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Vol. 45. Núm. 1.
Páginas 37-43 (Enero - Febrero 2019)
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18791
Vol. 45. Núm. 1.
Páginas 37-43 (Enero - Febrero 2019)
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Características de la esfera sexual en pacientes adultos mayores
Characteristics of the sexual sphere in elderly patients
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18791
M. Hernández Carrasco
Autor para correspondencia
maria_hdez89@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, S.L. de la Fuente Ballesteros, N. García Granja, A. Hidalgo Benito, I. García Álvarez, M. Cano Pazos
Centro de Salud Arturo Eyries, SACYL (Sanidad Castilla y León), Valladolid, España
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Figuras (2)
Tablas (3)
Tabla 1. Tabla sobre datos generales
Tabla 2. Tabla sobre hábitos sexuales en adultos mayores que acuden a la charla
Tabla 3. Tabla sobre aprendizaje tras charla a adultos mayores
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Resumen
Objetivo

La sexualidad desempeña un papel fundamental en nuestras vidas pero hay pocas investigaciones sobre este tema con muestras representativas. Nuestro estudio persigue analizar los conocimientos y las características sobre la función sexual en personas mayores de 60 años.

Material y métodos

Se realizó estudio observacional de tipo transversal. La muestra estuvo formada por mayores de 60 años que acudieron de manera voluntaria a charlas de educación para la salud sobre sexualidad celebradas en centros de mayores de ámbito urbano. Antes de la charla se les entregó una encuesta para valorar sus hábitos y prácticas sexuales. Se impartió la charla sobre sexualidad y posteriormente se entregó una encuesta relacionada con conceptos tratados durante la charla. Los datos de las encuestas se recogieron en hojas de cálculo en Microsoft Office Excel para Windows y el análisis estadístico fue realizado con el paquete estadístico SPSS.

Resultados

Los resultados muestran que la actividad sexual es importante en los mayores de 60 años, un 52,53% de los encuestados mantienen relaciones. Más del 70% de los adultos mayores de 60 años refieren tener atractivo sexual a su edad. Hubo conceptos sobre sexualidad que no quedaron claros tras la charla.

Conclusión

Nuestra sociedad sufre un envejecimiento progresivo implicando a los grupos de edad avanzada en la educación sexual, haciendo hincapié en los cambios a nivel sexual que implica la edad. Es importante la puesta en marcha de sesiones formativas de educación para la salud con contenido sobre sexualidad y refuerzo de imagen corporal en población adulta mayor.

Palabras clave:
Sexualidad
Erotismo
Adultos mayores
Hábitos sexuales
Abstract
Objective

Sexuality plays a fundamental role in our lives, but there is little research on this subject with representative samples. This study aims to analyse the knowledge and characteristics of sexual function in people over 60 years of age.

Material and methods

An observational cross-sectional study was carried out. The sample consisted of people over 60 years of age who voluntarily attended health education talks on sexuality held in urban centres for the elderly. Before the talk, they were given a questionnaire to assess their sexual habits and practices. The talk on sexuality was given, and a questionnaire related to the concepts mentioned while the talk was delivered. The data from the questionnaires were collected on spreadsheets in Microsoft Office Excel for Windows, and the statistical analysis was performed with the statistical package SPSS.

Results

The results show that sexual activity is important in those over sixty years, with 52.53% of respondents having relationships. More than 70% of adults over 60 refer to being sexually attractive for their age. There were concepts about sexuality that were not clear after the talk.

Conclusion

Our society is experiencing progressive aging involving the elderly groups in sex education, emphasising the changes at the sexual level implied by age. It is important to start training sessions on health education with content on sexuality and body image reinforcement in the elderly population.

Keywords:
Sexuality
Eroticism
Older adults
Sexual habits
Texto completo
Introducción

La sexualidad es un instinto humano y desempeña un papel fundamental en nuestras vidas. El mantenimiento de la actividad sexual a lo largo de la vida es un componente significativo del bienestar y satisfacción una vez llegada la senectud1.

En general, tenemos la idea de que la sexualidad está relacionada con adolescentes o jóvenes pero vivimos en una sociedad que sufre un envejecimiento progresivo. Constan pocas investigaciones sobre este tema con muestras representativas, especialmente cuando nos centramos en personas de edad avanzada2. Pese a ello, existen estudios en los que se objetiva que los adultos mayores continúan participando en varias actividades sexuales, como el coito vaginal, el sexo oral y la masturbación, incluso en la octava y novena décadas de vida3, y la importancia de permanecer sexualmente activos en estas etapas vitales4.

La función sexual es multifactorial, en ella intervienen aspectos físicos, psíquicos, sociales y culturales. También se asocia a características demográficas, comportamiento, grado de educación, la actividad física, la relación de pareja y la duración del matrimonio, factores que tienen un gran impacto en la función sexual y que pueden afectar a la respuesta sexual, el deseo, la lubricación y el orgasmo5,6. Tener un alto nivel educativo y conocimiento en cuestiones sexuales está asociado con el compromiso continuo en las relaciones sexuales7 y son también fuertes predictores de la actividad sexual.

En el caso de los adultos mayores, la existencia de cualquier manifestación sexual es negada o rechazada incluso por ellos mismos. Gran parte de estas reticencias a pensar en el sexo en edades avanzadas derivan de años atrás donde el sexo tenía como objetivo la reproducción y la mujer desempeñaba un papel totalmente pasivo en las relaciones sexuales8. Se acepta con más naturalidad que la gente joven disfrute del sexo de que el hecho de que lo haga la gente mayor. Se considera que el sexo es un asunto de gente joven, llegando hasta ser molesto para muchas personas pensar en adultos mayores disfrutando del sexo9.

Otro factor con gran influencia en la esfera sexual tanto en hombres como en mujeres son los cambios relacionados con la edad y la salud, que afectan de forma negativa a la calidad de vida y a sus relaciones interpersonales4. En el caso de la mujer, la sexualidad es uno de los aspectos que más sufre con las modificaciones fisiológicas de la menopausia6 y se puede observar como existe una actitud negativa hacia las prácticas sexuales una vez entrada la edad madura10. Y en el hombre, también ocurren cambios influyentes, el hipogonadismo de inicio tardío. La disfunción eréctil fue informada como el principal problema de limitación sexual en los hombres, siendo mayor en los grupos de edad más avanzada, con un pico en hombres mayores de 70 años11. Se ha encontrado una disminución en todos los dominios del funcionamiento sexual, excepto en la frecuencia de la eyaculación con la masturbación.

Las disfunciones sexuales suelen asociarse con comorbilidades médicas como los factores de riesgo cardiovascular, que también son más prevalentes en la vejez11,12. Pero aunque los problemas asociados a la salud a menudo intervienen en los factores físicos, tienen un impacto sustancial también en la propia autoestima, la satisfacción del compañero y la relación íntima de la pareja, lo que puede mermar todavía más la esfera sexual en estas bandas de edad.

Los médicos que tratan a los adultos mayores con problemas sexuales no deben tener en cuenta solo la salud física de los adultos mayores, sino también su salud psicosocial y su satisfacción con su relación íntima13. Sin embargo, los médicos rara vez se dirigen a factores bio-psico-sociales14. Según la encuesta Global Better Sex Survey, los hombres sanos informaron estar dispuestos a usar la medicación de disfunción eréctil con receta si pensaban que mejoraría el sexo y sus parejas apoyaron dicha decisión15. Aunque ha demostrado ser eficaz para la disfunción eréctil16, tiene algunas limitaciones, podría ser particularmente problemático en el caso de los adultos mayores, que ya toman un gran número de medicamentos y sufren de múltiples enfermedades crónicas17. Los fracasos del tratamiento podrían deberse al uso indebido de la medicación, expectativas poco realistas de los pacientes, dinámica de relaciones difíciles, ansiedad de rendimiento severa y otras dificultades de relación y problemas psicológicos18. Por lo tanto, el asesoramiento y el seguimiento adecuados del paciente son necesarios para mejorar la actividad sexual en adultos mayores y prevenir problemas importantes e incluyo enfermedades de transmisión sexual.

Objetivos

El objetivo del presente estudio es valorar los conocimientos y las características sobre la función sexual en personas mayores de 60 años que acuden de manera voluntaria a una charla de educación para la salud sobre sexualidad.

Objetivos secundarios:

Valorar los cambios sobre los conceptos y actitudes sexuales después de recibir una charla sobre sexualidad.

Conocer la finalidad y objetivo de las relaciones sexuales en adultos mayores.

Conocer la visión general sobre el atractivo sexual entre hombres y mujeres mayores de 60 años.

Verificar los conocimientos aprendidos tras una charla sobre sexualidad.

Conocer los hábitos sexuales en la población adulta mayor de 60 años.

Conocer el grado de información sobre conductas sexuales y enfermedades de transmisión sexual en mayores de 60 años.

Conocer la relación médico paciente sobre temas de sexualidad.

Material y métodos

Tipo de estudio: estudio descriptivo, transversal.

Ámbito y sujetos de estudio: el estudio se realizó en 138 pacientes mayores de 60 años que acudieron voluntariamente a una intervención sobre sexualidad en mayores de 60 años que se impartió en centros para mayores de ámbito urbano de una ciudad de mediano tamaño.

Material y métodos: el estudio fue asesorado por un equipo de Medicina Familiar y Comunitaria formado por 5 médicos realizado en el mes de mayo del 2017. Se fijaron 6citas en 6centro de mayores de ámbito urbano en el mes mencionado. En cada uno de lugares se invitó a participar de manera voluntaria a hombres y mujeres mayores de 60 años que acudieron esos días a las instalaciones. La intervención realizada se repitió de manera idéntica en los 6Centros (figs. 1 y 2). Se les hizo entrega de una encuesta, que realizaron de manera individual asociando preguntas sobre datos de filiación y hábitos y conductas sexuales. Para concluir la charla se llevó a cabo otra encuesta voluntaria, en este caso sobre conceptos explicados durante la charla para valorar si todos ellos habían llegado a comprender los conceptos que se querían transmitir.

Figura 1.

1. Charlas impartidas en centro para mayores en Valladolid.

(0,12MB).
Figura 2.

Charlas impartidas en centro para mayores en Valladolid.

(0,14MB).

Contactamos con los centros de mayores para acordar la fecha y la hora de impartición de las charlas semanas antes. Una vez acordadas las charlas, se anunciaron en los respectivos centros con anterioridad. El día que llegamos a los centros, nos dividimos en grupos de 2 para impartir las charlas.

A la llegada de los asistentes, se reparten las encuestas y se les explica que será una encuesta totalmente anónima. Les hablamos sobre la charla y por qué hemos decidido darla. Les dejamos un tiempo para contestar a la encuesta precharla y acto seguido, comienza la charla. La charla tiene una duración aproximada de 30 min. La primera mitad de la charla la imparte uno de nosotros y habla sobre los tipos de sexo, los cambios corporales que aparecen con la edad, el eje cronológico de la sexualidad y mitos y verdades sobre el sexo. La segunda mitad de la charla la imparte el otro componente del grupo y trata sobre los sentimientos, el deseo, el erotismo, la satisfacción sexual, las enfermedades y el sexo, la medicalización del sexo y la protección durante el sexo. Tras acabar la charla se abre una ronda de ruegos y preguntas. Después rellenan la encuesta poscharla y se recogen todas las encuestas. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo para la realización de este estudio con relación a la confidencialidad de los datos.

Criterios de inclusión: varones y mujeres mayores de 60 años que acudieron de manera voluntaria a las intervenciones realizadas en 6 centros para personas mayores en ámbito urbano.

Criterios de exclusión: personas que abandonaron la intervención sin concluir, encuestas con cumplimentación incompleta por déficit visual, déficit auditivo o deterioro cognitivo grave.

Variables y mediciones: una vez que los participantes accedieron voluntariamente a participar en las sesiones de intervención llevadas a cabo en los centros para mayores se recogieron:

Datos de filiación (edad, género, estado civil y composición del hogar).

Encuesta individual previa a la intervención de educación para la salud (hábitos y conductas sexuales): hábitos sexuales (actividad sexual, objetivo de las relaciones sexuales, dificultades en las relaciones, deseo sexual, utilización de protección). Conductas sexuales (prácticas sexuales). Autocrítica (autovaloración de su atractivo sexual, calidad de las relaciones). Importancia del sexo en su vida. Relación médico-paciente y familiar respecto al trato del tema del sexo. Fuentes de información sobre sexo. Percepción del sexo como tema tabú.

Encuesta individual posterior a la intervención de educación para la salud (conceptos de sexo y sexualidad): sexualidad en mujeres y hombres. Cambios físicos y psíquicos en la esfera sexual con la edad. Factores que pueden ayudar a mejorar la actividad sexual. Aclaración de conceptos (sexo, sexualidad, deseo, erotismo). Medicalización del sexo. Patologías asociadas a la edad que pueden afectar a la actividad sexual. Fuentes de información sobre sexo.

Gestión de datos y análisis estadístico: el conjunto de datos se recogió en hojas de cálculo en Microsoft Office Excel para Windows y el análisis estadístico fue realizado con el paquete estadístico SPSS para Windows. Las variables cuantitativas se describieron mediante la media ± desviación estándar (DE). Para las cualitativas se utilizaron frecuencias. Se empleó para la realización de asociaciones en variables cualitativas el estadístico chi al cuadrado, en el caso de existir asociaciones en variables cuantitativas se empleará t de Student en caso de que la muestra siga la normalidad. Se estableció significación estadística para una p < 0,05.

Limitaciones: se encontraron limitaciones a la hora de recogida de datos por la incompleta cumplimentación de las encuestas, el abandono durante la intervención y los déficits sensoriales que pudieron afectar a la hora de rellenar la encuesta. La muestra no es muy amplia y existe intención en un futuro de seguir profundizando en el estudio, dada la escasa existencia de estudios sobre sexualidad en población mayor.

Implicaciones éticas: ninguna reseñable. Las encuestas se rellenaron de manera totalmente voluntaria y anónima. En todo momento los usuarios dieron su consentimiento para la publicación de las imágenes de este trabajo.

Población: personas mayores de 60 años que acuden de manera voluntaria a charlas sobre sexualidad impartidas en centros de personas mayores de ámbito urbano.

Resultados

El total de la muestra fueron 138 personas: 68 (49,3%) hombres y 70 (50,7%) mujeres, 20 (13,8%) abandonaron la encuesta. Noventa y tres (67,4%) individuos contestaron acerca de su edad, siendo la media ± DE 71,14 ± 6,66 años. La estructura familiar de los participantes fue la siguiente: unifamiliar 25 (21,18%), multifamiliar 63 (53,38%) y 30 (25,44%) dejaron este ítem sin respuesta. Respecto al estado civil: 72 (61,1%) estaban casados, 32 (27,2%) viudos, 6 (5%) solteros y 8 (6,7%) separados (tabla 1).

Tabla 1.

Tabla sobre datos generales

Datos generales
Grupo de estudio  N = 138 
Edad, media ± DE, años  71,14 ± 6,66 
Sexo  Hombres 49,3%
Mujeres 50,7% 
Intervalo de edad, años  Menor de 65: 13%
Entre 65 y 80: 46,4%
Mayor de 80: 8% 
Estructura familiar  Unifamiliar 21,18%
Multifamiliar 53,38%
Desconocido 25,44% 
Estado civil  Casados 61,1%
Viudos 27,2%
Solteros 5%
Separados 6,7% 

Setenta y seis participantes (64,4%) consideraban importante el sexo en su vida, hombres 37 (31,2%) y 39 (33,2%) mujeres. Se declararon sexualmente activos 62 (52,53%) de los participantes; 30 (25,42%) hombres y 32 (27,11%) mujeres, situándose 36 (30,50%) en el intervalo de edad entre 65 y 80 años (p < 0,0001).

Tanto para hombres (15,9%) como para mujeres (19,6%), la penetración vaginal, al igual que para cualquier intervalo de edad, es la práctica sexual más común, seguida de la masturbación (9,4%) y del sexo oral (4,3%).

Ochenta y cuatro (71,2%) encuestados, 34 (28,81%) hombres y 50 (42,37%) mujeres, referían mantener su atractivo sexual, estando 51 (43,22%) en el intervalo de edad entre 65 y 80 años (p < 0,0001). Treinta y nueve personas (33,9%) refirieron no mantener relaciones sexuales y 27 (23,8%), pese a realizar el resto de la encuesta, no contestó a esta pregunta. Entre los motivos de la inactividad sexual destacan: no tener pareja 15 (12,7%), no tener deseo 11 (9,32%), por dificultades físicas 9 (7,62%) y debido a la edad 2 (1,7%). Tres (2,54%) participantes afirmaron no tener actividad sexual debido a una simultaneidad de varias causas anteriores. No habiendo diferencias significativamente estadísticas entre los diferentes grupos etarios. Veintinueve (24,57%) varones buscan placer individual y para la pareja en las relaciones sexuales, mientras que para 24 (20,33%) mujeres el principal objetivo es el amor, p = 0,008. Para cualquier intervalo de edad (≤ 65 años, 66-80 años y > 80 años), el placer mutuo era el principal sentimiento encontrado, 10 (8,47%), 27 (22,88%) y 6 (5,08%), respectivamente, p < 0,0001. Solo el 5,08% afirmaba mantener relaciones sexuales con protección, mientras que más de la mitad (51,69%) no mantenía sexo «seguro». En cuanto a la información sobre cuestiones sexuales, solo 16 (13,55%) habían consultado alguna vez con su médico, mientras que el 58,47% nunca había preguntado, siendo mayoritariamente mujeres, 49 (35,5%). Solo 28 (23,71%) asistentes habían recibido alguna vez información sobre sexo: 13 (11,01%) hombres y 15 (12,71%) mujeres, estando más del 50% de los participantes desinformados, hombres 24 (20,33%) y 36 (30,50%) mujeres, siendo el intervalo de edad entre 65 y 80 años los menos orientados en esta esfera 35 (29,66%) (p < 0,0001) (tabla 2).

Tabla 2.

Tabla sobre hábitos sexuales en adultos mayores que acuden a la charla

Hábitos sexuales
Importancia del sexo  64,4% consideraban importante el sexo en su vida
Hombres: 31,2%
Mujeres: 33,2% 
Sexualmente activos  52,53% eran activos sexualmente
Hombres: 25,42%
Mujeres: 27,11%
Entre 65 y 80 años (p < 0,0001) 30,50% 
Prácticas sexuales  Penetración vaginal 35,5%
Penetración anal 2,2%
Sexo oral 4,3%
Masturbación 9,4% 
Causa de inactividad sexual  No tener pareja 12,7%
No tener deseo 9,32%
Dificultad física 7,62%
Debido a la edad 1,7%
Varias causas 2,54% 
Protección en las relaciones  No usaban protección 51,69%
Sí usaban protección 5,08%
Desconocido en el 43,23% 
Información sobre sexualidad en algún momento de su vida  23,71% habían consultado alguna vez con su médico
Hombres: 11,01%
Mujeres: 12,71% 

Sobre los conocimientos aprendidos en la charla, 53 (44,91%) alegaron que hombres y mujeres viven la sexualidad de igual modo a pesar de sus diferencias físicas y psicológicas. Pese a ello, del total de participantes, 65 encuestados (47,45%) afirmaron que las mujeres tienen peor concepto de su imagen corporal que los hombres. Sesenta y tres (53,38%) manifestaron que con el paso de los años se requiere mayor estimulación para excitarse y 55 (46,61%) aprendieron que la satisfacción sexual no depende solo del componente físico. Por otro lado, tras la charla solo 43 (36,44%) fueron capaces de diferenciar los conceptos de erotismo y deseo sexual (tabla 3).

Tabla 3.

Tabla sobre aprendizaje tras charla a adultos mayores

Aprendieron tras la charla que…
Hombres y mujeres viven la sexualidad de igual modo a pesar de sus diferencias físicas y psicológicas  44,91% de los participantes 
Las mujeres tienen peor concepto de su imagen corporal que los hombres  47,45% de los participantes 
Con el paso de los años se requiere mayor estimulación para excitarse  53,38% de los participantes 
La satisfacción sexual no depende solo del componente físico  46,61% de los participantes 
Erotismo y deseo sexual no son lo mismo  36,44% de los participantes 
Conclusiones

El pensamiento contemporáneo parece ser más consciente de la diversidad de experiencias sexuales en edades más avanzadas, incluyendo vidas sexuales vigorosas continuadas pero aún queda mucho por avanzar. Vivimos en una sociedad que sufre un envejecimiento progresivo, así que tendríamos que pensar en una educación también para este grupo de edad más avanzada de la población. A pesar del creciente reconocimiento de que el sexo representa un aspecto importante de la calidad de vida, los estudios han encontrado una falta de conocimiento y un bajo nivel de conciencia sobre los problemas de salud sexual en edades avanzadas19.

Existen publicaciones sobre el complicado el abordaje de la sexualidad en Atención Primaria20-23 pero centrados en bandas de edad más tempranas; aunque pero los médicos afirman tener un conocimiento inadecuado de la sexualidad tardía y califican su capacitación en esta área como insuficiente.

Otros estudios han sugerido que la principal barrera para proporcionar atención médica sexual a los adultos mayores es la actitud de los médicos con respecto a la asexualidad en la vejez. Los médicos son significativamente más propensos a discutir asuntos sexuales con los pacientes más jóvenes que con los adultos mayores, ya que consideran la sexualidad un tema «privado» que no debe ser discutido con las personas mayores. Otras de las razones que podrían justificar esto son el tiempo limitado en la consulta, la falta de habilidades comunicativas, el deseo de evitar una situación, la vergüenza inconveniente24 o que no lo ven como un tema legítimo de discusión25.

Los profesionales de la salud deben ser conscientes de las crecientes necesidades de educación sexual en las personas mayores y se les debería animar a discutir abiertamente sobre cuestiones sexuales y preocupaciones de estos pacientes. Habría que desarrollar recursos personales y sociales que faciliten hacer frente a los cambios asociados al envejecimiento y permitan a los adultos mayores de 60 años seguir teniendo una vida sexual satisfactoria y saludable. Sin embargo, hay poca información sobre comportamiento sexual en adultos mayores y sobre cómo cambia la actividad sexual con los años y las enfermedades. Hay que pensar que el sexo no termina en la juventud y que debemos adaptarlo a cada etapa de la vida. El asesoramiento psicosexual es un componente importante que determina el éxito eventual del tratamiento para el paciente y su pareja25.

Según los datos recogidos en nuestras encuestas, la actividad sexual es importante en los mayores de sesenta años, destacando que más de la mitad (52,2%) mantienen relaciones. Debemos tener en cuenta que los asistentes a la charla ya de por sí seguramente estén interesados en el sexo y tengan curiosidad y una mente abierta. Es probable que alguien que no mantiene relaciones, no tenga interés en el tema y no acuda a este tipo de charlas. El placer mutuo es el principal objetivo de las relaciones sexuales en adultos mayores. Más del 70% de los adultos mayores de 60 años refieren tener atractivo sexual a su edad, aunque las mujeres tienen peor concepto de su imagen corporal que los hombres. Se evidenció que tras la intervención comunitaria hay conceptos que no quedaron suficientemente claros, como fueron el erotismo y el deseo sexual. Llama la atención que menos de un tercio (13,8%) de los pacientes habían recibido información al respecto en las consultas de Atención Primaria.

Sería importante la puesta en marcha de sesiones formativas de Educación para la Salud en los Equipos de Atención Primaria con contenido sobre sexualidad y refuerzo de la imagen corporal para la población adulta mayor.

Autoría

María Hernández Carrasco, Sara Leticia de la Fuente Ballesteros, Nerea García Granja, Alba Hidalgo Benito, Irene García Álvarez, Marta Cano Pazos declaran de forma explícita su participación activa, significativa y relevante en el diseño, elaboración, interpretación de datos, revisión de los borradores y el contenido final del trabajo y aceptan de forma explícita la redacción definitiva del trabajo remitido.

Conflicto de intereses

El trabajo no ha contado con medios de financiación y no presenta ningún tipo de conflicto de intereses.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

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