Las mordeduras de serpiente en España son fenómenos poco habituales que constituyen una urgencia médica potencialmente grave. Entre las principales serpientes venenosas de nuestro país se encuentra la víbora de Seoane, cuyo veneno posee un perfil hemotóxico y neurotóxico. No obstante, los efectos específicos de este veneno sobre el sistema nervioso central aún no han sido estudiados en profundidad. Además, el diagnóstico y tratamiento de este tipo de casos conlleva una dificultad añadida por la escasa bibliografía disponible, no existiendo, hasta la fecha, ningún caso clínico descrito de sintomatología psicótica tras la picadura de este tipo de víbora.
Se presenta el caso de un paciente de 16 años, sin antecedentes psiquiátricos de interés, que 2 semanas después de ser mordido por una víbora de Seoane desarrolla de manera brusca sintomatología psicótica florida y fluctuante, con presencia de alucinaciones, ideas delirantes, desorganización del pensamiento, oscilaciones anímicas y síntomas motores. La mordedura de la serpiente y la evolución tórpida, marcada por una presentación clínica atípica y una respuesta limitada al tratamiento, plantea importantes dificultades tanto en el diagnóstico diferencial como en el manejo terapéutico.
Snake bites in Spain are rare phenomena that constitute a potentially serious medical emergency. Among the main venomous snakes in our country is the Seoane's viper, whose venom has a hemotoxic and neurotoxic profile, although its specific effects on the central nervous system have not yet been studied in depth. Moreover, the diagnosis and treatment of this type of cases involves an added difficulty due to the scarce literature available, and to date, there is no clinical case described of psychotic symptomatology after the bite of this type of viper.
We present the case of a 16-year-old patient, with no psychiatric history of interest, who two weeks after being bitten by a Seoane's viper suddenly developed florid and fluctuating psychotic symptoms, with the presence of hallucinations, delusional ideas, disorganized thinking, mood oscillations and motor symptoms. The snake bite and the torpid evolution, marked by an atypical clinical presentation and a limited response to treatment, pose important difficulties both in the differential diagnosis and in the therapeutic management.