Comprehensive geriatric assessment (CGA) prior to transcatheter aortic valve replacement (TAVI) implantation for severe aortic stenosis (AS) may improve the selection of patients targeted for this strategy. Despite the fact that VGI includes multiple scales, comparative data among them are limited. Our aim was to evaluate the discriminative capacity of different scales used in CGA on the decision of suitability for TAVI implantation and the influence on prognosis after TAVI implantation.
MethodsSingle-center prospective observational study including consecutive patients with severe AS referred for TAVI implantation. A CGA was performed in all patients including scales of functionality, frailty, cognitive impairment and comorbidities. The predictive capacity of each of the scales was evaluated. The development of major cardiovascular events (cardiovascular mortality, heart failure and stroke) was analyzed during follow-up.
Results142 patients were selected as candidates for TAVI (80.2%), and 121 were finally implanted. The mean age was 83 ± 4.9 years. Patients who were candidates for TAVI had less valvular area, less atrial fibrillation (AF), less cognitive impairment, more autonomy and less frailty. The SPPB frailty and Barthel functional assessment scales were the main scales of the CGA for the TAVI candidacy decision.
After TAVI implantation, 21.5% presented a cardiovascular event, with an overall mortality of 19.8% (6.6% cardiovascular). Patients with a higher rate of events and mortality had more AF, HF, renal disease and malnutrition, as well as less family coverage.
ConclusionsIn elderly patients with severe AS, the CGA is a determining factor in the selection of candidates for TAVI, with frailty and functional assessment being the most important aspects. Family support and nutritional status have a high impact on the prognosis of patients after TAVI.
La valoración geriátrica integral (VGI) previa al implante de prótesis aórtica transcatéter (TAVI) por estenosis aórtica severa (EAo) puede mejorar la selección de pacientes dirigidos a esta estrategia. Pese a que la VGI incluye múltiples escalas, los datos comparativos entre éstas son limitados. Nuestro objetivo fue evaluar la capacidad discriminativa de las diferentes escalas empleadas en la VIG sobre de la decisión de aptitud para implante de TAVI así como la influencia en el pronóstico tras dicho implante.
MétodosEstudio observacional prospectivo unicéntrico en el que se incluyeron pacientes consecutivos con EAo grave remitidos para implante de TAVI. Se realizó una VGI en todos los pacientes que incluía escalas de funcionalidad, fragilidad, deterioro cognitivo y comorbilidades. Se evaluó la capacidad predictiva de cada una de las escalas. Se analizó durante el seguimiento el desarrollo de MACE (mortalidad cardiovascular, insuficiencia cardiaca e ictus).
Resultados142 pacientes fueron seleccionados aptos para TAVI (80,2%), implantándose finalmente en 121. La edad media fue 83 ± 4,9 años. Los pacientes candidatos a TAVI tenían menor área valvular, menos fibrilación auricular (FA), menos deterioro cognitivo, más autonomía y menos fragilidad. Las escalas de fragilidad SPPB y de valoración funcional Barthel fueron las escalas principales de la VGI para la toma de decisión de candidatura a TAVI. Tras el implante de TAVI, el 21,5% presentó evento MACE (muerte cardiovascular, insuficiencia cardiaca y/o ictus), siendo la mortalidad global del 19,8% (6,6% cardiovascular). Los pacientes con mayor tasa de eventos y mortalidad presentaban más FA, IC, enfermedad renal y desnutrición, así como menor cobertura familiar.
ConclusionesEn ancianos con EAo severa, la VGI es determinante para la selección de candidatos a TAVI siendo la fragilidad y la valoración funcional los aspectos más importantes. El apoyo familiar y el estado nutricional tienen elevado impacto en el pronóstico de los pacientes tras la TAVI.









