Hepatitis B virus (HBV) infection remains a global public health issue due to its potential for chronicity and severe complications such as cirrhosis and hepatocellular carcinoma. Since its introduction in the 1980s, vaccination against HBV has proven to be a highly effective tool in preventing acute infection, chronic disease, and vertical transmission. This article reviews the impact of hepatitis B vaccination globally and in Spain, based on data from epidemiological surveillance, seroprevalence studies, and cancer registries. Remarkable reductions in the incidence of chronic infection and hepatocellular carcinoma have been observed in countries that implemented the vaccine early, such as Taiwan, China, and Iran. In Spain, vaccination began in risk groups in 1982, was extended to adolescents in the 1990s, and to infants from 2002. Vaccination coverage has exceeded 93% in infants for over two decades. The incidence of acute hepatitis B has decreased significantly since 1997, and seroepidemiological studies show a marked decline in infection among individuals under 40 years old. A significant reduction in vertical transmission and hepatocellular carcinoma incidence has also been documented in Spanish men aged 35–39 years. Although systematic vaccination has had a substantial impact on the HBV disease burden, challenges remain regarding surveillance in unvaccinated or vulnerable populations, especially in the context of migration movements.
La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) continúa siendo un problema de salud pública mundial por su capacidad de cronificar y causar complicaciones graves, como cirrosis o carcinoma hepatocelular. Desde su inicio en los años 80, la vacunación frente al VHB ha demostrado ser una herramienta altamente efectiva en la prevención de la infección aguda, la cronificación y la transmisión vertical. En este artículo se revisa el impacto de la vacunación frente a la hepatitis B a nivel global y en España, apoyado en datos de vigilancia epidemiológica, estudios de seroprevalencia y registros de cáncer. Se destacan las notables reducciones de incidencia de infección crónica y de hepatocarcinoma en países que introdujeron precozmente la vacuna, como Taiwán, China o Irán. En España, la vacunación comenzó en grupos de riesgo en 1982, extendiéndose a adolescentes en los años 90 y a lactantes desde 2002. Las coberturas de vacunación superan el 93% en lactantes desde hace más de 2 décadas. La incidencia de hepatitis B aguda ha descendido significativamente desde 1997, y los estudios seroepidemiológicos muestran una clara disminución de la infección en menores de 40 años. También se ha documentado en España una reducción marcada de la transmisión vertical y en la incidencia de hepatocarcinoma en hombres de 35–39 años. Aunque la vacunación sistemática ha tenido un impacto sustancial en la carga de enfermedad por VHB, persisten retos como la vigilancia en grupos no vacunados o vulnerables, especialmente en el contexto de los movimientos migratorios.










