Buscar en
Progresos de Obstetricia y Ginecología
Toda la web
Inicio Progresos de Obstetricia y Ginecología Tabaquismo y cáncer ginecológico. Causalidad y pronóstico
Información de la revista
Vol. 51. Núm. 3.
Páginas 136-145 (Marzo 2008)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
32824
Vol. 51. Núm. 3.
Páginas 136-145 (Marzo 2008)
REVISIÓN DE CONJUNTO
Acceso a texto completo
Tabaquismo y cáncer ginecológico. Causalidad y pronóstico
Smoking and gynecological cancer. Causality and outcomes
Visitas
32824
Antonio Torres Lanaa,
Autor para correspondencia
ctorlan@gobiernodecanarias.org

Dr. A. Torres Lana. Dirección General de Salud Pública. Servicio Canario de la Salud. Rambla General Franco, 53. 38006 Santa Cruz de Tenerife. España.
, M. Teresa Marco Garcíab, Javier Duque Arimanyc
a Dirección General de Salud Pública. Servicio Canario de la Salud. Las Palmas. España
b Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria. Santa Cruz de Tenerife. Tenerife. España
c Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública. Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Santa Cruz de Tenerife. Tenerife. España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Resumen

Hace más de 40 años que se viene advirtiendo acerca de las consecuencias del tabaquismo en la salud de la población, pero fue en el año 2002 cuando se publicó una revisión sobre el problema y las consecuencias para la salud de la mujer. Sin embargo, existe controversia en cuanto a la relación que tiene el tabaquismo con los tumores ginecológicos más frecuentes, por lo que se realizó esta revisión.

El tabaquismo, a pesar de su efecto antiestrogénico, no disminuye el riesgo de presentar cáncer de mama. Hay controversia sobre si aumenta, de forma genérica, el riesgo en las fumadoras. Sí se ha establecido la existencia de una mayor mortalidad por cáncer de mama en las mujeres fumadoras.

No se ha podido establecer una asociación con el cáncer de ovario de forma global; sin embargo, sí parece haber una asociación entre el tabaquismo y los tumores de estirpe epitelial de tipo mucinoso. Existe suficiente evidencia epidemiológica para relacionar el consumo de tabaco como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de cáncer de cérvix.

El tabaquismo parece tener un efecto protector frente al cáncer de endometrio.

Palabras clave:
Tabaquismo
Cáncer
Mujer
Abstract

For more than 40 years, people have been warned about the consequences of smoking to health but it was not until 2002 that a review on the issue and its consequences to women’s health was published. However, the connection between smoking and the most common gynaecological tumors is still not clear, which is why this review was carried out.

Despite the antiestrogenic effect of smoking, it does not reduce the risk of female breast cancer. However, it cannot be stated that it always increases the risk for breast cancer. What has been noticed is a higher mortality rate due to breast cancer among smoking women.

A general association could not be established with ovarian cancer; however, there appears to be a connection between smoking and epithelial mucinous tumours.

There is enough epidemiological evidence to identify smoking as an independent risk factor for the development of cervical cancer.

Smoking appears to have a protective effect against endometrial cancer.

Key words:
Smoking
Women
Cancer
Texto completo
INTRODUCCIÓN

En Estados Unidos se empezó a advertir a los ciudadanos del peligro que suponía el tabaquismo para la salud en 1964, cuando se publicó el primer informe del Surgeon General (Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de Estados Unidos). Durante muchos años, se enfocó la atención en la morbimortalidad relacionada con el tabaco en varones, hasta la década de los años ochenta, cuando se comenzó a analizar la situación de la mujer con respecto al tabaquismo. En 2002 se publicó una revisión sobre el problema y las consecuencias para la salud del tabaco en la mujer1 y se informó de que desde 1980 habían fallecido 3 millones de mujeres de forma prematura, con una media de 14 años de vida perdidos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay un total de 1.200 millones de fumadores en el mundo, la tercera parte de la población mundial mayor de 15 años. De éstos, prácticamente 1.000 millones son varones y 250 millones son mujeres2. La proporción de mujeres fumadoras está en función del grado de desarrollo del país; está en torno al 20-25% en los países desarrollados y este porcentaje es muy inferior en los que están en vías de desarrollo, aunque existen grandes diferencias entre unos países y otros.

En España, y según los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2001 (ENS 2001)3, la prevalencia de fumadores es del 34,4% en la población adulta (de 16 o más años). Se aprecia un ligero descenso en el consumo de tabaco (del 38,4% en 1987 al 34,4% en 2001)3,4. Por sexos, fuma el 42,1% de los varones y el 27,2% de las mujeres. La mayor parte de los fumadores se concentra en el grupo de 25–44 años (52,3%); la edad de mayor consumo en las fumadoras es entre los 25 y los 29 años.

Si se analiza la evolución del consumo de 1987 a 2001, según los datos recogidos en las diferentes ENS, la tendencia es a una disminución del consumo entre los varones (del 55 al 42,1%), mientras que en las mujeres ha aumentando el consumo (del 22,9 al 27,2%), si bien actualmente el consumo entre las mujeres en nuestro país parece haberse estabilizado.

Ha habido un aumento acelerado del consumo, sobre todo durante el tercer tercio del siglo XX, y desde el punto de vista epidemiológico todo parece apuntar a que la mortalidad por cáncer generada por el tabaco aumente considerablemente durante los próximos años. Es conocido que en Estados Unidos en el año 2000 murieron 27.000 mujeres más por cáncer de pulmón que por cáncer de mama, y que el riesgo de presentar cáncer de pulmón depende de la cantidad, la duración y la intensidad del tabaquismo1. También en otros cánceres se ha encontrado asociación con el tabaco en la mujer, como los de orofaringe, vesícula, páncreas, riñón, hígado, cáncer colorrectal y leucemia mieloide aguda, y hay controversia en cuanto a la relación que tiene el tabaquismo con los tumores ginecológicos más frecuentes. Por este motivo, hemos realizado una revisión exhaustiva de la relación que tiene el tabaquismo en el origen, la evolución y el pronóstico en los distintos tipos de cáncer ginecológico.

CÁNCER DE MAMA

La posible relación entre el consumo de tabaco y el cáncer de mama se ha estudiado desde hace décadas5,6, sobre todo en algunas poblaciones de mujeres consideradas de especial riesgo por presentar un determinado perfil hormonal7–10.

La aparición de enfermedades relacionadas con el tabaquismo en órganos que no tienen contacto directo con el humo del tabaco hizo pensar que diferentes componentes tóxicos de éste podían alcanzar órganos alejados de sus vías principales de difusión en el organismo, como se pudo comprobar posteriormente en el tejido mamario debido a que se halló en él nicotina y cotinina11, y otros componentes potencialmente mutagénicos12,13, incluso tiempo después de haber dejado de fumar14.

Por otro lado, en algunos estudios se apuntaba hacia un cierto efecto protector del tabaquismo frente al cáncer de mama, aunque no de manera significativa, debido al efecto antiestrogénico del tabaco15.16. Este efecto antiestrogénico no parece deberse a una disminución de las concentraciones plasmáticas de estrógenos en las mujeres fumadoras en relación con las no fumadoras, como demuestran posteriores investigaciones16–18. En mujeres posmenopáusicas se han detectado diferencias en los valores de estrógenos que se interpretan como una posible menor conversión periférica en el tejido graso, debido a la menor cantidad de grasa corporal que suelen tener las fumadoras. En cualquier caso, la afectación sobre el riesgo de cáncer de mama debido a las alteraciones hormonales sólo se produciría en los casos de tumores dependientes de hormonas19.

Desde el punto de vista epidemiológico, las revisiones de la literatura científica han descartado que exista un efecto protector del tabaco frente al cáncer de mama20,21.

Hay cierta controversia sobre el riesgo de cáncer de mama en fumadoras de larga evolución. En extensos estudios de casos y controles no se ha detectado un incremento global de riesgo de cáncer de mama en las mujeres fumadoras, ni siquiera en aquellas con un grado de exposición mayor, es decir, grandes fumadoras (más de 40 cigarrillos al día), mujeres que empezaron a fumar en etapas tempranas de la adolescencia o en las que han sido fumadoras durante más de 25 años22–25. Sin embargo, en estudios recientes se ha encontrado un incremento del riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas que empezaron a fumar en la adolescencia y con un consumo superior a los 20 años26–28. Con respecto a las mujeres posmenopáusicas, se ha encontrado un discreto incremento de riesgo en las que tienen valores estrogénicos más elevados, y no se ha podido establecer las causas de estos valores y su relación con el tabaco29.

Otra línea de investigación se ha centrado en la determinación de si algunos perfiles genéticos podrían incrementar el riesgo de presentar cáncer de mama. Se basa en la metabolización de algunos carcinógenos por parte del citocromo P450 (CYP1A1) y de la participación de los genes que controlan las enzimas N-acetiltransferasa 1 y 2 (NAT1 y NAT2). Con respecto al citocromo P450, se han relacionado los polimorfismos de los genes de CYP1A1 y CYP1B1 con un ligero incremento de riesgo de presentar cáncer de mama, aunque en el caso del CYP1A1 sólo en las mujeres que comenzaron a fumar antes de los 18 años y que fumaron durante un período prolongado30–33.

Con respecto a la NAT1 y a la NAT2, que intervienen en la detoxificación de determinadas aminas aromáticas policíclicas, existen numerosos estudios que han relacionado sus polimorfismos con alteraciones en el riesgo de presentar cáncer de mama. Según su expresión y sus actividades enzimáticas, se puede clasificar a las mujeres en "acetiladoras rápidas" y "acetiladoras lentas", interpretando teóricamente que las primeras tendrían menor riesgo de presentar la enfermedad debido a una eliminación precoz de los elementos tóxicos. En un principio, los resultados volvieron a ser controvertidos, con una aparente falta de relación global entre el tabaquismo y el incremento de riesgo34. Sin embargo, parece que las últimas investigaciones apuntan hacia un incremento de riesgo ligero, pero significativo, entre las mujeres fumadoras con el genotipo "acetiladora lenta" en relación con las mujeres que tenían el genotipo "acetiladora rápida". En algunos estudios, esta relación solamente aparecía en mujeres posmenopáusicas35–40.

Las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 producen un incremento considerable en el riesgo de presentar cáncer de mama, que aparece sobre todo en las denominadas familias de alto riesgo. En un estudio llevado a acabo en Canadá en mujeres portadoras de mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, el tabaquismo ocasionaba un efecto protector, disminuyendo en hasta un 50% el exceso de riesgo, sobre todo en las mujeres con un grado de exposición mayor, con un gradiente dosis-respuesta positivo y con un punto de corte en un consumo de 4 paquetes-año41. Sin embargo, estos resultados no se han confirmado posteriormente42–44; además, este estudio podría presentar potenciales fuentes de confusión, tales como la selección de los controles y la asociación y la prevalencia de determinados factores de riesgo en el grupo de casos45. En otros estudios de familias con alto riesgo de cáncer de mama se ha encontrado un incremento del riesgo en las mujeres fumadoras con respecto a las no fumadoras46,47.

Se han realizado estudios que intentaban averiguar la relación entre el tabaquismo y el cáncer de mama atendiendo al perfil de los receptores hormonales de las mujeres. En algunos trabajos se ha encontrado una asociación de escasa significación entre el consumo de tabaco y el incremento de riesgo en mujeres con receptores de estrógenos positivos, así como con receptores de prolactina positivos48,49. Sin embargo, en otros trabajos no se encontraron asociaciones entre los perfiles de receptores hormonales y el incremento de riesgo50.

Existe también cierta controversia con respecto al tabaquismo involuntario y su relación con el cáncer de mama. Tomando en consideración la ausencia de una evidencia científica que sustente la relación del tabaquismo activo con el cáncer de mama, y aplicando las mismas bases biológicas al tabaquismo involuntario, no es de extrañar que no haya podido encontrarse una relación significativa entre la exposición involuntaria al humo del tabaco y el incremento de riesgo de presentar cáncer de mama51.

Algunos investigadores apuntan a que la verdadera razón de esta ausencia de relación entre el tabaquismo activo, el tabaquismo involuntario y el incremento de riesgo del cáncer de mama estriba en que en los grupos de controles suelen estar presentes mujeres expuestas involuntariamente al humo del tabaco junto con las que nunca han estado expuestas de manera habitual a éste. Así, en un estudio en el que se separaron estas 3 categorías (fumadoras activas, fumadoras involuntarias y mujeres que nunca habían estado expuestas de manera habitual), se pudo apreciar un incremento de riesgo significativo, con independencia de su perfil de receptores hormonales, entre las fumadoras activas y las fumadoras involuntarias con respecto a las mujeres que nunca habían estado expuestas al humo del tabaco, con un relación positiva dosis-respuesta52, es decir, que a mayor grado de exposición mayor era el riesgo. En cualquier caso, estos resultados no se pueden considerar concluyentes; es necesario confirmar si la relación detectada podría ser o no una relación causal.

Con respecto a la mortalidad por cáncer de mama se ha encontrado un incremento de riesgo entre las fumadoras con respecto a las mujeres que nunca han fumado. Este riesgo aumenta con el número de cigarrillos fumados cada día y con el número de años de fumadora. Es decir, hay una relación positiva dosis-respuesta. Debido a la ausencia de una evidencia epidemiológica clara entre el tabaquismo y el riesgo de padecer cáncer de mama, se supone que la explicación a este fenómeno es que las fumadoras presentan un peor pronóstico una vez diagnosticada la enfermedad. Se ha postulado que las fumadoras pueden presentar una mayor comorbilidad debido al consumo de tabaco y a que se someten a menores revisiones mamográficas de cribado y, por tanto, a que los diagnósticos se producen con la enfermedad en estadios más avanzados53. Por otro lado, se ha observado en fumadoras una mayor expresión de determinadas proteínas que producirían una mayor resistencia a la terapia antitumoral54. Es más, recientes investigaciones apuntan hacia un incremento significativo del riesgo de presentar cáncer de pulmón en las mujeres que han sido tratadas de un cáncer de mama con radioterapia y son fumadoras, con respecto a las mujeres que recibieron radioterapia pero no fumaban55.

En conclusión, se puede afirmar que el tabaquismo, a pesar de su efecto antiestrogénico, no disminuye el riesgo de presentar cáncer de mama. Existe cierta controversia sobre si aumenta, de forma genérica, el riesgo en las fumadoras, aun conociendo que los carcinógenos del tabaco alcanzan el tejido mamario.

En mujeres premenopáusicas, se ha establecido una relación epidemiológica entre la edad de inicio y el tiempo total de consumo y el incremento de riesgo de cáncer de mama.

En determinadas subpoblaciones, atendiendo al perfil genético o de receptores hormonales, las investigaciones apuntan a un posible incremento de riesgo en las fumadoras con respecto a las no fumadoras, sobre todo en relación con las mutaciones en los genes de la NAT2.

Sí se ha establecido la existencia de una mayor mortalidad por cáncer de mama en las mujeres fumadoras con respecto a las mujeres que nunca han fumado. Entre las razones apuntadas se encuentra un posible retraso en el diagnóstico entre las fumadoras y la presencia en éstas de otras enfermedades relacionadas con el tabaquismo que empeorarían el pronóstico.

CÁNCER DE OVARIO

El tabaquismo podría afectar el riesgo de cáncer de ovario de diversas maneras. Por un lado, el efecto antiestrogénico, no dependiente de los valores hormonales16,17, encontrado en las mujeres fumadoras podría justificar un descenso en el riesgo de cáncer en el ovario. Por otro lado, se han encontrado elementos tóxicos del tabaco en el fluido folicular ovárico, que afectan su equilibrio oxidativo o inhiben la producción de progesterona por parte del cuerpo lúteo56,57.

La evidencia epidemiológica disponible no es concluyente a la hora de evaluar la posible relación entre el tabaquismo y el riesgo de cáncer de ovario. Existen varios estudios con seguimiento de cohortes y otros de casos y controles en los que no se apreció diferencia alguna en el riesgo entre fumadoras y no fumadoras58–61, incluso después de estadificar entre fumadoras actuales y ex fumadoras y en función de su perfil reproductivo, hormonal, de asociaciones familiares de cáncer de ovario, de la ingesta de otras sustancias y de variables somatométricas62,63. De forma global, no se ha encontrado una relación entre el consumo de tabaco y el incremento de riesgo de presentar cáncer de ovario. Sin embargo, posteriores investigaciones han determinado un posible incremento del riesgo entre las mujeres fumadoras para los tumores de ovario de estirpe epitelial, con un incremento de riesgo mayor cuando aumentaba la exposición al tabaco, medida en consumo diario, edad de inicio del consumo y número de años de consumo. El tipo histológico en el que se ha demostrado este aumento del riesgo es el mucinoso; no se encontraron diferencias en el resto de los tipos64–70. Esta asociación podría estar condicionada por determinados perfiles genéticos (polimorfismos en el CYP1B1) y su relación con determinados estímulos ambientales u hormonales71,72.

En conclusión, no se ha podido establecer de forma global una asociación entre el tabaquismo y el cáncer de ovario. Sin embargo, sí parece haber una asociación entre el tabaquismo y los tumores de estirpe epitelial de tipo mucinoso. Esta relación aumenta en función del grado de exposición al tabaco.

CÁNCER DE CÉRVIX

Existen numerosas evidencias que sustentan la hipótesis de que el tabaquismo activo aumenta el riesgo de presentar cáncer de tipo epitelial en el cérvix uterino73–75. En diversos estudios se ha encontrado que los fluidos cervicales son mutagénicos en mayor proporción en las mujeres fumadoras que en las no fumadoras76. Asimismo se han encontrado cantidades significativamente mayores de nicotina y cotinina en fumadoras activas en relación con las fumadoras involuntarias; esta diferencia se incrementa según el número de cigarrillos fumados al día77. También se han encontrado elementos carcinogénicos específicos del tabaco, como algunas N-nitrosaminas (NNK)78. Todos estos componentes tóxicos interactuando con el tejido cervical podrían provocar algunos de los daños en el ADN detectados en mayor proporción en mujeres fumadoras79.

Por otro lado, está bien establecida la relación epidemiológica entre algunas formas de virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de cérvix, hasta el punto de considerarlo una condición necesaria para el desarrollo de los distintos grados de la enfermedad80–82.

Se ha podido establecer una relación epidemiológica causal entre el consumo de tabaco y el cáncer de cervix73,83. Esta relación indica que las mujeres fumadoras tienen un riesgo superior en relación con las no fumadoras, tanto para las lesiones pretumorales como para los carcinomas in situ y los tumores invasivos de estirpe epitelial84–87. Esta relación no puede confirmarse actualmente para los adenocarcinomas83,84. Asimismo también se han proporcionado evidencias que identifican el hecho de ser fumadora pasiva como factor de riesgo para desarrollar una neoplasia de cérvix88.

Con respecto a la relación entre el tabaquismo y la infección por VPH, se ha postulado que el tabaquismo favorecería la persistencia de la infección y con ello la aparición de las lesiones tumorales iniciales19. En la actualidad se ha observado que el tabaquismo incrementa el riesgo en mujeres infectadas por el VPH, aumentando este riesgo con el número de cigarrillos fumados al día y los años de exposición al tabaco71,72,89–91. Esta relación es consistente con independencia de la presencia o ausencia de la infección por el VPH.

En conclusión, existe suficiente evidencia epidemiológica para relacionar el consumo de tabaco como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de cáncer de cérvix.

CÁNCER DE ENDOMETRIO

Se han identificado varios factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de endometrio, entre los que destacan un índice de masa corporal elevado, inactividad física, hipertensión arterial, diabetes, nuliparidad y una exposición prolongada en el tiempo al efecto de los estrógenos, definida esta última por una menarquia precoz, una menopausia tardía o la terapia estrogénica sustitutiva92–94. Los posibles efectos del tabaquismo en el riesgo de presentar cáncer de endometrio se derivan, por un lado, de sus conocidos componentes carcinogénicos y, por otro, de su efecto antiestrogénico no dependiente de los valores sanguíneos de estrógenos y detectado incluso cuando se emplea terapia estrogénica sustitutiva16,17,95. Por otro lado, es conocido también que las fumadoras tienen un peso medio inferior a las mujeres que no fuman y que entre las primeras se produce un adelanto del período de la menopausia96. Todos estos factores hacen que separar el efecto específico del consumo de tabaco en el riesgo de cáncer de endometrio sea complicado.

Diversos estudios han encontrado una relación inversa entre el tabaquismo y el riesgo de cáncer de endometrio, sobre todo tras la menopausia97,98. Esta relación, aunque ligera, es consistente, incluye también la hiperplasia endometrial y la disminución de riesgo desaparece en las mujeres que han dejado de fumar, y es independiente del índice de masa corporal99–101.

El riesgo disminuye de forma significativa sólo en mujeres después de la menopausia y en las que han tenido una exposición más intensa al tabaco, con una dudosa relación dosis-respuesta102. Esta relación también está presente en mujeres con un alto riesgo de presentar cáncer de endometrio, sobre todo en las que presentaban obesidad o tomaban terapia sustitutiva con estrógenos, con una disminución ligera pero significativa entre las fumadoras103. Algunas investigaciones apuntan a que, si bien es cierto que aparece una disminución de riesgo en fumadoras, éstas tienen, sin embargo, un riesgo más elevado de presentar formas más invasivas de la enfermedad104.

Las explicaciones biológicas para justificar este efecto protector del tabaquismo en el cáncer de endometrio apuntan a relacionarlo con un efecto antiestrogénico no dependiente de los valores de hormonas, a un peso relativo inferior entre las fumadoras y al adelanto de la menopausia105.

En conclusión, el tabaquismo parece tener un efecto protector frente al cáncer de endometrio, sobre todo en mujeres de alto riesgo para presentar la enfermedad y en la posmenopausia.

BIBLIOGRAFÍA
[1.]
U.S..
Department of Health and Human Services. Women and smoking: a report of the Surgeon General.
MMWR, 30 (2002), pp. 51
[2.]
Mackay J. Eriksen M. The tobacco atlas. Geneve, World Health Organization; 2002. Disponible en: www.who.int/tobacco/en/atlas6.pdf
[3.]
Ministerio de Sanidad y Consumo.
Encuesta Nacional de Salud de España, 2001.
Ministerio de Sanidad y Consumo, (2003),
[4.]
Ministerio de Sanidad y Consumo.
Encuesta Nacional de Salud de España, 1987.
Ministerio de Sanidad y Consumo, (1989),
[5.]
P. Stocks.
Cancer mortality in relation to national consumption of cigarettes, solid fuel, tea and coffie.
Br J Cancer, 24 (1970), pp. 215-225
[6.]
A.Z. Keller.
Demographic, clnical and survivorship characteristics of males with primary cancer of the breast.
Am J Epidemiol, 85 (1967), pp. 183-199
[7.]
K.J. Ryan.
Cancer risk and strogen use in the menopause [Editorial].
N Engl J Med, (1975), pp. 1199-1200
[8.]
H.W. Daniel.
Estrogen receptors, breast cancer, and smoking.
N Eng J Med, 302 (1980), pp. 1478
[9.]
J.A. Baron.
Smoking and strogen-related disease.
Am J Epidemiol, 119 (1984), pp. 9-22
[10.]
H.G. Stockwell, G.H. Lyman.
Cigarette smoking and the risk of female reproductive cancer.
Am J Obstet Gynecol, 157 (1987), pp. 35-40
[11.]
P. Hill, E.L. Wynder.
Nicotine and cotinine in breast fluid.
Cancer Lett, 6 (1979), pp. 251-254
[12.]
N.L. Petrakis, C.A. Maack, R.E. Lee, M. Lyon.
Mutagenic activity in nipple aspirate of human breast fluid [letter].
Cancer Research, 40 (1980), pp. 188-189
[13.]
S. Narayan, A.S. Jaiswal, D. Kang, P. Srivastava, G.M. Das, C.G. Gairola.
Cigarette smoke condensate-induced transformation of normal human breast epithelial cells in vitro.
Int J Cancer, 110 (2004), pp. 605-609
[14.]
D. Li, M. Wang, K. Dhingra, W.N. Hittelman.
Aromatic DNA adducts in adjacent tissues of breast cancer patients:clues to breast cancer etiology.
Cancer Research, 56 (1996), pp. 287-293
[15.]
B. Mac Mahon, D. Trichopuolos, P. Cole, J. Brown.
Cigarette smoking and urinary strogens.
N Eng J Med, 307 (1982), pp. 1062-1065
[16.]
J.A. Baron, C. La Vecchia, F. Levi.
The antistrogenic effect of cigarette smoking in women.
Am J Obstet Gynecol, 162 (1990), pp. 502-514
[17.]
T.J.A. Key, M.C. Pike, J.A. Baron, J.W. Moore, D.Y. Wang, B.S. Thomas, et al.
Cigarette smoking and steroid hormones in women.
J Steroid Chemistry Mol Biol, 39 (1991), pp. 529-534
[18.]
E.J. Thomas, W. Edridge, A Weddell, A. McGill, H.H.G. McGarrigle.
The impact of cigarette smoking on the plasma concentration of gonadotrophins, ovarian steroids and androgens and upon of oestrogens in the human female.
Human Reproduction, 8 (1993), pp. 1187-1193
[19.]
U.S. Departament of Health and Human Services. The health consequencies of smoking. A report of Surgeon’s General. Atlanta. U.S. Department of Health and Human Services, Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion. Office on Smoking and Health; 2004
[20.]
S.J. London, G.A. Colditz, M.J. Stampfer, W.C. Willet, B.A. Rosner, F.E. Spelzer.
Prospective study of smoking and the risk of breast cancer.
J Natl Can Inst, 81 (1989), pp. 625-631
[21.]
L.J. Vatten, S. Kvinnsland.
Cigarette smoking and risk of breast cancer: a prospective study of 24,329 norqegian women.
Eur J Cancer, 26 (1990), pp. 830-833
[22.]
J.A. Baron, P.A. Newcomb, M.P. Longnecker, R. Mittendorf, B.E. Storer, R.W. Clapp, Cigarette smoking and breast cancer, et al.
Cancer Epidemiology?.
Biomarkers and Prevention, 5 (1996), pp. 399-403
[23.]
S.J. Smith, J.M. Deacon, C.E.D. Chilvers.
Alcohol, smoking, passive smoking and caffeine in relation to breast cancer risk in young qomen: UK National Caso-Control Study Group.
Br J Cancer, 70 (1994), pp. 112-119
[24.]
M.D. Gammon, J.B. Schoenberg, S.L. Teitelbaum, L.A. Brinton, N. Potischman, C.A. Swanson, et al.
Cigarette smoking and breast cancer risk among young women (United States).
Cancer Causes and Control, 9 (1998), pp. 583-590
[25.]
N. Hamajima, K. Hirose, K. Tarima, T. Rohan, K. Calle, C.W. Heath Jr, Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer, et al.
Alcohol, tobacco and breast cancer- collaborative reanalysis of individual data from 53 epidemiological studies, including 58,515 women with breast cancer and 95,067 women without the disease.
Br J Cancer, 87 (2002), pp. 1234-1245
[26.]
T. Gram, T. Braaten, P.D. Terry, A.J. Sasco, H.O. Adami, E. Lund, et al.
Breast cancer risk among women who start smoking as teenagers.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 14 (2005), pp. 61-66
[27.]
T. Hanaoka, S. Yamamoto, T. Sobue, S. Sasaki, S Tsugane, Japan Public Health Center-Based Prospective Study on Cancer and Cardiovascular Disease Study Group.
Active and passive smoking and breast cancer risk in middle-aged Japanese women.
Int J Cancer, 114 (2005), pp. 317-322
[28.]
P. Reynolds, S. Hurley, D.E. Goldberg, H. Anton-Culver, L. Bernstein, D. Deapen, et al.
Active smoking, household passive smoking, and breast cancer: evidence from the California Teachers Study.
J Natl Cancer Inst, 96 (2004), pp. 29-37
[29.]
J. Manjer, R. Johansson, P. Lenner.
Smoking is associated with postmenopausal breast cancer in women with high levels of estrogens.
Int J Cancer, 112 (2004), pp. 324-328
[30.]
N. Ishibe, S.E. Hankinson, G.A. Colditz, D. Spiegelman, W.C. Willett, F.E. Speizer, et al.
Cigarette smoking, cytochrome P450 1A1 polymorphisms, and breast cancer risk in the Nurses’ Health Study.
Cancer Res, 58 (1998), pp. 667-671
[31.]
Y. Li, R.C. Millikan, D.A. Bell, L. Cui, C.K. Tse, B. Newman, et al.
Cigarette smoking, cytochrome P4501A! Polymorphims, and the breast cancer among African-American and white women.
Breast Cancer Res, 6 (2004), pp. R460-R473
[32.]
M. Saintot, C. Malaveille, A. Hautefeuille, M. Gerber.
Interactions between genetic polynorphism of citochrome P450-1B1, sulfotransferase 1A1, catechol-o-methyltransferase and tobacco exposure in breast cancer risk.
Int J Cancer, 107 (2003), pp. 652-657
[33.]
Y. Li, R.C. Millikan, D.A. Bell, L. Cui, C.K. Tse, B. Newman, et al.
Cigarette smoking, cytochrome P4501A1 polymorphisms, and breast cancer among African-American and white women.
Breast Cancer Res, 6 (2004), pp. R460-R473
[34.]
K.M. Egan, P.A. Newcomb, L. Titus-Ersntoff, A. Trentham-Dietz, L.I. Mignone, F. Farin, et al.
Assiciation of NAT2 and smoking in relation to breast cancer incidence in a population based case-control study (Unitesd States).
Cancer Causes Control, 4 (2003), pp. 43-51
[35.]
O.L. Van der Hel, P.H. Peeters, D.W. Hein, M.A. Doll, D.E. Groobee, D. Kromhout, et al.
NAT2 slow acetylation and GSMT1 null genptypes may increase postmenopausial breast cancer risk in long-term smoking women.
Pharmacogenetics, 3 (2003), pp. 399-407
[36.]
A.J. Alberg, A. Daudt, H.Y. Huang, S.C. Hoffman, G.W. Comstock, K.J. Helzlsouer, et al.
N-acetyltransferase 2 (NAT2) genotypes, cigarette smoking, and the risk of breast cancer.
Cancer Detect Prev, 28 (2004), pp. 187-193
[37.]
H.J. Lin.
Smokers and breast cancer: «chemical individuality» and cnacer predisposition [Editorial].
JAMA, 276 (1996), pp. 1511-1512
[38.]
D.J. Hunter, S.E. Hankinson, H. Hough, D.M. Gertig, M. García-Closas, D. Spiegelman, et al.
A prospective study of NAT2 acetylation genotype, cigarette smoking, and risk of breast cancer.
Carcinogenesis, 18 (1997), pp. 2127-2132
[39.]
C.B. Ambrosone, J.L. Freudenheim, S. Graham, J.R. Marshall, J.E. Vena, J.R. Brasure, et al.
Cigarette smoking, N-acetyltransferase 2 genetic polymorphisms, and breast cancer risk.
JAMA, 276 (1996), pp. 1494-1501
[40.]
A.J. Alberg, A. Daudt, H.Y. Huang, S.C. Hoffman, G.W. Comstock, K.J. Helzlsouer, et al.
N-acetyltransferase 2 (NAT2) genotypes, cigarette smoking, and the risk of breast cancer.
Cancer Detect Prev, 28 (2004), pp. 187-193
[41.]
J.S. Brunet, P. Ghadirian, T.R. Rebbeck, C. Lerman, J.E. Garber, P.N. Tonin, et al.
Effect of smoking on breast cancer in carriers of mutant BRCA1 or BRCA2 genes.
J Natl Cancer Inst, 90 (1998), pp. 761-766
[42.]
A. Nkondjock, P. Ghadirian.
Epidemiology of breast cancer among BRCA mutation carriers: an overview.
Cancer Lett, 205 (2004), pp. 1-8
[43.]
P. Ghadiirian, J. Lubinski, H. Lynch, S.L. Neuhausen, B. Weber, C. Isaacs, et al.
Smoking and the risk of breast cancer among carriers of BRCA mutations.
J Cancer, 110 (2004), pp. 413-416
[44.]
P. Ghadirian, J. Lubinski, H. Lynch, S.L. Neuhausen, B. Weber, C. Isaacs, et al.
Smoking and the risk of breast cancer among carriers of BRCA mutations.
Int J Cancer, 110 (2004), pp. 413-416
[45.]
J.A. Baron, R.W. Haile.
Protective effect of cigarette smoking on breast cancer risk in women with BRCA1 or BRCA2 mutations?.
J Natl Cancer Inst, 90 (1998), pp. 726-727
[46.]
F.J. Couch, J.R. Cerhan, R.A. Vierkant, D.M. Grabrick, T.M. Therneau, V.S. Pankratz, et al.
Cigarette smoking increases risk for breast cancer in high-risk breast cancer families.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 10 (2001), pp. 327-332
[47.]
M. Wrensch, T. Chew, G. Farren, J. Barlow, F. Belli, C. Clarke, et al.
Risk factors for breast cancer in a population with hihg incidence rates.
Breast Cancer Res, 5 (2003), pp. R88-102
[48.]
K.Y. Yoo, K. Tajima, S. Miura, T. Takeuchi, K. Hirose, H. Risch, et al.
Breast cancer risk factors according to combined estrogen and progesterone receptor status: a case-control analysis.
Am J Epidemiol, 146 (1997), pp. 307-314
[49.]
A. McTiernan, D.B. Thomas, L.K. Johnson, D. Roseman.
Risk factors for estrogen receptor-rich and estrogen receptor-poor breast cancers.
J Natl Cancer Inst, 77 (1986), pp. 849-854
[50.]
J.A. Cooper, T.E. Rohan, E.L. Cant, D.J. Horsfall, W.D. Tilley.
Risk factors for breast cancer by oestrogen receptor status: a population- based case-control study.
Br J Cancer, 59 (1989), pp. 119-125
[51.]
M.J. Shrubsole, Y.T. Gao, Q. Dai, X.O. Shu, Z.X. Ruan, F. Jin, et al.
Passive smoking and breast cancer risk among non-smoking Chinese women.
Int J Cancer, 110 (2004), pp. 605-609
[52.]
A. Morabia, M. Bernstein, S. Héritier, N. Khatchatarian.
Relation of breast cancer with passive and active exposue to tobacco smoke.
Am J Epidemiol, 143 (1996), pp. 918-928
[53.]
E.E. Calle, H.L. Miracle-McMahill, M.J. Thun, C.W. Heath Jr.
Cigarette smoking and risk of fatal breast cancer.
Am J Epidemiol, 139 (1994), pp. 1000-1007
[54.]
L. Gallicchio, J.A. Flaws, M. Sexton, O.B. Ioffe.
Cigarette smoking and metallothionein expression in invasive breast carcinomas.
Toxicol Lett, 152 (2004), pp. 245-253
[55.]
M.B. Ford, A.J. Sigurdson, E.S. Petrulis, C.S. Ng, B. Kemp, C. Cooksley, et al.
Effects of smoking and radiotherapy on lung carcinoma in breast carcinoma survivors.
Cancer, 98 (2003), pp. 1457-1464
[56.]
T. Paszkowski, R.N. Clarke, M.D. Hornstein.
Smoking induces oxidative stress inside the Gaaffian follicle.
Hum Reprod, 17 (2002), pp. 921-925
[57.]
P.M. Gocze, Z. Porpaczy, D.A. Freeman.
Effect of alkaloid in cigarette smoke on human granulosa cell progesterone synthesis and cell viability.
Gynecol Endocrinol, 10 (1996), pp. 112-117
[58.]
A. Engeland, A. Andersen, T. Haldorsen, S. Tretli.
Smoking habits and risk of cancers other than lung cancer: 28 years’ follow- up of 26,000 Norwegian men and women.
Cancer Causes Control, 7 (1996), pp. 497-506
[59.]
H.G. Stockwell, G.H. Lyman.
Cigarette smoking and the risk of female reproductive cancer.
Am J Gynecol, 157 (1987), pp. 33-40
[60.]
M.T. Goodman, K.H. Tung.
Active and passive smoking and the risk of borderline and invasive ovarian cancer (United States).
Cancer Causes Control, 14 (2003), pp. 569-577
[61.]
T. Riman, P.W. Dickman, S. Nilsson, H. Nordlinder, C.M. Magnusson, I.R. Persson.
Some life-style factors and the risk of invasive epithelial ovarian cancer in Swedish women.
Eur J Epidemiol, 19 (2004), pp. 1011-1019
[62.]
A.L. Franks, N.C. Lee, J.S. Kendric, G.L. Rubin, P.M. Layde.
Cigarette smoking and the risk os epithelial ovarian cancer.
Am J Epidemiol, 126 (1987), pp. 112-117
[63.]
A. Polychronopoulou, A. Tzonou, C.C. Hsieh, G. Kaprinis, A. Rebelakos, N. Toupadaki, et al.
Reproductive variables, tobacco, ethanol, coffee and somatometry as risk factors for ovarian cancer.
Int J Cancer, 55 (1993), pp. 402-407
[64.]
P.A. Marchbanks, H. Wilson, E. Bastos, D.W. Cramer, J.M. Schildkraut, H.B. Peterson.
Cigarette smoking and epithelial ovarian cancer by histologis type.
Obstet Gynecol, 95 (2000), pp. 255-260
[65.]
A. Green, D. Purdie, C. Bain, V. Siskind, P.M. Webb.
Cigarette smoking and risk of epithelial ovarian cancer (Australia).
Cancer Causes Control, 12 (2001), pp. 713-719
[66.]
F. Modugno, R.B. Ness, C.M. Cottreau.
Cigarette smoking and the risk of mucinous and nonmucinous epithelial ovarian cancer.
Epidemiology, 13 (2002), pp. 467-471
[67.]
P.D. Terry, A.B. Miller, J.G. Jones, T.E. Rohan.
Cigarette smoking and the risk of invasive epithelial ovarian cancer in a prospective cohort study.
Eur J Cancer, 39 (2003), pp. 1157-1164
[68.]
Y. Zhang, P.F. Coogan, J.R. Palmer, B.L. Strom, L. Rosenberg.
Cigarette smoking and increased risk of mucinous epithelial ovarian cancer.
Am J Epidemiol, 159 (2004), pp. 133-139
[69.]
A.W. Kurian, R.R. Balise, V. McGuire, A.S. Whittemore.
Histologic types of epithelial ovarian cancer: have they different risk factors?.
Gynecol Oncol, 96 (2005), pp. 520-530
[70.]
S.Y. Pan, A.M. Ugnat, Y. Mao, S.W. Wen, K.C Johnson, Canadian Cancer Registries Epidemiology Research Group.
Association of cigarette smoking with the risk of ovarian cancer.
Int J Cancer, 111 (2004), pp. 124-130
[71.]
M.T. Goodman, K. McDuffie, L.N. Kolonel, K. Terada, T.A. Donlon, L.R. Wilkens, et al.
Case-control study of ovarian cancer and polimorphisms in genes involved in catecholestrogen formation and metabolism.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 10 (2001), pp. 209-216
[72.]
H. Kuper, L. Titus-Ernstof, B.L. Harlow, D.W. Cramer.
Population based study of coffee, alcohol and tobacco use and risk of ovarian cancer.
Int J Cancer, 88 (2000), pp. 313-318
[73.]
W. Wilkenstein Jr.
Smoking and cancer of the uterine cervix: hypothesis.
Am J Epidemiol, 106 (1977), pp. 257-259
[74.]
T.S. Shields, L.A. Brinton, R.D. Burk, S.S. Wang, S.J. Weinstein, R.G. Ziegler, et al.
A case-control study of risk factors for invasive cervical cancer among U.S. women exposed to oncogenic types of human papillomavirus.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 13 (2004), pp. 1574-1582
[75.]
T.G. Harris, S.L. Kulasingam, N.B. Kiviat, C. Mao, S.N. Agoff, Q. Feng, et al.
Cigarette smoking, oncogenic human papillomavirus, Ki-67 antigen, and cervical intraepithelial neoplasia.
Am J Epidemiol, 159 (2004), pp. 834-842
[76.]
E.A. Holly, N.L. Petrakis, N.F. Friend, D.L. Sarles, R.E. Lee, L.B. Flander.
Mutagenic mucus in the cervix of smokers.
J Natl Cancer Inst, 76 (1986), pp. 983-986
[77.]
M.F. McCann, D.E. Irwin, L.A. Walton, B.S. Hulka, J.L. Morton, C.M. Axelrad.
Nocotine and cotinine in the cervical mucus of smokers, passive smokers, and nonsmokers.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 1 (1992), pp. 125-129
[78.]
B. Prokopczyk, J.E. Cox, D. Hoffman, S.E. Waggoner.
Identification of tobacco-specific carcinogen in the cervical mucus of smokers and nonsmokers.
J Natl Cancer Inst, 89 (1997), pp. 868-873
[79.]
D.H. Phillips, M.N. She.
DNA adducts in cervical tissue of smokers and nonsmokers.
Mutat Res, 313 (1994), pp. 277-284
[80.]
J.M. Walboomers, M.V. Jacobs, M.M. Manos, F.X. Bosch, J.A. Kummer, K.V. Shah, et al.
Human papillomavirus is a necessary cause of invasive cervical cancer worlwide.
[81.]
F.X. Bosch, S. De Sanjosé.
Human papillomavirus in cervical cancer.
Curr Oncol Rep, 4 (2002), pp. 175-183
[82.]
M.A. Nobbenhuis, J.M. Walboomers, T.J. Helmerhorst, L. Rozendaal, A.J. Remmik, E.K. Risse.
Relation of human papillomavirus status to cervical lessions as cosequences for cervicalcancer screening: a prospective study.
[83.]
A. Berrongton de González, S. Sweetland, J. Green.
Comparison of risk factors for squamous cell and adenocarcinomas of the cervix: a meta-analysis.
Br J Cancer, 90 (2004), pp. 1787-1791
[84.]
M. Plummer, R. Herrero, S. Franceschi, C.J. Meijer, P. Snijders, F.X. Bosch, et al.
Smoking and cervical cancer: pooled analisys of the IARC multi-centric case-control study.
Cancer Causes Control, 14 (2003), pp. 805-814
[85.]
N. Ykitako, P. Sorensen, A. Josesson, M. Frisch, P. Sparen, J. Ponten, et al.
Smoking and oral anticonceptives as risk farctor for cervical carcinoma in situ.
Int J Cancer, 81 (1999), pp. 357-365
[86.]
A.B. Moscicki, N. Hills, S. Shiboski, K. Powell, N. Jay, E. Hanson, et al.
Risks for incident human papilloma virus infection and low grade squamous intra-epithelial lesion development in a longitudinal cohort of adolescent and young women.
JAMA, 285 (2001), pp. 2995-3002
[87.]
P.E. Castle, S. Wacholder, A.T. Lorincz, D.R. Scott, M.E. Sherman, A.G. Glass, et al.
A prospective study of high-grade cervical neoplasia risk among human papillomavirus infected women.
J Natl Cancer Inst, 94 (2002), pp. 1406-1414
[88.]
C.L. Trimble, J.M. Genkinger, A.E. Burke, S.C. Hoffman, K.J. Helzlsouer, M. Diener-West, et al.
Active and passive cigarette smoking and the risk of cervical neoplasia.
Obstet Gynecol, 105 (2005), pp. 174-181
[89.]
J.R. Daling, M.M. Madelecine, B. McNight, J.J. Carter, G.C. Wipf, R. Ashley, et al.
The relationship of human papillomavirus-related cervical tumor to cigarette smoking, oral contraceptive use, and prior herpes simplex virus type 2 infection.
Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 5 (1996), pp. 541-548
[90.]
J.M. Deacon, C.D. Evans, R. Yule, M. Desai, W. Binn, C. Taylosr, et al.
Sexual behavior and smoking as determinants of cervical HPV infection and of CIN3 among those infected: a case- control study nested within the Manchester cohort.
Br J Cancer, 83 (2000), pp. 1565-1572
[91.]
A. Hildesheim, R. Herrero, P.E. Castle, S. Wacholder, M.C. Bratti, M.E. Sherman, et al.
HPV co-factors related to the development of cervical cancer: results from a population-based study in Costa Rica.
Br J Cancer, 84 (2001), pp. 1219-1226
[92.]
E. Dahlgren, S. Johansson, A. Oden, B. Lindstrom, P.O. Janson.
A model for prediction of endometrial cancer.
Acta Obstet Gynecol Scan, 68 (1989), pp. 507-510
[93.]
I. Persson.
Estrogens in the causation of breast, endometrial and ovarian cancers —evidence and hypotheses from epidemiological findings.
Steroid Biochem Mol Biol, 74 (2000), pp. 357-364
[94.]
A.S. Furberg, I. Thune.
Metabolic abnormalities (hypertension, hyperglicemia and overweight), lifestyle (hihg energy intake and physical inactivity) and endometrial cancer risk in a Norwegian cohort.
Int J Cancer, 104 (2003), pp. 669-676
[95.]
K. Tansavatdi, B. McClain, D.M. Herrington.
The effects of esmoking on stradiol metabolism.
Minerva Ginecol, 56 (2004), pp. 105-114
[96.]
W. Willet, M.J. Stampfer, C. Bain, R. Lipnick, F.E. Speizer, B. Rosner, et al.
Cigarette smoking, relative weight, and menopausie.
Am J Epidemiol, 117 (1983), pp. 651-658
[97.]
H. Austin, C. Drews, E.E. Partridge.
A case-control study of endometrial cancer in relation to cigarette smoking, serum estrogen levels, and alcohol use.
Am J Obstet Gynecol, 169 (1993), pp. 1086-1091
[98.]
E. Weiderpass, J.A. Baron.
Cigarette smoking, alcohol consumption, and endometrial cancer risk: a population based study in Sweden.
Cancer Causes Control, 12 (2001), pp. 239-247
[99.]
F. Parazzini, C. La Vecchia, E. Negri, S. Moroni, L. Chatenoud.
Smoking and risk of endometrial cancer: results from an italian case-control study.
Gynecol Oncol, 56 (1995), pp. 195-199
[100.]
H.K. Weir, M. Sloan, N. Kreiger.
The relationship between cigarette smoking and the risk of endometrial neoplasms.
Int J Epidemiol, 23 (1994), pp. 261-266
[101.]
A.N. Viswanathan, D. Feskanich, I. De Vivo, D.J. Hunter, R.L. Barbieri, B. Rosner, et al.
Smoking and the risk of endometrial cancer: Results from the Nurses’ Health Study.
Int J Cancer, 10 (2005), pp. 114
[102.]
P.D. Terry, A.B. Miller, T.E. Rohan.
A prospective cohort study of cigarette smoking and the risk of endometrial cancer.
Br J Cancer, 86 (2002), pp. 1430-1435
[103.]
L.M. Newcomer, P.A. Newcomb, A. Trentham-Dietz, B.E. Storer.
Hormonal risk factors for endometrial cancer: modification by cigarrette smoking (United States).
Cancer Causes Control, 12 (2001), pp. 829-835
[104.]
H.W. Daniel.
More advaced-stage tumors among smokers with endometrial cancer.
Am J Clin Pathol, 100 (1993), pp. 439-443
[105.]
P.D. Terry, T.E. Rohan, S. Franceschi, E. Weiderpass.
Cigarette smoking and the risk of endometrial cancer.
Lancet Oncol, 8 (2002), pp. 470-480
Copyright © 2008. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia
Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos