El laboratorio de Andrología está en pleno proceso de evolución. En los últimos años se están desarrollando nuevos biomarcadores que ayudan a realizar un diagnóstico más preciso, pero ahora es necesario verificar su utilidad para determinar su potencial y su posible incorporación en la rutina diaria. En este sentido, cabe decir que hoy por hoy no hay una prueba diagnóstica única y que debido entre otras cosas a la complejidad intrínseca de las células espermáticas, tenemos que recurrir a diferentes estudios para aproximarnos a un diagnóstico certero. En este trabajo se hace un repaso de distintas pruebas diagnósticas disponibles e introducimos el uso del microscopía de alta magnificación para el análisis vacuolar de los espermatozoides (MSOME), comparando esta información con otras determinaciones clásicas como la concentración, movilidad y morfología, así como con el índice de fragmentación del ADN.
Material y métodosSe trata de un estudio observacional retrospectivo donde se consideran un total de 357 pacientes a los que se les realiza las siguiente pruebas diagnósticas: un seminograma completo, un test de alta magnificaión (MSOME) y un test de fragmentación del ADN. Se realiza estudio estadístico de correlación de los diferentes parámetros.
ResultadosSe observa una correlación negativa entre el grado de vacuolización y la concentración, movilidad progresiva y las formas normales. Hay una correlación positiva con el porcentaje de fragmentación del ADN. En todos los casos la correlación es estadísticamente significativa.
DiscusiónAunque el grado de correlación no es demasiado alto, la determinación morfológica de alta magnificación ofrece información adicional in vivo mucho más objetiva que un estudio de morfología tradicional. Esta determinación puede resultar muy útil a la hora de recomendar la técnica de la IMSI para las parejas que lo necesiten, y es un test candidato a ser incluido en la rutina de laboratorio de cara a mejorar el diagnóstico del varón.
Cancer treatment may produce long-term effects, including fertility loss, but some patients may benefit from referral to reproduction specialists prior to treatment, where they may receive specific information and examine possible treatments for future fertility preservation. A multidisciplinary working group on fertility preservation was to conduct a survey in order to determine oncologist knowledge of the subject.
Materials and MethodsA 10-item questionnaire was developed and distributed to the major relevant Spanish scientific societies, inviting their members to complete it via e-mail. Two mailings were sent (October 2009 and February 2010) to a total of 2477 specialist physicians.
Participating scientific societies wereSEHH (Spanish Society of Hematology and Hemotherapy), SEHOP (Spanish Society of Pediatric Hematology and Oncology), SEOM (Spanish Society of Medical Oncology), SEOR (Spanish Society of Radiation Oncology) and SESPM (Spanish Society of Senology and Mammary Pathology)
ResultsA total of 119 responses were collected, representing 4.8% of the total number of questionnaires sent (119/2477). The response rates for the scientific societies of the specialists were as follows: - SEHH: 20/854 = 2.3%, SEHOP: 5/150 = 3.3%, SEOM: 29/700 = 4.1%, SEOR 29/650 = 4.5%
ConclusionsGiven the low response rate, there appears to be a low level of interest by oncology and hematology specialists as regards fertility preservation.
There was low knowledge of the distinct fertility preservation techniques and their effectiveness.
The medical community is in need of information regarding the real options for fertility preservation.
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