Buscar en
Endocrinología y Nutrición
Toda la web
Inicio Endocrinología y Nutrición Diabetes mellitus y lipemia posprandial
Información de la revista
Vol. 47. Núm. 10.
Páginas 311-321 (Diciembre 2000)
Compartir
Compartir
Más opciones de artículo
Vol. 47. Núm. 10.
Páginas 311-321 (Diciembre 2000)
Acceso a texto completo
Diabetes mellitus y lipemia posprandial
Diabetes mellitus and postprandial lipemia
Visitas
12043
AM. WÄGNER FAHLINa, JL. SÁNCHEZ QUESADAb, A. PÉREZ PÉREZa
a Endocrinología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universitat Autònoma de Barcelona.
b Nutrición y Bioquímica. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universitat Autònoma de Barcelona.
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Estadísticas
La diabetes mellitus se asocia con un incremento de enfermedad cardiovascular no justificado por los factores de riesgo clásicos. Las alteraciones lipídicas que caracterizan a la diabetes, moderadas en ayunas se intensifican en situación posprandial. Aunque la elevada producción hepática de VLDL y la actividad reducida de la LPL parecen desempeñar un papel importante en la génesis de la dislipemia diabética, aún faltan estudios que confirmen que aquéllas no son secundarias a otras alteraciones en la lipólisis o en el transporte reverso de colesterol. Tanto la acumulación de lipoproteínas ricas en triglicéridos (LRT) como el aumento del número de partículas (con predominio de las pequeñas y densas) que caracterizan a estos pacientes, se asocian a enfermedad cardiovascular, y podrían en parte explicar el exceso de riesgo de esta población. El tratamiento de la diabetes, ya sea utilizando medidas higiénico-dietéticas o fármacos antihiperglucemiantes, reduce las alteraciones descritas y, por tanto, podría contribuir a disminuir este riesgo.
Palabras clave:
Dislipemia
Diabetes mellitus
Resistencia a la insulina
cHDL
cLDL
Triglicéridos
Diabetes mellitus is associated with an increased cardiovascular risk which is not completely explained by classical risk factors. The dyslipidaemic disorders typical of type 2 diabetes are moderate in the fasting state, but enhanced postprandially. Although increased hepatic VLDL production and decreased lipoproteinlipase activity seem to play a role in the genesis of diabetic dyslipidaemia, evidence is still lacking to prove that the former are not secondary to other disorders in lipolysis or reverse cholesterol transport. Both the increase in triglyceride rich lipoproteins and in the number of particles, which are predominantly small and dense, found in these patients, are associated with an increased cardiovascular risk, and could partially explain the excess risk of this population. Treating diabetes, whether with life-style modifications or glucose-lowering drugs is associated with a reduction in these disorders and may thus help reduce their cardiovascular risk.
Keywords:
Dyslipemia
Diabetes mellitus
Insuline resistance
cHDL
cLDL
Triglycerides
Texto completo

La relación directa entre el colesterol total y el colesterol vehiculado por las lipoproteínas de baja densidad (cLDL) y el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, y la relación inversa de ésta con la concentración de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (cHDL) están plenamente aceptadas1-4. Sin embargo, el papel de los triglicéridos como factor de riesgo independiente es objeto de una mayor discusión. Aunque Zilvermit en 1979 ya sugería la aterogenicidad de los quilomicrones5 y existen entidades clínicas que cursan con hipertrigliceridemia y que conllevan un riesgo cardiovascular incrementado6-8, el papel de los triglicéridos en el desarrollo y progresión de la arteriosclerosis resulta más controvertido. No obstante, estudios epidemiológicos recientes como el de Copenhague9 y el PROCAM4, refieren que los triglicéridos son predictores independientes de enfermedad cardiovascular. Asimismo, un metaanálisis de 17 estudios prospectivos10 estima que, tras corregir por la concentración de cHDL, por cada aumento de 1 mmol/l (88 mg/dl) en la concentración plasmática de triglicéridos, existe un incremento del riesgo cardiovascular del 14% en varones y del 37% en mujeres. Por otro lado, aunque no existen estudios de intervención dirigidos específicamente a pacientes con hipertrigliceridemia, aquellos en los que existe descenso de los triglicéridos han demostrado una disminución del riesgo de enfermedad coronaria11-13, de mortalidad14 y de progresión angiográfica de las estenosis vasculares15,16. No obstante, en la mayor parte de estos estudios existen otros cambios lipídicos asociados a la disminución de triglicéridos, como el descenso del cLDL o el aumento del cHDL, que dificultan la interpretación de los resultados.

Otro problema adicional para definir el papel de los triglicéridos en el desarrollo de la aterosclerosis es la gran heterogeneidad de las alteraciones del metabolismo lipoproteico, y que las lipoproteínas ricas en triglicéridos (LRT) no son todas igualmente aterogénicas. La progresión de la aterosclerosis coronaria17-20 y carotídea21 es mayor en presencia de concentraciones altas de remanentes de LRT, deplecionados de triglicéridos, fosfolípidos y apolipoproteínas C y ricos en ésteres de colesterol y apoE, mientras que las partículas de mayor tamaño, ricas en triglicéridos, son menos aterogénicas. La identificación de esta subpoblación de partículas puede ser de utilidad en el futuro para evaluar el riesgo cardiovascular. Recientemente, el desarrollo de un método por cromatografía de inmunoafinidad con un gel anti-apoA1 y un anticuerpo monoclonal frente a apoB100 que no reconoce las partículas ricas en apoE ha permitido separar los remanentes de LRT (los de origen exógeno y endógeno conjuntamente)22, y demostrar una asociación entre la concentración de colesterol de remanentes y disfunción endotelial coronaria23, infarto de miocardio24,25, muerte súbita26, reestenosis coronaria tras angioplastia27 y nuevos episodios coronarios en pacientes con cardiopatía isquémica previa28.

Finalmente, los lípidos y las lipoproteínas plasmáticas se determinan generalmente en situación de ayuno, y las recomendaciones terapéuticas se basan en estas mediciones. Sin embargo, el metabolismo de las LRT es predominante posprandial, período que dura unas 8 h tras cada ingesta principal y situación, por tanto, en la que nos encontramos aproximadamente el 80-90% del día. La lipemia posprandial permite identificar alteraciones en el metabolismo lipídico que no se manifiestan en ayunas, y que se asocian con la presencia o con el desarrollo de enfermedad aterosclerótica.

LIPEMIA POSPRANDIAL

Las concentraciones máximas y tardías de triglicéridos posprandiales, y las concentraciones de retinil-palmitato, marcadores de LRT de origen exógeno, se han asociado a enfermedad coronaria en multitud de estudios de casos y controles29-35, así como en un estudio longitudinal36. Además, las concentraciones de triglicéridos posprandiales se asocian con el grado de aterosclerosis carotídea evaluada por ultrasonidos37-41.

Tras su absorción intestinal, los triglicéridos de origen exógeno son transportados por la sangre en forma de quilomicrones. Éstos son degradados por la lipoproteinlipasa (LPL) endotelial, por la que compiten con las partículas de VLDL42,43 (fig. 1); sin embargo, esta enzima presenta mayor afinidad por los quilomicrones, lo que ocasiona una acumulación posprandial de VLDL1 grandes, pero no de VLDL2 más pequeñas derivadas de las anteriores43,44. La explicación de este fenómeno podría radicar en un mayor enriquecimiento en apoCIII (inhibidora de la LPL) de las VLDL que de los quilomicrones42.

El pico de triglicéridos posprandiales suele presentarse a las 3-4 h de la ingesta en sujetos normolipémicos, y a las 8 h45 se suele alcanzar la situación basal aunque dependiendo de la magnitud de la ingesta grasa, y de la existencia de diversas alteraciones, la lipemia posprandial puede prolongarse más. El 80% de las partículas ricas en triglicéridos son las VLDL44. No obstante, las partículas de quilomicrones y sus remanentes, aunque menores en número, transportan la mayor parte de los triglicéridos posprandiales46. Por otra parte, el aumento de los triglicéridos posprandiales se acompaña de cambios en la composición de las diferentes partículas lipoproteicas42, que determinan su destino metabólico.

Métodos para la cuantificación de la lipemia posprandial

La lipemia posprandial se cuantifica mediante la magnitud del pico o del área bajo la curva (ABC) de triglicéridos o de LRT de origen endógeno o exógeno, tras una comida de prueba de contenido lipídico conocido. La determinación de triglicéridos en situación posprandial es indicativa del incremento total de las LRT, tanto de origen endógeno como exógeno, sin diferenciar entre ellas. La medición de ésteres de retinol (en especial el retinil-palmitato) tras una sobrecarga oral de vitamina A47-49 administrada junto con la comida de prueba se utiliza para cuantificar las lipoproteínas ricas en triglicéridos de origen exógeno, es decir, los quilomicrones y sus remanentes. Para ello se asumen los siguientes hechos: a) la incorporación del retinil-palmitato a los quilomicrones secretados por el enterocito50; b) que la hidrólisis intravascular51 y la captación extrahepática50,52 de retinil-palmitato son despreciables; c) su escasa transferencia a otras lipoproteínas47,51,53,54; d) la ausencia de "resecreción" de retinil-palmitato por el hígado50,52,56,57, y e) la ausencia de concentraciones plasmáticas de fondo de retinil-palmitato en ayunas51. La cuantificación por HPLC de retinil-palmitato en plasma total o en cada una de las fracciones lipoproteicas ha sido la forma más utilizada de determinación de LRT intestinales. Un interés similar ha tenido la determinación de *-tocoferol tras la ingesta de vitamina E58,59. No obstante, como se describe posteriormente, ambas sustancias tienen sus inconvenientes como marcadores de los quilomicrones y sus remanentes.

A diferencia de la apolipoproteína B100 (apoB100), que es de origen fundamentalmente hepático, y forma parte estructural de las VLDL, IDL y LDL, la apoB 48 es una forma truncada de la anterior. Está constituida por el 48% (extremo aminoterminal) de los aminoácidos de la apoB100, es sintetizada por el intestino y se mantiene en las LRT de origen intestinal sin aparente intercambio con otras lipoproteínas60-62. Sin embargo, la utilización de la apoB-48 como marcador de lipoproteínas exógenas ha sido obstaculizada por la dificultad de cuantificarla, dado su parecido con la apoB100 y su baja concentración plasmática. La electroforesis sobre gel de poliacrilamida ha sido la técnica más utilizada desde que se inició en 198060 y fue posteriormente adoptada y modificada por diversos autores44,63-66. La utilización de anticuerpos con afinidad cromatográfica por la apoB100, sin reactividad cruzada por la apoB48, ha permitido medir las LRT exógenas mediante HPLC24,67, y la reciente obtención de anticuerpos monoclonales frente a apoB-4868 permitirá la diferenciación de LRT según su origen por ELISA.

Uno de los problemas actuales para la cuantificación de las LRT de origen exógeno es que los resultados que se obtienen con los marcadores anteriormente mencionados no son superponibles. Así, el pico de ésteres de retinol suele aparecer retrasado (0-2 h) respecto al obtenido con la cuantificación de los triglicéridos y de la apoB 48, y la cinética de esta última es similar a la de los triglicéridos45. Esto sugiere que existe una producción o aclaramiento distinto de ambos marcadores. Los resultados de Lemieux, que estudió el aclaramiento del retinil-palmitato y de la apoB48 tras estimular la lipólisis mediante heparina en el período posprandial, sugiere que la LPL tiene predilección por las LRT de origen exógeno más antiguas69, lo que explicaría la mayor permanencia en plasma de los ésteres de retinol, marcadores de quilomicrones más recientes. Al contrario de lo que indican los hallazgos de Lemieux, otros autores refieren que hasta un 25% de los ésteres de retinol pueden encontrarse en las LRT con apoB100 (VLDL o sus remanentes)46. Se sugiere una transferencia de ésteres de retinol a otras lipoproteínas con apoB100 a partir de la tercera hora posprandial70,71, que puede alcanzar 19% en las LDL a las 9 h y el 32% a las 12 h46,51,53,70. Este efecto se observa en menor medida también en las HDL70. Se obtienen resultados similares cuando se administra vitamina E con la comida de prueba y se mide el *-tocoferol en situación posprandial58,59. Estos hallazgos ponen en duda la utilidad de las vitaminas liposolubles como marcadores plasmáticos de lipoproteínas de origen exógeno, pero ofrecen información sobre la transferencia lipídica entre quilomicrones y VLDL, y la formación de partículas con un aclaramiento más lento58,59.

Factores que modifican la lipemia posprandial

Concentraciones lipídicas basales

La magnitud de la lipemia posprandial tras una sobrecarga grasa depende de múltiples factores. Es superior cuanto mayor es la concentración de triglicéridos basales, tanto tras una sobrecarga grasa64,72-75 como tras la ingesta de una comida mixta76, incluso en rangos normales de triglicéridos77. Aunque clásicamente se ha considerado que existe una relación inversa entre el cHDL en ayunas y la lipemia posprandial64,78, estos resultados no se reproducen en otros estudios75,79,80. En este sentido, dos trabajos diseñados con el objetivo de estudiar esta relación no observaron mayor lipemia posprandial en los sujetos normotrigliceridémicos con cHDL bajo respecto a aquellos con cHDL normal72,81.

No obstante, en esta relación entre las concentraciones basales de triglicéridos y cHDL y la magnitud de la lipemia posprandial, es difícil determinar qué es causa y qué consecuencia. Está por demostrar si el aumento de la lipemia posprandial es consecuencia de las alteraciones basales o si, por contra, los cambios lipídicos basales están causados por un aclaramiento posprandial deficiente.

Características individuales

La lipemia posprandial es más acentuada en pacientes mayores64,82 y en obesos83, especialmente si esta obesidad es de predominio central84,85. También el sexo masculino predispone a una mayor excursión de triglicéridos posprandiales, que se atribuye a la mayor acumulación de grasa visceral respecto a las mujeres86.

Es lógico pensar que alteraciones congénitas o adquiridas en cualquier enzima o apolipoproteína implicada en el metabolismo de las LRT puedan tener repercusiones sobre la lipemia posprandial. Varias mutaciones en el gen de la LPL han demostrado asociarse a un incremento en la lipemia posprandial aun en ausencia de alteraciones de las concentraciones lipídicas basales87,88. La presencia de los alelos E475,89 o E275 de la apolipoproteína E se acompaña de un menor aclaramiento de los quilomicrones75,89 y de las VLDL98 en situación posprandial, que se ha atribuido a la menor afinidad de la apoE por los receptores hepáticos89. Por otro lado, el polimorfismo de apoB también ha sido implicado en el aclaramiento posprandial de las LRT90,91.

Otros factores que influyen en la lipemia posprandial, como el contenido en grasa de la comida de prueba, la composición de la dieta, la situación menstrual y los hábitos higiénico-dietéticos serán contemplados más adelante.

LIPEMIA POSPRANDIAL Y DIABETES MELLITUS

La diabetes mellitus se asocia con un aumento de enfermedad cardiovascular no justificada por los factores de riesgo clásicos que con frecuencia la acompañan92. Uno de los candidatos a explicarlo es la dislipemia diabética, que se caracteriza por hipertrigliceridemia moderada, cHDL bajo y alteraciones lipoproteicas cualitativas, como el predominio de partículas lipoproteicas pequeñas y densas. La hipertrigliceridemia ha demostrado ser un predictor de enfermedad coronaria y mortalidad en numerosos estudios93,95, y el incremento de LRT se relaciona con la gravedad de la ateromatosis coronaria en pacientes con diabetes96. Como ya se indicó previamente, las alteraciones lipoproteicas dependientes de triglicéridos, no siempre evidentes en ayunas, se encuentran magnificadas en situación posprandial. Por tanto, el análisis del metabolismo lipídico tras la ingesta de una comida de prueba puede clarificar la fisiopatología de la dislipemia diabética, y aclarar algunas de las incógnitas del elevado riesgo cardiovascular del paciente diabético.

La velocidad de la síntesis hepática de las partículas VLDL se encuentra limitada por la disponibilidad de ácidos grasos libres (NEFA)97-99. Esta disponibilidad está aumentada en la diabetes mellitus tipo 2, como consecuencia de que el efecto inhibidor de la insulina sobre la lipólisis del tejido adiposo100,101 y sobre la síntesis hepática de VLDL102 es deficiente. Por otro lado, la síntesis hepática de apoB100 está aumentada en la diabetes103,104, y la actividad de la LPL, dependiente también de la insulina, está disminuida105,106. Si a la mayor concentración de VLDL inicial y a la menor actividad de la enzima se añade la aparición de quilomicrones tras la ingesta, cabe esperar una lipemia posprandial incrementada en estos individuos. Sin embargo, los resultados obtenidos en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 son controvertidos. En estos sujetos, con frecuencia obesos, los triglicéridos en ayunas ya son superiores a los de la población no diabética. Se ha descrito una mayor ABC de triglicéridos en pacientes diabéticos que desaparece al corregir por los triglicéridos basales107,108, aunque persisten alteraciones cualitativas en la fracción Sf20-400 (VLDL), con aumento de los remanentes quilomicrones107,108. Cuando se seleccionan pacientes diabéticos cuyo índice de masa corporal y triglicéridos basales no difiere de los del grupo control, no se encuentran diferencias en el ABC de triglicéridos en la mayoría de trabajos74,109-114, pero sí en otros75,115. Por otra parte, en un estudio reciente se observó una mayor lipemia posprandial, a igualdad de triglicéridos basales, en familiares de primer grado de pacientes con diabetes tipo 2, con insulinorresistencia pero con tolerancia normal a la glucosa, que en los controles116. Estos hallazgos sugieren que la repercusión de la insulinorresistencia sobre la tolerancia a los lípidos es más temprana que sobre la de la glucosa.

Las LRT son más ricas en apoE en los sujetos diabéticos con enfermedad coronaria que en controles no diabéticos y sin enfermedad coronaria110, lo que puede justificar una mayor aterogenicidad de las mismas117, en relación con la mayor captación de las LRT por los macrófagos118 y la transformación de éstos en células espumosas. Por otro lado, también se han descrito alteraciones cualitativas, como la glicación de las apolipoproteínas119, pero la implicación que pueda tener sobre la afinidad de las LRT por la LPL o el receptor hepático de remanentes no es conocida. El aclaramiento lento de LRT favorece un intercambio de triglicéridos por colesterol entre éstas, y las LDL y HDL, mediado por la enzima transferidora de ésteres de colesterol (PTEC)120. Estas partículas HDL y LDL enriquecidas en triglicéridos, al ser metabolizadas por la lipasa hepática, cuya actividad con frecuencia está incrementada en la diabetes121 y en la obesidad122, se deplecionan de triglicéridos123. El resultado son partículas más pequeñas y más densas, con una alta relación proteína/colesterol124: partículas LDL altamente aterogénicas y partículas HDL rápidamente aclaradas y, por tanto, poco protectoras123 (tabla 1). Aunque parece probable que la actividad disminuida de la LPL desempeñe un papel importante en el desarrollo de la dislipemia diabética (basal y posprandial), no existen evidencias que definan a una única de estas múltiples alteraciones enzimáticas y lipoproteicas como desencadenante del resto.

Mecanismos aterogénicos de la lipemia posprandial

Efectos directos de las lipoproteínas ricas en triglicéridos

Existen evidencias experimentales de que tras una ingesta rica en grasas se produce una disfunción endotelial transitoria125. Por otro lado, estudios in vitro demuestran que las LRT (tanto VLDL como quilomicrones) promueven la conversión de monocitos en macrófagos, capaces de captar partículas remanentes por mecanismos independientes de receptor apoB/E126, y convertirse en células espumosas, protagonistas de la progresión de la placa de ateroma127-129. Además, se han aislado LRT en las placas de ateroma130.

Otro posible mecanismo aterogénico podría estar relacionado con el hecho de que las LRT favorecen un estado procoagulante, mediante la activación del factor VII131 a través del factor XII activado131,132 o del factor IX131,133 y la vía intrínseca de la coagulación134. La concentración de VLDL se asocia también positivamente con los valores de PAI-1, inhibidor de la fibrinólisis135, y marcador de riesgo cardiovascular136,137.

Alteraciones lipídicas asociadas

Existen determinadas alteraciones cuantitativas y cualitativas de las lipoproteínas que se relacionan con incremento del riesgo cardiovascular, y que se asocian con cambios en la lipemia posprandial.

 

Alteraciones en las partículas LDL. Las LDL son un conjunto heterogéneo de partículas que difieren en tamaño y densidad, con un rango que oscila entre 1,019 y 1,063 kg/l. Las más pequeñas y densas se caracterizan por tener un contenido aumentado en apoproteínas y disminuido en colesterol (relación cLDL/apoB baja)138. Los fenotipos dislipémicos dependientes de la apoB (marcador del número de partículas aterogénicas circulantes)139 y el predominio de partículas pequeñas y densas se encuentran aumentados en la población con diabetes mellitus tipo 2140, y se asocian a un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular141-143. Los sujetos con concentraciones de triglicéridos basales superiores a 150 mg/dl140,144 y aquellos con aumento de la lipemia posprandial109,145 también tienen mayor predominio de partículas LDL pequeñas y densas. Ambos hechos (aumento de lipemia posprandial y predominio de partículas pequeñas y densas) son patentes en pacientes con nefropatía diabética146, lo que podría ayudar a justificar el incremento del riesgo cardiovascular en esta población. El incremen to de las LRT posprandiales y la actividad de la LPL definen en gran parte la heterogeneidad de las partículas LDL en la población no diabética145. Dado que estos mecanismos son más acusados en la diabetes tipo 2, donde existe insu linorresistencia, las partículas LDL pequeñas y densas pueden predominar aun en presencia de buen control metabólico y concentraciones normales de triglicéridos basales124,140.

Uno de los mecanismos que pueden contribuir a la mayor aterogenicidad de las partículas LDL pequeñas y densas es que son más susceptibles a la oxidación147, tienen menor afinidad por el receptor de LDL148, y pueden unirse a los proteoglicanos de la pared arterial149 mediante un dominio de la apolipoproteína B100150,151, donde son sometidas a transformaciones posteriores que incrementan su captación por macrófagos y células musculares lisas152,153 también en situación posprandial154.

Los datos sobre las subfracciones de LDL en pacientes con diabetes tipo 2 en situación posprandial son escasos y contradictorios. Según un estudio, la proporción de partículas LDL pequeñas y densas disminuye tras la ingesta en sujetos control, pero no en pacientes con diabetes mellitus ti po 2114. Sin embargo, en otro estudio, publicado el mismo año109, no se observan diferencias entre sujetos diabéticos normotrigliceridémicos y controles, ni en situación basal ni a las 6 h tras la sobrecarga grasa.

 

Partículas HDL y transporte reverso. Las partículas HDL nacientes son sintetizadas en el intestino delgado y en el hígado. Al enriquecerse en apoA1155,156, y en ésteres de colesterol, mediante la aciltransferasa de lecitina:colesterol157, se convierten en partículas más grandes, clásicamente consideradas con más capacidad antiaterogénica158. Cuando estas partículas se enriquecen en triglicéridos, son aclaradas más rápidamente del plasma159. Este aclaramiento rápido se atribuye a la hidrólisis de las HDL grandes, ricas en triglicéridos, por la lipasa hepática y a la corta vida plasmática de las HDL pequeñas resultantes123. Sin embargo, datos recientes obtenidos en primates sugieren que las HDL grandes son el producto final del metabolismo, y que no son nuevamente convertidas en partículas de menor tamaño mediante la lipasa hepática155,156. El aclaramiento del colesterol de HDL puede tener lugar por tres mecanismos distintos: a) enriquecimiento con apolipoproteína E y reconocimiento por los receptores hepáticos de LDL; b) captación selectiva de colesterol por receptores tipo scavenger, y c) intercambio por triglicéridos de las LRT160. El intercambio de colesterol por triglicéridos entre las LRT y las partículas de HDL y LDL viene mediado por la enzima PTEC, cuya actividad es triglicérido-dependiente161-163. Por tanto, no debe sorprender que esté aumentada en sujetos con diabetes mellitus tipo 2, en los que la prevalencia de obesidad y las concentraciones de triglicéridos basales son más altas que en los controles164,165, y que disminuya con tratamientos que reducen las concentraciones de triglicéridos166,167. Por otro lado, en los pacientes normotrigliceridémicos con diabetes tipo 2, la actividad de la PTEC no está aumentada113, ni en situación basal ni posprandial. Al contrario de lo que sugerían estudios previos168, resultados recientes indican que la PTEC actúa sobre las LDL y HDL con igual afinidad169, pero está modulada por la proteína inhibidora de la transferencia de proteínas (LTIP), recientemente identificada como la apoF170. Cuando la LTIP se une a las partículas de LDL, inhibe la acción de la PTEC sobre ellas, dando así preferencia a las HDL en el intercambio con las LRT, y contribuyendo a la disminución de colesterol HDL169. Cabría la posibilidad de que la actividad de la LTIP estuviera aumentada en la diabetes, contribuyendo así al perfil lipídico característico de estos pacientes, pero hasta el momento no existen datos al respecto.

Efectos del tratamiento de la diabetes sobre la lipemia posprandial (tabla 2)

Dieta

Estudios en sujetos no diabéticos refieren que si la dieta habitual es rica en grasa saturada, los triglicéridos basales171 y el ABC de triglicéridos171-173 y de apoB48 es mayor que cuando en la dieta predominan los ácidos grasos poliinsaturados, en especial los ‡-3171,172. Por otro lado, cuanto mayor sea el contenido de grasa de la comida de prueba174, ma yor será también la lipemia posprandial, siempre que supere los 15 g175. Sin embargo, cuando no varía la dieta habitual, a igual contenido de grasa, la composición en ácidos grasos de la comida de prueba no influye en el ABC de triglicéridos172,176, ésteres de retinol o apolipoproteína B48173,177,178, aunque existe una tendencia hacia mayor trigliceridemia tras una ingesta rica en ácidos grasos saturados176. El contenido en fibra de la comida de prueba tampoco ha demostrado tener efecto sobre la lipemia posprandial en humanos179. Dada la difícil reproducibilidad de la comida de prueba cuando se realiza con cantidades predeterminadas de alimentos, los autores sugieren la utilización de preparados estándar, comercializados, de composición constante, con el mayor parecido posible a una dieta habitual, que aseguren una ingesta de 50-60 g de grasa.

Los estudios realizados en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 son contradictorios. Si bien existen datos que apoyan una mayor lipemia posprandial con dietas ricas en hidratos de carbono que con dietas ricas en ácidos grasos monoinsaturados180-182 o incluso saturados183, estos resultados no coinciden con otros estudios, en los que no se encuentran diferencias184-186. Blades y Garg187 sugieren un efecto estimulador de los hidratos de carbono sobre la síntesis de VLDL, sin efecto sobre el aclaramiento de LRT. Por otro lado, en sujetos con diabetes tipo 1, que no tienen insuli norresistencia, los datos existentes, aunque escasos, refieren cambios más favorables tras una dieta rica en hidratos de carbono188. Esto sugiere que la dieta rica en hidratos de carbono podría aumentar las necesidades de insulina, no corregidas por el tratamiento con hipoglucemiantes orales, y que fuera el empeoramiento del control glucémico lo que explicara la mayor lipemia posprandial de estos sujetos diabéticos tipo 2. De hecho, en un estudio donde los pacientes con diabetes tipo 2 recibían tratamiento insulínico182, aquellos que seguían la dieta rica en hidratos de carbono requerían mayores dosis de insulina para mantener el control glucémico estable, y aun así persistían glucemias basales más altas. En definitiva, son necesarios más datos antes de poder hacer recomendaciones específicas al respecto.

Consumo de alcohol

El consumo moderado de etanol (40 g/día) produce un aumento de los triglicéridos189,190 y del retinil-palmitato posprandiales190, independientemente de la fuente de etanol (vino, cerveza o licor)189. Sin embargo, este efecto parece estar ocasionado más por el consumo agudo (con la comida de prueba) que crónico191, y se produce en sujetos sedentarios, pero no en atletas192.

Tabaquismo

Los fumadores presentan un aumento de los triglicéridos y una disminución del cHDL posprandiales cuando se comparan con sujetos no fumadores de edad, índice de masa corporal y concentraciones de lípidos basales similares192,193. Estos cambios, atribuidos a una situación de insulinorresistencia194-197, con predominio de hormonas contrarreguladoras194,198,199, persisten tras 48 h de abstinencia tabáquica194.

Ejercicio

La realización de ejercicio físico antes de una ingesta grasa atenúa la excursión lipídica posprandial200, aunque la intensidad del ejercicio sea leve201. Este efecto es independiente de que el ejercicio sea continuo o intermitente202, o lo realicen individuos sedentarios o entrenados, aunque en estos últimos el efecto del ejercicio es más acusado203. En la población físicamente activa la interrupción del entrenamiento habitual incrementa la lipemia posprandial204, efecto ya evidente a las 60 h de la última sesión de ejercicio204, coincidiendo con un incremento significativo de los triglicéridos basales. Estos estudios están realizados en población no diabética, pero cabría esperar un efecto tanto o más beneficioso en los sujetos con diabetes tipo 2 y resistencia insulínica.

Estos resultados sugieren que el efecto del ejercicio es más agudo que crónico, lo que apoyaría las recomendaciones internacionales de que la práctica de ejercicio tenga lugar al menos tres veces por semana, repartidas uniformemente205, con objeto de mantener el efecto de forma permanente.

Agentes orales

La mejoría del control metabólico con glipicida ha demostrado disminuir tanto la trigliceridemia posprandial (mayormente en la fracción de densidad correspondiente a VLDL [Sf 20-400]), como las concentraciones de retinil-pal mitato206; este decremento se debe, probablemente, a la disminución de los triglicéridos basales asociados a la reducción de la HbA1c. Resultados similares se han obtenido en pacientes con diabetes tipo 2 tratados con metformina207. En los pacientes no diabéticos con intolerancia a la glucosa, la metformina no produce modificaciones en los triglicéridos basales ni posprandiales208, pero sí en las concentraciones posprandiales de retinil-palmitato208,209. Estos datos sugieren que la metformina ejerce un efecto dependiente de la mejora del control glucémico, pero también independiente, disminuyendo la insulinorresistencia, y que el efecto es potencialmente más beneficioso cuanto mayor es la alteración metabólica inicial. En estudios realizados en ratas Zucker210, la acarbosa disminuye la hipertrigliceridemia (en ayunas) provocada por una alimentación rica en hidratos de carbono. En pacientes con diabetes tipo 2211, aun en ausencia de cambios basales de triglicéridos, la acarbosa disminuye las excursiones posprandiales tempranas (1 h), pero no tardías (5 h) de triglicéridos, probablemente en relación con una absorción más lenta de la comida de prueba administrada, rica en hidratos de carbono.

Insulina

Los estudios que valoran el efecto del tratamiento insulínico sobre la lipemia posprandial son escasos. Como es de esperar, la disminución de los triglicéridos basales con la mejoría del control metabólico212-214 se acompaña de una menor lipemia posprandial tanto en sujetos con diabetes mellitus tipo 1 como tipo 2214.

Hipolipemiantes

En pacientes con enfermedad coronaria, el tratamiento con fenofibrato ha demostrado disminuir la trigliceridemia posprandial, asociada a una disminución significativa en los triglicéridos basales29. Este efecto es similar al producido sobre pacientes con hipertrigliceridemia209,215,216 o diabetes217 tratados con gemfibrocilo.

Los resultados obtenidos con inhibidores de la hidroxi-metil-glutaril-Co-A reductasa son menos homogéneos, pero la mayoría no disminuyen la lipemia posprandial ni en los sujetos hipercolesterolémicos sin diabetes167,218-220 ni en los pa cientes diabéticos166.

Tratamiento hormonal sustitutivo

En la actualidad no se dispone de información en mujeres diabéticas, ya que los estudios existentes han sido realizados en no diabéticas. Los hallazgos de estos estudios indican que las mujeres jóvenes premenopáusicas tienen menor lipemia posprandial que las mujeres posmenopáusicas64. Aunque la edad es un factor determinante, cuando se comparan mujeres pre y posmenopáusicas de edad, índice de masa corporal, índice cintura-cadera y triglicéridos basales similares, las posmenopáusicas presentan un mayor incremento de triglicéridos y retinil-palmitato posprandiales, lo que sugiere que la menopausia es un factor independiente221,222. Por otro lado, la administración de estrógenos por vía oral a mujeres posmenopáusicas sanas no modifica los triglicéridos basales ni posprandiales, pero disminuye las concentraciones posprandiales de retinil-palmitato, lo que indica un mayor aclaramiento de los quilomicrones223, y atenúa la disminución posprandial de cHDL observada en mujeres posmenopáusicas no tratadas224.

Bibliografía
[1]
Andersen KM, Castelli WP, Levy D..
Cholesterol and mortality: 30 years of follow-up from the Framingham Study..
JAMA, 257 (1987), pp. 2176-2180
[2]
Scandinavian Simvastatin Survival Study Group..
Randomized trial cholesterol lowering in 4444 patients with coronary heart disease: the Scandinavian Simvastatin Survival Study (4S)..
Lancet, 334 (1994), pp. 1383-1389
[3]
Shepherd J, Cobbe SM, Ford I, Isles CG, Lorimer AR, Mac Farlane PW et al, for the West of Scotland Coronary Prevention Study Group..
Prevention of coronary disease with pravastatin in men with hypercholesterolemia..
N Engl J Med, 333 (1995), pp. 1301-1307
[4]
Assmann G, Cullen P, Schulte H..
The Münster Heart Study (PROCAM)..
Eur Heart J, 19(SuplA) (1998), pp. A2-A11
[5]
Zilversmit DB..
Atherosclerosis: a postprandial phenomenon..
Circulation, 60 (1979), pp. 473-485
[6]
Tatami R, Mabuchi H, Ueda K, Ueda R, Haba T, Kametani T et al..
Intermediate-density lipoprotein and cholesterol-rich very low density lipoprotein in angiographically determined coronary artery disease..
Circulation, 64 (1981), pp. 1174-1184
[7]
Steiner G, Schwartz L, Schumak K, Poapst M..
The association of increased levels of intermediate-density lipoproteins with smoking and with coronary artery disease..
Circulation, 75 (1987), pp. 124-130
[8]
Krauss RM, Lindgren FT, Williams PT, Kelsey SF, Brensike J, Vranizan K et al..
Intermediate-density lipoproteins and progression of coronary artery disease in hypercholesterolemic men..
Lancet, 2 (1987), pp. 62-66
[9]
Jeppsen J, Hein HO, Suadicani DD, Gyntelberg F..
Triglyceride concentration and ischemic heart disease. An eight-year follow-up in the Copenhagen Male Study..
Circulation, 97 (1998), pp. 1029-1036
[10]
Austin MA, Hokanson JE, Edwards KL..
Hypertriglyceridemia as a cardiovascular risk factors..
Am J Cardiol, 78 (1998), pp. 7B-13B
[11]
Frick MH, Elo O, Haapa K, Heinonen OP, Heinsalmi P, Helo P et al..
Helsinki Heart Study: primary prevention trial with gemfibrozil in midle-aged men with dyslipemia..
N Engl J Med, 317 (1987), pp. 1237-1245
[12]
Tenkanen L, Pietila K, Manninen V, Manttari M..
The triglyceride issue revisited. Findings from the Helsinki Heart Study..
Arch Intern Med, 154 (1994), pp. 2714-2720
[13]
N Engl J Med 1999; 341: 410-418.
[14]
Carlson A, Rosenhammer G..
Reduction of mortality in the Stockholm Ischaemic Heart Disease Secondary Prevention Study by combined treatment with clofibrate and nicotinic acid..
Acta Med Scand, 223 (1988), pp. 405-418
[15]
Ericsson C-G, Hamsten A, Nilsson J, Grip L, Svane B, De Faire U..
Angiographic assessment of effects of bezafibrate on progression of coronary artery disease in young male postinfarction patients..
Lancet, 347 (1996), pp. 849-853
[16]
Blankenhorn DH, Nessim SA, Johnson RL, Sanmarco ME, Azen SP, Cashin-Hemphill M..
Beneficial effects of combined colestipol-niacin therapy on coronary atherosclerosis and coronary venous bypass graft..
JAMA, 257 (1987), pp. 3233-3240
[17]
Phillips NR, Waters W, Havel RJ..
Plasma lipoproteins and progression of coronary artery disease evaluated by angiography and clinical events..
Circulation, 88 (1993), pp. 2762-2770
[18]
Tornvall P, Baavenblom P, Landou C, De Faire U, Hamsten A..
Relation of plasma levels and composition of apolipoprotein B-containing lipoproteins to angiographically defined coronary artery disease in young patients with myocardial infarction..
Circulation, 88 (1993), pp. 2180-2189
[19]
Alaupovic P, Mack WJ, Knight-Gibson C, Hodis HN..
The role of triglyceride-rich lipoprotein families in the progression of atherosclerotic lesions as determined by sequencial coronary angiography from a controlled clinical trial..
Atheroscler Thromb Vasc Biol, 17 (1997), pp. 715-722
[20]
Hodis HN, Mack WJ, Azen SP, Alaupovic P, Pogoda JM, LaBree L et al..
Triglyceride-and cholesterol-rich lipoproteins have a differencial effect on mild/moderate and severe lesion progression as assessed by quantitative coronary angiography in a controlled trial of lovastatin..
Circulation, 90 (1994), pp. 42-49
[21]
Hodis HN, Mack WJ, Dunn M, Liu C, Liu C, Selzer RH et al..
Intermediate-density lipoproteins and progression of carotid arterial wall intima-media thickness..
Circulation, 95 (1997), pp. 2022-2026
[22]
Nakajima K, Saito T, Tamura A, Suzuki M..
Cholesterol in remnant-like lipoproteins in human serum using monoclonal anti apo(B)-100 and anti apoA-I immunoaffinity mixed gels..
Clin Chim Acta, 223 (1993), pp. 53-71
[23]
Kugiyama K, Doi H, Motoyama T, Soejima H, Misumi K, Kawano H et al..
Association of remnant lipoprotein levels with impairment of endothelium-dependent vasomotor function in human coronary arteries..
Circulation, 97 (1998), pp. 2519-2526
[24]
Deveraj S, Vega G, Grundy SM, Jialal I..
Remnant-like particle cholesterol levels in patients with dysbetalipoproteinemia or coronary artery disease..
Am J Med, 104 (1998), pp. 445-450
[25]
Sakata K, Miho S, Yoshida H, Takada Y, Takada A..
Remmant-like particle cholesterol is a major risk factor for myocardial infarction in vasospastic angina with nearly normal coronary artery..
Atherosclerosis, 136 (1998), pp. 225-231
[26]
Takeichi A, Nakajima Y, Osawa M, Yukawa N, Saito T, Seto Y et al..
The possible role of remnant-like particles as a risk factor for sudden cardiac death..
Int J Legal Med, 110 (1997), pp. 213-219
[27]
Tanaka A, Ejiri N, Fujinuma Y, Yiu K, Tamura M, Nakajima K et al..
Remnant-like particles and restenosis of coronary arteries after PTCA..
Ann NY Acad Sci, 748 (1995), pp. 595-598
[28]
Kugiyama K, Doi H, Takazoe K, Kawano H, Soejima H, Mizuno Y et al..
Remnant lipoprotein levels in fasting serum predict coronary events in patients with coronary artery disease..
Circulation, 99 (1999), pp. 2858-2860
[29]
Simpson HS, Williamson CM, Olivecrona T, Pringle S, MacLean J, Lorimer AR et al..
Postprandial lipemia, fenofibrate and coronary artery disease..
Atherosclerosis, 85 (1990), pp. 193-202
[30]
Groot PH.E, Van Stiphout WAH.J, Krauss XH, Jansen H, Van Tol A, Van Ramshorst E et al..
Postprandial lipoprotein metabolism in normolipidemic men with and without coronary artery disease..
Arteriosclerosis, 11 (1991), pp. 653-670
[31]
Patschg JR, Miesenböck G, Hopfwieser T..
Relation of triglyceride metabolism and coronary artery disease..
Arterioscler Thromb, 12 (1992), pp. 1336-1345
[32]
Gingsberg HN, Jones J, Blaner WS, Thomas A, Karmally W, Fields L et al..
Association of postprandial triglyceride and retinyl-palmitate responses with newly diagnosed exercise-induced ischemia in middle-aged men and women..
Arterioscler Thromb, 15 (1995), pp. 1829-1838
[33]
Weintraub MS, Grosskopf I, Rassin T, Miller H, Charach G, Rotmensch HH et al..
Clearance of chylomicron remnants in normolipidemic patients with coronary artery disease: case control study over three years..
Br Med J, 321 (1996), pp. 935-939
[34]
Meyer E, Westerveld HT, Ruyter-Meijstek FC, Van Greenvenbroek MM, Rienks R, Van Rijn HJ et al..
Abnormal postprandial apolipoprotein B-48 and triglyceride responses in normolipidemic women with greater than 70% stenotic coronary artery disease: a case control study..
Atherosclerosis, 124 (1996), pp. 221-235
[35]
Karpe F, Hellénius ML, Hamsten A..
Differences in postprandial concentrations of very-low-density lipoprotein and chylomicron remnants between normotriglyceridemic and hypertriglyceridemic men with and without coronary heart disease..
Metabolism, 48 (1999), pp. 301-307
[36]
Karpe F, Steiner G, Uffelman K, Olivecrona T, Hamsten A..
Postprandial lipoproteins and progression of coronary atherosclerosis..
Atherosclerosis, 106 (1994), pp. 83-97
[37]
Karpe F, De Faire U, Mercuri M, Bond MG, Hellenius ML, Hamsten A..
Magnitude of alimentary lipemia is related to intima-media thickness of the common carotid artery in middle-aged men..
Atherosclerosis, 141 (1998), pp. 307-314
[38]
Gronholdt ML, Nordesgaard BG, Nielsen TG, Sillesen H..
Echolucent carotid artery plaques are associated with elevated levels of fasting and postprandial triglyceride-rich lipoproteins..
Stroke, 27 (1996), pp. 2166-2172
[39]
Sharrett AA.R, Chambless LE, Heiss G, Paton CC, Patsch W, for the ARIC investigators..
Association of postprandial triglyceride and retinyl palmitate responses with asymptomatic carotid artery atherosclerosis in middle-aged men and women. The atherosclerosis risk in communities (ARIC) study..
Atherioscler Thromb Vasc Biol, 15 (1995), pp. 2122-2129
[40]
Boquist S, Ruotolo G, Tang R, Bjoerkegren J, Bond MG, De Faire U et al..
Alimentary lipemia, postprandial triglyceride-rich lipoproteins, and common carotid intima-media thickness in healthy, middle-aged men..
Circulation, 100 (1999), pp. 723-728
[41]
Ryu JE, Hoard G, Craven TE, Bond MG, Hagaman AP, Crouse JR..
Postprandial triglyceridemia and carotid atherosclerosis in middle-aged subjects..
Stroke, 23 (1992), pp. 823-828
[42]
Björkegren J, Karpe F, Milne RW, Hamsten A..
Differences in apolipoprotein and lipid composition between human chylomicron remnants and very low density lipoproteins isolated from fasting and postprandial plasma..
J Lipid Res, 39 (1998), pp. 1412-1420
[43]
Björkegren J, Packard CJ, Hamsten A, Bedford D, Caslake M, Foster L et al..
Accumulation of large very low density lipoprotein in plasma during intravenous infusion of a chylomicron-like triglyceride emulsion reflects competition for a common lipolytic pathway..
J Lipid Res, 37 (1996), pp. 76-86
[44]
Schneeman BO, Kotite L, Todd KM, Havel RJ..
Relationships between the responses of triglyceride-rich lipoproteins in blood plasma containing apolipoproteins B-48 and B-100 to a fat-containing meal in normolipidemic humans..
Proc Natl Acad Sci USA, 90 (1993), pp. 2069-2073
[45]
Karpe F, Bell M, Björkegren J, Hamsten A..
Quantification of postprandial triglyceride-rich lipoproteins in healthy men retinyl ester labeling and simultaneous measurement of apolipoproteins B-48 and B-100..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 15 (1995), pp. 199-207
[46]
Cohn JS, Johnson EJ, Millar JS, Cohn SD, Milne RW, Marcel YL et al..
Contribution of apoB-48 and apoB-100 triglyceride rich lipoproteins (TRL) to postprandial increases in the plasma concentration of TRL triglycerides and retinyl esters..
J Lipid Res, 34 (1993), pp. 2033-2040
[47]
Cortner JA, Coates PM, Le NA, Cryer DR, Ragni MC, Faulkner A et al..
Kinetics of chylomicron remnant clearance in normal and hyperlipoproteic subjects..
J Lipid Res, 28 (1987), pp. 195-206
[48]
Weintraub MS, Eisenberg S, Breslow JL..
Different patterns of postprandial lipoprotein metabolism in normal, type IIa, type III and type IV hyperlipoproteinemic individuals. Effect of treatment with gemfibrozil..
J Clin Invest, 79 (1987), pp. 1110-1119
[49]
Berr F..
Characterization of chylomicron remnant clearance by retinyl palmitate label in normal humans..
J Lipid Res, 33 (1992), pp. 915-930
[50]
Goodman DS..
Vitamin A metabolism..
Fed Proc, 39 (1980), pp. 2716-2722
[51]
Berr F, Kern F..
Plasma clearance of chylomicrons labeled with retinol palmitate in healthy human subjects..
J Lipid Res, 25 (1984), pp. 805-812
[52]
Bloomhoff R, Helgerud P, Rasmussen M, Berg T, Norum KR..
In vivo uptake of chylomicron (3H) retinyl ester by rat liver: evidence for retinol transfer from parenchymal to non-parenchymal cells..
Proc Natl Acad Sci USA, 79 (1982), pp. 7326-7330
[53]
Wilson DE, Chan IF, Ball M..
Plasma lipoprotein retinoids after vitamin A feeding in normal man: minimal appearance of retinyl esters among low density lipoproteins..
Metabolism, 32 (1983), pp. 514-517
[54]
Brenninkmeijer BJ, Stuyt PM.J, Demacker PN.M, Stalenhoef AF, Van't Laar A..
Catabolism of chylomicron remnants in normolipidemic subjects in relation to the apoprotein E phenotye..
J Lipid Res, 28 (1987), pp. 361-370
[55]
Sherrill BC, Innerarity TL, Mahley RW..
Rapid hepatic clearance of the canine lipoproteins containing only the E apoprotein by a high affinity receptor: Identity with the chylomicron remnant transport process..
J Biol Chem, 225 (1980), pp. 1804-1807
[56]
Lenich CM, Ross AC..
Chylomicron remnant-vitamin A metabolism by the human hepatoma cell line HepG2..
J Lipid Res, 28 (1987), pp. 183-194
[57]
Thompson KH, Hughes LB, Zilversmit DB..
Lack of secretion of retinyl esters by livers of normal and cholesterol-fed rabbits..
J Nutr, 113 (1983), pp. 1995-2001
[58]
Demacker PN.M, Bredie SJ.H, Hectors MP.C, Stalenhoef AFH..
Fat loading experiments with the vitamins A and E suggest that in postprandial lipemia transfer/diffusion of chylomicron lipids to VLDL contributes to ß-VLDL formation..
Atherosclerosis, 141(Supl1) (1998), pp. 109-113
[59]
Demacker PN.M, Bredie SJ.H, Vogelaar JM, Hectors MP, Van Heijst P, Stuyt PM et al..
ß-VLDL accumulation in familial dysbetalipoproteinemia is associated with increased exchange or diffusion of chylomicron lipids to apoB-100 containing triglyceride-rich lipoproteins..
Atherosclerosis, 130 (1998), pp. 301-312
[60]
Kane JP, Hardman DA, Paulus HE..
Heterogenicity of apolipoprotein B. Isolation of a new species form human chylomicrons..
Proc Natl Acad Sci USA, 77 (1980), pp. 2465-2469
[61]
Van't Hooft FM, Hardman DA, Kane JP, Havel RJ..
Apolipoprotein B (B-48) of rat chylomicrons is not a precursor of apolipoprotein of low density lipoproteins..
Proc Natl Acad Sci USA, 79 (1982), pp. 179-182
[62]
Stalenhoef AF.H, Malloy MJ, Kane JP, Havel RJ..
Metabolism of apolipoproteins B-48 and B-100 of triglyceride-rich lipoproteins in normal and lipoprotein lipase-deficient humans..
Proc Natl Acad Sci USA, 81 (1984), pp. 1839-1843
[63]
Poapst M, Uffelman K, Steiner G..
The chromogenicity and quantitation of apoB-100 and apoB-48 of human plasma lipoproteins on analytical SDS gel electrophoresis..
Atherosclerosis, 65 (1987), pp. 75-88
[64]
Cohn JS, Mc Namara JR, Ordovás JM, Schaefer EJ..
Postprandial plasma lipoprotein changes in human subjects of different ages..
J Lipid Res, 29 (1988), pp. 469-479
[65]
Zilversmit DB, Shea TM..
Quantitation of apoB48 and apoB100 by gel scanning or radioiodination..
J Lipid Res, 30 (1989), pp. 1639-1646
[66]
Karpe F, Hamsten A..
Determination of apolipoproteins B-48 and B-100 in triglyceride-rich lipoproteins by analytical SDS-PAGE..
J Lipid Res, 35 (1994), pp. 1311-1317
[67]
Nakajima K, Okazaki M, Tanaka A..
Separation and determination of remnant-like particles in human serum using monoclonal antibodies to apoB-100 and apoA-I..
J Clin Lig Assay, 19 (1996), pp. 177-183
[68]
Uchida Y, Kurano Y, Ito S..
Establishment of monoclonal antibody against human apoB-48 and measurement of apoB-48 in serum by ELISA..
J Clin Lab Anal, 12 (1998), pp. 289-292
[69]
Lemieux S, Fontini R, Uffelman KD, Lewis GF, Steiner G..
Apolipoprotein B-48 and retinyl palmitate are not equivalent markers of postprandial intestinal lipoproteins..
J Lipid Res, 39 (1998), pp. 1964-1971
[70]
Krasinski SD, Cohn JS, Russell RM, Schaefer EJ..
Postprandial plasma vitamin A metabolism in humans: a reassessment of the use of plasma retinyl esters as markers for intestinally derived chylomicrons and their remnants..
Metabolism, 39 (1990), pp. 357-365
[71]
Karpe F, Steiner G, Olivecrona T, Carlson LA, Hamsten A..
Metabolism of triglyceride-rich lipoproteins during alimentary lipemia..
J Clin Invest, 91 (1993), pp. 748-758
[72]
O'Meara NM, Lewis GF, Cabana VG, Iverius PH, Getz GS, Polonski KS..
Role of basal triglyceride and high density lipoprotein in determination of postprandial lipid and lipoprotein responses..
J Clin Endocrinol Metab, 75 (1992), pp. 465-471
[73]
Karpe F, Hellenius ML, Hamsten A..
Differences in postprandial concentrations of very-low density lipoprotein and chylomicron remnants between normotriglyceridemic and hypertriglyceridemic men with and without coronary heart disease..
Metabolism, 48 (1999), pp. 301-307
[74]
Lewis GF, O'Meara NM, Soltys PA, Blackman JD, Iverius PH, Pugh WL et al..
Fasting hypertriglyceridemia in noninsulin-dependent diabetes mellitus is an important predictor of postprandial lipid and lipoprotein abnormalities..
J Clin Endocrinol Metab, 72 (1991), pp. 934-944
[75]
Reznik Y, Pousse P, Herrou M, Morello R, Mahoudeau J, Drosdowsky MA et al..
Postprandial lipoprotein metabolism in normotriglyceridemic non-insulin dependent diabetic patients: influence of apolipoprotein E polymorphism..
Metabolism, 45 (1996), pp. 63-71
[76]
Potts JL, Humphreys SM, Coppack SW, Fisher RM, Gibbons GF, Frayn KN..
Fasting plasma triacylglycerol concentrations predict adverse changes in lipoprotein metabolism after a normal meal..
Br J Nutr, 72 (1994), pp. 101-109
[77]
Cintora H, Altman R, Scazziota A..
Trigliceridemia basal y riesgo cardiovascular: 150-200 mg/dl como "rango crítico" con mayor riesgo aterogénico en individuos aparentemente sanos..
Clin Invest Arteriosclerosis, 11 (1999), pp. 114-120
[78]
Patsch JR, Karlin JB, Scott LW, Smith LC, Gotto AM..
Inverse relationship between blood levels of higt density lipoprotein subfraction 2 and magnitude of postprandial lipemia..
Proc Natl Acad Sci USA, 80 (1983), pp. 1449-1453
[79]
Lerman Garber I, Ahumada Ayala M, Cardoso Saldana G, Zamora González J, Ichazo Cerro S, Posadas Romero C..
Lipemia postprandial en sujetos con hipoalfalipoproteinemia primaria e hipoalfalipoproteinemia asociada a diabetes..
Rev Invest Clin, 44 (1992), pp. 329-338
[80]
Karpe F, Bard J-M, Steiner G, Carlson LA, Fruchart J-C, Hamsten A..
HDLs and alimentary lipemia. Studies in men with previous myocardial infarction at a young age..
Arterioscler Thromb, 13 (1993), pp. 11-22
[81]
Miller M, Kwiterovich PO, Bachorik PS, Georgopoulos A..
Decreased postprandial response to a fat meal in normotriglyceridemic men with hypoalphalipoproteinemia..
Arterioscler Thromb, 13 (1993), pp. 385-392
[82]
Krasinski SD, Cohn JS, Schaefer EJ, Russell RM..
Postprandial retinyl ester response is greater in older subjects compared with younger subjects. Evidence for delayed plasma clearance of intestinal lipoproteins..
J Clin Invest, 85 (1990), pp. 883-892
[83]
Lewis GF, O'Meara NM, Soltys PA, Blackman JD, Iverius PH, Druetzeñer AF et al..
Postprandial lipoprotein metabolism in normal and obese subjects: comparison after the vitamin-A-fat-loading test..
J Clin Endocrinol Metab, 71 (1990), pp. 1041-1050
[84]
Mekki N, Christofilis MA, Charbonnier M, Atlan-Gepner C, Defoort C, Juhel C et al..
Influence of obesity and body fat distribution on postprandial lipemia and triglyceride-rich lipoproteins in adult women..
J Clin Endocrinol Metab, 84 (1999), pp. 184-191
[85]
Couillard C, Bergeron N, Prud'homme D, Bergeron J, Tremblay A, Bouchard C et al..
Postprandial triglyceride response in visceral obesity in men..
Diabetes, 47 (1998), pp. 953-960
[86]
Gender difference in postprandial lipemia. Importance of visceral adipose tissue accumulation. Arterioscler Thromb Vasc Biol 1999, 19: 2448-2455.
[87]
Miesenbock G, Foger B, Bradstatter E, Paulweber B, Sandhofer F, Patsch JR..
Heterozygous lipoprotein lipase deficiency due to a missense mutation as the cause of impaired triglyceride tolerance with multiple lipoprotein abnormalities..
J Clin Invest, 91 (1993), pp. 448-455
[88]
Mero N, Suurinkeroinen L, Syvänne M, Knudsen P, Yki-Jarvinen H, Taskinen MR..
Delayed clearance of postprandial large TG-rich particles in normolipidemic carriers of LPL Asn291Ser gene variant..
J Lipid Res, 40 (1999), pp. 1663-1670
[89]
Bergeron N, Havel RJ..
Prolonged postprandial responses of lipids and apolipoproteins in triglyceride-rich lipoproteins of individuals expressing an apolipoprotein E4 Allele..
J Clin Invest, 97 (1996), pp. 65-72
[90]
López-Miranda J, Ordovás JM, Ostos MA, Marín C, Jansen S, Salas J et al..
Dietary fat clearance in normal subjects is modulated by genetic variation at the apolipoprotein B gene locus..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 17 (1997), pp. 1765-1773
[91]
Peacock RE, Karpe F, Talmud PJ, Hamsten A, Humphries SE..
Common variation in the gene for apolipoprotein B modulates postprandial lipoprotein metabolism: a hypothesis generating study..
Atherosclerosis, 116 (1995), pp. 135-145
[92]
Stamler J, Vaccaro O, Neaton JD, Wentworth D, for the Multiple Risk Factor Intervention Trial Research Group..
Diabetes, other risk factors, and 12-year cardiovascular mortality for men screened in the Multiple Risk Factor Intervention Trial..
Diabetes Care, 16 (1993), pp. 434-444
[93]
Fontbone A, Eschewege E, Cambien F, Richard JL, Ducimetiere P, Thibult N et al..
Hypertriglyceridemia as a risk factor of coronary heart disease in subjects with impaired glucose tolerance or diabetes; results from the 11-year follow-up study of the Paris Prospective Study..
Diabetologia, 32 (1989), pp. 300-304
[94]
Laakso M, Lehto S, Penttilä I, Pyörälä K..
Lipids and lipoproteins predicting coronary heart disease mortality and morbidity in patients with non-insulin-dependent diabetes..
Circulation, 88 (1993), pp. 1421-1430
[95]
Hanefeld M, Fischer S, Julius U, Schulze J, Schwanebeck U, Schmechel H et al..
Risk factors for myocardial infarction and death in newly detected NIDDM: the Diabetes Intervention Study, 11-year follow-up..
Diabetologia, 39 (1996), pp. 1577-1583
[96]
Tkac I, Kimball BP, Uffelman K, Steiner G..
The severity of coronary atherosclerosis in type 2 diabetes mellitus is related to the number of circulating triglyceride-rich lipoprotein particles..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 17 (1997), pp. 3633-3638
[97]
Frayn KN..
Non-esterified fatty acid metabolism and postprandial lipae mia..
Atherosclerosis, 141(Supl1) (1998), pp. 41-46
[98]
Dixon JL, Ginsberg HN..
Regulation of hepatic secretion of apolipoproteinB-containing lipoproteins: information obtained from cultured liver cells..
J Lipid Res, 34 (1993), pp. 167-179
[99]
Sniderman AD, Cianflone K..
Substrate delivery as a determinant of hepatic apoB secretion..
Arterioscler Thromb, 5 (1993), pp. 629-636
[100]
Chen Y-D.I, Golay A, Swislocki AL.M, Reaven GM..
Resistance to insulin suppression of plasma free fatty acid concentrations and insulin stimulation of glucose uptake in noninsulin-dependent diabetes mellitus..
J Clin Endocr Metab, 64 (1987), pp. 17-21
[101]
Groop LC, Saloranta C, Shank M, Bonadonna RC, Ferranini E, De Fronzo RA..
The role of fatty acid metabolism in the pathogenesis of insulin resistance in obesity and noninsulin-dependent diabetes mellitus..
J Clin Endocr Metab, 72 (1991), pp. 96-107
[102]
Malmström R, Packard CJ, Caslake M, Bedford D, Steward P, Yki-Yarvinen H et al..
Defective regulation of triglyceride metabolism by insulin in the liver in NIDDM..
Diabetologia, 40 (1997), pp. 454-462
[103]
Kissebah AH, Alfarsi S, Evans DJ, Adams PW..
Integrated regulation of very low density lipoprotein triglyceride and apolipoprotein-B kinetics in non-insulin-dependent diabetes mellitus..
Diabetes, 31 (1982), pp. 217-225
[104]
Cummings MH, Watts GF, Umpleby AM, Hennessy TR, Naoumova R, Slavin BM et al..
Increased hepatic secretion of very low density lipoprotein apolipoprotein B-100 in NIDDM..
Diabetologia, 38 (1995), pp. 959-967
[105]
Deman FH.A, Castro Cabezas M, Van Barlingen HH.J, Erkelens DW, De Bruin TWA..
Triglyceride rich lipoproteins in non-insulin dependent diabetes mellitus: postprandial metabolism and relation to premature atherosclerosis..
Eur J Clin Invest, 26 (1996), pp. 89-108
[106]
Coppack SW, Evans RD, Fisher RM, Frayn KN, Gibbon GF, Humphreys SM et al..
Adipose tissue metabolism in obesity: lipase action in vivo before and after a mixed meal..
Metabolism, 41 (1992), pp. 264-272
[107]
Chen Y-D.I, Swami S, Skowronski R, Coulston AM, Reaven GM..
Differencies in postprandial lipemia between patients with normal glucose tolerance and noninsulin-dependent diabetes mellitus..
J Clin Endocrinol Metab, 76 (1993), pp. 172-177
[108]
Syvänne M, Hilden H, Taskinen MR..
Abnormal metabolism of postprandial lipoproteins in patients with non-insulin-dependent diabetes is not related to coronary artery disease..
J Lipid Res, 35 (1994), pp. 15-26
[109]
Tan KC.B, Cooper MB, Ling KLE..
Fasting and postprandial determinants for the occurrence of small dense LDL species in non-insulin-dependent diabetic patients with and without hypertriglyceridaemia: the involvement of insulin, insulin precursor species and insulin resistance..
Atherosclerosis, 113 (1995), pp. 273-287
[110]
Syvänne M, Rosseneu M, Labeur C, Hilden H, Taskinen M-R..
Enrichment with apolipoprotein E characterizes postprandial TG-rich lipoproteins in patients with non-insulin-dependent diabetes mellitus and coronary artery disease: a preliminary report..
Atherosclerosis, 105 (1994), pp. 25-34
[111]
Durlach V, Attia M, Zahouan.i, Leutenegger M, Girard-Globa A..
Postprandial cholesteyl ester transfer and high density lipoprotein composition in normotriglyceridemic non-insulin-dependent diabetic patients..
Atherosclerosis, 120 (1996), pp. 155-165
[112]
Cooper MB, Tan KC.B, Hales CN, Betteridge DJ..
Postprandial lipid metabolism and ß-cell function in non-insulin dependent (type 2) diabetes mellitus after a mixed meal with a high fat content..
[113]
Lottenberg SA, Lottenberg AM.P, Nunes VS, McPherson R, Quintao ECR..
Plasma cholesteryl ester transfer protein concentration, high-density lipoprotein cholesterol esterification and transfer rates to lighter density lipoproteins in the fasting state and after a test meal are similar in type II and normal controls..
Atherosclerosis, 127 (1996), pp. 81-90
[114]
Attia N, Durlach V, Paul JL, Soni T, Betoulle D, Girard-Globa A..
Modulation of low density lipoprotein subclasses by alimentary lipemia in control and normotriglyceridemic non-insulin-dependent diabetic subjects..
Atherosclerosis, 113 (1995), pp. 197-209
[115]
Cattin L, Battello PG, Da Col PG..
Postprandial lipid and lipoprotein abnormalities in well compensated non-insulin dependent diabetic patients with normal triglyceride and HDL-cholesterol levels..
Diab Nutr Metab, 9 (1996), pp. 67-73
[116]
Axelsen M, Smith U, Eriksson JW, Taskinen MR, Jansson PA..
Postprandial hypertriglyceridemia and insulin resistance in normoglycemic first-degree reltives of patients with type 2 diabetes..
Ann Intern Med, 131 (1999), pp. 27-31
[117]
Chivot L, Mainard F, Bigot E, Bard JM, Auget JL, Madec Y et al..
Logistic discriminant analysis of lipids and apolipoproteins in a population of coronary bypass patients and the significance of apolipoproteins C-III and E..
Atherosclerosis, 82 (1990), pp. 205-211
[118]
Innerarity TL, Arnold KS, Weisgraber KH, Mahley RW..
Apolipoprotein E is the determinant that mediates the receptor updates of beta-very low density lipoproteins by mouse macrophages..
Arteriosclerosis, 6 (1986), pp. 114-122
[119]
Curtiss LK, Witztum JL..
Plasma apolipoproteins A-I, A-II, C-I and E rare glycosylated in hyperglycaemic diabetic subjects..
Diabetes, 34 (1985), pp. 452-461
[120]
Havel RJ, Kane JP, Kashyap ML..
Interchange of apolipoproteins between chylomicrons and high density lipoproteins during alimentary lipemia in man..
J Clin Invest, 52 (1973), pp. 32-38
[121]
Baynes C, Henderson AD, Anyaoku V, Richmond W, Hughes CL, Johnston DG et al..
The role of insulin insentivity and hepatic lipase in the dyslipidemia of type 2 diabetes..
Diabet Med, 8 (1991), pp. 560-566
[122]
Cominacini L, Garbin U, Davoli A, Campagnola M, De Santis A, Pasini C et al..
High-density lipoprotein cholesterol concentrations and postheparin hepatic and lipoprotein lipases in obesity: relationship with plasma insulin levels..
Ann Nutr Metab, 37 (1993), pp. 175-184
[123]
Syvänne M, Taskinen MR..
Lipids and lipoproteins as coronary risk factors in non-insulin-dependent diabetes mellitus..
Lancet, 350(Supl1) (1997), pp. 20-23
[124]
Abate N, Vega GL, Garg A, Grundy SM..
Abnormal cholesterol distribution among lipoprotein fractions in normolipidemic patients with mild NIDDM..
Atherosclerosis, 118 (1995), pp. 111-112
[125]
Vogel RA, Corretti MC, Plotnick GD..
Effect of a single high-fat meal on endothelial function in healthy subjects..
Am J Cardiol, 79 (1997), pp. 350-354
[126]
Gianturco SH, Ramprasad MP, Lin AH, Song R, Bradley WA..
Cellular binding site and membrane binding proteins for triglyceride-rich lipoproteins in human monocytemacrophages and THP-1 monocytic cells..
J Lipid Res, 35 (1994), pp. 1674-1687
[127]
Gianturco SH, Bradley WA..
Atherosclerosis: cell biology and lipoproteins..
Curr Opin Lipidol, 5 (1994), pp. 313-315
[128]
Shaikh M, Wootton R, Nordesgaard BG, Baskerville P..
Lumley JS, La Ville AE et al. Quantitative studies of transfer in vivo of low density, Sf 12-60, and Sf 60-400 lipoproteins between plasma and arterial intima in humans..
Arterioscler Thromb, 11 (1991), pp. 569-577
[129]
Rapp JH, Lespine A, Hamilton RL, Colyvas N, Chaumeton AH, Tweedie-Hardman J et al..
Triglyceride-rich lipoproteins isolated by selected-affinity anti-apolipoprotein B immunsorption from human atherosclerotic plaque..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 14 (1994), pp. 1767-1774
[130]
Silveria A, Karpe F, Blombäck M, Steiner G, Walldius G, Hamsten A..
Activation of coagulation factor VII during alimentary lipemia..
Arterioscler Thromb, 14 (1994), pp. 60-69
[131]
Silveira A, Karpe F, Johnsson H, Bauer K, Hamsten A..
In vivo demonstration in humans that large postprandial triglyceride-rich lipoproteins activate coagulation factor VII through the intrinsic coagulation pathway..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 16 (1996), pp. 1333-1339
[132]
Mitropoulos KA, Esnouf MP, Meade TW..
Increased factor VII coagulant activity in the rabbit following a diet-induced hypercholesterolaemia. Evidence for increased conversion of VII to VIIa and higher flux within the coagulations pathway..
Atherosclerosis, 63 (1987), pp. 43-52
[133]
Miller GJ, Martin JC, Mitropoulos KA, Esnouf MP, Cooper JA, Morrissey JH et al..
Activation of factor VII during alimentary lipemia occurs in healthy adults and patients with congenital factor XII or factor XI deficiency..
Blood, 87 (1996), pp. 4187-4196
[134]
Mitropoulos KA, Reeves BE.A, O'Brien DP, Cooper JA, Martin JC..
The relationship between factor VII coagulant activity and factor XII activation induced in plasma by endogenous or exogenously added contact surface..
Blood Coag Fibrinol, 4 (1993), pp. 223-234
[135]
Hamsten A, Wiman B, De Faire U, Blombáck M..
Increased plasma levels of a rapid inhibitor of tissue plasminogen activator in young survivors of myocardial infarction..
N Engl J Med, 313 (1985), pp. 1557-1563
[136]
Cortellaro M, Confrancesco E, Boschetti C, Mussoni L, Donati MB, Cardillo M et al, for the PLAT group..
Increased fibrin turnover and high PAI-1 activity as predictors of ischemic events in atherosclerotic patients. A case-control study..
Arterioscl Thromb, 13 (1993), pp. 1412-1417
[137]
Juhan-Vague I, Pyke SD.M, Alessi MC, Jespersen J, Haverkate F, Thompson SG, on behalf of the ECAR Study Group..
Fibrinolytic factors and the risk of myocardial infarction or sudden death in patients with angina pectoris. ECAT Study Group. European Concerted Action on Thrombosis and Disabilities..
Circulation, 94 (1996), pp. 2057-2063
[138]
Campos H, Blijlevens E, McNamara JR, Ordovás JM, Posner BM, Wilson PW et al..
LDL particle size distribution. Results from the Framingham offspring study..
Arterioscler Thromb, 12 (1992), pp. 1410-1419
[139]
Wägner AM, Pérez A, Calvo F, Bonet R, Castellví A, Ordóñez J..
Apolipoprotein B identifies dyslipidemic phenotypes associated with cardiovascular risk in normocholesterolemic type 2 diabetic patients..
Diabetes Care, 22 (1999), pp. 812-817
[140]
Caixàs A, Ordóñez-Llanos J, De Leiva A, Payés A, Homs R, Pérez A..
Optimization of glycemic control by insulin therapy decreases the proportion of small dense LDL particles..
Diabetes, 46 (1997), pp. 1207-1213
[141]
Lamarche B, Moorjani S, Lupien PJ, Cantin B, Dagenais GR, Després JP..
Apolipoprotein A-I and B levels and the risk of ischemic heart disease suring a five-year follow-up in the Québec Cardiovascular Study..
Circulation, 94 (1996), pp. 273-278
[142]
Austin MA, Breslow JL, Hennekens CH, Buring JE, Willet WC, Krauss RM..
Low-density lipoprotein subclass patterns and risk of myocardial infarction..
JAMA, 260 (1988), pp. 1917-1921
[143]
Griffin BA, Freeman DJ, Tait GW, Thompson J, Caslake MJ, Packard CJ et al..
Role of plasma triglyceride in the regulation of plasma low density lipoprotein (LDL) subfractions: relative contribution of small, dense LDL to coronary heart disease risk..
Atherosclerosis, 106 (1994), pp. 241-253
[144]
Stampfer MJ, Krauss RM, Ma J, Blanche PJ, Holl LG, Sacks FM et al..
A prospective study of triglyceride level, low density lipoprotein particle diameter and risk for myocardial infarction..
JAMA, 276 (1996), pp. 882-888
[145]
Karpe F, Tornvall P, Olivecrona T, Steiner G, Carlson LA, Hamsten A..
Composition of human low density lipoprotein: effects of postprandial triglyceride-rich lipoproteins, lipoprotein lipase, hepatic lipase and cholesteryl ester transfer protein..
Atherosclerosis, 98 (1993), pp. 33-49
[146]
Hispano T, Oi K, Sakai S Kashiwazaki K, Adachi M, Yoshino G..
High prevalence of small dense LDL in diabetic nephropathy is not directly associated with kidney damage: a possible role of postprandial lipemia..
Atherosclerosis, 141 (1998), pp. 77-85
[147]
Slyper AH..
Low-density lipoprotein density and atherosclerosis..
JAMA, 272 (1994), pp. 305-308
[148]
Galeano NF, Al-Haideri M, Keyserman F, Rumsey SC, Deckelbaum RJ..
Small dense low density lipoprotein has increased affinity for LDL receptor-independent cell surface binding sites: a potential mechanism for increased atherogenicity..
J Lipid Res, 39 (1998), pp. 1263-1273
[149]
Anber V, Griffin BA, McConnell M, Packard CJ, Sheperd J..
Influence of plasma lipid and LDL-subfraction profile on the interaction between low density lipoprotein with human arterial wall proteoglycans..
Atherosclerosis, 124 (1996), pp. 261-271
[150]
Camejo G, Hurt-Camejo E, Wiklind O, Bondjers G..
Association of apoB lipoproteins with arterial proteoglycans: pathological significance and molecuar basis..
Atherosclerosis, 139 (1998), pp. 205-222
[151]
Borén J, Olin K, Lee I, Chait A, Wight TN, Innerarity TL..
Identification of the principal proteoglycan-binding site in LDL. A single-point mutation in apo.B100 severely affects proteoglycan interaction without affecting LDL receptor binding..
J Clin Invest, 101 (1998), pp. 2658-2664
[152]
Heinecke JW..
Oxidants and antioxidants in the pathogenesis of atherosclerosis: implications for the oxidized low-density lipoprotein hypothesis..
Atherosclerosis, 141 (1998), pp. 1-15
[153]
Hurt-Camejo E, Olsson U, Wiklund O, Bondjers G, Camejo G..
Cellular consequences of the association of apoB lipoproteins with proteo glycans: potential contribution to atherogenesis..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 17 (1997), pp. 1011-1017
[154]
Lechleiter M, Hoppichler F, Föger B, Patsch JR..
Low-density lipoproteins of the postprandial state induce cellular cholesteryl ester accumulation in macrophages..
Arterioscler Thromb, 14 (1994), pp. 1799-1807
[155]
Colvin P, Moriguchi E, Barret H, Parks J, Rudel L..
Production rate determines plasma concentration of large high density lipoprotein in non-human primates..
J Lipid Res, 39 (1998), pp. 2076-2085
[156]
Colvin P, Moriguchi E, Barret H, Parks J, Rudel L..
Small HDL particles containing 2 apo-I molecules are precursors in vivo to medium and large HDL particles containing 3 and 4 apo A-I molecules in non-human primates..
J Lipid Res, 40 (1999), pp. 1782-1792
[157]
Zechner R, Dieplinger H, Steyer H, Groener JE.M, Calvert GD, Kostner GM..
In vitro formation of HDL-2 from HDL-3 and triacylglycerol-rich lipoproteins by the action of lecithin:cholesterol acyltransferase and cholesterol ester transfer protein..
Biochim Biophys Acta, 918 (1987), pp. 27-36
[158]
Miller NE, Hammett F, Saltissi S, Rao S, Van Zeller H, Coltart J et al..
Relation of angiographically defined coronary artery disease to plasma lipoprotein subfractions and apolipoproteins..
Br Med J, 282 (1981), pp. 1741-1744
[159]
Lamarche B, Uffelman KD, Carpentier A, Cohn JS, Steiner G, Barrett PH et al..
Triglyceride enrichment of HDL enhances in vivo metabolic clearance of HDL apo A-I in healthy men..
J Clin Invest, 103 (1999), pp. 1191-1199
[160]
Tall AR..
An overview of reverse cholesterol transport..
Eur Heart J, 19 (1998), pp. A31-A35
[161]
Mann CJ, Yen FT, Grant AM, Bihain BE..
Mechanism of plasma cholesterol ester transfer in hypertriglyceridemia..
J Clin Invest, 88 (1991), pp. 2059-2066
[162]
Tall A, Sammett D, Granot E..
Mechanisms of enhanced cholesteryl ester transfer from high density lipoproteins to apolipoprotein B-containing during alimentary lipemia..
J Clin Invest, 77 (1986), pp. 1163-1172
[163]
Murakami T, Michelagnoli S, Longhi R, Gianfranceschi G, Pazzucconi F, Calabresi L et al..
Triglycerides are major determinants of cholesterol esterification/transfer and HDL remodeling in human plasma..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 15 (1995), pp. 1819-1828
[164]
Jones RJ, Owens D, Brennan C, Collins PB, Johnston AH, Tomkin GH..
Increased esterification of cholesterol and transfer of cholesteryl ester to apo(B)-containing lipoproteins in type 2 diabetes: relationship to serum lipoproteins A-I and A-II..
Atherosclerosis, 119 (1996), pp. 151-157
[165]
Bagdade JD, Lane JT, Subbaiah PV, Otto ME, Ritter MC..
Accelerated cholesteryl ester transfer in non-insulin dependent diabetes mellitus..
Atherosclerosis, 104 (1993), pp. 69-77
[166]
Bhatnagar D, Durrington PN, Kumar S, Mackness MI, Dean J, Baoulton AJM..
Effect of treatment with hydroxymethylglytaryl coenzyme. A reductase inhibitor of fasting and postprandial plasma lipoproteins and cholesteryl ester transfer activity in patients with NIDDM..
Diabetes, 44 (1995), pp. 460-465
[167]
Barter PJ, Vega L, Sullivan DR..
Cholesteryl ester transfer in hypercholesterolaemia: fasting and postprandial studies with and without pravastatin..
Atherosclerosis, 141 (1998), pp. 87-98
[168]
Lassel TS, Guérin M, Auboiron S, Chapman MJ, Guy-Grand B..
Preferential cholesterol ester acceptors mong triglyceride-rich lipoproteins during alimentary lipemia in normolipidemic subjects..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 18 (1998), pp. 65-74
[169]
Serdyuk AP, Morton RE..
Lipid transfer inhibitor protein defines the participation of lipoproteins in lipid transfer reactions..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 19 (1999), pp. 718-726
[170]
Wang X, Driscoll DM, Morton RE..
Molecular cloning and expression of lipid transfer inhibitor protein reveals its identify with apolipoprotein F..
J Biol Chem, 274 (1999), pp. 1814-1820
[171]
Weintraub MS, Zecher R, Brown A, Eisenberg S, Breslow JL..
Dietary polyunsaturated fats of the W-3 and W-6 series reduce postprandial lipoprotein levels. Chronic and accute effects of fat saturation on postprandial lipoprotein metabolism..
J Clin Invest, 88 (1988), pp. 1884-1893
[172]
Harris WS, Conner WE, Alam N, Illingworth DR..
Reduction of postprandial triglyceridemia in humans by dietary n-3 fatty acids..
J Lipid Res, 29 (1988), pp. 1451-1460
[173]
Bergeron N, Havel RJ..
Influence of diets rich in saturated and omega-6 polyunsaturated fatty acids on the postprandial responses of apolipoproteins B-48, B-100, E, and lipids in triglyceride-rich lipoproteins..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 15 (1995), pp. 2111-2121
[174]
Bergeron N, Havel RJ..
Assessment of postprandial lipemia: nutritional influences..
Curr Opin Lipidol, 8 (1997), pp. 43-52
[175]
Dubois C, Beaumier G, Juhel C, Armand M, Portugal H, Pauli AM et al..
Effects of graded amounts (0-50 g) of dietary fat on postprandial lipemia and lipoproteins in normolipidemic adults..
Am J Clin Nutr, 67 (1998), pp. 31-38
[176]
Thomsen C, Rasmussen O, Lousen T, Holst JJ, Fenselau S, Schrezenmeir J et al..
Differential effects of saturated and monounsaturated fatty acids on postprandial lipemia and incretin responses in healthy subjects..
Am J Clin Nutr, 69 (1999), pp. 1135-1143
[177]
Jackson KG.G, Zampelas A, Knapper JM, Culverwell CC, Wright J, Gould BJ et al..
Lack of influence of test meal fatty acid composition on the contribution of intestinally derived lipoproteins to postprandial lipaemia..
Br J Nutr, 81 (1999), pp. 51-57
[178]
Mero N, Syvänne M, Rosseneu M, Labeur C, Hilden H, Taskinen MR..
Comparison of three fatty meals in healthy normolipidaemic men: high post-prandial retinyl ester response to soybean oil..
Eur J Clin Invest, 28 (1998), pp. 407-415
[179]
Bourdon I, Yokoyama W, Davis P, Hudson C, Backus R, Richter D et al..
Postprandial lipid, glucose, insulin and cholecystokinin responses in men fed barley pasta enriched with ß-glucan..
Am J Clin Nutr, 69 (1999), pp. 55-63
[180]
Why do low-fat high-carbohydrate diets accentuate postprandial lipemia in patients with NIDDM? Diabetes Care 1995; 18: 10-16.
[181]
Rodríguez-Villar C, Manzanares JM, Casals E..
Efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre la hiperlipemia posprandial en la diabetes mellitus tipo 2. Estudio preliminar..
Clin Invest Arteriosclerosis, 11 (1999), pp. 1-7
[182]
Garg A, Bonanome A, Grundy SM, Zhang Z-J, Unger RH..
Comparison of a high-carbohydrate diet with a high-monounsaturated-fat diet in patients with non-insulin-dependent diabetes mellitus..
N Engl J Med, 319 (1988), pp. 829-834
[183]
Chen Y-D.I, Swami S, Skowronski R, Coulston AM, Reaven GM..
Effect of variations in dietary fat and carbohydrate intake on postprandial lipemia in patients with non-insulin-dependent diabetes mellitus..
J Clin Endocrinol Metabol, 76 (1993), pp. 347-351
[184]
Campbell LV, Marmot P, Dyer JA, Borkman M, Storlien LH..
The high-monounsaturated fat diet as a practical alternative for NIDDM..
Diabetes Care, 17 (1994), pp. 177-182
[185]
Rasmussen OW, Thomsen C, Hansen KW, Vesterlund M, Winther E, Hermansen K..
Effects of blood pressure, glucose, and lipid levels of a high-monounsaturated fat diet compared with a high-carbohydrate diet in NIDDM subjects..
Diabetes Care, 16 (1993), pp. 1565-1571
[186]
Rasmussen O, Lauszus FF, Christiansen C, Thomsen C, Hermansen K..
Differential effects of saturated and monounsaturated fat on blood glucose and insulin responses in subjects with non-insulin-dependent diabetes mellitus..
Am J Clin Nutr, 63 (1996), pp. 249-253
[187]
Blades B, Garg A..
Mechanism of increase in plasma triacylglycerol as a result fo high carbohydrate intakes in patients with non-insulin-dependent diabetes mellitus..
Am J Clin Nutr, 62 (1995), pp. 996-1002
[188]
Georgopoulos A, Bante JP, Noutsou M, Swain WR, Parker SJ..
Differences in the metabolism of postprandial lipoproteins after a high-monounsaturated-fat versus a high-carbohydrate diet in patients with type 1 diabetes mellitus..
Artherioscler Thromb Vasc Biol, 18 (1998), pp. 773-782
[189]
Van Tol A, Van der Gaag MS, Scheek LM, Van Gent T, Hendriks HFJ..
Changes in postprandial lipoproteins of low and high density caused by moderate alcohol consumption with dinnner..
Atherosclerosis, 141(Supl1) (1998), pp. 101-103
[190]
Pownall HJ..
Dietary ethanol is associated with reduced lipolysis of intestinally derived lipoproteins..
J Lipid Res, 35 (1994), pp. 2105-2113
[191]
Superko HR..
Effects of acute and chronic alcohol consumption on postprandial lipemia in healthy normotriglyceridemic men..
Am J Cardiol, 69 (1992), pp. 701-704
[192]
Hartung H, Lawrence SJ, Reeves RS, Foreyt JP..
Effect of alcohol and exercise on postprandial lipemia and triglyceride clearance in men..
Atherosclerosis, 100 (1993), pp. 33-40
[193]
Mero N, Syvänne M, Eliasson B, Smith U, Taskinen MR..
Posprandial elevation of ApoB8-containing triglyceride-rich particles and retinyl esters in normolipemic males who smoke..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 17 (1997), pp. 2096-2102
[194]
Axelsen M, Eliasson B, Joheim E, Lenner RA, Taskinen MR, Smith U..
Lipid intolerance in smokers..
J Intern Med, 237 (1995), pp. 449-455
[195]
Eliasson B, Mero N, Taskinen MR, Smith U..
The insulin resistance syndrome and postprandial lipid intolerance in smokers..
Atherosclerosis, 129 (1997), pp. 79-88
[196]
Eliasson B, Attvall S, Taskinen MR, Smith U..
The insulin resistan ce syndrome in smokers is related to smoking habits..
Arterioscler Thromb, 14 (1994), pp. 1946-1950
[197]
Attvall S, Fowelin J, Lager I, Von Schenck H, Smith U..
Smoking induces insulin-resistance­ a potential link with the insulin resistance syndrome..
J Intern Med, 233 (1993), pp. 327-332
[198]
Cryer PE, Haymond MW, Santiago JV, Shah SD..
Norepinephrine and epinephrine release and adrenergic mediation of smoking-associated hemodynamic and metabolic events..
N Engl J Med, 295 (1976), pp. 573-577
[199]
Sandberg H, Roman L, Zavodnic J, Kupers N..
The effect of smoking in serum somatotropin, immunereactive insulin and blood glucose levels of young adult males..
J Pharmacol Exp Ther, 184 (1973), pp. 787-791
[200]
Zhang JQ, Thomas TR, Ball SD..
Effect of exercise timing on postprandial lipemia and HDL cholesterol subfractions..
J Appl Physiol, 85 (1998), pp. 1516-1522
[201]
Tsetsonis NV, Hardman AE..
Reduction on postprandial lipemia after walking: influence of exercise intensity..
Med Sci Sport Exerc, 28 (1996), pp. 1235-1242
[202]
Gill JM, Murphy MH, Hardman AE..
Postprandial lipemia: effects of intermitent versus continuous exercise..
Med Sci Sports Exerc, 30 (1998), pp. 1515-1520
[203]
Tsetsonis NV, Hardman AE, Mastana SS..
Acute effects of exercise on postprandial lipemia: a comparative study in trained and untrained middle-aged women..
Am J Clin Nutr, 65 (1997), pp. 525-533
[204]
Hardman AE, Lawrence JE, Herd SL..
Postprandial lipemia in endurance-trained people during a short interruption to training..
J Appl Physiol, 84 (1998), pp. 1895-1901
[205]
American Diabetes Association..
Diabetes mellitus and exercise..
Diabetes Care, 23(Supl) (2000), pp. 50-54
[206]
Jeppesen J, Zhou MY, Chen YD.I, Reaven GM..
Effect of glipizide treat ment on postprandial lipaemia in patients with NIDDM..
Diabetologia, 37 (1994), pp. 781-787
[207]
Jeppesen J, Zhou MY, Chen YD.I, Reaven GM..
Effect of metformin on postprandial lipemia in patients with fairly to poorly controlled NIDDM..
Diabetes Care, 17 (1994), pp. 1093-1099
[208]
Grosskopf I, Ringel Y, Charach G, Mahavshak N, Mor R, Jana A et al..
Metformin enhances clearance of chylomicron remnants in non-diabetic mildy overweight glucose-intolerant subjects..
Diabetes Care, 20 (1997), pp. 1598-1602
[209]
Weintraub MS, Charach G, Grosskopf I..
Effects of fibric acid derivatives and metformin on postprandial lipemia..
Atherosclerosis, 141(Supl1) (1988), pp. 71-75
[210]
Krause HP, Keup U, Thomas G, Puls W..
Reduction of carbohydrate-induced hypertriglyceridemia in (fa,fa) "Zucker" rats by the alpha-glucosidase inhibitor acarbose (BAY g5421)..
Metabolism, 35 (1988), pp. 214-243
[211]
Leonhart W, Hanefeld M, Fischer S, Schultze J..
Efficacy of alpha-glucosidase inhibitors on lipids in NIDDM subjects with moderate hyperlipidaemia..
Eur J Clin Invest, 24(Supl3) (1994), pp. 45-49
[212]
Bagdade JD, Buchanan WE, Kuusi T, Taskinen MR..
Persistent abnormalities in lipoprotein composition in non-insulin dependent diabetes after intensive insulin therapy..
Arteriosclerosis, 10 (1990), pp. 232-239
[213]
Lindström T, Eriksson P, Olsson AG, Arnqvist HJ..
Long-term improvement of glycemic control by insulin treatment in NIDDM patients with secondary failure..
Diabetes Care, 17 (1994), pp. 719-721
[214]
Effect of improved glycemic control on the response of plasma triglycerides to ingestion of a saturated fat load in normotriglyceridemic and hypertriglyceridemic diabetic subjects. Metabolism 1988; 866-871.
[215]
Weintraub MS, Eisenberg S, Breslow JL..
Different patterns of postprandial lipoprotein metabolism in normal, type IIa, type III and type IV hyperlipoproteinemic individuals. Effects of treatment with cholestyramine and gemfibrozil..
J Clin Invest, 79 (1987), pp. 1110-1119
[216]
Bhatnagar D, Durrington PN, Mackness MI, Arrol S, Winocour PH, Prais H..
Effects of treatment of hypertriglyceridemia with gemfibrozil on serum lipoproteins and the transfer of cholesteryl ester from high density lipoproteins to low density lipoproteins..
Atherosclerosis, 92 (1992), pp. 49-57
[217]
Syvänne M, Vuorinen-Markkola H, Hilden H, Taskinen M-R..
Gemfibrozil reduces postprandial lipemia in non-insulin dependent diabetes mellitus..
Arterioscler Thromb, 13 (1993), pp. 286-295
[218]
Cianflone K, Biodeau M, Davignon J, Sniderman AD..
Modulation of chylomicron remnant metabolism by a hepatic hydroxymethylglutaryl Coenzyme A reductase inhibitor..
Metabolism, 39 (1990), pp. 274-280
[219]
Weintraub MS, Eisenberg S, Breslow JL..
Lovastatin reduces postprandial lipoprotein levels in hypercholesterolaemic patients with mild hypertriglyceridemia..
Eur J Clin Invest, 19 (1989), pp. 480-485
[220]
Cabezas MC, De Bruin TW.A, Kock LA.W, Kortlandt E, Van Linde-Sibenius TM, Jansen H et al..
Simvastatin improves chylomicron remnant removal in familial combined hyperlipidemia without changing chylomicron conversion..
Metabolism, 42 (1993), pp. 497-503
[221]
Westerveld HE..
Estrogens and postprandial lipid metabolism..
Atherosclerosis, 141(Supl1) (1998), pp. 105-107
[222]
Van Beek AP, De Ruijter-Heijstek C, Erkelens DW, De Bruin TWA..
Menopause is associated with reduced protection from postprandial lipemia..
Arterioscler Thromb Vasc Biol, 19 (1999), pp. 2737-2741
[223]
Westerveld HT, Kock LA, Van Rijn HJ, Erkelens DW, De Bruin TW..
17ß-estradiol improves posprandial lipid metabolism in postmenopausal women..
J Clin Endocrinol Metab, 80 (1995), pp. 249-253
[224]
Westerveld HT, Meijer E, Erkelens DW, De Bruin TW..
Postprandial reduction in high-density lipoprotein cholesterol concentrations in postmenopausal women: improvement by 17ß-estradiol..
Metabolism, 45 (1996), pp. 827-832
[225]
Thompson MB..
Bile acids in the assessment of hepatocellular function..
Toxicol Pathol, 24 (1996), pp. 62-71
Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos