Cuando se habla de radiología basada en la evidencia (RBE), algunos pueden pensar que el término se aleja del ejercicio profesional, y que tiene más que ver con la gestión y con la finalidad de ahorrar dinero. Sin embargo, practicar la RBE significa integrar las manifestaciones clínicas con la prueba de imagen más adecuada teniendo en cuenta la mayor evidencia disponible, la experiencia del médico y las expectativas del paciente1. Esta definición permite eliminar algunos de los temores que los profesionales tienen al aplicar esta disciplina en la práctica clínica. Con la frase «mayor evidencia disponible» nos referimos a las investigaciones con relevancia clínica más recientes2. De esta forma podemos saber si las pruebas que estamos aplicando son las correctas, o han sido reemplazadas por otras más potentes, seguras y eficaces. Estas pruebas diagnósticas no tienen por qué ser las más baratas necesariamente. Por ejemplo, en un traumatismo creaneoencefálico moderado en un niño, la TC, que es más cara que la radiografía simple de cráneo, es la prueba más adecuada para descartar una línea de fractura. Por tanto, no es un concepto meramente económico. La segunda mitad de la definición habla de «experiencia clínica individual», lo que incluye los conocimientos que se adquieren con la experiencia. Es decir, la RBE no está reñida con la práctica individual, sino que la completa y enriquece. De hecho, la práctica de la RBE comienza en un escenario clínico, con un paciente que nos plantea la pregunta de cuál será la mejor prueba diagnóstica para confirmar o descartar un proceso patológico, o qué tratamiento es el más eficaz: todos los médicos trabajamos buscando el beneficio del paciente, escogiendo, de entre todas las opciones posibles, la de mayor calidad y menos efectos adversos. Por ello, el término RBE es equivalente a «buena práctica clínica» ya que, aplicándola, garantizamos que escogemos lo mejor3.
Una vez conocido el concepto, hay que comprender cómo se practica. Para encontrar respuestas de calidad a nuestras preguntas, debemos saber dónde y cómo buscar. El número de publicaciones secundarias (revisiones sistemáticas y metaanálisis), que son los artículos que mayor nivel de evidencia aportan, han aumentado más de un 60% entre 2005 y 20094. Pero ¿contienen información útil para los radiólogos? En el European Congress of Radiology (ECR) celebrado en Viena en el año 2011, los doctores Francesco Sardanelli y Gianni Di Leo, expusieron un trabajo denominado A systematic review…of systematic review donde analizaban aquellas publicaciones secundarias en las que las técnicas de imagen ocupaban un papel relevante. Entre las aproximadamente 1.500 referencias que encontraron, solo una cuarta parte estaban publicadas en revistas de imagen. Pero aún más alarmante era el hecho de que, en más del 70%, ningún radiólogo o médico nuclear aparecían entre los autores. Los profesionales del diagnóstico por imagen tenemos que contribuir más a incrementar estas publicaciones para aumentar los recursos útiles que respondan a nuestras necesidades asistenciales. También esto forma parte del engranaje de la RBE.
Los artículos que mejor responden a nuestras necesidades tienen que evaluarse críticamente, lo que obliga a tener nociones básicas de lectura crítica, incluyendo conocimientos de estadística. Estas habilidades son relativamente nuevas para algunos radiólogos5, pero cada vez hay más cursos y talleres, tutoriales en webs, y libros para todos los interesados en aumentar conocimientos. Quien quiera adquirir o mejorar las habilidades de búsqueda y lectura crítica o le atraiga la posibilidad de elaborar revisiones o guías útiles para responder preguntas todavía sin respuesta, querrá aprender y practicar la RBE. El resultado final servirá para garantizar que la prueba elegida es la mejor que se puede ofrecer al paciente (en términos de eficacia y seguridad). Por tanto, esta materia no es el enemigo a batir, sino un instrumento que actualiza y unifica criterios con otros especialistas.
Somos conscientes de que los comienzos no son fáciles y sabemos que todo esto conlleva un cambio de mentalidad y actitud profesional. Por eso, queremos impulsar desde Radiología una nueva forma de publicación siguiendo los principios de la RBE y que además constituya un material útil y práctico para todos los lectores. Esta nueva sección que comienza adoptará el formato de los Critically Appraised Topics (CATs), que son resúmenes estructurados de artículos de investigación que aportan la mayor evidencia disponible para responder a una pregunta clínica específica, y a los que se evalúa críticamente para comprobar su validez. Es uno de los materiales de RBE más sencillos tanto de elaborar como de leer y, a su vez, el más aplicable en nuestro día a día. Con ello queremos acercar la RBE a los lectores, para que la integren en su práctica diaria y motivarlos para que se conviertan en autores potenciales en esta nueva sección.
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