El proceso de envejecimiento dérmico comprende 2 conceptos: el proceso intrínseco propio del envejecimiento fisiológico y el extrínseco, relacionado con la exposición a factores que intervienen en la afectación de la piel (tabaco, exposición solar, fármacos…). Los pacientes geriátricos son más susceptibles de desarrollar múltiples dermatosis, pudiendo afectar considerablemente a la calidad de vida1. Los ancianos frágiles comunitarios poseen mayor vulnerabilidad y riesgo de dependencia, lo que podría dificultar el cuidado correcto de su piel. Se estima que a los 70años, el 70% de los adultos mayores presenta algún trastorno de la piel o varios de manera simultánea2.
Con el objetivo de determinar la prevalencia de los trastornos dérmicos en la población anciana frágil del departamento de la Ribera y su impacto sobre la calidad de vida, se diseñó un estudio de prevalencia donde se incluyeron ancianos de 70años o más, con diagnóstico de fragilidad según los criterios de Fried, de los que se recogieron las principales variables de afectación dermatológica. Para valorar la calidad de vida se utilizaron el cuestionario específico Euroqol 5 Dimensiones (EQ5D)3 y el Índice de Calidad de Vida Dermatológica (Dermatological Life Quality Index [DLQI])4. El reclutamiento tuvo lugar desde diciembre de 2014 hasta febrero de 2015. Se solicitó permiso al Comité de Ética del Hospital Universitario de la Ribera, y todos los participantes firmaron el consentimiento informado. El presente estudio siguió los principios éticos para las investigaciones citados en la declaración de Helsinki.
Se realizó una valoración geriátrica integral donde se recogieron variables sociodemográficas, hábitos de vida, dermatosis y cuestionarios de salud.
Se obtuvo una muestra de 32 ancianos, con predominio masculino (59,3%) y edad de 82,1 (DT 5,2) años. La prevalencia de hábitos diarios de cuidados de la piel fue baja (tabla 1). La media de trastornos dermatológicos fue de 5,59 (DT 1,93). La prevalencia de los trastornos más frecuentes existentes en la población geriátrica comunitaria frágil fueron las alteraciones podológicas, xerosis, púrpura senil, prurito y lentigo solar, con cifras similares a las analizadas en población geriátrica española2. Las menos prevalentes fueron la urticaria y la psoriasis. El índice de calidad de vida EQ5D fue de 0,64 (DT 0,34) sobre 1, y la escala visual analógica fue de 64,84 (DT 21,46) puntos sobre 100. Tras la valoración de la calidad de vida dermatológica con el DLQI, se obtuvo una puntuación de 2,09 (DT 2,57) puntos sobre 20, indicador de alteración en la calidad de vida dermatológica4.
Características sociodemográficas y prevalencia de alteraciones dermatológicas
Variables | ||
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Edad (años): media, DT | 82,1 | 5,2 |
Sexo: n, % | ||
Mujeres | 13 | 40,6 |
Varones | 19 | 59,3 |
Convivencia en el hogar: n, % | ||
Solo/a | 5 | 15,6 |
Con cónyuge | 17 | 53,1 |
Con hijos | 8 | 25,0 |
Con cuidador interno | 2 | 6,3 |
Nivel de estudios: n, % | ||
Analfabeto o sin estudios | 20 | 62,5 |
Estudios primarios o equivalentes | 6 | 18,8 |
Estudios secundarios o equivalentes | 6 | 18,8 |
Hábitos de vida: n, % | ||
Fumador/exfumador | 17 | 53,1 |
Frecuencia de la ducha semanal | 1 | 43,8 |
Hidratación diaria de la piel | 11 | 34,4 |
Fotoprotección solar | 4 | 12,5 |
Dermatosis: n, % | ||
Alteraciones podológicas | 32 | 100,0 |
Xerosis | 24 | 75,0 |
Púrpura senil | 23 | 71,9 |
Prurito | 21 | 65,6 |
Lentigo | 20 | 62,5 |
Edema | 19 | 59,4 |
Varices | 14 | 43,8 |
Dermatitis | 6 | 18,8 |
Eccema | 5 | 15,6 |
Angioma senil | 5 | 15,6 |
Úlceras cutáneas | 5 | 15,6 |
Cáncer de piel | 4 | 12,5 |
Urticaria | 1 | 3,1 |
Se realizó un análisis para comprobar la posible relación entre las dermatosis halladas y la calidad de vida dermatológica. Se hallaron diferencias significativas en relación con el prurito (p=0,001) y con la presencia de úlceras cutáneas (p=0,008), al igual que en un estudio reciente en población anciana5. En cambio, no se halló relación estadísticamente significativa con ninguna de las alteraciones restantes.
Las cifras de prevalencia de alteraciones dermatológicas en ancianos frágiles comunitarios son similares a las de la población geriátrica2, a pesar de la existencia de estudios que indican la mayor vulnerabilidad del anciano frágil6.
La presencia del prurito y las úlceras cutáneas interfieren de modo negativo en la calidad de vida de los ancianos frágiles comunitarios. La elevada prevalencia de dichas alteraciones en los ancianos comunitarios permite indicar que se debería realizar una valoración dermatológica a los ancianos para identificarlas y promover intervenciones preventivas sobre las mismas con el objetivo de evitar su instauración y posibles complicaciones, evitando el desarrollo de síndromes geriátricos.
Los autores quieren agradecer a los participantes y sus familias, a los profesionales del departamento de salud de la Ribera y al Grupo de Investigación de Geriatría y Gerontología de la Facultad de Enfermería de la Universidad Católica de Valencia.