Sr. Editor: Se conoce desde hace algunos años la existencia de leiomiomas infiltrados de forma masiva por linfocitos simulando un linfoma1. Recientemente se ha comunicado la posible relación entre este fenómeno y la administración de análogos de la gonadoliberina2-4.
Presentamos el caso de una mujer de 45 años que ingresó por metrorragias y anemia grave. En el estudio ecográfico se le detectó una tumoración uterina compatible con leiomioma. Se le administró triptorelina (acetato) mensualmente (3 dosis) hasta que se le realizó una histerectomía. En el estudio anatomopatológico del útero, se apreciaba un leiomioma de 12 cm, bien delimitado, blanquecino, de consistencia firme y parénquima heterogéneo (fig. 1A) que, desde el punto de vista histológico, presentaba una infiltración masiva, predominantemente por linfocitos maduros, acompañada de células plasmáticas y escasos eosinófilos, con vasculitis y ocasionales trombosis (fig. 1B). Había extensas áreas de esclerosis y focos de macrófagos espumosos en las paredes vasculares. Estos hallazgos se limitaban al leiomioma y no afectaban a la pared uterina. El estudio inmunohistoquímico demostró policlonalidad para el infiltrado linfocitario.
Fig. 1. A: aspecto macroscópico de la cavidad uterina y del leiomioma con parénquima heterogéneo. B: aspecto microscópico del leiomioma con infiltración masiva polimorfa, predominantemente linfocitaria, vasculitis (ángulo inferior derecho), macrófagos espumosos en la pared vascular y trombosis.
La existencia de leiomiomas infiltrados por linfocitos de forma masiva se describió por primera vez en 19891. Desde entonces se han publicado varios casos3-7 que afectaban a mujeres entre los 35 y los 50 años1,5. Esta infiltración linfoide puede plantear serios problemas de diagnóstico diferencial con la infiltración uterina por linfomas1,5-7, que cuando ocurren suelen ser no hodgkinianos8, y con otros procesos mieloproliferativos e infecciosos7. En este caso, el leiomioma uterino presentaba al examen macroscópico un parénquima más heterogéneo de lo habitual en estos tumores. La realización de técnicas inmunohistoquímicas demostró policlonalidad de las poblaciones linfocitarias, lo que, junto con el polimorfismo del infiltrado, ayudó a descartar que se tratase de un linfoma maligno. Otras claves diagnósticas histopatológicas son la infiltración limitada al leiomioma, respetando la pared uterina, a diferencia del linfoma, en el que ésta también se afecta por el infiltrado1,5,8, las extensas áreas de esclerosis1 y los focos de macrófagos espumosos en las paredes vasculares3.
Aplicando algunos de los algoritmos de causalidad más extendidos9,10, encontramos que la asociación entre esta entidad y el uso de los análogos de la luliberina (LH-RH) es posible: hay una secuencia temporal compatible entre el cuadro y el tratamiento, hay bibliografía publicada de estos hallazgos en relación con el uso de análogos de la LH-RH2-4 y es farmacológicamente posible2.
El cuadro histopatológico compuesto por infiltración polimorfa, preferentemente linfocitaria y masiva, del parénquima de los leiomiomas uterinos, con vasculitis, trombosis y sin afección de la pared uterina, se puede considerar como una entidad bien definida. Aunque se ha propuesto diversos factores para explicar estos hallazgos7 y la bibliografía al respecto es escasa, recientemente se ha comunicado su posible relación con el uso de los análogos de las gonadotropinas2-4. Aportamos un nuevo caso de infiltración masiva linfocitaria de un leiomioma uterino posiblemente relacionado con la administración análogos de la LH-RH. Es previsible que, con el uso cada vez más generalizado de estos fármacos, el hallazgo de este tipo de alteraciones sea más frecuente. Los patólogos deben conocer las características morfológicas de esta inusual entidad y es necesario hacer constar el antecedente del uso de estos fármacos en el informe de petición de estudio anatomopatológico para evitar diagnósticos erróneos.





