Sres. Directores: El nacimiento de nuestra especialidad en España estuvo claramente relacionado con la conferencia de Alma-Ata, que tuvo lugar entre el 6 y el 12 de septiembre de 1978, patrocinada por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Consecuencia inmediata de ello fue que en 1979 aparece en el sistema MIR la primera convocatoria de plazas de medicina de familia. Por entonces iniciaron su formación como jóvenes médicos residentes los actuales padres de nuestra especialidad, a los cuales debemos el grado de desarrollo y difusión al que ha llegado la medicina familiar y comunitaria en nuestro país. El programa docente vigente en la actualidad de nuestra especialidad fue aprobado por la Comisión Nacional de Especialidades el 30 de junio de 1994. Dicho programa no modifica la duración del período formativo, que sigue siendo de 3 años. Un 50% del período de formación corresponde a los hospitales y el otro 50%, aproximadamente, se desarrolla en el área básica de salud.
Nuestra hipótesis compartida es que el período formativo debería ser al menos de 4 años. Lo que planteamos como hipótesis, ha sido una afirmación unánime en diversas jornadas o congresos en los que los residentes han podido reunirse para contrastar opiniones.
El médico de familia constituye la figura fundamental del sistema sanitario y tiene como misión realizar una atención médica integrada y completa a los miembros de la comunidad. Asimismo es la especialidad más importante para el mantenimiento de la integridad biopsicosocial de la salud, tanto aplicada al individuo como a la familia y a la comunidad. A la vista de estas amplias competencias que se nos exigen, los médicos de familia deberíamos poseer un período de formación de al menos 4 años. De hecho, en España, cualquier otra especialidad médica o quirúrgica (con exigencias profesionales poblacionales más restringidas que las que hemos definido) posee un período formativo mínimo de 4 años. Por otro lado, el Comité Permanente de Médicos de la Unión Europea recomienda que el período de formación «mínimo» de los médicos de familia sea de 3 años. Otros organismos como la National Association of Health Authorities and Trust (NAHAT) en el Reino Unido apoyan la adición de 2 años más a los tres que supone ya la formación. Estas aseveraciones son de una importancia extraordinaria si tenemos en cuenta que el modelo español de formación posgraduada en medicina de familia está basado en el modelo británico.
En el ámbito europeo, a la heterogeneidad de sistemas sanitarios europeos hay que añadir la escasez de referencias bibliográficas en cuanto a la duración en la formación del médico de familia, que dicho sea de paso es muy variable. Pese a ello, no deja de ser llamativo que España sea uno de los países donde el período educativo total para llegar a ser médico de familia sea de los menores. Así, si sumamos por un lado la duración de los estudios universitarios con la del período de residencia, el resultado es el que se muestra en la tabla 1.
En definitiva, la medicina de familia cumple los criterios objetivos para ser denominada especialidad y, por lo tanto, gozar de una duración en su período de formación similar a otras especialidades. La propia definición de médico de familia, así como los nuevos campos en los que implícitamente se nos exige una formación (por ejemplo, epidemiología, informática, gestión sanitaria...), no está en consonancia con la duración de nuestro período formativo ni con las recomendaciones internacionales.
