En el anterior artículo se trató la organización de un gabinete ortoprotésico en la oficina de farmacia, y se justificó así el ejercicio profesional de la ortopedia por parte del farmacéutico. En esta segunda parte se describen, de forma detallada, los componentes más importantes que constituyen este gabinete, y que garantizan al paciente de ortopedia una atención farmacéutica de calidad.
Zona de recepción o espera
En el diseño de una sección de ortopedia, integrada dentro de la oficina de farmacia, es necesario disponer de una zona adecuada para que los pacientes que esperan ser atendidos por el farmacéutico-ortopeda lo hagan en un ambiente agradable y relajado.
Gabinete de toma de medidas y adaptaciones
En este gabinete se tomarán medidas, se probarán, se adaptarán y finalmente se probarán los artículos ortoprotésicos. Este espacio deberá tener unas dimensiones adecuadas y estará aislado visual y acústicamente, lo que permitirá atender al paciente de ortopedia con las debidas garantías. Estará equipado con todos los elementos que, de forma resumida, se recogen en la tabla 1.
El gabinete tendrá una cabina vestuario, donde el paciente podrá cambiarse de ropa, y una camilla, necesaria para la toma de medidas de ciertos artículos ortoprotésicos, como los bitutores, o para la colocación correcta de otros que requieren que el paciente esté en decúbito supino, como los bragueros o las fajas. Además, habrá un espejo de cuerpo entero, que será muy útil para que el paciente pueda observar la colocación y la adaptación de las ortesis o prótesis sobre su cuerpo.
Asimismo, deberá haber un podoscopio, dispositivo compuesto por un juego de espejos, que incorpora un goniómetro y una fuente de luz, y que sirve para la obtención visualizada de las características de la huella plantar: la distribución de la carga del pie, las zonas de sobrecarga y las posibles desviaciones. Por otra parte, para la obtención de la huella plantar en papel (pedigrafía), hay que utilizar un pedígrafo, instrumento que consta de una lámina de goma que se entinta con un rodillo por uno de sus lados, donde se pone el papel, mientras que el paciente pone su pie en el otro. Así se obtiene su huella plantar, por presión sobre la lámina de goma.
Para tomarle medidas al paciente se necesitan los útiles de medida que nos muestra la tabla 2.
Gabinete de pruebas de marcha
Por otra parte, en la farmacia-ortopedia hay otro gabinete donde se realizan pruebas de marcha, que son indispensables para observar la bipedestación y la deambulación de un paciente con prótesis en su miembro inferior o al que se le ha adaptado una ortesis de marcha. En cualquiera de estos casos, el paciente debe aprender a andar con su prótesis o con su ortesis de marcha y, por tanto, hay que comprobar y controlar todos sus movimientos. Por ello, hará falta que en este gabinete haya unas barras paralelas, nunca por debajo de 3 m de longitud por 1 m de ancho. También será necesario un espejo de cuerpo entero, que generalmente se coloca en uno de los extremos de las paralelas, para que no impida la marcha del paciente, pero sí que permita, tanto al paciente como al farmacéutico-ortopeda, poder observar cómo realiza la deambulación. En el gabinete también deberá haber un juego de alzas (tablillas de unos grosores establecidos), para poder observar y compensar posibles asimetrías del paciente. Este gabinete podrá integrarse dentro del de toma de medidas y adaptaciones, siempre que el espacio disponible lo permita.
Taller de adaptación
Todos los artículos ortoprotésicos se tienen que adaptar a cada uno de los pacientes en función de sus condiciones anatómicas y patológicas. Muchas veces hay que hacer retoques, con aplicación de calor o con la fresadora, para cortar o repasar, así que es necesario disponer de un taller de adaptación equipado con la maquinaria que se enumera en la tabla 3 y que nos permitirá realizar estas operaciones.
Tendrá que haber espacio suficiente para moverse con comodidad y evitar el riesgo de accidentes, así como una buena iluminación, con entrada de luz natural si es posible.
Se evitará trabajar en zonas de penumbra, sombras o brillos excesivos. Es necesario que el taller cuente con un sistema de recogida de polvo y residuos, y que haya un sistema de renovación de aire, sobre todo para trabajos de encolado, pulido, etc.
Sala de yesos
En el trabajo diario de la farmacia-ortopedia es muy habitual tener que tomar moldes de escayola a los pacientes, por lo que se necesita una sala de yesos para convertir estos moldes negativos en positivos. Esta sala debe tener una ducha, para que el paciente pueda asearse después de que se le haya tomado el molde, y una fregadera con agua fría y caliente. Para facilitar su limpieza, la sala debería estar alicatada. Los desagües serán desmontables, con filtros decantadores extraíbles que permitan la limpieza periódica y eviten el vertido de escayola a la red general, ya que podrían obstruirla. Otros elementos necesarios están descritos en la tabla 4.
Taller de fabricación
Las oficinas de farmacia con sección de ortopedia que se dediquen a la fabricación de cualquier artículo ortoprotésico a medida dispondrán de toda la maquinaria necesaria para su fabricación, descrita en la tabla 5, o, en su defecto, contrato de fabricación con un taller externo.
Almacén
La farmacia-ortopedia tendrá un almacén donde haya zonas de separación, claramente definidas, entre materias primas, productos ortoprotésicos a medida terminados y productos de serie. En cualquier caso, se debe garantizar la buena conservación de los materiales y los productos que se encuentren en el almacén.
Aseo adaptado
La sección de ortopedia de una oficina de farmacia tendrá un aseo adaptado para pacientes con discapacidad y deberá cumplir con la legislación vigente en cada caso. Como orientación, podemos decir que tiene que estar equipado con barras de apoyo a ambos lados del inodoro y la pila de manos debe estar situada a una altura adecuada para pacientes en silla de ruedas. Por otra parte, tendrá una superficie que permita trazar una circunferencia de 120 cm de diámetro, libre de los elementos sanitarios propios del aseo. Asimismo, el ancho mínimo aconsejable de la puerta de acceso es de 80 cm.
Consideración final
Finalmente, hay que señalar que, en función del nivel de ortopedia que se quiera trabajar, las distintas normativas legales exigen más o menos medios. En la tabla 6 se recoge un resumen de estas necesidades.
Bibliografía general
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