La enfermedad cardiovascular ateroesclerótica sigue siendo la principal causa de morbimortalidad en todo el mundo. Aún se desconoce alguna de sus características esenciales, aunque se conocen muchos factores de riesgo que favorecen su desarrollo. Por otro lado, no se tienen datos precisos acerca de las características de los pacientes que tienen más riesgo de presentar un nuevo episodio aterotrombótico. Con el objetivo de paliar estas deficiencias se puso en marcha el registro REACH (REduction of Atherothrombosis for Continued Health). Los resultados del estudio REACH confirman la necesidad de entender la aterotrombosis como una enfermedad global y no individualizarla según el lecho vascular afectado. Desde el punto de vista del internista, los aspectos más interesantes que hay que reflejar son: reclamar un abordaje multidisciplinario de la enfermedad, con el concurso de varias especialidades médicas y quirúrgicas; por su carácter integrador el internista debe ser pieza fundamental en este equipo; la solución a esta pandemia de mortalidad cardiovascular no la tiene únicamente el personal sanitario, sino que deben implicarse tanto las administraciones públicas como la sociedad civil.
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