Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estiman cerca de 700.000 muertes por suicidio por año para junio del 2021, siendo la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años en el mundo. Frente a esta problemática impera la necesidad de buscar estrategias para lograr una reducción de los casos de suicidio. Para esto es relevante conocer que la reincidencia de intentos de suicidio constituye el principal predictor para este desenlace. Dado a lo anterior, es crucial determinar aquellos factores de riesgo para los intentos suicidas recurrentes.
Materiales y métodosSe realizó un estudio transversal, a partir de un análisis secundario de datos del reporte de las fichas de notificación epidemiológica de intentos de suicidio en la Red de Salud del Centro en Cali durante el periodo comprendido entre 2016 y 2019.
ResultadosEl 54,4% presentaron reincidencia de intento de suicidio, 75,13% corresponden a mujeres, con una mediana de edad de 18 años (RIQ 15-21). A partir del análisis multivariado, se encontró que el antecedente de suicidio familiar (OR = 3,34; IC 95% 1.004-11,14; p < 0,05), el problema de consumo de sustancias psicoactivas (SPA) (OR = 2,88; IC 95% 1,42-5,8; p < 0,01), el trastorno mental grave (OR = 2,11; IC 95% 1,13-3,9; p < 0,05) y el uso de arma cortopunzante como método de intento de suicidio (OR = 2,75; IC 95% 1,32-5,74; p < 0,01) tenían asociación con la reincidencia de intentos de suicidio.
ConclusiónLas estrategias en salud para la reducción de casos de reincidencia de los intentos de suicidio en jóvenes y adolescentes deben tener un alcance multidisciplinario, abarcando características sociodemográficas, clínicas y psicosociales. Este estudio permite vislumbrar algunos factores de riesgo para reincidencia de intento de suicidio, como el antecedente de suicidio familiar, el problema de consumo de sustancias psicoactivas, presencia de trastorno mental grave y el empleo de arma cortopunzante como método para el intento de suicidio; sin embargo, existen otras variables reportadas en la literatura que podrían llegar a ser objeto de futuras investigaciones, las cuales no se pudieron describir debido a la metodología de la presente investigación.
According to data from the World Health Organization, about 700,000 deaths by suicide per year are estimated by June 2021, being the fourth leading cause of death among young people aged 15 to 19 in the world. Faced with this problem, there is a need to seek strategies to achieve a reduction in suicide cases. For this, it is relevant to know that the recurrence of suicide attempts is the main predictor for this outcome. Given the above, it is crucial to determine those risk factors for recurrent suicide attempts, and thus ensure timely follow-up and intervention.
Materials and methodsA cross-sectional study was carried out, based on a secondary analysis of data from the report of the epidemiological notification files of suicide attempts in the Red de Salud del Centro in Cali during the period between 2016 and 2019.
Results54.4% presented recurrence of attempted suicide, 75.1% corresponds to women, with a median age of 18 years (IQR 15-21). From the multivariate analysis, it was found that the history of family suicide (OR = 3.34; CI 95% 1 004-11.14; P < .05), the problem of Consumption of Psychoactive Substances (SPA) (OR = 2.88; CI 95% 1.42-5.8; P < .01), severe mental disorder (OR = 2.11; CI 95% 1.13-3.9; P < .05) and the use of a sharp weapon as a method of suicide attempt (OR = 2.75; CI 95% 1.32-5.74; P < .01) were associated with recidivism of suicide attempts.
ConclusionHealth strategies to reduce cases of recurrence of suicide attempts in young people and adolescents must have a multidisciplinary scope, encompassing sociodemographic, clinical, and psychosocial characteristics. This study allows us to glimpse some risk factors for recurrence of suicide attempts, such as a history of family suicide, the problem of consumption of psychoactive substances, the presence of a serious mental disorder and the use of a sharp weapon as a method for the suicide attempt; however, there are other variables reported in the literature that could become the subject of future research, which cannot be described due to the methodology of this research.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante el 2019 cerca de 700.000 personas se suicidaron, siendo la cuarta causa de muerte en población joven menor de 30 años en el mundo1. Se estima que por cada suicidio se reportan al menos 20 intentos de suicidio2, antecedente que constituye uno de los principales predictores para suicidio3–5, con reportes de repetición de la conducta entre 35 y 50% de los casos de intento de suicidio, ambas condiciones corresponden a un evento de interés en salud pública6.
En Colombia, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre 2009 y 2016 se reportaron 17.522 suicidios, con un promedio anual de 2.190 casos. Para 2017 y 2018 se presentaron 2.097 y 2.464 casos, respectivamente2,7. En el caso de intento de suicidio, en el 2015 se reportó una tasa de 4,12 por 100.000 habitantes, indicador que presentó un incremento con reportes de 36.08, 52.4 y 56.8 casos por 100.000 habitantes en el 2016, 2017, 2018, respectivamente7.
En 2017, en el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) se reportó que 62,7% de intentos de suicidios correspondían a mujeres, 48,5% correspondía al grupo etario entre los 15 a 24 años, siendo Antioquia, Vaupés, Bogotá D. C., Cundinamarca, Nariño y Huila, las regiones con mayor número de casos2. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Mental del 2015, se reportan otros factores de riesgo de la conducta suicida como la impulsividad, los eventos adversos de la vida, no contar con una pareja, estar desempleado, tener antecedentes familiares de suicidio o intentos previos, presentar un trastorno mental, tener antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas y la muerte de un familiar3,8. En relación con los métodos, la intoxicación, el uso de armas cortopunzantes y el ahorcamiento fueron los más frecuentes con 66,7, 21,2 y 6,3%, respectivamente2.
En Santiago de Cali, un estudio realizado entre 1994 y 2010 en pacientes hospitalizados en la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario del Valle reportó que 22,7% ingresaron por intento de suicidio. De estos, la mayoría correspondía al grupo etario comprendido en el rango de 15 a 24 años, 56,4% eran mujeres, 63,6% correspondían a personas solteras, 95,4% eran de estratos socioeconómicos bajos, con un trastorno psiquiátrico asociado, siendo el trastorno depresivo el más prevalente en 50% de casos, cerca de 80% tenían problemas de consumo de sustancias y un tercio de los casos correspondían a un reintento de suicidio9.
La conducta suicida es un proceso que inicia con pensamientos seguidos de planes suicidas y múltiples intentos que lleva finalmente al suicidio3. Algunos modelos se han planteado para dar explicación a esta conducta; así desde el modelo biologicista se deben tener en cuenta los aportes de la genética, la epigenética, la proteómica, la inmunología y la neurobiología, como son los rasgos de la personalidad impulsivo-agresivos personales y en los familiares, genéticos como polimorfismos del sistema serotoninérgico, del eje hipotalámico-pituitario-adrenal, del sistema noradrenérgico y los antecedentes familiares de suicidio10. Por otra parte, modelos conductuales como la teoría de diátesis-estrés de Mann11, que arguyen la existencia de una predisposición o vulnerabilidad para la conducta suicida, conocidos como factores de riesgo distales o diátesis, que al combinarse con factores de riesgo proximales aumentan el riesgo de suicidio12. Dentro de los factores distales abarcan los factores descritos en el modelo biologicista13,14. Por su parte, los factores desencadenantes son los llamados factores de riesgo próximos, dentro de los que se encuentran los eventos adversos de la vida, estrés y trastornos psiquiátricos o incluso el consumo de sustancias psicoactivas15. En esta teoría se plantea que los pacientes suicidas difieren de los no suicidas en los factores distales16. En paralelo, la teoría interpersonal del suicidio de Joiner et al. que propone el deseo suicida y la capacidad de suicidio como factores principales. El deseo suicida como consecuencia de los altos niveles de carga y frustración, y por su parte la capacidad de suicidio, explicada por los factores genéticos, epigenéticos y ambientales, donde impera la pérdida del miedo a la muerte11.
Las acciones de salud pública dirigidos a prevenir el suicidio deben enfocarse en la vigilancia con acciones de monitoreo y seguimiento de los reintentos de suicidio y sus factores de riesgo6.
Pocos estudios han dirigido su interés en los factores de riesgo de reincidencia en el intento de suicidio en adolescentes y jóvenes10,17–20, y por tratarse de investigaciones de alcance exploratorio, las proyecciones para la generación de nuevo conocimiento a partir propuestas analíticas justifican la necesidad de identificar condiciones que propicien la identificación de un perfil diferencial en comparación con quienes presentan la conducta por primera vez y, de esta manera, generar una línea de base que permita orientar la toma de decisiones en atención psicosocial. Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue determinar la frecuencia y los factores relacionados con la reincidencia de intento de suicidio en adolescentes y jóvenes que fueron atendidos por intento de suicidio en la Red de Salud del Centro E.S.E., en Santiago de Cali.
MetodologíaSe realizó un estudio exploratorio, observacional, retrospectivo de corte transversal a partir de un análisis secundario de datos obtenidos del registro de la ficha 356 de notificación epidemiológica para el evento de intento de suicidio del SIVIGILA. Los datos correspondieron a los almacenados en el Sistema de Información de las consultas en los servicios de urgencias y consulta externa de la Red de Salud del Centro E.S.E. de Cali, para el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2016 al 31 de diciembre de 2019. El rango de edad que se tuvo en cuenta fue entre los 12 a 26 años, de acuerdo con las categorías del ciclo vital de las Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS) y el Ministerio de Salud21, y para la selección del periodo de tiempo de los datos se consideró dado que solo a partir del 2016 se inició la vigilancia y notificación epidemiológica del intento de suicidio en Colombia. Por medio de este registro, se obtuvo información de los datos sociodemográficos que incluyeron edad, sexo, estado civil, estrato socioeconómico y escolaridad; variables clínicas como el número de intentos de suicidio, los antecedentes de patologías crónicas, las enfermedades mentales y los antecedentes familiares de intento suicidas y trastornos mentales; variables psicosociales como problemas de pareja, métodos utilizados en el intento, presencia de algún tipo de violencia, la separación de los padres y atención en servicios de salud mental y psiquiatría, variables que según la literatura han sido predictores de intento de suicidio.
Para operacionalizar la variable dependiente se determinó como caso toda aquella persona que haya sido reportada con antecedentes de dos o más intentos de suicidio, catalogándola como reincidencia de intento de suicidio.
Se realizó un análisis de la calidad del dato a partir del reporte integral de la información, se excluyeron aquellos casos que reportaron más de 9% de pérdida de la información de las variables predictoras reportadas en la literatura. Estas corresponden a variables clínicas como el antecedente de trastorno mental; variables psicosociales como el antecedente de problema de consumo, antecedente de abuso sexual y la separación de los padres (fig. 1).
Se realizó un análisis univariado, en el caso de variables cuantitativas se determinó si presentaban distribución normal con la prueba de Kolmogorov-Smirnov, se reportaron medianas con sus respectivos rangos intercuartílicos (RIQ), en el caso de variables categóricas se reportaron porcentajes. Se realizó análisis bivariado para establecer las asociaciones entre las variables independientes y la variable dependiente, acudiendo al uso de la prueba de χ2 o prueba exacta de Fisher, según correspondiera. Las variables de edad y escolaridad fueron convertidas a variables categóricas a partir de criterios como etapas de ciclo vital descritas por el Ministerio de Salud y protección social y los niveles de formación específicos para el sistema educativo21,22. Finalmente, se acudió a un análisis de regresión logística binaria a través del método de stepwise hacia adelante, que permitió determinar el modelo con mayor capacidad predictiva para la reincidencia en el intento de suicidio. Fueron incluidas variables que obtuvieran valores de p ≤ 0,20 en la etapa de análisis bivariado. Mediante la prueba de Hosmer y Lemeshow se determinó el ajuste del modelo.
El estudio fue aprobado por los Comités de Ética de la Red de Salud del Centro E.S.E mediante acta No 3.1.28.01-2021 y por la Universidad Libre Seccional Cali mediante oficio con fecha del 2 de agosto del 2021, catalogándola como una investigación de riesgo mínimo según la resolución 8430 de 1993.
ResultadosDe los 270 casos en adolescentes y jóvenes, se procesó la información de 193 personas registradas que cumplían con el criterio de calidad del dato. De estos se pudo confirmar que 54,4% (n = 105) presentó reincidencia de intento de suicidio. De acuerdo con las variables sociodemográficas 75,13% correspondió a mujeres, con una mediana de edad de 18 años (RIQ 15-21), 55,4% pertenecía al estrato socioeconómico bajo, 83,42% no tenía pareja y 71,50% había culminado la secundaria. En relación con las variables clínicas, 4,66% padecía alguna enfermedad crónica, 19,69% había presentado ideación suicida, 11,92% presentó plan suicida, 51,3% padecía de algún trastorno mental grave como esquizofrenia, trastorno depresivo mayor o trastorno afectivo bipolar, 10,36% presentaba antecedente de suicidio familiar y 30,57% tenía problemas de consumo. En cuanto al método de intento de suicidio, 62,7% presentó intoxicación, 26,4% tuvo autolesiones con arma cortopunzante y 10,9% restante utilizó otros métodos como ahorcamiento.
Dentro de las variables psicosociales, 38,8% tenía problemas de pareja, 11,4% tenía antecedente de muerte de algún familiar, 77,2% venía de padres separados, 7,7% tenía familiares con problema de consumo, 20,73% fue víctima de algún grado de violencia, de estas, 9,84% corresponde a maltrato psicológico, en 7,77% se reportó maltrato físico y en 10,36% se encontró abuso sexual. La tabla 1 describe todas las características sociodemográficas, clínicas y psicosociales de las personas reportadas en el SIVIGILA.
Variables sociodemográficas, clínicas y psicosociales en adolescentes y jóvenes con reincidencia de intento de suicido en la Red de Salud del Centro de la ciudad de Cali
Variable | Reincidencia de suicidio | No reincidencia de suicidio | Estadístico | OR | gl | IC 95% | p |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Categorías de edad* | |||||||
12-16 | 45 (62,5%) | 27 (37,5%) | 1 | ||||
17-19 | 24 (44,4%) | 30 (55,6%) | 4.061 | 2,08 | 1 | 1.016-4,27 | 0,045 |
20-26 | 36 (53,7%) | 31 (46,3%) | 1.097 | 1,43 | 1 | 0,72-2,82 | 0,296 |
Sexo* | |||||||
Mujer | 80 (55,2%) | 65 (44,8%) | 0,139 | 1,13 | 1 | 0,58-2,17 | 0,71 |
Hombre | 25 (52,1%) | 23 (47,9%) | |||||
Estrato socioeconómico* | |||||||
Bajo | 54 (50,46%) | 53 (49,53%) | |||||
Medio | 52 (60%) | 34 (40%) | 1,50 | 0,69 | 1 | 0,39-1,24 | 0,22 |
Estado civil* | |||||||
Con pareja | 19 (59,4%) | 13 (40,6%) | |||||
Sin pareja | 86 (53,4%) | 75 (46,6%) | 0,38 | 1,27 | 1 | 0,59-2,75 | 0,53 |
Escolaridad* | |||||||
Primaria | 27 (73%) | 10 (27%) | 1 | ||||
Secundaria | 69 (50,4%) | 69 (49,6%) | 3,78 | 1,89 | 1 | 0,99-3,62 | 0,052 |
Superior | 8 (42,3%) | 10 (52,9%) | 0,15 | 1,21 | 1 | 0,46-3,20 | 0,69 |
Problema de pareja* | |||||||
Sí | 41 (54,7%) | 34 (45,3%) | |||||
No | 64 (54,2%) | 54 (45,8%) | 0,003 | 1,01 | 1 | 0,56-1,81 | 0,95 |
Enfermedad crónica* | |||||||
Sí | 3 (33,3%) | 6 (66,7%) | |||||
No | 102 (55,4%) | 82 (44,6%) | 1,69 | 0,40 | 1 | 0,098-1,65 | 0,19 |
Muerte familiar* | |||||||
Sí | 14 (63,6%) | 8 (36,4%) | |||||
No | 91 (53,2%) | 80 (46,8%) | 0,85 | 1,53 | 1 | 0,61-3,85 | 0,35 |
Suicidio familiar* | |||||||
Sí | 16 (80%) | 4 (20%) | |||||
No | 89 (89%) | 84 (48,6%) | 5,89 | 3,77 | 1 | 1,21-11,75 | 0,015 |
Familiar que consume | |||||||
Sí | 9 (60%) | 6 (40%) | |||||
No | 96 (53,9%) | 82 (46,1%) | 0,205 | 1,28 | 1 | 0,43-3,75 | 0,65 |
Problema de consumo | |||||||
Sí | 43 (72,9%) | 16 (27,1%) | |||||
No | 62 (46,3%) | 72 (53,7%) | 11,69 | 3,12 | 1 | 1,60-6,08 | 0,001 |
Ideación suicida* | |||||||
Sí | 28 (73,7%) | 10 (26,3%) | |||||
No | 77 (49,7%) | 78 (50,3%) | 7,090 | 2,83 | 1 | 1,29-6,23 | 0,008 |
Plan suicida* | |||||||
Sí | 9 (39,1%) | 14 (60,9%) | |||||
No | 96 (56,5%) | 74 (43,5%) | 2,45 | 0,49 | 1 | 0,20-1,20 | 0,11 |
Trastorno mental grave* | |||||||
Sí | 64 (64,6%) | 35 (35,3%) | |||||
No | 41 (42,26%) | 53 (54,6%) | 8,59 | 2,36 | 1 | 1,32-4,22 | 0,003 |
Ansiedad† | |||||||
Sí | 2 (50%) | 2 (50%) | |||||
No | 103 (54,5%) | 86 (45,5%) | 1 | 0,83 | 1 | 0,11-6,05 | 0,62 |
Maltrato psicológico* | |||||||
Sí | 11 (57,9%) | 8 (42,1%) | |||||
No | 94 (54%) | 80 (46%) | 0,10 | 1,17 | 1 | 0,449-3,05 | 0,74 |
Maltrato físico* | |||||||
Sí | 9 (60%) | 6 (40%) | |||||
No | 96 (53,9%) | 82 (46,1%) | 0,20 | 1,28 | 1 | 0,43-3,75 | 0,65 |
Abuso sexual* | |||||||
Sí | 15 (75%) | 5 (25%) | |||||
No | 90 (52%) | 83 (48%) | 3,81 | 2,76 | 1 | 0,96-7,94 | 0,051 |
Separación de los padres* | |||||||
Sí | 80 (53,7%) | 69 (46,3%) | |||||
No | 25 (56,8%) | 19 (43,2%) | 0,13 | 0,88 | 1 | 0,44-1,73 | 0,71 |
Violencia* | |||||||
Sí | 25 (62,5%) | 15 (37,5%) | |||||
No | 80 (52,3%) | 73 (47,7%) | 1,33 | 1,52 | 1 | 0,74-3,10 | 0,24 |
Ahorcamiento | |||||||
Sí | 9 (8,5%) | 4 (4,5%) | 1,27 | 1,96 | 1 | 0,58-6,62 | 0,27 |
No | 96 (91,4%) | 84 (95,4%) | |||||
Arma cortopunzante | |||||||
Sí | 37 (35,23%) | 14 (15,9%) | |||||
No | 68 (64,7%) | 74 (84%) | 9,51 | 2,87 | 1 | 1,43-5,77 | 0,003 |
Intoxicación | |||||||
Sí | 59 (56,1%) | 62 (70,4%) | |||||
No | 46 (43,8%) | 26 (29,5%) | 4,20 | 0,53 | 1 | 0,29-0,97 | 0,042 |
A partir del análisis bivariado, entre las variables independientes sociodemográficas y la dependiente reincidencia de intento de suicidio, se encontró que las personas entre los 17-19 años presentaron mayor oportunidad de reincidencia de intento suicida (odds ratio [OR] = 2,08; intervalo de confianza [IC] 95% 1,01-4,27; p < 0,05). En cuanto a las variables clínicas, se encontró mayor oportunidad de reincidencia de este evento en personas con antecedentes de suicidio de un familiar (OR = 3,77; IC 95% 1,21-11,75; p < 0,05), con problemas de consumo de sustancias psicoactivas (OR = 3,12; IC 95% 1,60-6,08; p < 0,001), ideación suicida (OR = 2,83; IC 95% 1,29-6,23; p < 0,01), antecedentes de trastorno mental grave (OR = 2,36; IC 95% 1,32-4,22; p < 0,01), y utilizar como método de elección heridas por arma cortopunzante (OR = 2,87; IC 95% 1,43-5,77; p < 0,01). Dentro de las variables psicosociales no se encontraron relaciones estadísticamente significativas para esta muestra (tabla 1).
Para ajustar por posibles confusores, a partir del análisis bivariado, se identificaron las variables que tuvieron valores p ≤ 0,20 para determinar el modelo multivariado final mediante regresión logística binaria, acudiendo al modelo de stepwise hacia adelante. Lo anterior permitió escoger el modelo más parsimonioso, concluyendo que el modelo explicativo con mayor ajuste para la reincidencia del intento de suicidio fue: el antecedente de suicidio familiar (OR = 3,34; IC 95% 1.004-11,14; p < 0,05), el problema de consumo de sustancias psicoactivas (OR = 2,88; IC 95% 1,42-5,80; p < 0,01), presencia de trastorno mental grave (OR = 2,11; IC 95% 1,13-3,9; p < 0,01) y el empleo de arma cortopunzante como método para el intento de suicidio (OR = 2,75; IC 95% 1,32-5,74; p < 0,01), de esta manera se observan las variables proximales como el consumo de sustancias psicoactivas y el trastorno mental grave; y dentro de las variables distales, el antecedente de suicidio familiar.
Mediante la prueba de Hosmer y Lemeshow se identificó buen ajuste del modelo (p = 0,162), se concluyó que no es posible rechazar la hipótesis alternativa de diferencias en la capacidad predictiva del modelo con mayor grado de parsimonia conformado por cuatro variables en comparación con un modelo que incluyó todas las variables que sugerían asociación en el análisis bivariado. La capacidad explicativa del modelo fue del 20% (R2 0,20 Nagelkerke, Log. de verosimilitud 234,3). La tabla 2 muestra el modelo explicativo con mayor grado de parsimonia.
Modelo explicativo de la reincidencia de intento de suicidio en adolescentes y jóvenes en la Red de salud del Centro de Santiago de Cali
Variable | X2 | Grados de Libertad (Gl) | OR crudo | OR ajustado | IC 95% | Valor de p |
---|---|---|---|---|---|---|
Problema de consumo | 8,75 | 1 | 3,12 | 2,88 | 1,42-5,8 | 0,003 |
Suicidio familiar | 3,86 | 1 | 3,77 | 3,34 | 1,004-11,14 | 0,049 |
Arma cortopunzante | 7,29 | 1 | 2,87 | 2,75 | 1,32-5,74 | 0,007 |
Trastorno mental grave | 5,63 | 1 | 2,36 | 2,11 | 1,13-3,9 | 0,0018 |
El aumento de la reincidencia en los intentos de suicidio en adolescentes y jóvenes a nivel mundial ha llevado a los tomadores de decisiones en salud pública a buscar estrategias y lograr impactar en la reducción de este evento en salud2,4,7. Dentro de las estrategias iniciales están la caracterización de la población afectada23, determinar probables factores de riesgo que aumentan la presentación de estos casos6,24, identificar las consecuencias directas del intento de suicidio sobre el funcionamiento25 y establecer estrategias de acompañamiento para la persona y su entorno inmediato, habitualmente la familia o instituciones educativas26.
A pesar de que los adolescentes y jóvenes son uno de los grupos poblacionales más afectados1,7,23, la investigación en este grupo etario aún sigue siendo insuficiente10,26,27 y la mayoría de las investigaciones han dirigido su interés en determinar los factores de riesgo asociados a ideaciones e intentos suicidas, sin establecer diferencias entre el intento de suicidio por primera vez y la recurrencia de intento suicida5,28.
En el presente estudio se determinó que cerca de la mitad de los registros de la población incluida en el SIVIGILA había presentado reincidencia en el intento de suicidio, lo cual es respaldado con lo observado en la literatura, cerca de 35 a 50% de los que culminan en suicidio tuvieron reincidencia en el intento6. Conociendo que la recurrencia del intento de suicidio es el principal factor de riesgo para suicidio3,29, surge la necesidad de identificar las principales características de las personas que presentan este comportamiento para diferenciarlas de quienes presentan el primer intento. Lo anterior facilitaría la toma de decisiones orientadas al manejo integral y evitar de esta manera, consecuencias como la discapacidad o la muerte25,30.
Los resultados a partir del análisis multivariado de la presente investigación arrojaron que la oportunidad de presentar reincidencia de intento de suicidio en población adolescente y jóvenes aumenta en aquellos con antecedente de suicidio familiar (OR 3,34). Esto es determinante dado que la familia representa el primer grupo de referencia para los adolescentes y jóvenes, contribuyendo en la identidad, visión de la vida y establecimiento de las relaciones interpersonales y, por lo tanto, al enfrentarse a un momento de estrés familiar como es la muerte de algún miembro del hogar por esta causa, aumenta el riesgo de un acto suicida31. Lo anterior implica la necesidad de establecer procesos de acompañamiento psicosocial de manera oportuna y el establecimiento de canales efectivos de comunicación entre los profesionales de apoyo, con énfasis en población joven16.
Con respecto al consumo de sustancias psicoactivas, en el presente estudio se encontró una asociación estadísticamente significativa (OR 2,88). Este hallazgo es comparable con estudios realizados en Australia y Suiza, en los que a partir del análisis de historias clínicas se reportó que las personas con antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas presentaban entre dos y tres veces mayor oportunidad de reincidencia en el intento30,32. Para un país como Colombia, estos resultados pueden ser relevantes al plantear estrategias de intervención y acompañamiento, dado que la presentación de consumo de sustancias psicoactivas en población adolescentes es alta, estimándose que cerca de 3,5% de los adolescentes para el 2015 reportaron haber consumido marihuana en algún momento en la vida3.
De igual manera, el presente estudio estableció asociación de la reincidencia de intento de suicidio en adolescentes y jóvenes con los antecedentes personales de trastornos mentales graves, dentro de los cuales se encuentra el trastorno depresivo mayor (TDM) (OR 2,11). Algunos estudios describen esta condición como un factor de riesgo para la reincidencia29,33–35. Así, Consoli et al., evaluaron los factores de riesgo y protección de las tendencias suicidas a los seis meses de seguimiento en pacientes adolescentes que fueron hospitalizados después de un intento de suicido, encontraron que la presencia de síntomas depresivos, la desesperanza, la pérdida de experimentar placer y expectativas de vida están asociados a un mayor riesgo33. Igualmente, habría que considerar otros trastornos mentales graves y analizarlos individualmente, como son el trastorno afectivo bipolar y la esquizofrenia, dado que en el presente estudio la frecuencia de registros de personas con estas condiciones de salud fue baja (1,6 y 3,1%, respectivamente). Lo anterior, implica la necesidad de incorporar mecanismos para el reporte y el seguimiento que aseguren la interdependencia entre los servicios de atención en urgencias y los programas de atención psicosocial en las instituciones prestadoras de servicios de la red pública de la ciudad.
Finalmente, el haber recurrido al uso de armas cortopunzantes como método del intento de suicidio mostró una asociación con la reincidencia de intento de suicidio en este grupo poblacional (OR 2,75). Según la literatura, algunos adolescentes y jóvenes evidencian una asociación con la presencia de síntomas actuales de trastornos mentales y el deseo de hacerse daño o manifestar insatisfacción frente a situaciones de la vida cotidiana que desbordan su capacidad adaptativa ante las demandas del contexto36. Un estudio realizado en personas entre los 10 a 29 años que presentaron autolesiones en los servicios de urgencias de Irlanda del 2007 al 2014, evidenció que los adolescentes que usaban el autocorte tenían un mayor riesgo para la repetición que las que usaban una sobredosis de drogas con una razón de peligro de 1,29 en hombres y 1,59 en mujeres27. Sin embargo, este resultado puede ser contrastado con otros estudios en los que predomina la intoxicación como método más frecuente6. En estos se encontró que este mecanismo en adolescentes es un predictor de suicidio y por lo cual se considera un factor de riesgo que requiere ser abordado mediante estrategias de prevención secundaria28,37.
Algunas investigaciones concluyen que la persistencia de la conducta suicida se presentó más en aquellos adolescentes expuestos a adversidades en la infancia, dentro de los más importantes el abuso sexual y físico32, variables que en el presente estudio no arrojaron asociaciones a pesar de evaluarlas individualmente y agrupadas. Esto podría explicarse por la pérdida de esta información en algunos casos censurados para el análisis y debería ser objeto de próximas investigaciones bajo otros diseños de estudio.
Este estudio muestra que la reincidencia de intento de suicidio es frecuente en la población de adolescente y jóvenes, requiriendo de una intervención multidisciplinaria para impactar en las diferentes variables sociodemográficas, clínicas y psicosociales para lograr finalmente reducir las tasas de suicidio. Los tratamientos se han enfocado en manejos individuales como terapias cognitivas conductuales y así mismo intervenciones sociales, como el enfoque de la familia y red de apoyo social38.
Los resultados de la investigación pueden ser generalizados a población consultante a la Red de Salud del Centro de Cali. A partir de estos resultados se pueden generar cambios en la prestación de servicios en salud mental y notificación de casos de intentos de suicidio en los adolescentes y jóvenes atendidos en esta institución. Esta responsabilidad no recae solo sobre los médicos en su atención inicial, sino también a los psicólogos y trabajadores sociales que interactúan con el paciente.
El presente estudio presenta limitaciones puesto que al tratarse de un análisis secundario de datos, solo se contaba con información de variables reportadas en las fichas de notificación y en las historias clínicas, las cuales en algunos casos tenían mala calidad de la información y, por lo tanto, fueron eliminadas del análisis final, esto pudo haber ocasionado un poder limitado para algunas variables psicosociales como el abuso sexual, el abuso físico, el consumo de alcohol, entre otras.
Dado que es un estudio retrospectivo, la evaluación del riesgo y la fenomenología quedan limitadas, pues se debe analizar cuáles son factores predisponentes para presentar reincidencia en el intento de suicidio o, en caso contrario, qué llevaría a la persona para desistir de este y/o evaluar el contexto en el que se desenvuelve la persona que realiza el nuevo caso de intento. Esta información queda incompleta cuando se extrae de cuestionarios, autoinformes o base de datos y será determinante acudir a la entrevista clínica. Sin embargo, el protocolo para el reporte del intento de suicidio permitió basarse en una definición operacional que incorporó el riesgo para la vida de la persona consultante.
Por el alcance descriptivo de la presente investigación, el comportamiento suicida puede ser asumido como una constante, que puede afectar posibles asociaciones, afectando el perfil sociodemográfico y clínico del evento. Por lo anterior, los hallazgos conducen a la necesidad de proyectar una línea de base de la cual puedan derivarse hipótesis que podrán ser contrastadas a partir de estudios longitudinales, en los que, a partir de la comparación con grupos de control hospitalarios o comunitarios, se garantice la identificación de relaciones causales y el efecto de las intervenciones psicosociales.
FinanciaciónRecursos propios de los investigadores.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Los autores agradecen a la dirección de la Maestría en Epidemiología de la Universidad Libre seccional Cali y a la Red de Salud del Centro (Cali, Colombia).
Artículo basado en la tesis: “Factores relacionados con la reincidencia de intento de suicidio en adolescentes y adultos jóvenes atendidos en la E.S.E. CENTRO de Santiago Cali del 2016 al 2019” presentada en la Universidad Libre seccional Cali el día 10 de diciembre del 2021.