan directamente en el tejido mamario o bien ocasionan un aumento de la actividad estrogénica, favoreciendo el crecimiento de la glándula mamaria.
Hay fármacos, sin embargo, cuyo mecanismo no está bien aclarado, entre los que se encuentran antidepresivos tricíclicos, metildopa y diazepam. Por otro lado, drogas de consumo como la marihuana y la heroína son capaces también de producir ginecomastia; pero el desconocimiento de este hecho, aun siendo frecuente su consumo, hace que pocas veces lo incluyamos como parte de nuestra anamnesis.
Se ha visto recientemente que los antirretrovirales producen ginecomastia y también lipodistrofia debido a una distribución anómala de la grasa2,3, pero es importante diferenciar la verdadera ginecomastia debido a un incremento del tejido ductal y periductal de la lipodistrofia. Las técnicas de imagen podrían ayudarnos en este sentido, y mientras la ecografía valora la ginecomastia como un área de ecogenicidad intermedia, la mamografía y la resonancia magnética nuclear aprecian mejor esta diferencia2. Sin embargo, su poca accesibilidad en nuestras consultas hace que su uso no esté extendido entre los médicos de Atención Primaria. La necrosis grasa que presentaba nuestro paciente es una lesión rara e inocua que sólo es importante porque produce una masa4. La mayoría de los pacientes tienen antecedentes de algún traumatismo previo. Durante etapas tempranas, la lesión es pequeña, a menudo hipersensible y bien delimitada. Es posible que se desarrollen calcificaciones y la tendencia del tejido fibroso a adherirse a la piel suprayacente a veces origina hoyuelos o retracción que también pueden ser causados por cáncer.
El carcinoma de mama masculina es un acontecimiento raro con un porcentaje de frecuencia con respecto al de la mujer de 1:125. Ocurre generalmente en edades avanzadas, y debido a la escasa sustancia mamaria del varón la neoplasia infiltra con rapidez la piel que está sobre ella.
Nuestro paciente tuvo un antecedente traumático, pero este hecho no se tuvo en cuenta ni se consideró relevante preguntarlo hasta que ya teníamos el resultado de la anatomía patológica.
El estudio de la ginecomastia unilateral en el varón es importante porque abarca la posibilidad de encontrar desde lesiones banales, como la de nuestro caso, hasta lesiones graves que requieren un diagnóstico temprano.
Así pues, con este artículo queremos hacer hincapié en lo importante que resulta la mayoría de las veces detenerse en una correcta anamnesis para encaminar lo antes posible el diagnóstico y el tratamiento de nuestros pacientes. Implica quizá más tiempo al principio, pero es un tiempo que se gana después.