He leído con gran interés el estudio basado en encuestas telefónicas de García et al., sobre la calidad de vida relacionada con la salud en 701 pacientes españoles recuperados de COVID-191. En principio, reconocemos los resultados del estudio, que demuestran una importante afectación sobre la salud mental y el bienestar general de los sobrevivientes e impactan significativamente en mujeres con comorbilidad, con ingreso hospitalario y en adultos mayores. Quisiéramos discutir en esta correspondencia algunos puntos de interés sobre la calidad de vida en el marco de una necesaria e inminente agenda sobre los problemas post-COVID.
De manera general, el estudio de García et al.1 concuerda con 2recientes metaanálisis en pacientes post-COVID que, en conjunto, han analizado a más de 5.900 pacientes y han resaltado que la calidad de vida de las mujeres ha sido drásticamente afectada2,3. No solo resulta importante cuantificar el impacto de la COVID-19 sobre la calidad de vida de las mujeres en todo el mundo, sino entender los factores asociados con su desarrollo, es decir, los determinantes que están socavando aún más la calidad de vida de las mujeres post-COVID respecto a sus congéneres. A fin de acometer el quinto objetivo de los sustainable development goals, resulta clave promover una equidad de género en los sistemas de salud, instaurando un modelo de gestión organizado y multifocal que considere las esferas más afectadas de la calidad de vida, ya que la inequidad puede impedir una correcta priorización y atención de calidad de poblaciones expuestas o con alto riesgo, como ya se ha visto tras el confinamiento4.
Otro aspecto importante que muestra el estudio es el análisis del grupo etario, ya que la media de edad fue de 54±16 años y no se han incluido adolescentes ni niños. Si bien existen estudios recientes5 que han demostrado que la calidad de vida ha sido impactada por la COVID-19 en niños y adolescentes de 3continentes, aún no se ha comparado claramente si los pacientes sobrevivientes de la enfermedad desarrollan una peor calidad de vida y si esta empeora si continúan los síntomas de COVID prolongada. El bienestar de los adolescentes y niños es otro interesante tópico que debe ser caracterizado prontamente, a fin de aplacar sus consecuencias y la carga por enfermedad para los sistemas de salud de cada país.
Otro ámbito que seguramente se ha visto golpeado con dureza por la pandemia es el bienestar y la calidad de vida de las poblaciones rurales e indígenas. Un complejo conjunto de factores predispone al recrudecimiento de la calidad de vida en estas poblaciones por la COVID-196, ya que incluso las políticas de control y prevención de enfermedades han sido desplegadas ignorando sus costumbres y preferencias7. Se ha visto que la COVID-19 y las consecuencias pandémicas (como el desempleo) pueden ser detonantes que impactan sobre la calidad de vida3,5; sin embargo, comprender la salud mental de estas poblaciones en conjunto y entender cuáles son los factores que impactan sobre el bienestar de pacientes indígenas post-COVID o con secuelas, aún es un tema poco esclarecido y de notoria invitación en la agenda que discutimos aquí. Algunos reportes en población peruana al inicio de la pandemia nos daban idea de las diferencias en los factores de riesgo y, por consiguiente, en los determinantes de la salud que deben ser abordados8.
Por último, es importante caracterizar todas las dimensiones o esferas posibles de la calidad de vida en pacientes post-COVID. Desde el inicio de la pandemia se ha tratado de comprender como la COVID-19ha empeorado la calidad de vida, tan solo con su llegada y el incremento de muertes9. Hoy en día, la agenda de estudio debe considerar también ubicar a los pacientes sobrevivientes y relacionar la historia de su enfermedad con los componentes multicausales de la calidad de vida. Al estudio de García et al. creemos que se le debería adicionar el análisis de los factores ambientales y de las relaciones sociales, que también han jugado un rol determinante en medio del confinamiento y el distanciamiento social, con objeto de estructurar el mosaico completo de la calidad de vida post-COVID.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.



