Número especial: Avances y retos en la psiquiatría regional en Latinoamérica
Más datosEl machismo es un problema profundamente arraigado en la sociedad latinoamericana, pero esto no se ha medido en el contexto de los futuros profesionales de la salud. El objetivo es identificar los factores asociados con el machismo en estudiantes de Medicina de 8 ciudades de 5 países de Latinoamérica.
MétodosEstudio transversal analítico y multicéntrico. Se encuestó a 2.468 estudiantes de Medicina humana en 5 países de Latinoamérica. El machismo se midió con una escala validada (α=0,89), se cruzó con otras variables socioeducativas importantes y se obtuvieron estadísticas analíticas a través de los modelos lineales generalizados.
ResultadosEn el análisis multivariado del machismo, la mayor frecuencia se presentó entre los varones (RP=1,68; IC95%: 1,29-2,21; p<0,001) y a mayor edad (RP=1,02; IC95%, 1,01-1,02; p <0,001); en cambio, hubo menor frecuencia a mayor nivel académico (RP=0,96; IC95%, 0,91-0,99; p=0,043) y entre los que profesaban la religión evangélica (RP=0,86; IC95%, 0,76-0,98; p=0,022). En comparación con los estudiantes de Asunción, los de Bogotá tuvieron una mayor frecuencia de machismo ajustada por 3 variables (RP=1,26; IC95%, 1,19-1,34; p <0,001) que los de Quito (RP=1,14; IC95%, 1,14; 1,06-1,22; p <0,001), Panamá (RP=1,19; IC95%, 1,16-1,21; p <0,001), Ciudad del Este (RP=1,50; IC95%, 1,34-1,68; p <0,001), Mérida (RP=1,42; IC95%, 1,37-1,49; p <0,001) y Carabobo (RP=1,60; IC95%, 1,52-1,68; p <0,001); sin embargo, los de Bolívar tenían menos machismo (RP=0,58; IC95%, 0,51-0,66; p <0,001).
ConclusionesSe encontraron factores importantes asociados con el machismo entre los estudiantes de Medicina, los más importantes el sexo, la edad, el año académico, la religión y el país de residencia.
Machismo is a deeply rooted problem in Latin American society, but this has not been measured in the context of future health professionals. The objective was to identify factors associated with machismo among medical students from eight cities in five Latin American countries.
MethodsAn analytical cross-sectional multicentre study was conducted. A total of 2,468 students of human medicine in five Latin American countries were surveyed. Machismo was measured with a validated scale (α=0.89) and cross-checked against other important social and educational variables. Analytical statistics were derived from generalised linear models.
ResultsAccording to the multivariate analysis, machismo occurred at the highest rate among men (prevalence ratio [PR] 1.68; 95% CI 1.29-2.21; p <0.001) and at an older age (PR 1.02; 95% CI 1.01-1.02; p <0.001), whereas it occurred at lower rates at a higher level of academic study (PR 0.96; 95% CI 0.91-0.99; p=0.043) and among those who claimed to belong to an evangelical religion (PR 0.86; 95% CI 0.76-0.98; p=0.022). Compared to students from Asunción, those from Bogotá had a higher rate of machismo adjusted for three variables (PR 1.26; 95% CI, 1.19-1.34; p <0.001) than those from Quito (PR 1.14; 95% CI, 1.06-1.22; p <0.001), those from Panama City (PR 1.19; 95% CI, 1.16-1.21; p <0.001), those from Ciudad del Este (PR 1.50; 95% CI, 1.34-1.68; p <0.001), those from Mérida (PR 1.42; 95% CI, 1.37-1.49; p <0.001) and those from Carabobo (PR 1.60; 95% CI, 1.52-1.68; p <0.001); however, those from Bolívar had less machismo (PR 0.58; 95% CI, 0.51-0.66; p <0.001).
ConclusionsFactors significantly associated with machismo were found among medical the students studied; the most important ones were sex, age, academic year, religion and country of residence.
El machismo es un conjunto de valores, creencias, actitudes y conductas que, por un lado, tratan de polarizar los sexos, definidos como contrarios y mutuamente excluyentes, y por el otro pretende que existe una superioridad de lo masculino en los ámbitos social, familiar y sexual, entre otros1. Aunque también existen definiciones más modernas, que hablan de un machismo encubierto, por el que se ejerce presión psicológica contra la mujer, a quien se considera inferior, como una especie de desmérito disimulado2. Sin embargo, se han dado grandes avances para tratar de erradicarlo, como el que dio la Organización de las Naciones Unidas, que propuso en uno de sus objetivos del milenio acabar con la discriminación y luchar por la igualdad de género3.
América Latina se ha caracterizado como un continente machista4, lo cual incluso se ha mostrado en un evento deportivo que concitó la atención del mundo, el Campeonato Mundial de Fútbol de Rusia en 2018, durante el que se produjeron comportamientos machistas de algunos aficionados latinoamericanos, como agresiones sexuales y acosos grupales contra grupos de mujeres5. Según un artículo periodístico6 sobre los feminicidios relacionados con machismo en América Latina indica que en Brasil ocurre un asesinato machista cada 7 horas y en México casos similares quedan impunes. En Perú, se ha encontrado que los varones son los que aceptan mayoritariamente las actitudes machistas7, lo que se asocia directamente con homofobia8 o violencia contra la mujer, como en el acoso callejero9. Del mismo modo, algunos estudios realizados sobre la percepción de estudiantes estadounidenses en Argentina acerca del machismo concluyen que este es una característica negativa de la cultura de América Latina4.
El machismo es un fenómeno plenamente desarrollado en América Latina. Algunos elementos que contribuyen tienen origen en culturas de países europeos como Italia y España, observables también en América10. En un estudio realizado en México se observó que las características del machismo siguen la definición clásica del sexismo hostil11. El rol activo de la mujer en la toma de decisiones y la participación en la sexualidad más bien se considera una contraparte del rol del varón, pues solo uno de los miembros de la pareja puede tomar las decisiones y controlar la relación2.
Algunos factores que influyen en el machismo se centran en el género, el grupo etario y la religión12–14. El contexto político de posición extrema, posturas discriminatorias, clasistas, coloniales y dependientes estarían más propensas a desigualdades y exclusiones sociales, como el machismo15.
A pesar de que se han publicado algunos estudios sobre el machismo en América Latina, estos son limitados puesto que se centran en un solo país o una zona geográfica, lo que no permite analizar por comparación el contexto del fenómeno machista, por lo que aún es necesario indagar los factores asociados con el machismo de forma multicéntrica en diferentes países de América Latina para observar comparativamente contextos geográficos sociales propios de cada país que pueden influir en este problema de salud pública. Asimismo el grupo poblacional estudiado es los futuros profesionales de salud que directa o indirectamente pueden participar en implementar estrategias para reducir las conductas machistas.
El objetivo del presente estudio es identificar los factores asociados con el machismo entre los estudiantes de Medicina de 8 ciudades en 5 países de América Latina.
MetodosDiseño del estudioSe realizó un estudio de tipo transversal analítico y multicéntrico que derivó de un análisis secundario de la base de datos recolectada por una investigación que indagó en la salud mental y otros aspectos en estudiantes de Medicina de varias ciudades importantes en 5 países de América Latina: Paraguay, Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá.
Muestra y participantesPara el análisis se incluyó a los estudiantes de Medicina inscritos en algunas de las instituciones educativas donde se realizó la encuesta, que estuvieran cursando del primero al sexto año de la carrera (sin contar el internado médico) y que respondieran a la mayoría de las preguntas que servirían para esta investigación.
La muestra inicial se tomó en un muestreo por conveniencia con la finalidad de hallar asociación. Una vez obtenidos los datos, se realizó una selección basada en los criterios de inclusión y exclusión (aquí también se realizó un control de la calidad de la información).
Se calculó la potencia estadística de la diferencia de machismo de la sede que se tomaría como referencia frente a las demás; la menor potencia fue del 75% (para los porcentajes obtenidos entre Asunción y Quito) y todas las demás fueron> 97%.
Instrumento de mediciónSe utilizó un instrumento2 que consta de 12 preguntas con 5 posibles respuestas de tipo Likert (desde muy en desacuerdo hasta muy de acuerdo) que pueden sumar en total una puntuación mínima de 12 puntos y una máxima de 60 (a mayor puntuación, más machismo). El instrumento se aplicó a una población similar a la del presente estudio en diversas facultades de Medicina de Perú16, donde se comprobó que era un test fácil de entender por la población estudiantil (α=0,91).
Se calculó un alfa de Cronbach de 0,89 para la totalidad de respuestas en nuestra investigación. Al no tener un punto de corte definido por los autores, se consideró machistas a los que se encuentren en el tercil superior de puntuaciones (los que tuvieron mayor puntuación machista), y se los comparó con los que obtuvieron valores más bajos (ubicados en el tercil medio o inferior).
ProcedimientosLa variable dependiente fue el machismo y se cruzó contra las variables independientes socioeducativas del sexo (masculino o femenino), la edad (en años cumplidos), el año académico (de primero a sexto), la religión (católica, cristiana, evangélico, agnóstico, ninguna y otras), la ciudad y el país de residencia (Asunción, Paraguay; Bogotá, Colombia; Quito, Ecuador; Panamá; Ciudad del Este, Paraguay; Bolívar, Venezuela; Mérida, Venezuela, y Carabobo, Venezuela). No se tomó variable independiente principal y todas tuvieron la misma importancia al momento del análisis.
Análisis estadísticoSe introdujeron los datos de las variables evaluadas en una base de datos elaborada con el programa Microsoft Excel (versión 2013 para Windows).
En la primera fase del análisis estadístico se efectuó el análisis descriptivo de las variables categóricas, para mostrar la frecuencia y el porcentaje de cada respuesta. En el análisis bivariado y multivariado se emplearon los modelos lineales generalizados mediante la familia Poisson, la función de enlace log y los modelos para varianzas robustas y ajustando por el país; con todo esto se obtuvieron las razones de prevalencias (RP), los intervalos de confianza del 95% (IC95%) y los valores de p. Se consideró p <0,05 como límite de la significación estadística. Los datos obtenidos se almacenaron y procesaron en el paquete estadístico Stata versión 11.1 (StataCorp LP, Estados Unidos).
Consideraciones éticasLa investigación inicial contó con la aprobación de un comité de ética en Lima (Perú) debido a que desde dicha sede se coordinó toda la investigación. Las encuestas no tenían nombres u otros datos identificatorios para mantener el anonimato y la posibilidad de que respondieran sinceramente (al saber que no se los identificaría), por lo que solo se tomó un consentimiento verbal.
ResultadosSe excluyeron 30 encuestas que no tenían respuestas para el test de machismo. De los 2.468 estudiantes encuestados, los mayores porcentajes que tuvieron una respuesta «de acuerdo» o «muy de acuerdo» se hallaron respecto a que el hombre debe iniciar su vida sexual en la adolescencia (14%), que el hombre tenga su primera relación sexual con alguien que no sea su pareja (11%) y que el hombre tenga hijos fuera del matrimonio (10%) (tabla 1).
Porcentajes de respuestas del test de machismo aplicado a estudiantes de 5 países de América Latina
| Muy en desacuerdo | En desacuerdo | No estoy seguro | De acuerdo | Muy de acuerdo | |
|---|---|---|---|---|---|
| Que solamente el hombre tenga sexo antes del matrimonio | 58% | 26% | 10% | 5% | 1% |
| Que un hombre tenga hijos fuera del matrimonio | 47% | 27% | 16% | 8% | 2% |
| Que solamente el hombre tenga experiencia sexual | 60% | 29% | 8% | 2% | 1% |
| Que un hombre tenga su primera relación sexual con una persona que no es su pareja | 44% | 23% | 22% | 8% | 3% |
| Que un hombre casado o con pareja estable tenga relaciones sexuales con prostitutas | 70% | 20% | 7% | 2% | 1% |
| Una mujer debe aceptar las infidelidades de su pareja | 77% | 17% | 4% | 1% | 1% |
| El hombre necesita tener varias parejas sexuales | 69% | 17% | 10% | 2% | 1% |
| Sin importar la situación o el estado de ánimo, la mujer debe tener relaciones sexuales cuando su pareja quiera tenerlas | 67% | 21% | 7% | 4% | 1% |
| Que un hombre tenga varias parejas sexuales al mismo tiempo | 70% | 18% | 8% | 3% | 1% |
| Que sea la mujer quien se encargue de cuidarse para la relación sexual o para no tener hijos | 65% | 22% | 8% | 3% | 2% |
| El hombre debe iniciar su vida sexual en la adolescencia | 39% | 19% | 28% | 10% | 4% |
| El hombre debe hacer que su hijo hombre inicie su vida sexual | 56% | 22% | 16% | 5% | 1% |
Según las características sociodemográficas, se encontraron diferencias entre ser machista o no por sexo (p <0,001), año de carrera en el que se encontraban (p=0,012), la religión (p=0,027) y la ciudad de residencia (p <0,001) (tabla 2).
Características sociodemográficas según machismo en estudiantes de 5 países latinoamericanos
| Variables | Machistas, n (%) | No machistas, n (%) | p |
|---|---|---|---|
| Sexo | |||
| Mujeres | 365 (25,6) | 1062 (74,4) | <0,001 |
| Varones | 478 (45,9) | 563 (54,1) | |
| Años cumplidos (edad) | 21 (19-23) | 21 (19-23) | 0,130 |
| Año de la carrera | 3.o (2.o-4.o) | 3.o (2.o-4.o) | 0,012 |
| Religión | |||
| Católico | 154 (32,2) | 324 (67,8) | 0,027 |
| Cristiano | 358 (35,1) | 661 (64,9) | |
| Evangélico | 69 (27,0) | 187 (73,0) | |
| Agnóstico | 75 (41,0) | 108 (59,0) | |
| Ninguna (ateos) | 100 (37,7) | 165 (66,3) | |
| Otras religiones | 71 (32,7) | 146 (67,3) | |
| Ciudad de residencia | |||
| Asunción, Paraguay | 101 (28,9) | 249 (71,1) | <0,001 |
| Bogotá, Colombia | 127 (37,0) | 216 (63,0) | |
| Quito, Ecuador | 113 (32,4) | 236 (67,6) | |
| Ciudad del Este, Paraguay | 118 (34,2) | 227 (65,8) | |
| Bolívar, Venezuela | 159 (45,4) | 191 (54,6) | |
| Mérida, Venezuela | 48 (16,0) | 252 (84,0) | |
| Carabobo, Venezuela | 141 (40,3) | 209 (59,7) | |
| Panamá, Panamá | 36 (44,4) | 45 (55,6) | |
Los valores de p se calcularon con la prueba de la χ2 (sexo, religión y ciudad) o con la suma de rangos (edad y año de estudios).
En el análisis multivariado se encontró mayor asociación entre machismo y sexo masculino y mayor edad; en cambio, la frecuencia de machismo es menor conforme se incrementa el año académico y entre los que profesaban la religión evangélica; comparados con los estudiantes de Asunción, tuvieron mayor frecuencia de machismo los de Bogotá, Quito, Panamá, Ciudad del Este, Mérida y Carabobo. Los de Bolívar tuvieron menor machismo; todas estas variables se ajustaron por ser católico o agnóstico y por el país de residencia (tabla 3).
Análisis bivariado y multivariado del machismo según variables sociodemográficas, educativas y religiosas de 5 países latinoamericanos
| Variable | Análisis bivariadoRP (IC95%); p | Análisis multivariadoRP (IC95%); p |
|---|---|---|
| Varones | 1,80 (1,35-2,39); <0,001 | 1,68 (1,29-2,21); <0,001 |
| Edad (años) | 1,00 (0,96-1,04); 0,804 | 1,02 (1,01-1,02); <0,001 |
| Año de la carrera | 0,95 (0,88-1,02); 0,155 | 0,96 (0,91-0,99); 0,043 |
| Evangélico | 0,77 (0,62-0,96); 0,019 | 0,86 (0,76-0,98); 0,022 |
| Católico | 0,93 (0,88-0,98); 0,003 | 1,10 (0,92-1,33); 0,296 |
| Agnóstico | 1,22 (1,02-1,45); 0,029 | 1,03 (0,83-1,28); 0,759 |
| Ciudad de residencia | ||
| Asunción, Paraguay | ||
| Bogotá, Colombia | 1,28 (1,04-1,59); 0,023 | 1,26 (1,19-1,34); <0,001 |
| Quito, Ecuador | 1,12 (0,90-1,40); 0,313 | 1,14 (1,06-1,22); <0,001 |
| Panamá, Panamá | 1,19 (0,95-1,48); 0,130 | 1,19 (1,16-1,21); <0,001 |
| Ciudad del Este, Paraguay | 1,57 (1,29-1,92); <0,001 | 1,50 (1,34-1,68); <0,001 |
| Bolívar, Venezuela | 0,55 (0,41-0,75); <0,001 | 0,58 (0,51-0,66); <0,001 |
| Mérida, Venezuela | 1,40 (1,13-1,72); 0,002 | 1,42 (1,37-1,49); <0,001 |
| Carabobo, Venezuela | 1,54 (1,15-2,07); 0,004 | 1,60 (1,52-1,68); <0,001 |
IC95%: intervalo de confianza al 95%; RP: razones de prevalencia.
Resultados obtenidos con los modelos lineales generalizados, la familia Poisson, la función de enlace log, modelos robustos y ajustados por el país de residencia. Al modelo entraron las variables asociadas en el modelo bivariado.
Los resultados muestran, en primer lugar, que los varones son más machistas que las mujeres, al igual que otros estudios16. Se infiere que, debido a la similitud de contextos socioculturales de las poblaciones de América Latina, donde aún se mantienen los estereotipos tradicionales de superioridad del varón en todos los entornos, no es una excepción el ambiente universitario13,17,18. Pero al respecto se debe mencionar que, en un estudio sobre la violencia machista en la universidad realizado en España y México19, se encontró que en ambas universidades siguen existiendo elementos que generan desigualdad, discriminación y violencia machista y muestra en Europa hay machismo, con similitudes respecto a América Latina.
En un estudio cualitativo en México20 respecto al micromachismo en estudiantes universitarios de varias carreras profesionales, se encontró que los varones mostraban manifestaciones dominantes durante los debates, mientras que las mujeres asumían la posición de víctima, entendiendo que el micromachismo sigue operando naturalmente en las interacciones de género mediante un lenguaje sexista no consciente. Al igual que el presente estudio, que es cuantitativo, y contando también con participantes ecuatorianos, se encontró que el machismo es mayor entre los varones que entre las mujeres.
Resultados diferentes se hallaron en un estudio realizado en universidades de Cuenca y Quito, Ecuador, donde se observó un bajo porcentaje de estudiantes varones machistas, sin diferencias significativas entre variables sociodemográficas como la edad, el estado civil y el sector de residencia, pero sí entre facultades14. Es notorio que en un mismo país e incluso en la misma ciudad de Quito se encuentren resultados diferentes, pero el método podría haber influido, ya que el primer estudio es cuantitativo y el segundo, cualitativo.
Sobre la implicación del machismo en la violencia contra la mujer, otras investigaciones21 indican que los varones aprueban más la violencia hacia sus cónyuges. Y otro estudio22 resalta que temas culturales y valores familiares están implicados como motivos de que estas mujeres no revelen el abuso a las autoridades y no busquen ayuda.
Otro hallazgo del estudio de Orellana et al.14 es que a mayor nivel educativo son menores las actitudes y las creencias sobre la violencia femenina14; estos resultados coinciden con el presente estudio: a menor año de estudios, mayor machismo, lo cual evidencia que el avance en los estudios superiores incide en la reducción o modificación de los estereotipos machistas de la población estudiantil.
En cuanto a la edad, Peña et al.23, en su estudio realizado en la región de Araucanía de Chile sobre el efecto de la edad en las percepciones de masculinidad de los varones, encontraron que a mayor edad, mayores percepciones de masculinidad, lo cual coincide con nuestro estudio. Por lo tanto, se puede suponer que se da una reducción de las percepciones y concepciones machistas en las nuevas generaciones.
En el presente estudio se encontró que las ciudades de América Latina con mayor tendencia al machismo son: Carabobo (Venezuela) y Ciudad del Este (Paraguay). La mayor tendencia al machismo en algunas realidades de América Latina también ha sido considerada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que la denomina «hipermasculinidad» o «machismo reforzado»24. Estas actitudes pueden resultar en la limitación de acceso a la educación y el trabajo para las mujeres y perpetuar su subordinación25. Otro país que en la presente investigación mostró una importante frecuencia de machismo es Panamá, coincidiendo con el trabajo de Mendoza et al.26 en 4 universidades panameñas. En cuanto a las manifestaciones del machismo por parte de universitarios varones, refieren que, en sus relaciones de conquista de mujeres, el uso de anticonceptivos, la fidelidad y el número de parejas se pone en juicio su hombría.
El machismo y la religión también se vieron ligados. Esto es importante, ya que en América Latina se tiene una importante influencia religiosa. Según Abelove27, en su estudio en Costa Rica, refiere que en la universidad el machismo y la religiosidad se articulan como componentes centrales de la cultura costarricense que inciden directamente en prácticas de discriminación.
También se ha encontrado que la religión puede estar muy ligada a otra actitud muy relacionada al machismo, la homofobia. Al respecto, en estudiantes de Medicina de Perú se encontró que un mayor grado de religiosidad se asocia con un mayor grado de homofobia (56%), lo cual está ligado a un comportamiento machista8. Otro estudio ha mostrado que el machismo en la religión trasciende a través de mitos cristianos guiados por textos bíblicos28. Sin embargo, esto también puede estar influido por múltiples factores. En nuestro estudio se halló que los estudiantes que profesan la religión evangélica son menos machistas que los de las demás creencias y los agnósticos. Se recomienda más estudio para dilucidar esta asociación.
La principal limitación del estudio es el sesgo de selección, que no permite generalizar en todas las sedes, ciudades o países estudiados, debido a que el tipo de muestreo solo permite ver asociaciones puntuales. Por ello, deben generarse investigaciones que muestren esta realidad desde un modelo que extrapole los resultados a una población más amplia. Los resultados son muy importantes, no solo por ser los primeros de su tipo, sino por la gran cantidad de estudiantes y realidades con que se contó, lo que permitirá futuros estudios que tomen estos hallazgos como punto de partida para sus hipótesis.
Por todo lo anterior, se concluye que los factores asociados con machismo entre los estudiantes de Medicina humana son ser varón y tener más edad. Por otro lado, quienes están más avanzados en la carrera y son evangélicos son menos machistas. Todos los hallazgos mencionados han de servir para tomar decisiones en el contexto universitario, que permitan eliminar estereotipos y conceptos machistas de las aulas. La universidad debe ser fuente y medio para la modificación de estos vetustos paradigmas y la construcción de una nueva sociedad con respeto a la dignidad de todas las personas, sin distinción de género.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.






