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Vol. 35. Núm. 5.
Páginas 52-58 (Septiembre - Octubre 2018)
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1986
Vol. 35. Núm. 5.
Páginas 52-58 (Septiembre - Octubre 2018)
RINCÓN DE LA INVESTIGACIÓN
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¿Cuál es la relación entre el nivel de ansiedad del paciente en urgencias y la seguridad de su medicación habitual?
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1986
Marcia Shapiro, Karen Gabel Speroni, D. Renee Edsall, Marlon G. Daniel
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Resumen
Introducción

La conciliación de medicación es obligatoria según los Objetivos Nacionales de Seguridad de Paciente de The Joint Comission. Las enfermeras de urgencias que recogen información sobre la medicación habitual del paciente detectan que existen variaciones. El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre el nivel de ansiedad referido por los pacientes y su seguridad en la trasmisión de la información sobre la medicación que estaban tomando de forma habitual. La hipótesis es que existe una relación inversa entre niveles de ansiedad y grado de seguridad en relación con la transmisión de la información sobre su medicación.

Método

Se solicitó a pacientes adultos (N=150), sin enfermedades críticas, que puntuaran su nivel de ansiedad y el grado de seguridad sobre la precisión de la información referida acerca de su medicación habitual, empleando una escala analógica visual milimétrica (0=ninguna y 100=máxima), en tres momentos (momento 1=entrada a urgencias; momento 2=después de la primera atención; momento 3=a la salida de urgencias).

Resultados

Los pacientes eran mayoritariamente mujeres (58,7%), caucásicas (68,7%) y con estudios secundarios (49,3%); la media de edad era de 61,7 años. Se observaron diferencias significativas en los niveles medios de ansiedad en los distintos momentos (momento 1=35,7; momento 2=31,1; momento 3=23,8; p<0,0001) y una mayor seguridad en la precisión de la transmisión de la información acerca de la medicación habitual (momento 1=90,1; momento 2=92,6; momento 3=95,4; p<0,0016). Los momentos 1 y 2 no resultaron significativos; el resultado del momento 3 evidencia menores niveles de ansiedad y mayor seguridad acerca de la medicación habitual. Muchos pacientes recuerdan su medicación habitual de forma diferente de cómo la informan a la llegada a urgencias; un 69,3% la recordaban diferente en el momento 2 y un 89,3% en el momento 3 (p<0,0001).

Discusión

Los resultados demuestran la existencia de una relación estrecha entre el nivel de ansiedad del paciente (menor ansiedad a la salida que a la llegada a urgencias o después de la primera atención) y su grado de seguridad en la precisión de la transmisión de información sobre su medicación habitual (más seguros al alta). Las enfermeras, médicos, farmacéuticos y técnicos de farmacia que trabajan en los servicios de urgencias deberían reconsiderar la recomprobación de la medicación habitual antes del alta de urgencias. Para contribuir a la seguridad del paciente, las enfermeras que trabajan en las unidades de recepción de pacientes también comparten la responsabilidad de asegurar la precisión de la transmisión de la medicación habitual, puesto que una recogida adecuada y precisa de la información farmacológica no es siempre posible en los servicios de urgencias.

Texto completo
Introducción

Para promover la seguridad de pacientes y reducir los errores de medicación en el ámbito hospitalario, una de las alertas centinela de eventos adversos de The Joint Comission es la conciliación medicamentosa para prevenir errores1. Ello requiere un proceso de obtención y registro de una lista completa de la medicación que está tomando el paciente. Este proceso de conciliación debería iniciarse en el punto de entrada al hospital. Los Objetivos Nacionales de Seguridad de Pacientes, que se centran en los aspectos de seguridad a través de la correcta administración de la medicación, especifican el uso seguro de los fármacos a través de los registros y la transmisión de información sobre los medicamentos que toma el paciente2. El Institute for Healthcare Improvement define la conciliación de la medicación como un proceso para la creación de una lista completa de los fármacos que toma el paciente, incluyendo el nombre del medicamento, su dosis, frecuencia y vía de administración, y la comparación de esta lista con las indicaciones al ingreso, en los traslados y al alta3. El objetivo es administrar los fármacos correctos en cada punto de atención a lo largo de la hospitalización del paciente.

Los pasos iniciales para la recopilación de la medicación habitual pueden consumir mucho tiempo, ser incompletos o producir errores4–6. Las discrepancias aumentan el riesgo de reacciones medicamentosas adversas moderadas o graves e incluso el fallecimiento del paciente7,8. Los obstáculos que afectan a la precisión de la recogida de información sobre la medicación habitual del paciente incluyen el tipo de enfermedad, los conocimientos del paciente, la disponibilidad de envases para su revisión o la falta de acceso a los registros electrónicos de las farmacias en la comunidad9. Los pacientes se sienten más ansiosos en caso de emergencia, enfermedad, eventos generadores de miedo y dolor, y estas experiencias inhiben el razonamiento cognitivo10. Una investigación realizada con enfermos oncológicos sobre su conocimiento de la medicación (nombre del fármaco, dosis, frecuencia, vía de administración e indicaciones) al ser atendidos en urgencias, evidencia que aquellos que emplean el uso de herramientas de ayuda, tipo encuesta estructurada, tienen 6,5 veces más probabilidades de tener un nivel de conocimientos farmacológicos elevado11.

Habitualmente, las enfermeras de urgencias registran en la historia clínica electrónica (HCE) la medicación habitual del paciente (nombre del fármaco, dosis, vía de administración, frecuencia y última dosis). Las fuentes de información incluyen la transmisión verbal por parte del paciente o sus acompañantes, la documentación aportada por el enfermo o la familia en papel o en formato electrónico, los contenedores de autogestión de medicación de los pacientes y la HCE del centro. Los medicamentos registrados pueden incluir fármacos prescritos, medicamentos de venta libre, vacunas, contrastes radiológicos, radiofármacos, medicamentos de terapia respiratoria, nutrición parenteral, soluciones i.v., vitaminas, productos de herboristería y fitoterapia y suplementos nutricionales.

Las enfermeras deben asimilar tanto la fuente como el tipo de información.

Las enfermeras investigadoras que trabajan en urgencias refieren que los pacientes proporcionan una información más completa sobre su medicación habitual dependiendo del momento de atención durante su estancia en el servicio de urgencias. Se considera que la ansiedad del paciente puede influir en su capacidad para transmitir información sobre la medicación habitual de forma precisa. La ansiedad se define como una sensación subjetiva de aprensión en respuesta a una amenaza percibida12.

Los signos y síntomas de ansiedad incluyen una elevación de los signos vitales, mareo, diaforesis, inquietud, sensación de malestar, aumento de la tensión, miedo, preocupación, dificultad de concentración, incapacidad para la resolución de problemas y disminución del razonamiento cognitivo1,10,13,14.

Considerando que el grado de ansiedad del paciente puede afectar a la precisión de la información que proporciona, las enfermeras investigadoras de urgencias quisieron determinar el mejor momento para empezar a recoger y registrar la medicación habitual del paciente. En aquel momento, el grado de ansiedad del paciente no se valoraba en el servicio de urgencias.

Se llevó a cabo una revisión en ProQuest, la biblioteca Cochrane de revisiones sistemáticas y PubMed, en el periodo comprendido entre 2000 y 2015. Las palabras clave para la búsqueda fueron: “conciliación de medicación”, “ansiedad”, “ansiedad del paciente”, “efectos cognitivos de la ansiedad” “ansiedad en urgencias” y “enfermería de urgencias”.

No se identificaron estudios que evaluaran la relación entre la ansiedad de los pacientes de urgencias y la medicación habitual.

Dos artículos publicados mostraban el protocolo de investigación del estudio que se presenta a continuación. En un estudio se compararon dos instrumentos de medida de la ansiedad en pacientes con ventilación mecánica, la escala analógica visual (EVA) resultó menos difícil para los participantes que la escala Spielberger State Anxiety Inventory (SAI)15. La EVA era una escala de 100mm, de orientación vertical, y con respuestas orientativas como “en absoluto ansioso” en el extremo inferior y “lo más ansioso que nuca he estado” en el extremo superior. En otro estudio, una encuesta transversal, se determinaban los niveles de ansiedad del cuidador o familiar a la llegada al servicio de urgencias y al alta, utilizando una EVA16. (Véase el cuadro Glosario de términos de investigación). Los resultados demostraron que existe una asociación significativa entre la ansiedad y la satisfacción al alta: a menor nivel de ansiedad, mayor satisfacción.

El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre el grado de ansiedad referido por el paciente en urgencias y la seguridad en la transmisión de la información sobre su medicación habitual. La hipótesis era que existiría una relación inversa entre la ansiedad del paciente y la seguridad con respecto al historial de medicación.

Al inicio del estudio, la normativa del hospital no obligaba a las enfermeras ni a otros profesionales de la salud a valorar y registrar la medicación habitual (esto es, a la llegada al servicio de urgencias, durante la atención, o a la salida del servicio), ni que, en caso necesario, se verificara la información recogida. Desde la perspectiva de la práctica basada en la evidencia, las enfermeras gestoras podrían emplear los resultados de este estudio para evaluar si las normativas hospitalarias incluyen consideraciones sobre el momento óptimo para recolectar la información de la medicación habitual por parte de las enfermeras de urgencias u otros profesionales y si es necesaria una verificación posterior.

Método

Este estudio no aleatorio, de medidas repetidas, incluyó una parte cualitativa y una parte cuantitativa. Se realizó en un servicio de urgencias de 32-boxes, de un hospital de 132 camas en la región medio-atlántica.

Este hospital está acreditado y reconocido por la American Nurses Credentialing Center Magnet® y forma parte de un complejo de tres hospitales.

Las enfermeras investigadoras incluyeron en el estudio a aquellos pacientes de urgencias que cumplían los criterios de selección, realizando el procedimiento de consentimiento informado. Los criterios de inclusión en el estudio fueron:

  • Mayores de 18 años.

  • Consciente y orientado en tiempo, espacio y personas.

  • Nivel de agudeza de 2 a 5 (2=muy agudo; 3=agudo estable con múltiples recursos; 4=agudo estable con un recurso; 5=agudo estable sin recursos).

  • Capacidad para comunicarse en inglés.

La recogida exhaustiva de información sobre la medicación habitual consume tiempo y puede producir errores.

Los pacientes con trastornos cognitivos, neurológicos u otras alteraciones que dificultaran la capacidad para transmitir la información relativa a la medicación habitual, así como los enfermos críticos, fueron excluidos.

Procedimientos

Los procedimientos de estudio se realizaron en tres tiempos: a la llegada a urgencias (momento 1), en la primera atención (momento 2) y a la salida del servicio (momento 3). En cada uno de estos momentos, la enfermera preguntaba al paciente acerca de su medicación habitual. También solicitaban al paciente que cumplimentara un formulario en el que se autoevaluaba el grado de ansiedad en una EVA de 100mm (0=en absoluto ansioso y 100=lo más ansioso que he estado jamás) y cuán seguro estaba de la información que proporcionaba sobre su medicación habitual (0=nada seguro; 100=lo más seguro que he estado nunca). La medicación habitual al ingreso, registrada según la normativa del hospital, incluía la lista de medicamentos, instrucciones (dosis, vía, frecuencia) así como la fecha de la última dosis.

Las enfermeras investigadoras también recogieron datos sobre las siguientes variables: datos demográficos, motivo principal de visita en el triaje, nivel de agudeza de 2 a 5, medicaciones administradas en urgencias para reducir la ansiedad, estancia en urgencias, alta de urgencias y los comentarios de los participantes durante el periodo de estudio en relación con la ansiedad o con la medicación habitual. Para obtener la información de la medicación habitual, las enfermeras investigadoras preguntaban a los pacientes tres cuestiones:

  • 1.

    ¿Qué medicamentos prescritos toma habitualmente?

  • 2.

    ¿Qué vitaminas o productos de herboristería toma habitualmente?

  • 3.

    ¿Toma alguna medicación de venta libre?

Tamaño de la muestra

Se determinó un tamaño muestral de 130 sujetos de estudio, para una potencia del 80% con un efecto mínimo detectable de un 0,25 (eta-cuadrado) en la EVA. La correlación entre la percepción de ansiedad del paciente y la conciliación de la medicación se asumió con una puntuación mínima de corte de r=0,5. Por los atributos dinámicos de los servicios de urgencias, se estimó una proporción de pérdidas de un 15% (pacientes que se marchan voluntariamente o sin posibilidad de seguimiento) en cada uno de los tres momentos, por lo que la muestra final resultante fue de 150 pacientes. En este estudio, 152 pacientes dieron su consentimiento, para conseguir el tamaño muestral de 150 pacientes completos, es decir, aquellos que completaban el formulario en los tres momentos especificados. Dos pacientes no completaron el estudio.

Análisis cualitativo

Los comentarios de los participantes acerca de su ansiedad o su medicación habitual se analizaron mediante técnicas de análisis de contenido convencionales que orientaron la codificación17. Las unidades de análisis se establecieron por parte de una de las investigadoras y dos investigadoras más realizaron una codificación independiente. Las discrepancias de codificación identificadas fueron sometidas a debate entre las tres investigadoras para llegar a un consenso del 100%.

Percepciones de los pacientes

Esta tabla muestra las percepciones de los pacientes en relación con el grado de seguridad de la transmisión de información sobre su medicación habitual y los niveles de ansiedad en los tres momentos de análisis para los pacientes que recibieron medicación ansiolítica o analgésica y los que no (N=150).

Momento  Momento 1 Entrada a urgenciasMomento 2 Primera atenciónMomento 3 Alta de urgencias
Medicacióna  Grupo med  Grupo no-med  Total  Grupo med  Grupo no-med  Total  Grupo med  Grupo no-med  Total 
Nivel de ansiedadb, Media, (rango) [DE]  42,6 (0-95) [30,8]  32,6 (0-100) [28,3]  35,7 (0-100) [29,4]  40,6 (0-100) [34,5]  26,8 (0-100) [27,2]  31,1 (0-100) [30,26]  26,5 (0-100) [30,3]  22,6 (0-98) [30,3]  23,8 (0-100) [28,6] 
Seguridad en la información de la medicación habitualc, Media (rango) [DE]  88,3 (0-100) [18,8]  90,0 (3-100) [29,4]  90,1 (0-100) [17,96]  92,3 (0-100) [15,6]  92,7 (5-100) [15,0]  92,6 (0-100) [15,1]  95,4 (67-100) [7,3]  95,4 (8-100) [10,7]  95,4 (8-100) [9,7] 
Correlación parciald (p valor)  0,06 (0,7212)  −0,07 (0,4890)  −0,04 (0,6274)  −0,01 (0,9565)  0,12 (0,2540)  −0,08 (0,3305)  −0,41 (0,0088)  −0,28 (0,0049)  −0,30 (0,0003) 
Cambio en la medicación habitual (%)  Valor inicial  Valor inicial  Valor inicial  33 (70,2)  71 (68,9)  104 (69,3)  43 (91,5)  91 (88,4)  134 (89,3) 
a

Además del análisis global (total), se realizaron los análisis de las variables principales por subgrupos para establecer las diferencias en relación con si los pacientes recibieron analgésicos o ansiolíticos (med) o no (no-med).

b

¿Cómo de ansioso se siente ahora? [por 100mm en EVA; 0=en absoluto ansioso y 100=lo más ansioso que he estado nunca] p<0,0001.

c

¿Cómo de seguro está de la información que ha proporcionado acerca de su medicación habitual? [por 100mm en EVA; 0=nada seguro y 100=lo más seguro que he estado nunca] p<0,0016.

d

r de Pearson ajustada (valor p) para el efecto de la edad, el sexo, la raza y el nivel educativo [−1=correlación negativa; 0=ausencia de correlación; +1 correlación positiva en la relación entre el nivel de ansiedad del paciente y el grado se seguridad sobre la información acerca de su medicación habitual].

Análisis de los datos

Se emplearon medias, desviaciones estándar (DE), frecuencias y porcentajes para caracterizar los datos. Se usó el análisis de la varianza de las medidas repetidas para identificar las tendencias en las variables principales: nivel de ansiedad y grado se seguridad sobre la información proporcionada en el servicio de urgencias acerca de la medicación habitual. Estas variables fueron analizadas y comparadas en tres momentos (1=a la llegada al servicio, 2=en la primera atención y 3=al alta de urgencias). Los análisis por subgrupos se emplearon para analizar las diferencias en las variables principales, evaluando la administración de medicamentos ansiolíticos o analgésicos. Se aplicó una regresión logística múltiple para calcular las correlaciones parciales entre las variables principales (grado de ansiedad y seguridad en la transmisión de la información acerca de su medicación habitual), ajustándolas por edad, sexo, raza y nivel educativo.

Se realizaron test paramétricos y de normalidad para todas las variables y pruebas.

El análisis de los datos de realizó con el programa SAS v 9.3 (SAS Institute, Cary, N.C.)

Resultados

De los 150 participantes que completaron el estudio, la mayoría eran mujeres (88, 58,7%), caucásicos (103, 68,7%), con una media de edad de 61,7 años (DE=17,3), y un nivel de estudios secundarios (74, 49,3%). El motivo principal de visita fueron los trastornos cardiacos (30, 20,0%), seguido de los trastornos digestivos (29, 19,3%) y traumatológicos (23, 15,3%); todos los sujetos presentaban un nivel de agudeza entre 2 y 5, y la mayoría eran de nivel 3 (109, 72,7%). La estancia media en urgencias fue de 236 minutos (DE=153 minutos), y la mayoría fueron dados de alta al domicilio (107, 71,3%). En el momento 1, los pacientes refirieron un promedio de 8,7 medicamentos (DE=4,8). Las fuentes de información sobre la medicación habitual fueron: la referencia verbal del paciente (73, 49,0%), las listas de medicación de los propios pacientes (53, 35,6%), los envases de medicamentos (15, 10,1%) y la información verbal proporcionada por el acompañante (7, 4,7%).

En global, a menor grado medio de ansiedad, mayor nivel medio de seguridad en la transmisión de la información sobre la medicación habitual (véase el cuadro Percepciones de los pacientes).

Se identificaron tendencias significativas en el grado de ansiedad de los pacientes (momento 1=35,7, momento 2=31,1 y momento 3=23,8; p<0,0001) y el nivel de seguridad sobre la información proporcionada acerca de la medicación habitual (momento 1=90,1, momento 2=92,6 y momento 3=95,4; p>0,0016). En el momento 1 se halló una correlación muy baja entre el grado de ansiedad y el nivel de seguridad en la transmisión de la información sobre la medicación habitual, y estas no fueron estadísticamente significativas (r=−0,04; global p=0,6274). Se observó un patrón similar en el momento 2, y estos se correlacionaron inversamente (r=−1,12; p global=0,2549). Los pacientes a los que se les administró medicación en urgencias que pudiera afectar al nivel de ansiedad fueron situados en el grupo “med” y los que no recibieron medicación en el grupo “no-med”. En el momento 3, se identificó una asociación negativa moderada entre el grado de ansiedad y el nivel de seguridad, estadísticamente significativa (grupo med, r=−0,41; p=0,0088; grupo no-med, r=−0,28; p=0,0049; r=−30; p global=0,0003).

Véase el cuadro Percepciones de los pacientes, para más información sobre el análisis por subgrupos, incluyendo si los pacientes estaban en un grupo o en el otro en cada uno de los tres momentos del estudio. Las enfermeras de urgencias administraron a 47 (31,3%) pacientes algún medicamento que podía afectar a su nivel de ansiedad, incluyendo ansiolíticos y analgésicos.

El análisis de este grupo de 47 pacientes que recibieron medicación mostró la siguiente tendencia: a medida que disminuía su nivel de ansiedad, aumentaba su seguridad sobre la información acerca de su medicación habitual.

Los cambios en la medicación habitual referida a la llegada a urgencias también fueron evaluados. La mayoría de los pacientes recordaban de forma distinta su medicación habitual en los momentos 2 y 3, al compararlo con el momento 1. Concretamente, en el momento 2, un 69,3% refirió algún cambio en relación con lo que habían transmitido en el primer momento, y en el tercer tiempo, un 89,3% refirió algún cambio. Estos hallazgos fueron estadísticamente significativos (p<0,0001). Los análisis con correlaciones parciales estimaron asociaciones determinadas entre el nivel de ansiedad y el grado de seguridad sobre la transmisión de la información acerca de la medicación habitual en cada uno de los puntos de corte. El control por variables demográficas, como la edad, el sexo, la raza o el nivel educativo mitigaban estos efectos en la relación entre ambas variables de interés, nivel de ansiedad y grado de seguridad. Se observó una relación inversa débil en el momento 1 para ambos grupos, med y no-med. Los resultados fueron parecidos en el momento 2, sin asociaciones significativas. En el momento 3, la asociación entre nivel de ansiedad y de seguridad fue moderada (r=−0,41, p=0,0088) para el grupo med y ligeramente más débil en el grupo no-med (r=−0,28, p=0,0049).

Las discrepancias en la medicación habitual aumentan el riesgo de reacciones adversas graves de muerte del paciente.

En global, en el momento 3 se identificó una relación inversa entre nivel de ansiedad y grado de seguridad en la transmisión de la información acerca de la medicación habitual (r=−0,30, p=0,0003). En el momento 3, todas estas asociaciones fueron estadísticamente significativas.

Resultados cualitativos

Al preguntarles en el momento 1 “¿Cuánta ansiedad siente ahora?”, 18 (12,0%) pacientes realizaron un comentario sobre una temática principal, la dolencia física que contribuía a su ansiedad. Por ejemplo, un paciente refirió “Tengo dolor en el pecho”. Al preguntarles ¿cuán seguro está de que la información que ha proporcionado sobre su medicación habitual es precisa?”, 16 (10,7%) pacientes realizaron un comentario relacionado con otra temática principal: la toma de demasiados medicamentos. Por ejemplo, un paciente afirmó “Tengo montones de medicamentos en el coche”. Otro enfermo refirió estar 100% seguro de la medicación que tomaba, pero desconocía las dosis.

En el momento 2, al preguntar a los pacientes de nuevo ¿cuán ansioso está ahora?, 11 refirieron comentarios sobre temáticas principales en relación con la ansiedad. Por ejemplo, un enfermo explicó “Aún estoy ansioso”, otro dijo “Estoy muy angustiado. Quiero saber qué me ocurre”. Al preguntarles sobre la seguridad en la transmisión de la información acerca de la medicación habitual, 10 (6,7%) pacientes realizaron comentarios sobre las listas de medicación u otros recursos para mejorar la gestión de la información farmacológica. Por ejemplo, la mujer de uno de ellos trajo una lista de medicamentos de su casa. Otro enfermo llamó a su farmacia para preguntar sobre el nombre y la dosis de medicación para el colesterol que estaba tomando, diciendo “He llamado a la farmacia para estar seguro”.

En el momento 3, 16 (10,7%) pacientes respondieron con comentarios a la pregunta ¿cuán ansioso se siente ahora? La temática principal de los comentarios fue la preocupación por si le iban a ingresar o a operar. Por ejemplo, un paciente afirmó “Ahora estoy más ansioso. Me van a ingresar”. Otro dijo “Estoy más ansioso. Me van a intervenir”. Al preguntarles sobre la seguridad en la transmisión de la información acerca de la medicación habitual, 8 (5,3%) pacientes comentaron acordarse de otro medicamento.

Un paciente refirió “Me he olvidado de decirle que tomo [un medicamento de venta libre para el resfriado]”; otro recordó que tomaba medicación prescrita para la migraña.

Discusión

La conciliación de la medicación en el ámbito hospitalario es un aspecto fundamental que debe estar centrado en el paciente, ser clínicamente relevante y a su vez, viable18. Según la normativa del hospital en el que se llevó a cabo este estudio, el procedimiento se realiza para garantizar la conciliación de medicación de forma segura y efectiva en todo el continuum de atención. En el área ambulatoria y en urgencias, cuando acude un paciente, se recoge y registra la medicación habitual. Los medicamentos empleados en la atención al paciente deben contrastarse con el registro de medicación habitual de la HCE, para determinar la continuidad de la administración, su continuidad modificada o su interrupción, en función del estado del paciente.

Glosario de términos de investigación

  • Análisis de contenido: técnica de investigación para replicar y validar inferecias19.

  • Encuesta transversal: recogida de información de una población o muestra representativa en un momento concreto en el tiempo20.

  • Tamaño del efecto: determinación cuantitativa de la estimación de la diferencia entre dos grupos21.

  • Eta-cuadrado: método empleado para determinar el tamaño del efecto al realizar un análisis de la varianza (ANOVA)22.

  • Frecuencia: número de veces que se produce o se observa un evento23.

  • Regresión múltiple: técnica estadística que permite determinar la relación entre una variable de resultado (variable dependiente) continua y la combinación de dos o más variables explicativas (independientes)21.

  • Media: también denominada media aritmética o promedio, es la suma de todas las observaciones dividida por total de observaciones23.

  • Diseño no aleatorizado de medidas repetidas: diseño de estudio que sigue dos o más cohortes de individuos en el tiempo, en el que los sujetos no son asignados aleatoriamente a uno de los grupos de estudio24.

  • pvalor, o valor de probabilidad: probabilidad, bajo hipótesis nula, de obtener el resultado igual o más extremo que el valor observado25.

  • rde Pearson, también denominada coeficiente de correlación de Pearson: medida de la relación lineal entre dos variables continuas23.

  • Correlación parcial o correlación de Pearson ajustada: medida de la relación entre dos variables, al tiempo que se controlan o ajustan por el efecto de una o más variables adicionales26.

  • Desviación estándar (DE): medida de la variación promedia (dispersión) de los valores individuales que forman la media global27.

  • Test de normalidad: valoración de los datos para determinar si siguen una distribución normal (campana de Gauss)28.

Al finalizar el tratamiento, el paciente recibe instrucciones por escrito sobre el posible impacto del tratamiento administrado en relación con la medicación habitual listada en el momento de la recepción.

Si la información sobre la medicación habitual del paciente es incompleta o imprecisa al inicio, se hace más difícil mantener una cultura de seguridad clínica. Las enfermeras y el resto de profesionales de la salud que atienden a los pacientes en los puntos de entrada, como los profesionales sanitarios de urgencias, farmacéuticos o técnicos de farmacia, deben actuar de forma instrumental para realizar los pasos iniciales correctamente y asegurar la promoción de la seguridad del paciente. Ello incluye saber en qué momento los pacientes están más seguros de la información sobre su medicación habitual, especialmente el impacto de la ansiedad al intentar recordarla o transmitir esa información, como en este estudio con pacientes de urgencias.

Este estudio de investigación validó la existencia de una relación inversa entre nivel de ansiedad y grado de seguridad en la información acerca de la medicación habitual. Al disminuir la ansiedad, aumenta la seguridad del paciente acerca de la información que proporcionan a la enfermera sobre su medicación habitual. Estos hallazgos son similares a los del estudio en el que se encontró una asociación significativa entre el nivel de ansiedad y el grado de satisfacción de los cuidadores o familiares de los pacientes de urgencias; a menor nivel de ansiedad a la salida de urgencias, mayor satisfacción16.

La construcción de un sistema de recomprobación o verificación de la medicación habitual en el sistema de HCE ayudaría a disminuir el riesgo de errores de medicación y/o eventos adversos relacionados. Puesto que esta es una documentación adicional en un entorno altamente complejo como las urgencias, deben también determinarse los mejores procedimientos para optimizar este registro. Con estos registros, los pacientes de urgencias que son finalmente ingresados o que regresan posteriormente a urgencias, se dispondría de una información precisa sin tener que volver a introducirla en el sistema. Para contribuir a la seguridad del paciente, las enfermeras que trabajan en las unidades de hospitalización también deben corresponsabilizarse, para asegurar exactitud de la medicación habitual, puesto que obtener un listado exhaustivo de toda la medicación habitual no siempre es posible en el entorno de la urgencia.

Se precisan más estudios que exploren el efecto de la verificación o confirmación de la medicación habitual del paciente al alta de urgencias, o en las unidades de hospitalización en las tasas de cuasierrores, errores y/o eventos adversos. También es necesario realizar nuevos estudios para evaluar con mayor profundidad el efecto de la ansiedad y otras variables en la transmisión de información acerca de la medicación habitual por parte del paciente. Ello incluiría, aunque no se limita a, los pacientes con alteraciones del estado mental, debido a la medicación administrada, a las características de su enfermedad actual o a sus antecedentes patológicos, un alto nivel de actividad o agudeza en urgencias (que puede restar tiempo a la enfermera u otro profesional para recoger de forma adecuada la medicación habitual al alta de urgencias), la agudeza de los pacientes que requieren ser trasladados con celeridad a una unidad de hospitalización, la necesidad de trasladar con rapidez a los pacientes que van a ser ingresados en unidades de hospitalización para descongestionar el servicio de urgencias y poder atender a los pacientes en espera. Por último, puesto que este estudio se centra en el ámbito de la urgencia hospitalaria, deberían realizarse estudios similares en otros puntos de entrada al sistema sanitario en los que enfermeras u otros profesionales de la salud son responsables de registrar la medicación habitual del paciente.

Limitaciones

La muestra de pacientes corresponde al ámbito de un hospital rural en la región medio-atlántica, por lo que los resultados pueden variar en otros ámbitos o áreas geográficas.

La escala EVA empleada en este estudio utiliza un eje horizontal; algunos pacientes comprenden mejor el eje vertical.

Aunque las enfermeras investigadoras de este estudio proporcionaron información verbal y escrita a los pacientes en relación con el uso de la EVA, en los estudios que emplean este tipo de escalas se recomienda a los investigadores que confirmen que el paciente entiende su uso.

Algunas variables no incluidas en este estudio pueden haber contribuido a la información proporcionada por los pacientes acerca de su medicación habitual.

Implicaciones para el sistema sanitario

Debe estandarizarse un proceso de obtención y registro de la lista de medicación habitual del paciente.

Las enfermeras u otros profesionales de la salud deben completar esta información en todos los puntos de entrada al sistema sanitario, sea un servicio de urgencias, una consulta o una unidad de hospitalización. Las enfermeras deberían evaluar si la normativa de su centro incluye recomendaciones acerca de cuál es el mejor momento para obtener esta información.

Los resultados de este estudio indican que el alta de urgencias es el momento en el que los pacientes son más precisos en la transmisión de la información sobre su medicación habitual.

Las enfermeras pueden evaluar las mejores estrategias y considerar si las propias enfermeras de urgencias u otros profesionales de la salud deben recomprobar la medicación habitual al alta de urgencias o al ingreso en la unidad de hospitalización.

Puesto que los resultados del estudio demuestran que unos niveles inferiores de ansiedad se correlacionan con una mayor seguridad y precisión en la información acerca de la medicación habitual, debe considerarse la evaluación del nivel de ansiedad del paciente siempre que se le solicite información sobre su medicación habitual. Además, un mejor uso de los sistemas de información y de HCE para abordar estas cuestiones en los momentos relevantes debe ser una estrategia que considerar.

Conclusiones

Los resultados de este estudio demuestran que existe una relación significativa entre el nivel de ansiedad del paciente (menor nivel de ansiedad al alta de urgencias que a la entrada o en la primera atención) con la seguridad en la transmisión de la información acerca de su medicación habitual (niveles más elevados de seguridad al alta de urgencias). Las enfermeras de todos los ámbitos o puntos de entrada del paciente en el sistema de salud pueden actuar instrumentalmente para asegurar los procesos de promoción de la seguridad del paciente mediante la conciliación de la medicación.

Las enfermeras de urgencias u otros profesionales de la salud deberían recomprobar o verificar la medicación habitual al alta de urgencias, así como durante la estancia del paciente, y asegurar que se actualizan acorde los medicamentos registrados. ■

Bibliografía
[1]
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En el hospital University of Maryland Shore Medical Center en Easton, Easton, Maryland, Marcia Shapiro es enfermera clínica y D. Renee Edsall es docente de urgencias. En la University of Maryland Shore Regional Health en Easton, Maryland, Karen Gabel Speroni es jefa del consejo investigador enfermero y Marlon G. Daniel es bioestadístico.

El Rincón de la investigación está coordinado por Ruth A. Mooney, PhD, MN; RN-BC, exresponsable de investigación enfermera en el Christiana Care Health System en Newark, Delaware.

El contenido de este artículo obtuvo los permisos de la dirección y/o del comité de ética correspondiente.

El estudio recibió una beca parcial de Epsilon Zeta Chapter de Sigma Theta Tau.

Los autores han declarado no tener ningún conflicto de intereses relacionado con este artículo.

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