La valoración psiquiátrico-forense del riesgo de radicalización terrorista en el enfermo mental tiene especial interés para la evaluación de la peligrosidad criminal; especialmente a raíz de las recientes investigaciones sobre los denominados lobos solitarios, que indican una elevada prevalencia de enfermedad mental dentro de este tipo de terroristas.
MetodologíaAnálisis de la validez predictiva del Protocolo de Evaluación de Radicalización Terrorista (TRAP-18) para predecir futuros incidentes violentos de carácter extremista en una muestra representativa de 44 pacientes con trastorno mental grave en situación de exclusión social y con antecedentes penitenciarios.
ResultadosEl análisis de curvas ROC indicó que la puntuación total de la TRAP-18 (AUC 1,00, p = 0,018) tiene una alta validez predictiva.
ConclusionesEl TRAP-18 podría resultar una útil herramienta para la valoración del riesgo de radicalización terrorista en el enfermo mental; especialmente en el colectivo de personas con trastorno mental grave en situación de exclusión social y con antecedentes penitenciarios, los cuales presentan un mayor riesgo potencial de radicalización terrorista como lobos solitarios.
The forensic-psychiatric assessment of the risk of terrorist radicalisation in the mentally ill patient is of special interest for the evaluation of criminal dangerousness. This particularly relevant in ligh of the recent investigations into so-called lone-wolves, which indicate a high prevalence of mental illness within this type of terrorist.
MethodologyAnalysis of the predictive validity of the Terrorist Radicalisation Assessment Protocol (TRAP-18) to predict future violent incidents of an extremist nature in a representative sample of 44 patients with severe mental illness in situations of social exclusion and with a prison history.
ResultsThe ROC Curves analysis indicated that the total score of TRAP-18 (AUC 1.00, P=.018) has a high predictive validity.
ConclusionsTRAP-18 could be a useful tool for assessing the risk of terrorist radicalisation in the mentally ill patient,; especially in the group of people with severe mental illness in situations of social exclusion and with a prison record, who have a greater potential risk of terrorist radicalistion as lone-wolves.
La asociación entre enfermedad mental y radicalización terrorista resulta controvertida y de máxima actualidad. Los intentos por comprender la motivación que mueve al terrorista han pasado por diferentes etapas. Durante la década de los setenta, se hizo especial hincapié en las características patológicas de la personalidad del terrorista1. En la década de los ochenta se desarrollaron más los enfoques psicoanalíticos, pero los estudios que surgieron a finales de la década de los noventa desestimaron estos enfoques por carecer de rigor científico1,2. Y en las últimas dos décadas, a partir de las investigaciones realizadas sobre diferentes grupos terroristas (tales como ETA, IRA, Hezbollah, el Frente de Liberación Nacional, terroristas colombianos, terroristas palestinos y yihadistas), existe un consenso sobre el origen de la motivación terrorista que se centra en las características de las dinámicas de grupos (es decir, en factores sociales sumados a los individuales)1–4.
Hasta hace poco, el papel de la enfermedad mental se ha minimizado, llegando a afirmar que los enfermos mentales, por definición, no podrían ser terroristas5. Esto tiene bastante sentido; los líderes de los grupos terroristas tienden a enfatizar la importancia del conocimiento ideológico y religioso, y sobre todo, la capacidad de adquirir habilidades especializadas, ya sean de combate, logísticas, de propaganda u otras. Por lo tanto, los grupos terroristas por lo general no han estado interesados en el reclutamiento de individuos mentalmente enfermos, que pueden resultar inestables y difícilmente controlables. Pero este estilo de preferencia organizativo parece haber cambiado, fundamentalmente con el autodenominado Estado Islámico, que a través de las redes sociales enfatiza el enfoque de «hágalo usted mismo», promoviendo la figura del denominado lobo solitario y enfatizando el Lone Terrorism (término que se utiliza para distinguir los actos violentos llevados a cabo en apoyo de algún grupo, movimiento o ideología, por un solo individuo, en ausencia de la dirección de un grupo externo).
Y en este sentido, a raíz de las nuevas investigaciones sobre los terroristas solitarios6,7, autores como Corner y Gill1,8 sugieren la necesidad de revisar el tema de la enfermedad mental como parte del proceso por el cual algunas personas se involucran en el terrorismo; siendo que los recientes estudios al respecto, sugieren que existe una mayor prevalencia de enfermedad mental dentro de este tipo de terroristas que la observada en los grupos o células terroristas (40% vs. 7,6%)7.
De manera que, si bien la enfermedad mental no puede ser considerada como causa del extremismo violento, las nuevas investigaciones sugieren que sí que podría contribuir al complejo proceso de radicalización, fundamentalmente en los terroristas solitarios, cuando se combina con otra serie de factores psicosociales. En este sentido, el tema más ampliamente estudiado en la literatura sobre los lobos solitarios, es la exclusión social; con estudios que evidencian que más de la mitad de los terroristas solitarios estarían socialmente aislados.
Así pues, desde el punto de vista de la psiquiatría forense, la valoración del riesgo de radicalización terrorista en el enfermo mental puede tener especial interés para la evaluación de la peligrosidad criminal; especialmente a la hora de adoptar medidas de seguridad y en psicología penitenciaria. El problema es que, todavía en la actualidad, no existen guías o protocolos consensuados que ayuden al forense en esta actividad concreta. De forma específica, para la valoración del riesgo de radicalización del lobo solitario, en Estados Unidos, el Instituto Global de Investigación Forense ha publicado recientemente un Protocolo de Evaluación de Radicalización Terrorista-18 (TRAP-18) que ha demostrado buena fiabilidad, pero todavía se discuten sus fortalezas y limitaciones como un instrumento de juicio profesional estructurado para los profesionales de la salud mental9.
El presente estudio tiene como objetivo principal examinar la validez predictiva del TRAP-18 en una muestra representativa de pacientes con trastorno mental grave en situación de exclusión social y con antecedentes penitenciarios. Específicamente, se evalúa la capacidad de las puntuaciones totales del TRAP-18 para predecir futuros incidentes violentos de carácter extremista.
Material y métodosDiseñoEstudio observacional naturalístico realizado en una muestra de pacientes con trastorno mental grave (TMG) en situación de exclusión social y con antecedentes penitenciarios (al menos un ingreso previo en un centro penitenciario), atendidas por el Equipo de Calle de Salud Mental del «Programa de Atención Psiquiátrica a Enfermos Mentales Sin Hogar» de Madrid10,11.
El citado Programa presta atención sociosanitaria y asistencia psiquiátrica a todas aquellas personas sin hogar ubicadas en el Municipio de Madrid, mayores de edad, que padecen un TMG y que por diversas circunstancias no realizan un seguimiento en la Red Normalizada de Salud Mental. El criterio para designar a un individuo como personas sin hogar, es el establecido por la Federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con Personas Sin Hogar (FEANTSA) basada en el ETHOS (Tipología Europea de Sin Hogar y Exclusión Residencial)12. El criterio para designar a un individuo como TMG es el establecido por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH)13.
MuestraLa muestra del estudio se seleccionó del total de 235 pacientes que habían cumplimentado el Protocolo de Evaluación Basal (que se aplica a cada uno de los sujetos en el momento en que son incluidos en el «Programa de atención psiquiátrica a enfermos mentales sin hogar») desde junio de 2014 (cuando la herramienta se implementó por primera vez dentro del Programa) hasta junio de 2017. Se incluyeron aquellos con antecedentes de (al menos) un internamiento previo en un centro penitenciario (sobre los que posteriormente se cumplimentó el TRAP-18).
La muestra consistió en 44 pacientes varones con una edad media de 42,9 años (SD = 14,0). Del total de la muestra, 16 pacientes (36,4%) eran españoles, mientras que 8 (18,2%) eran de África del Norte, 9 (20,5%) del África Subsahariana, 7 (15,9%) de Europa (no españoles), 3 (6,8%) de Asia y 1 (2,3%) de América Central. La mayoría de los pacientes tenían diagnóstico de trastorno del espectro esquizofrénico (n=29; 65,9%), mientras que 3 (6,8%) con diagnóstico de trastorno de ideas delirantes, 2 (4,5%) de trastornos afectivos, 3 (6,8%) trastorno de la personalidad, 1 (2,3%) de trastorno mental orgánico, 4 (9,1%) trastorno por consumo de sustancias y 2 (4,5%) de trastorno de la personalidad.
Instrumento de evaluaciónPara la valoración del riesgo de un nuevo incidente violento de carácter extremista se utilizó el Protocolo de Evaluación de Radicalización Terrorista-18 (TRAP-18)14. Este protocolo examina dos amplias categorías de indicadores: 1) comportamientos de advertencia y 2) características distales (tablas 1 y 2). El modelo TRAP-18 identifica 8 ítems de conductas proximales, observables en patrones variables, comúnmente observados inmediatamente antes de la expresión de la violencia dirigida. La presencia de estos comportamientos indica una advertencia (lo que significa que el acto violento puede ser inminente). Además de los comportamientos de advertencia (criterios proximales), la TRAP-18 se usa para evaluar 10 ítems más dinámicos (criterios distales) que han sido identificados en la literatura sobre terrorismo. Estos criterios distales se observan comúnmente en individuos con potencial para la acción extremista, pero no son necesariamente indicativos de aquellos que están a punto de cometer actos violentos. Aunque en el manual del usuario (versión 1.0)14 los autores de la TRAP-18 desaconsejan establecer puntuaciones en su uso como herramienta de evaluación individual del riesgo, en el presente estudio (con finalidad investigadora), se puntuó en una escala de 2 puntos (0 o 1) con 0 que indica que el ítem está definitivamente ausente y 1 indicando que el ítem está posiblemente presente; de manera que la puntuación total oscila entre 0-18.
Criterios distales del TRAP-18
| Comportamiento | Descripción |
|---|---|
| Queja personal y ultraje moral | Pérdida de algo importante, identificación con un grupo que ha sido violado/sufrido |
| Enmarcado por una ideología | Presencia de creencias que justifican la intención de actuar y que pueden ser creencias religiosas, políticas o de un solo tema |
| Fracaso de afiliación | Falta de contacto o rechazo del grupo extremista |
| Dependencia de la comunidad virtual | Comunicación activa con otros a través de redes virtuales, que incluye aprender nuevas técnicas o publicar opiniones/discursos |
| Frustración de los objetivos ocupacionales | Fracaso en metas académicas o profesionales |
| Cambios en el pensamiento y las emociones | Desarrollo de creencias más concretas con poco cuestionamiento de ideas extremas. La creencia en la superioridad de uno mismo o de sus ideas |
| Fracaso de unión de pareja sexual-íntima | Fracaso para desarrollar relaciones íntimas significativas o actos de violencia sexual |
| Trastorno mental | Síntomas pasados o presentes de trastorno mental grave |
| Pensamiento táctico | Evidencia de un pensamiento táctico (creatividad e innovación) |
| Historia de violencia criminal | Historia de violencia criminal, particularmente de naturaleza depredadora |
Criterios proximales (comportamientos de advertencia) del TRAP-18
| Comportamiento | Descripción |
|---|---|
| Encaminado | Investigar, planear o prepararse para el acto violento |
| Fijación | Mayor interés (preocupación) por una persona, causa u objetivo |
| Identificación | Desarrollar el deseo de ser un guerrero o comando, o emular el comportamiento de otros que han cometido actos violentos |
| Nueva agresión | Nueva acción violenta que parece no estar relacionada con el objetivo |
| Estallido de energía | Aumentar las actividades relacionadas con el objetivo, incluso si parecen inofensivas |
| Fuga | Comunicar la intención de fuga a un tercero |
| Último recurso | Comportamiento que muestra una necesidad crucial de violencia o acción |
| Amenaza directa | Comunicación de una amenaza directa al objetivo |
El TRAP-18 fue cumplimentado retrospectivamente en base al Protocolo de Evaluación Basal (que se aplica a los sujetos en el momento de inclusión en el programa) por un psiquiatra capacitado en el uso de herramientas de evaluación de riesgos e involucrado en la evaluación y seguimiento de cada uno de los pacientes.
Los datos (posteriores a la cumplimentación del TRAP-18) sobre nuevos incidentes violentos de carácter extremista, se obtuvieron de las revisiones de las historias clínicas por parte de los investigadores. Se utilizó la definición de violencia ofrecida por los autores de la guía The Historical Clinical Risk Management-2015 para identificar los episodios de reincidencia violenta de la historia clínica del paciente; los cuales incluyen cualquier agresión física, agresión verbal, violencia contra la propiedad o comportamiento sexualmente inapropiado. Y sobre este grupo de reincidentes, se registraron aquellos sujetos con nuevos incidentes violentos de carácter extremista, utilizando la definición de radicalización violenta ofrecida por la Unión Europea16.
En una base de datos anonimizada de origen se registraron las puntuaciones de los 44 individuos en cada ítem del TRAP-18, así como la puntuación total de cada una de las subescalas presentes y la puntuación total. El período de seguimiento comenzó el día posterior a la finalización del Protocolo de Evaluación Basal y continuó hasta el momento de la recolección de datos (junio de 2018) o hasta el día en que un individuo fue dado de alta del programa (intervalo de tiempo 1-12 meses).
Este estudio se llevó a cabo con la aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, cumpliendo todos los requisitos de la Declaración de Helsinki y la legislación española en materia de protección de datos.
Análisis estadísticoLas variables cualitativas se expresaron mediante su distribución de frecuencias y las variables cuantitativas (distribuidas normalmente) por su media ± desviación estándar (DE).
Para la comparación entre los grupos de estudio de las variables cuantitativas, se utilizó la prueba t de Student (o prueba no paramétrica de U Mann-Whitney) y el test de χ2 (o la prueba exacta de Fisher en caso de que más del 25% de los valores esperados fueran menos de 5) para las cualitativas. La prueba t de Student para muestras independientes se usó para examinar diferencias en la puntuación total de la TRAP-18 entre violentos extremistas y aquellos sin violencia extremista, y la prueba de Mann-Whitney para las diferencias significativas en las subescalas de la TRAP-18 (datos ordinales).
La analizó la validez predictiva del instrumento de evaluación (TRAP-18) mediante el análisis de curvas Receiver Operating Characteristic (ROC). Los valores del área bajo la curva (AUC) de 0,70 y superiores se consideran moderados, y superiores a 0,75 buenos.
Para todas estas pruebas, el nivel de significación aceptado fue del 5%. El proceso y análisis de los datos se realizó mediante del paquete estadístico SPSS versión 15.0 para Windows (SPSS, Chicago, IL, EE. UU.).
ResultadosEstadística descriptiva de las puntuaciones del TRAP-18 y características de los grupos con y sin violencia de carácter extremistaLa tabla 3 muestra los resultados por ítems, subescalas y puntuación total en la TRAP-18.
TRAP-18: puntuaciones medias y DE para cada ítem individual, la puntuación de cada subescala y la puntuación total (n=44)
| Ítem | Media | DE |
|---|---|---|
| Escala de Características Distales | ||
| D1 Queja personal y ultraje moral | 0,59 | 0,49 |
| D2 Enmarcado por una ideología | 0,11 | 0,32 |
| D3 Fracaso de afiliación | 0,06 | 0,25 |
| D4 Dependencia de la comunidad virtual | 0,59 | 0,15 |
| D5 Frustración de los objetivos ocupacionales* | 1,00 | 0,00 |
| D6 Cambios en el pensamiento y las emociones | 0,06 | 0,25 |
| D7 Fracaso de unión de pareja sexual-íntima | 0,38 | 0,49 |
| D8 Trastorno mental* | 1,00 | 0,00 |
| D9 Pensamiento táctico | 0,09 | 0,29 |
| D10 Historia de violencia criminal | 0,81 | 0,39 |
| Puntuación total Criterios Distales TRAP-18 | 4,11 | 1,46 |
| Escala Proximal Comportamientos de Advertencia | ||
| P1 Encaminado | 0,06 | 0,25 |
| P2 Fijación | 0,20 | 0,40 |
| P3 Identificación | 0,06 | 0,25 |
| P4 Nueva agresión | 0,38 | 0,49 |
| P5 Estallido de energía | 0,34 | 0,47 |
| P6 Fuga | 0,22 | 0,42 |
| P7 Último recurso | 0,09 | 0,29 |
| P8 Amenaza directamente comunicada | 0,27 | 0,45 |
| Puntuación total criterios proximales TRAP-18 | 1,65 | 1,76 |
| Puntuación total TRAP-18 | 5,77 | 2,89 |
DE: desviación estándar.
* Variables con puntuación máxima constante para toda la muestra
De los 44 sujetos incluidos, 13 pacientes presentaron un nuevo incidente violento y 31 no volvieron a presentar un incidente violento. Y de los 13 sujetos reincidentes, solamente 2 pacientes presentaron un nuevo incidente violento de carácter extremista. Los análisis independientes de prueba χ2 no encontraron diferencias significativas en términos de edad (p = 0,95; χ2 = 0,03), etnia (p = 0,95; χ2 = 0,03) y diagnóstico (p = 0,95; χ2 = 0,03) entre los grupos.
La tabla 4 muestra los resultados de la TRAP-18 por grupos, existiendo una diferencia estadísticamente significativa en la puntuación total de TRAP-18 (t (44) = 5,22; p <0,001) entre grupos.
Puntuaciones medias de TRAP-18 para los grupos sin violencia extremista y con violencia extremista (n = 44)
| Ítem | Sin violencia extremista(n = 42)Media DE | Violencia extremista(n = 2)Media DE | ||
|---|---|---|---|---|
| Escala de Características DistalesD1 Queja personal y ultraje moralD2 Enmarcado por una ideologíaD3 Fracaso de afiliaciónD4 Dependencia de la comunidad virtualD5 Frustración de los objetivos ocupacionalesD6 Cambios en el pensamientoD7 Fracaso de unión de pareja sexual-íntimaD8 Trastorno mentalD9 Pensamiento tácticoD10 Historia de violencia criminalPuntuación total distal TRAP-18 | 0,570,070,040,001,000,020,381,000,070,803,92 | 0,500,260,210,000,000,150,490,000,260,391,13 | 1,001,000,500,501,001,000,501,000,501,008,00 | 0,000,000,700,700,000,000,700,000,700,002,82 |
| Escala Proximal Comportamientos de AdvertenciaP1 EncaminadoP2 FijaciónP3 IdentificaciónP4 Nueva agresiónP5 Estallido de energíaP6 FugaP7 Último recursoP8 Amenaza directamente comunicadaPuntuación total proximal TRAP-18 | 0,020,160,040,350,330,210,070,231,45 | 0,150,370,210,480,470,410,260,431,50 | 1,001,000,501,000,500,500,501,006,00 | 0,000,000,700,000,700,700,700,001,41 |
| Puntuación total TRAP-18 | 5,38 | 2,20 | 14,00 | 4,24 |
DE: desviación estándar.
Para evaluar las diferencias entre el grupo con un nuevo incidente violento de carácter extremista y el grupo sin violencia de carácter extremista, los tamaños del efecto correlacional se informan a continuación:
En el análisis de la prueba Mann-Whitney en las dos subescalas (distal y proximal) de la TRAP-18 se observó que los que presentaron un nuevo incidente violento de carácter extremista (rango promedio = 43,0) difirieron significativamente (p = 0,004; U = 904) de forma idéntica en sus puntuaciones tanto en la subescala distal (Escala de Características Distales) como en la subescala proximal (Escala Proximal de Comportamientos de Advertencia), en comparación con el grupo sin violencia extremista (rango promedio = 21,52).
Validez predictiva del TRAP-18: análisis ROCLos resultados de los análisis ROC se presentan en la tabla 5. El AUC fue más alto para la puntuación total de la TRAP-18 que para la puntuación de las subescalas (distal y proximal) de la TRAP-18 por separado. La puntuación total de la TRAP-18 predijo significativamente la reincidencia violenta de carácter extremista (AUC 1,00, p = 0,018). Además, por separado, la subescala distal de la TRAP-18 y la subescala proximal de la TRAP-18, también son un predictor significativo de futuras reincidencias violentas de carácter extremista (con una AUC 0,98 y p = 0,021 para ambas subescalas).
Área bajo la curva para las puntuaciones totales y las subescalas del TRAP-18
| Instrumentos de evaluación | AUC | Error típ, | Significación asintótica (p)a | Intervalo de confianza asintótico al 95% | |
|---|---|---|---|---|---|
| Límite inferior | Límite superior | ||||
| TRAP-18 total | 1,00 | 0,00 | 0,018 | 1,00 | 1,00 |
| Distalb | 0,98 | 0,02 | 0,021 | 0,94 | 1,01 |
| Proximalb | 0,98 | 0,02 | 0,021 | 0,94 | 1,01 |
AUC: área bajo la curva.
El principal resultado del presente estudio es que la utilización del Protocolo de Evaluación de Radicalización Terrorista (TRAP-18) se perfila como una útil herramienta para la valoración psiquiátrico-forense del riego de radicalización terrorista en el enfermo mental en situación de exclusión social, lo que se demuestra por su potencial validez predictiva para futuros incidentes violentos de carácter extremista en los sujetos con antecedentes penitenciarios.
Esta investigación es necesaria ya que todavía se discute las limitaciones del TRAP-18 como un instrumento de evaluación útil para los profesionales de la salud mental en general y de la psiquiatría forense en particular17. Además, los estudios que han investigado el fenómeno radicalización terrorista mediante la aplicación del TRAP-18 no se basan en muestras de enfermos mentales. Debido a esto, es difícil comparar los resultados del presente estudio con otros resultados informados.
Aunque solamente dos pacientes (de los trece reincidentes) protagonizaron un nuevo incidente violento de carácter extremista, los análisis estadísticos indicaron que se encontró una diferencia significativa entre los grupos sin violencia extremista y con violencia extremista en la puntuación total del TRAP-18 así como en las subescalas proximal y distal, de modo que el grupo con violencia extremista obtuvo puntuaciones significativamente más altas. El análisis de AUC indicó también que la puntuación total del TRAP-18 tenía una precisión predictiva superior a las subescalas proximal y distal (por separado) para incidentes violentos de carácter extremista en el futuro. Aunque la puntuación de las subescalas proximal y distal también fue un predictor significativo (AUC 0,98) de futuros incidentes violentos de carácter extremista en la presente muestra, los estadísticos pueden estar sesgados (ya que la variable de resultado de contraste tiene al menos un empate entre el grupo de estado real positivo y el grupo de estado real negativo).
En los dos pacientes que finalmente protagonizaron un nuevo incidente violento de carácter extremista, encontramos que ambos presentaban: queja personal y un sentimiento de ultraje moral, la enmarcación por una ideología extremista, historia previa de violencia criminal (de naturaleza depredadora), planificación para el acto violento, fijación por unos objetivos determinados, una nueva acción violenta que parecía no estar relacionada con el objetivo y la presencia de amenazas directamente comunicadas. En relación a los agravios personales y la indignación moral, es posible que la psicopatología concreta de cada uno de los individuos haya influido en los sentimientos de ira y humillación, la heteroculpabilización y la identificación vicaria con un grupo que ha sufrido. El tipo de enmarcación por una ideología (es decir, la presencia de creencias que justifican la intención del terrorista de actuar ya sean un sistema de creencias religiosas, una filosofía política, un compromiso secular, un conflicto de un solo tema o una justificación idiosincrásica)14 debería ser estudiado en posteriores investigaciones, ya que como argumentan Corner y Gill1, aquellos que tienen una ideología de un solo tema están más típicamente obsesionados con un objetivo que ven como totalmente responsable de su agravio. Este comportamiento descrito se refleja en ciertas enfermedades mentales cuando experimentan procesos de pensamiento intrusivos o ideas delirantes que causan fijaciones sobre objetivos específicos a quienes el individuo ve como responsables. También si la ideología ayuda (o no), a aliviar los síntomas del trastorno mental es una consideración secundaria pero importante; ya que según Meloy y Yakeley18 «el individuo utiliza una creencia esotérica o nihilista para manejar la ansiedad de una mente que se descompensa» y esta característica se ha denominado «nexo de psicopatología e ideología». Por otra parte la presencia de ítems en los criterios de advertencia (proximales) sugiere que los profesionales de la salud mental pueden tener un rol importante en la prevención de los ataques terroristas solitarios.
Otro hallazgo indirecto de este estudio, pero relevante, es la aparente evidencia de que el paciente con trastorno mental grave en situación de exclusión social y con antecedentes penitenciarios, presenta de forma basal una mayor vulnerabilidad que aumenta el riesgo de una potencial radicalización terrorista. Esto se objetiva en el estudio, siendo que todos los sujetos de la muestra presentaban de forma constante varios de los ítems que aumentan el riesgo de radicalización terrorista (como son la presencia de un trastorno mental y la frustración en objetivos ocupacionales). En relación al trastorno mental, recientemente se ha descrito que la probabilidad de que un terrorista solitario tenga una enfermedad mental es 13 veces más alta que la probabilidad de que el terrorista de un grupo o banda armada tenga una enfermedad mental1. Sin embargo, como argumentan Corner y Gill1, la prevalencia relativamente baja en las estadísticas descriptivas, junto con la evidencia de que el trastorno mental rara vez se atribuye como una causa directa de violencia terrorista, obliga a pensar que la motivación del terrorista solitario está integrada fundamentalmente en una causa ideológica, desarrollada a lo largo del tiempo, junto con la presencia de otros factores de riesgo, y no solo del trastorno mental. Y en este sentido, la exclusión social y sus consecuencias derivadas (como la frustración en objetivos ocupacionales) podrían jugar un papel determinante.
Finalmente, en relación con el diagnóstico psiquiátrico, también es importante señalar que, si bien el trastorno de ideas delirantes y la esquizofrenia son las enfermedades mentales que con más frecuencia se asocian al terrorismo del tipo lobo solitario1, en el presente estudio no se encontraron diferencias significativas entre los grupos sin violencia extremista y con violencia extremista (siendo que el diagnóstico de los dos sujetos que presentaron conducta violenta extremista fueron precisamente esquizofrenia y trastorno de ideas delirantes) posiblemente debido a la elevada prevalencia de ambos en toda la muestra. Y se destaca también que ni la etnia, ni la edad, resultaron significativamente diferentes entre los grupos comparados.
ConclusionesLa valoración psiquiátrico-forense del riesgo de radicalización terrorista en el enfermo mental puede tener especial interés para la evaluación de la peligrosidad criminal; especialmente a raíz de las recientes investigaciones sobre los denominados lobos solitarios, que sugieren la necesidad de revisar el tema de la enfermedad mental como parte del proceso por el cual algunas personas se involucran en el terrorismo.
El Protocolo de Evaluación de Radicalización Terrorista (TRAP-18) podría resultar una herramienta útil para la valoración psiquiátrico-forense del riego de radicalización terrorista en el enfermo mental.
El colectivo de personas con trastorno mental grave en situación de exclusión social extrema y con antecedentes penitenciarios, presenta de forma basal un mayor riesgo potencial de radicalización terrorista como lobos solitarios. El TRAP-18 demuestra una óptima validez predictiva para futuros incidentes violentos de carácter extremista en esta población vulnerable.
LimitacionesLa interpretación de estos resultados debe ser realizada con enorme cautela ya que el tamaño de la muestra es pequeño, existe la posibilidad de sesgo retrospectivo y sesgo observacional que afecte a los resultados y el TRAP-18 se recomienda que sea utilizado en conjunto con otras herramientas para permitir una mayor precisión a través de múltiples métodos. De manera que es necesario realizar más investigaciones con muestras más grandes y diseños prospectivos.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.







