Determinar el impacto emocional de la proximidad al trauma y la muerte en enfermeras de urgencias y de UCI mediante las prevalencias de fatiga de compasión (burnout y estrés traumático secundario) y ansiedad. Analizar su relación con variables de tipo sociodemográfico, formativas, laborales y psicológicas.
MétodoEstudio descriptivo, transversal y multicéntrico. Se utilizaron las escalas validadas ProQOL v.IV y STAI y un cuestionario ad-hoc con las variables del segundo objetivo, en 710 enfermeras de nueve hospitales de alta complejidad de Cataluña (España).
ResultadosEn ambas unidades, la proporción de profesionales afectados en alto grado de burnout fue superior al 20%, al 30% en estrés traumático secundario y al 12% en ansiedad. Cada subescala se asoció con la intención de abandonar la unidad y la profesión. El 97% de participantes manifestaron que era necesario recibir formación en gestión emocional.
ConclusionesLas prevalencias de burnout y de estrés traumático secundario fueron superiores en nuestro estudio respecto a la literatura de referencia en las enfermeras de urgencias y en las de UCI. La prevalencia de cada constructo se relacionó individualmente con el deseo de abandono de las enfermeras de sus unidades y de su profesión. Este hecho, junto al deseo de recibir formación de los participantes, expone la necesidad de establecer planes formativos, así como medidas institucionales de prevención y apoyo para la fatiga por compasión.
To determine the emotional impact of permanent proximity to trauma and death in the Emergency and ICU's nurses establishing prevalence of Compassionate Fatigue (burnout and secondary traumatic stress) and anxiety. Analyze its relationship with sociodemographic, training, workplace and psychological variables.
MethodsDescriptive, cross-sectional and multicentre study. The validated ProQOL v.IV and STAI scales and an ad-hoc questionnaire with the variables of the second objective were used in 710 nurses from nine highly complex hospitals in Catalonia (Spain).
ResultsIn both units, the prevalence of professionals affected with high scores of burnout was higher than 20%, on secondary traumatic stress was 30%, and 12% on anxiety. Each subscale was significantly associated with the intention to leave units and the career. 97% of participants stated that they needed to be trained in emotional management.
ConclusionThe prevalence of burnout and secondary traumatic stress were higher in our study than those offered in the reference literature in emergency and ICU nurses. The prevalence of each construct was individually related to the desire to leave work units and career. This fact, together with the participants’ desire to be better trained in emotional management exposes the need to establish educational plans, as well as institutional measures to prevent and support nurses for Compassion Fatigue.
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La compasión es una cualidad enfermera que está estrechamente relacionada con la habilidad de las enfermeras para establecer una relación terapéutica relevante con sus pacientes.
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Este vínculo emocional y compasivo está relacionado en la literatura con un cuidado holístico y de calidad, pero a su vez, la proximidad permanente al trauma del paciente convierte a las enfermeras en emocionalmente vulnerables.
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La fatiga por compasión implica la afectación física y psicológica de la enfermera, con consecuencias en su vida personal y profesional, disminuyendo su compromiso y aumentando el deseo de abandono.
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Ningún estudio previo en España ha analizado la fatiga por compasión en enfermeras de unidades altamente demandantes, como urgencias y UCI.
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La fatiga por compasión está presente y afecta significativamente a las enfermeras de estas unidades, independientemente de sus características personales, educativas o profesionales.
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Prácticamente la totalidad de participantes percibieron la necesidad de recibir capacitación específica en el manejo emocional.
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La alta prevalencia de la fatiga por compasión y de la ansiedad compromete la salud de las enfermeras, la calidad asistencial, el aumento de costos y está relacionada con su deseo de dejar su unidad y su profesión. Esto expone su riesgo y la necesidad de establecer políticas institucionales.
La escasez presente y futura de enfermeras representa un reto global de tal magnitud, que su bienestar, su reconocimiento y su dignificación han sido establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una prioridad y un desafío a nivel mundial1.
La enfermería se orienta al cuidado de todas las dimensiones del ser humano2, al bienestar social global y al fomento de la salud individual mediante el establecimiento del vínculo enfermera-paciente3. Este vínculo empático permite responder con solvencia a las expectativas generadas en torno a su competencia y práctica ética y se relaciona con los resultados terapéuticos positivos y con la satisfacción tanto de pacientes como de profesionales4. La compasión, definida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro sumándole a la voluntad de prestarle ayuda5, se sitúa actualmente en el centro de las políticas mundiales de atención6, exponiendo un aumento de la burocratización en detrimento de la ética. La importancia de este constructo queda reflejada mediante su aparición en los códigos deontológicos enfermeros7. Pero el compromiso con los procesos de enfermedad, muerte y acompañamiento del estado emocional de los pacientes implica para la enfermera el contagio permanente de emociones negativas. De esta forma, esta proximidad, inherente a su desarrollo profesional, la expone también a su propia vulnerabilidad8,9.
La fatiga por compasión (FC) es un tipo de estrés resultado de la exposición emocional permanente al trauma y la muerte de los pacientes. La FC, según Figley9, es «el coste de cuidar», y se produce en ausencia de los mecanismos necesarios para identificar y gestionar el residuo emocional de este contacto. Este concepto, acuñado inicialmente por Joinson10 para referirse a una forma de burnout que afectaba a enfermeras, estableció este matiz diferencial consistente en discriminar la presión que cualquier entorno laboral puede ejercer en forma de cargas excesivas, sobreexigencia o falta de reconocimiento, definitorios del burnout, contraponiéndolo a la afectación emocional derivada del contacto con el trauma. Este aspecto, denominado por algunos autores como estrés traumático secundario (ETS), podría presentarse ligado al burnout11. Ambos constructos conformarían la FC12, y podrían presentarse asociados a la ansiedad en enfermeras13.
Aunque la FC y la ansiedad pueden presentarse en cualquier entorno donde una enfermera preste atención compasiva, y afectar negativamente a su salud física y mental, su compromiso con pacientes e instituciones y la calidad de su cuidado14, existen unidades altamente demandantes que, por sus características, pueden considerarse de mayor riesgo.
La exposición al trauma, a violencia y a muertes inesperadas en urgencias15, así como la alta complejidad, tecnificación y atención a pacientes con enfermedades incapacitantes y potencialmente mortales en unidades de cuidados intensivos (UCI)16, son aspectos poco valorados que incrementan la presión sobre los profesionales y se han relacionado con la FC en enfermeras17.
En estas unidades, el sistema exige a la enfermera asumir un creciente número de pacientes con necesidad de atención urgente, alta complejidad técnica, incremento de funciones delegadas, número de registros o tareas administrativas, y con todo ello crece también el desafío que le supone equilibrar intereses competitivos y polarizados: cumplir la ratio y el manejo técnico o la atención humana de calidad. En estos entornos, el foco de la enfermera oscila entre el bienestar del paciente, la correcta función de las máquinas y las expectativas de mandos, equipos y familias, devaluando su reflexión y su pensamiento crítico3.
La FC se presenta actualmente como un importante foco de estudio a nivel mundial en enfermeras de urgencias en América18, Asia19 o Europa18. A su vez, la UCI es una de las más estudiadas, ofreciendo revisiones sistemáticas20, datos de enfermeras estadounidenses21, asiáticas22 o australianas23. Destaca la escasez de estudios relacionados con la FC en enfermeras españolas, y su ausencia hasta la fecha en enfermeras de urgencias y de cuidado crítico.
La FC y la ansiedad en las enfermeras se relacionan fuertemente con la intención de los profesionales de abandonar su profesión24. Según el National Health Care Retention & RN Staffing Report de 201925, en Estados Unidos este perfil de enfermeras registradas es el que presenta un mayor índice de abandono. No se ha encontrado evidencia en nuestro entorno respecto al grado de FC y de ansiedad que presentan las enfermeras en unidades altamente demandantes, respecto a la importancia que estos profesionales refieren acerca de recibir formación de afrontamiento, ni su posible relación con su intención de permanecer o dejar sus puestos de trabajo.
Por todo lo descrito, el objetivo de este estudio fue cuantificar las prevalencias de FC (burnout/ETS) y de ansiedad en las enfermeras de urgencias y de UCI, y estudiar su relación con variables sociodemográficas, formativas, laborales y psicológicas.
MétodosTipo de estudioEstudio descriptivo, transversal y multicéntrico realizado en nueve hospitales de Cataluña entre 2015 y 2017.
Cálculo muestralSegún estudios previos26, el 25% de profesionales enfermeros manifestaron alto riesgo de FC, con un riesgo alfa del 5% y una precisión deseada en los resultados de ±5%. Para obtener este nivel de precisión se estableció el número mínimo de la muestra necesaria en 289 enfermeros/as en cada unidad.
Participantes y recolección de datosSe incluyeron las enfermeras de las unidades de urgencias y de UCI de nueve hospitales de Cataluña con vinculación a las unidades estudiadas en sus cuatro turnos de trabajo. Se excluyeron los profesionales en formación y los no presentes.
Se seleccionaron los centros por conveniencia, atendiendo a criterios de uniformidad. La participación de los profesionales fue voluntaria y anónima. Se contó con todos los permisos de los comités éticos de investigación clínica y el consentimiento informado de cada participante.
Posteriormente al pilotaje en urgencias (n=47 enfermeras), se asignó un referente en cada centro, quien participó en las reuniones informativas en cada unidad y turno respecto a los objetivos del estudio. Se realizaron recordatorios hasta informar a un mínimo del 85% de los profesionales incluidos.
El número de participantes fue n=710 (UCI n=396; urgencias n=314), superando el número mínimo, establecido en 289 participantes/unidad.
InstrumentosCada participante recibió una copia en papel de las escalas Professional Quality of Life v.IV (ProQOL)12 y State-Trait Anxiety Inventory (STAI)27 junto a un cuestionario de datos personales, elaborado ad hoc, y un consentimiento informado, con un recordatorio del anonimato, la voluntariedad de la participación y el cumplimiento de la ley de confidencialidad.
La versión española de la escala ProQOL determina los aspectos positivos y negativos de la calidad de vida de los profesionales en relación con su trabajo. Su sistema de valoración es en formato Likert, donde 1 significa «nunca» y 5, «muy frecuentemente». Está compuesta por 30 ítems en total, con 10 ítems para cada una de sus tres dimensiones: 1)satisfacción por compasión (α=0,87); 2)burnout (α=0,72), y 3)estrés traumático secundario (ETS) (α=0,80). El cuestionario permite categorizar las puntuaciones en niveles alto, medio y bajo, ofreciendo además puntuaciones medias de comparación.
La escala de ansiedad STAI comprende dos dimensiones: 1)ansiedad rasgo: inherente al carácter, condición más estable (α=0,85), y 2)ansiedad estado: influida por la situación, momentánea, transitoria (α=0,92). Consta de 40 ítems divididos en sus dos subescalas: estado y rasgo, con respuestas en formato Likert de 0 a 3. La puntuación global se obtiene con el sumatorio de cada subescala, y oscila entre 0 (grado mínimo) y 60 (grado máximo de ansiedad).
Se calcularon para las dos escalas los grados de afectación bajo, moderado y alto, según los puntos de corte determinados por los autores para cada escala. Para la escala STAI se calcularon, además, las medias para la escala de ansiedad, con el fin de cuantificar la diferencia entre ellas y determinar el grado de ansiedad provocado por el puesto de trabajo.
El cuestionario ad hoc recogió variables sociodemográficas, formativas, laborales y psicológicas utilizadas en la regresión logística, según constan en la tabla 1.
Características sociodemográficas, formativas, laborales y personales de los profesionales según ámbito de trabajo
| Variable | Urgencias | UCI | ||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| n | % | ? | DE | n | % | ? | DE | |
| Edad | 306 | 37,0 | 10,0 | 392 | 38,3 | 9,7 | ||
| Sexo | 314 | 395 | ||||||
| Hombre | 51 | 16,2 | 60 | 15,2 | ||||
| Mujer | 263 | 83,8 | 335 | 84,8 | ||||
| Personas a cargo | 310 | 294 | ||||||
| Sí | 148 | 47,7 | 203 | 51,5 | ||||
| No | 162 | 52,3 | 191 | 48,5 | ||||
| Turno de trabajo | 313 | 395 | ||||||
| Mañana | 47 | 15,0 | 80 | 20,3 | ||||
| Tarde | 73 | 23,3 | 84 | 21,3 | ||||
| Noche | 119 | 38,0 | 165 | 41,8 | ||||
| Rotativo | 74 | 23,6 | 66 | 16,7 | ||||
| Formación especializada | 313 | 389 | ||||||
| Sí | 67 | 21,4 | 88 | 22,6 | ||||
| No | 246 | 78,6 | 301 | 77,4 | ||||
| Años de profesión | 309 | 13,5 | 9,6 | 393 | 15,2 | 9,6 | ||
| Años en unidad | 307 | 9,2 | 7,8 | 389 | 11,0 | 8,4 | ||
| Tiempo de dedicación | 309 | 393 | ||||||
| <20 h/semana | 33 | 10,7 | 23 | 5,9 | ||||
| 20-40h/semana | 240 | 77,7 | 327 | 83,2 | ||||
| >40 h/semana | 36 | 11,6 | 43 | 10,9 | ||||
| Formación previa GE | 313 | 394 | ||||||
| Sí | 115 | 36,7 | 124 | 31,5 | ||||
| No | 198 | 63,3 | 270 | 68,5 | ||||
| Necesidad percibida de recibir formación GE | 313 | 395 | ||||||
| Sí | 304 | 97,1 | 385 | 97,5 | ||||
| No | 9 | 2,9 | 10 | 2,5 | ||||
| Cambio de servicio | 311 | 393 | ||||||
| Sí | 163 | 52,4 | 211 | 53,7 | ||||
| No | 148 | 47,6 | 182 | 46,3 | ||||
| Cambio de profesión | 300 | 381 | ||||||
| Sí | 83 | 27,7 | 110 | 28,9 | ||||
| No | 217 | 72,3 | 271 | 71,1 | ||||
| Reelección de profesión | 306 | 387 | ||||||
| Sí | 233 | 76,1 | 288 | 74,4 | ||||
| No | 73 | 23,9 | 99 | 25,6 | ||||
DE: desviación estándar; GE: gestión emocional.
Las variables cualitativas se presentaron como porcentajes y las cuantitativas como medias (±desviación estándar [DE]). Utilizamos la prevalencia y los intervalos de confianza (IC) del 95% como medida de frecuencia. Analizamos asociaciones entre variables a través de regresión logística binaria y expresamos las estimaciones como odds ratio ajustadas e IC del 95%, significación p<0,05. Los análisis estadísticos se realizaron con SPSS™ v.20.
ResultadosLos participantes finales fueron n=306 para urgencias y n=392 para cuidados intensivos, superando en ambos casos los 289 del cálculo muestral como número mínimo deseable.
El perfil de los participantes de ambas unidades se mostró muy uniforme en todos los tipos de variable (tabla 1), siendo mayormente mujeres, con una media de edad y años en la profesión parecidos. Un número mayor de enfermeras de urgencias (36,7%) manifestaron haber recibido formación en gestión emocional respecto a las de UCI (31,5%), y en ambos casos manifestaron la necesidad de formarse en este sentido en más del 97%. Un número superior al 50% se habían planteado cambiar de servicio y superior al 25% en dejar la profesión, en ambas unidades.
Las diferentes dimensiones de la escala ProQOL (tabla 2) mostraron unas prevalencias parecidas en sus tres dominios y distribuciones por grados de afectación. La satisfacción de los profesionales agrupó a más de la mitad de los profesionales en su franja media en ambas unidades, y un mayor número de profesionales de críticos de UCI mostraron una alta afectación en burnout y en ETS. Por contra, tanto la ansiedad estado como la ansiedad rasgo fueron más altas en los profesionales de urgencias.
Prevalencias por ámbito: escalas ProQOL y STAI. Grado de afectación de los profesionales por subescalas
| Variable | Urgencias | UCI | ||||
|---|---|---|---|---|---|---|
| n | Prevalencia (%) | IC 95% | n | Prevalencia (%) | IC 95% | |
| Escala ProQOL | ||||||
| Subescala Satisfacción | 314 | 396 | ||||
| Baja | 66 | 21 | 18,79-23,21 | 72 | 18,2 | 16,10-20,30 |
| Media | 174 | 55,4 | 52,70-58,10 | 223 | 56,3 | 53,61-59,88 |
| Alta | 74 | 23,6 | 21,29-25,91 | 101 | 25,5 | 23,13-27,87 |
| Subescala Burnout | 314 | 396 | ||||
| Baja | 51 | 16,2 | 14,20-18,20 | 53 | 13,4 | 11,55-12,25 |
| Media | 198 | 63,1 | 60,48-65,72 | 254 | 64,1 | 61,49-66,71 |
| Alta | 65 | 20,7 | 18,50-22,90 | 89 | 22,5 | 20,23-24,77 |
| Subescala ETS | 314 | 396 | ||||
| Baja | 42 | 13,4 | 11,55-15,25 | 46 | 11,6 | 9,86-13,34 |
| Media | 167 | 53,2 | 50,49-55,91 | 192 | 48,5 | 45,79-51,21 |
| Alta | 105 | 33,4 | 30,84-35,96 | 158 | 39,9 | 37,24-42,56 |
| n | Prevalencia (%) | IC 95% | n | Prevalencia (%) | IC 95% | ||
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Escala STAI | |||||||
| Subescala Ansiedad Rasgo | 311 | 392 | |||||
| Baja | 159 | 51,1 | 48,38-53,82 | 194 | 49,5 | 46,78-52,22 | |
| Media | 115 | 37,0 | 34,38-39,62 | 174 | 44,4 | 41,70-47,10 | |
| Alta | 37 | 11,9 | 10,14-13,66 | 24 | 6,1 | 4,80-7,40 | |
| Subescala Ansiedad Estado | 310 | 395 | |||||
| Baja | 121 | 39 | 36,35-41,65 | 161 | 40,8 | 38,13-43,47 | |
| Media | 133 | 42,9 | 40,21-45,59 | 183 | 46,3 | 43,59-49,01 | |
| Alta | 56 | 18,1 | 16,01-20,19 | 51 | 12,9 | 11,08-14,72 | |
IC: intervalo de confianza.
Con posterioridad a una regresión logística univariante, para definir la importancia de las covariables significativamente asociadas a las subescalas se realizó una regresión logística múltiple a partir de las asociaciones resultantes. El análisis multivariable fue definido con un nivel de confianza del 95% con la odds ratio ajustada como medida de asociación, siendo la variable a estudio presentar o no presentar satisfacción, burnout, ETS o ansiedad.
Ninguna de las dos unidades mostraron globalmente asociación cuando se ajustó la odds ratio entre burnout, ETS o ansiedad y las variables sociodemográficas, formativas o laborales expuestas en la tabla 1.
Las variables que se mantuvieron asociadas con la escala ProQOL se presentan en la tabla 3, y las que se mantuvieron asociadas con la escala STAI, en la tabla 4.
Variables asociadas con la escala ProQOL v.IV, regresión logística
| Escala ProQOL v.IV | ||||||
|---|---|---|---|---|---|---|
| Satisfacción | ORa (IC 95%) | Burnout | ORa (IC 95%) | ETS | ORa (IC 95%) | |
| Variable | Urgencias | UCI | Urgencias | UCI | Urgencias | UCI |
| Turno de trabajo | ||||||
| Mañana | 1 | 1 | ||||
| Tarde | 0,9 (0,3-2,3) | 0,64 (0,26-1,55) | ||||
| Noche | 1,0 (0,4-2,4) | 0,96 (0,46-2,05) | ||||
| Rotativo | 0.5 (0.5-0.6) | 0.53 (0.49-0.61) | ||||
| Tiempo de dedicación | ||||||
| <20 h/semana | 1 | |||||
| 20-40 h/semana | 6,5 (1,8-23,8) | |||||
| >40 h/semana | 3,8 (1,2-11,5) | |||||
| Formación previa GE (No) | 0,30 (0,14-0,65) | |||||
| Necesidad percibida (Sí) | 0,15 (0,03 0,78) | |||||
| Haberse planteado | ||||||
| cambiar de unidad (Sí) | 1,94 (1,15-3,28) | |||||
| Haberse planteado | ||||||
| cambiar de profesión (Sí) | 2,8 (1,4-5,3) | 2,8 (1,6-4,8) | ||||
| Haberse planteado | ||||||
| reelección profesión (Sí) | 0,1 (0,0-0,2) | 0,3 (0,2-0,7) | 0,56 (0,32-0,95) | 0,54 (0,34-0,86) | ||
ETS: estrés traumático secundario; GE: gestión emocional; ORa: odds ratio ajustada.
Variables asociadas con la escala STAI, regresión logística
| Escala STAI | ||||
|---|---|---|---|---|
| Ansiedad Rasgo | ORa (IC 95%) | Ansiedad Estado | ORa (IC 95%) | |
| Variable | Urgencias | UCI | Urgencias | UCI |
| Tiempo de dedicación | ||||
| <20 h/semana | 1 | |||
| 20-40 h/semana | 6,9 (1,4-33,4) | |||
| >40 h/semana | 0,6 (0,1-2,6) | |||
| Haberse planteado cambiar de profesión (Sí) | 3,1 (1,3-7,5) | 4,79 (1,95-11,78) | ||
| Haberse planteado reelección profesión (Sí) | 0,3 (0,1-0,8) | 0,1 (0,0-0,3) | 0,39 (0,18-0,83) | |
ORa: odds ratio ajustada.
Ambos componentes de la FC (burnout y ETS) son altamente prevalentes en nuestra muestra, coincidiendo con la visión de Mooney et al.28 respecto a las FC en enfermeras de unidades altamente demandantes. Estas prevalencias aparecen conjuntamente y en equivalente proporción en urgencias y en UCI en ambas dimensiones de nuestros resultados, reforzando la interrelación que la literatura propone entre ambos constructos29 y la ansiedad30, cuando las enfermeras se encuentran permanentemente expuestas a situaciones emocionalmente exigentes. Milligan y Almomani31 se plantean si en estas áreas la evolución de la enfermería no se dirige hacia un modelo centrado en el control de costes y eficiencia, alejándose del cuidado compasivo derivado de la FC y de la ansiedad en los profesionales.
De manera muy parecida, los profesionales de urgencias y de UCI se agruparon, en más del 80% de sus participantes, en franjas de afectación media y alta, tanto para burnout como para ETS. En ambas unidades la proporción de profesionales afectados en alto grado de burnout fue superior al 20%, y al 30% en ETS. Los resultados, considerados de forma global, son ligeramente peores en la UCI, y la subescala de ETS presenta un mayor grado de afectación en estos profesionales de cuidados críticos.
En el ámbito de urgencias, los resultados son comparativamente peores que los ofrecidos por un estudio multicéntrico en enfermeras estadounidenses32 y chinas19, incluso considerando la situación de pandemia de estas últimas, y muy parecidos a las enfermeras portuguesas18. En la UCI, nuestros resultados serían comparables a las enfermeras de intensivos australianas23 y peores a las jordanas22, lo que sitúa a las enfermeras de nuestro entorno en un grave riesgo.
Las prevalencias de ansiedad estado, la que refleja la ansiedad en el momento de la valoración y, por tanto, durante el turno laboral, agrupó a una proporción aproximada al 60% en las franjas media y alta en ambas unidades. Más del 12% de los participantes se distribuyeron en la franja de alto grado. Aunque los resultados de FC resultaran peores que los de ansiedad, y no se hayan hallado estudios de referencia, esta estratificación no puede considerarse favorable.
Aunque no se pudo establecer relación entre los grados de afectación de los diferentes trastornos y variables sociodemográficas, personales, formativas o laborales y la FC y la ansiedad, como sí lo hicieron en otros estudios variables como el sexo21 o la edad33,34, la uniformidad de la afectación de los profesionales de FC podría corresponder a las características especialmente exigentes de algunas unidades especiales, de acuerdo con Andriani et al.35, y con nuestra hipótesis.
El hallazgo más relevante del estudio se encontró en la estrecha relación entre las prevalencias de burnout, ETS y ansiedad y la intención de abandono, ya sea de la unidad de trabajo o de la profesión, en línea con otros autores24,36. Aunque aproximadamente un tercio de los participantes habían recibido formación en gestión emocional, y que más del 97% de ellos, tanto en urgencias como en la UCI, manifestaron importante recibirla, esta capacitación especializada para el cuidado en situaciones emocionalmente complejas no apareció como un factor protector, a diferencia de otros estudios29,37.
Aunque no se han encontrado intervenciones específicamente diseñadas para la FC y la ansiedad en nuestro entorno, existen medidas efectivas que brindan recursos y habilidades para promover la resiliencia24,38. El alto riesgo, junto al deseo de los profesionales de recibir formación en gestión emocional, expone la necesidad de establecer planes formativos, así como medidas institucionales de prevención y de apoyo para la FC. Este punto es clínica y socialmente relevante, ya que, independientemente de las diferencias entre culturas, entornos u otros factores, el deseo de abandono aparece como una constante de carácter internacional.
En cuanto a las limitaciones, mencionar que los estudios transversales no permiten la valoración de la temporalidad, y, por tanto, el establecimiento de causa-efecto. La validez externa podría limitarse a los profesionales de los centros de un perfil semejante, lo cual se intentó reducir con un tamaño muestral elevado. El control de los factores confusores que podrían influir en los resultados se minimizó con el análisis de los datos mediante regresión logística.
Considerando que no existen grandes diferencias entre las dos unidades estudiadas, y estimándolas en conjunto, podemos concluir que las prevalencias de las escalas que exponen emocionalmente a los profesionales de forma negativa son notables en todas sus dimensiones. La falta de relación entre estas prevalencias y la mayoría de variables implica la ausencia de un perfil determinado, siendo la unidad de trabajo el factor más relevante. Dada la ausencia de datos en nuestro entorno, es clave el establecimiento de acciones educativas, preventivas y de soporte orientadas a paliar los efectos negativos en los profesionales y en la calidad de su atención. El abandonamiento se plantea como un importante reto de futuro.
ConclusionesLas enfermeras de emergencias y de cuidados críticos muestran un alto riesgo de FC y de ansiedad, lo que las expone física y psicológicamente en relación con su trabajo.
El alto burnout, el ETS y la ansiedad están directamente relacionados con el deseo de abandono de las enfermeras en unidades altamente demandantes, aunque la ausencia de relación con características sociodemográficas, educativas o laborales hace difícil establecer un perfil de mayor riesgo. Este hecho sitúa a la profesión y las características de las unidades como el factor que más las expone a la FC.
Tomados en conjunto nuestros hallazgos y ligados a la demanda de los profesionales de ser formados en gestión emocional, destaca la necesidad de profundizar en los factores individuales y ambientales asociados a la FC. Su identificación debería guiar a las instituciones en el diseño y la implementación de políticas adecuadas de prevención, de capacitación y de apoyo.
FinanciaciónEl presente estudio ha sido parcialmente financiado por el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona, dentro del marco de las subvenciones para proyectos de investigación (PR-2117/15).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses en relación con el presente estudio.
Agradecemos a todas y cada una de las enfermeras participantes su disposición, su proximidad y su interés.








